Inicio > Enfermería > Factores de riesgo que influyen sobre el síndrome de la muerte súbita del lactante y cómo prevenirlos. Actividades de Enfermería > Página 2

Factores de riesgo que influyen sobre el síndrome de la muerte súbita del lactante y cómo prevenirlos. Actividades de Enfermería

FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS AL SMSL

MODELO DE TRIPLE RIESGO (7,15)

Una de las teorías más presentes, según Bravo Feito J. et al. y Pin G. et al., es la hipótesis del triple riesgo en la que interactúan tres causas: paciente de riesgo, estresante externo (infecciones, hipertermia) y etapa crítica del desarrollo entre el mes y el año (Ver Figura nº 3 Modelo de triple riesgo, al final del artículo). En este modelo, los estresantes externos son el grupo de factores más susceptibles de poderse controlar y prevenir.

FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABLES (4- 6,8,9,16-27)

En cuanto a los factores genéticos, algunos autores consideran que existen determinados polimorfismos en los genes que incrementan la susceptibilidad de padecer síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) (Ver Tabla nº 1, al final del artículo.)

En lo que se refiere a la edad, diversos estudios coinciden en que la máxima incidencia del SMSL tiene lugar aproximadamente entre el segundo y el cuarto mes siendo menos frecuente después de los seis meses, ya que, como añade Tasker R., es el período en el que los bebés comienzan a tener el sueño más profundo, momento en el que presentan una respuesta menor a los efectos que produce el bajo nivel de oxígeno cuando duermen. Además, sobre dos tercios de los casos acontecen durante el sueño, entre las 24 y las 9 horas concretan Gascón Jiménez F. J. et al.. Por otra parte, algunos autores aseguran que hay un predominio del sexo masculino sobre el femenino, aproximadamente del 61%.

Es destacable, tal como indican Bueno Cavanillas A. et al. y Ortiz González L. C. et al., la existencia de una doble incidencia de casos ocurridos durante los meses fríos y húmedos respecto a los cálidos y secos.

En cuanto a los aspectos asociados al niño, se deben considerar la prematuridad, un bajo peso al nacer menor a 2500 g, una puntuación menor de 7 en el test de Apgar al nacimiento o ser pequeño para la edad gestacional como factores que hacen más susceptible al lactante de padecer SMSL. Por otro lado, múltiples autores remarcan que esta incidencia se multiplica por 10 cuando ha habido un caso anterior de SMSL en un hermano y por 40 si el hermano es gemelo o trillizo o cuando el mismo lactante sufre alguna enfermedad o alteración en sus sistemas (Ver Tabla nº 2, al final del artículo).

Por otro lado, Corwin M.J. describe que aunque se hayan registrado MSL tras la administración de vacunas, no hay evidencia de que éstas aumenten el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Estos niños reciben las inmunizaciones en el periodo postneonatal, es por ello que se ha asociado a este síndrome. Por otra parte, el número de casos ha ido descendiendo mientras que el número de vacunas administradas ha ido aumentando.

Es preocupante la relación entre MSL y estado socio-económico familiar. Murias Loza S. et al. afirman que hay una mayor incidencia de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) en hijos de madres jóvenes, que viven solas o están solteras, multíparas con intervalos cortos entre embarazos, con insuficientes cuidados médicos y escasa capacidad de cuidar al hijo con bajos niveles educativos, así como aquellas mujeres que presentan abortos previos y anemia durante el embarazo.

FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES (8,13,28-43)

Es sobre estos factores donde Enfermería juega un papel importante y donde más se debe incidir en la prevención, puesto que son aquellos que se pueden y deben evitar. Entre ellos, la mayoría de los autores destacan el dormir en decúbito prono, la exposición al humo del tabaco y el sobrecalentamiento. Chalco Orrego J. P. et al. y Osorio J. H. añaden el cubrimiento de la cara por ropa de cama y el colecho.

Existen numerosos estudios de alta evidencia y revisiones sistemáticas que afirman que compartir la cama con menores de un año aumenta la incidencia de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), sobre todo cuando los padres son fumadores. Por otro lado, un estudio de caso control de Landa Rivera L. sugiere que los padres que no duermen habitualmente con sus hijos y que en una noche lo hacen porque el niño ha enfermado, el SMSL no aumenta su probabilidad de incidencia por la acción del colecho sino por la propia circunstancia por la que el niño enfermó (estresante externo); además defiende que la práctica del colecho favorece la lactancia materna.

A continuación, se recogen los factores modificables que más contribuyen a la aparición de SMSL:

  • Dormir en decúbito prono o en decúbito lateral.
  • Sobrecalentamiento o estrés térmico, uso de edredón frente a sábanas de algodón ligeras.
  • Exposición al humo del tabaco tanto activo como pasivo.
  • Practicar colecho.
  • Consumo de alcohol (gran prevalencia de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) en el Día de Año Nuevo).
  • El consumo de cocaína multiplica el riesgo de SMSL entre 3 y 7 veces..
  • Lactancia artificial.
  • Colchones o superficies para dormir demasiado blandas.
  • No usar el chupete.
  • Dormir en un cuarto aparte del de los padres.
  • Ambientes muy fríos, falta de calefacción.

GRUPO DE LACTANTES DE MAYOR RIESGO

Haciendo un balance de lo expuesto anteriormente, se consideran lactantes de mayor riesgo aquellos que presentan algunas de las condiciones anteriores, principalmente los que duermen en decúbito prono, están expuestos al humo del tabaco o de otras drogas, han sufrido Episodio Aparentemente Letal (EAL) anteriormente, son prematuros, tienen un hermano mayor o un gemelo que ha sufrido síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y aquellos cuyas madres no poseen suficiente capacidad para cuidar a su hijo debido a bajos niveles educativos.

ESTRATEGIAS CLÍNICAS DE PREVENCIÓN DEL SMSL

MEDIDAS GENERALES (1,3,7,10,11,44-47)

La educación de los padres influye en la mortalidad infantil y en la salud de la familia a través de diversos mecanismos, por lo que se podría incrementar el grado de conocimientos mediante charlas educativas, que pueden impartirse durante la estancia en el hospital o en una consulta de atención primaria.

Más del 95% de los casos de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) están asociados a uno o varios factores de riesgo, la mayoría modificables, y puesto que resulta imposible identificar al niño que lo va a sufrir, la atención debe ir dirigida a todos los lactantes. Con los conocimientos que actualmente se tienen sobre el tema, la Academia Americana de Pediatría (APP) recomienda unas determinadas actividades preventivas encaminadas a eliminar o reducir los factores de riesgo (Ver Tabla nº 3, al final del artículo).

Algunos autores describen que si el lactante sufre de reflujo gastroesofágico grave, malformaciones craneofaciales de la vía aérea superior o Síndrome de Pierre Robin puede recomendarse el decúbito prono para dormir. Por otro lado, determinados estudios recomiendan no dar nunca miel a un niño menor de un año, ya que ésta puede causar botulismo en lactantes, enfermedad que puede estar asociada con el SMSL. También es destacable que debido a las campañas de prevención del SMSL, incidiendo en la postura supina, los casos de plagiocefalia posicional se hayan visto incrementados. Como consecuencia, algunos autores recomiendan alternar la posición de la cabeza del niño a decúbito prono durante algún rato siempre y cuando estén despiertos y vigilados. Respecto al colecho, aunque existan controversias sobre su práctica, todos los autores están de acuerdo en que es recomendable la práctica de cohabitación en la cuna del bebé, cercana a la cama de los padres.

PREVENCIÓN EN NIÑOS DE RIESGO (6,7,21,48-50)

La única actuación preventiva para niños en riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es la inclusión en un programa de monitorización cardiorrespiratoria. El monitor mide la frecuencia respiratoria (FR) y cardíaca (FC), la duración de las pausas respiratorias tomando como límites de alarma las mayores de 20 segundos, y la FC inferior a 70 lpm o superiores a 240 lpm. La decisión de monitorización domiciliaria se hará individualmente siempre que sea aceptada por la familia. La enfermera será la encargada de informar y adiestrar a los padres enseñándoles a valorar el color del lactante y su respiración y a concentrarse en el lactante cuando suene la alarma y no en la máquina, realizando un correcto seguimiento y apoyándoles psicológicamente durante todo el proceso. La monitorización se retira cuando el niño es mayor de los seis meses y no ha habido alarmas en los últimos tres meses. Esta retirada requiere una adecuada preparación de los padres.

CONCLUSIONES

La alta prevalencia de algunos factores de riesgo modificables entre los neonatos hace necesario acrecentar la información a los padres sobre determinados hábitos y prácticas de crianza relacionados con la prevención del SMSL, no únicamente desde las consultas de Enfermería pediátrica sino también durante la gestación con la matrona y primeros días de vida del niño. La mayoría de los estudios coinciden en que los factores que aumentan el riesgo de SMSL son principalmente la posición en decúbito prono o lateral a la hora de dormir, el tabaquismo durante el embarazo y la lactancia incluyendo a nivel pasivo, y la exposición a temperaturas elevadas por sobrecalentamiento o uso de sábanas pesadas. Igualmente se incluyen la lactancia artificial y dormir en superficies blandas.

Por otro lado, a pesar de que haya algunos estudios de caso control a favor del colecho, existen revisiones sistemáticas que corroboran que el colecho aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). También son preocupantes los factores de riesgo no modificables como los polimorfismos genéticos y el estado socio-económico familiar. Se destaca también una mayor predisposición en niños prematuros y del sexo masculino, entre el segundo y el cuarto mes de vida, durante la noche y en los meses fríos y húmedos. Esta probabilidad se ve incrementada si en la familia ha habido algún hermano anterior que haya sufrido este síndrome.

Es importante difundir los conocimientos de prevención del SMSL como la postura en posición de decúbito supino para dormir salvo en casos especiales, evitar los ambientes de tabaco y el sobrecalentamiento. Además se recomienda la lactancia materna y dormir sobre superficies firmes. En lo que se refiere a la práctica del colecho, todos los autores aconsejan dejar que el bebé duerma en la misma habitación que sus padres pero en su propia cuna. También se aconseja el uso del chupete para dormir y colocar a los lactantes en posición “pies a los pies de la cama”.

Enfermería posee un papel muy importante en este contexto, pues tiene la capacidad de hacer una valoración para identificar al niño y a la familia en riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y actuar en consecuencia adiestrando a los padres en los cuidados que deben proporcionar a sus hijos durante su primer año de vida para prevenir la incidencia de estos casos, pues se trata de una situación dura y desgarradora de afrontar que puede ser evitable mediante una adecuada prevención ya desde el embarazo.

Anexos Anexos – Factores de riesgo que influyen sobre el síndrome de la muerte súbita del lactante

Anexos – Factores de riesgo que influyen sobre el síndrome de la muerte súbita del lactante