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Riesgos asociados al turno de Enfermería

falta de descanso. Durante el día los ruidos, la luz y la actividad de la sociedad hacen que este descanso se interrumpa con frecuencia, por lo que la eficacia de las fases de sueño y ensueños se ven afectados. Esta falta de descanso empeora con la edad y la cantidad de años trabajados en turno de noche y se ha visto que la situación se agrava con la crianza de niños y cargas familiares. Se han descrito estrategias preventivas para esta situación, entre ellas;  dormir antes de comenzar el turno de noche, dormir dos siestas de 15 minutos durante el turno, después de finalizar el turno descansar en un cuarto oscuro con teléfono móvil apagado. También se ha visto que puede ser útil sensibilizar a la familia de la importancia de respetar el silencio durante las horas de descanso, realizar un patrón regular de ejercicio y mantener una dieta equilibrada.

La nocturnidad hace que el ritmo de vida de los trabajadores cambie, con este cambio de horarios se produce una alteración del vínculo familiar y relaciones, disminución del bienestar y de actividades de ocio. Esta situación puede aumentar la aparición del síndrome de Burnout entre los sanitarios, por lo que resultaría interesante identificar los factores de riesgo psicosociales para poder adoptar medidas preventivas y mejorar de este modo la salud y la calidad de vida de los profesionales sanitarios. A pesar de todo lo comentado tenemos que tener en cuenta que muchos de los que trabajan en este turno lo hacen por motivos familiares y económicos, sería interesante valorar la carga psicológica que supondría para estos el turno rotatorio o fijo diurno en relación con estas dos variables.

A nivel fisiológico el impacto del trabajo nocturno en el organismo es importante. Se ha descrito aumento de incidencia de problemas gástricos, afección a nivel cardiovascular, varices, dolores musculares y trastornos de apetito. El trabajador nocturno suele consumir más cantidad de café, tabaco y excitantes, que junto con la alteración de los ritmos biológicos, trastornos del apetito y la falta de descanso agrava las alteraciones digestivas como la dispepsia. Antes se ha señalado la importancia de mantener una dieta equilibrada, se ha relacionado trabajar el turno de noche con la obesidad; a su vez la incidencia de varices y afecciones cardiovasculares que aumenta en personas obesas.

El turno de noche es considerado un factor de riesgo para varios tipos de cáncer. La luz de la noche se ha identificado como un factor de riesgo potencial para desarrollar cáncer de mama, pero son necesarias más investigaciones para hallar los mecanismos que producen esta relación. Por este motivo se está estudiado la melatonina, hallándose relación con la incidencia de cáncer de mama y cáncer de colorrectal. Esta hormona, la melatonina, tiene efectos antiproliferativos, es decir efecto protector contra el cáncer, pero la exposición a la luz durante la noche suprime su producción, por lo que el trabajo nocturno supondría un factor de riesgo para desarrollar cáncer. Estudios indican que trabajar tres noches al mes durante 15 años puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, y 30 años para el cáncer de mama. Cabe señalar que el riesgo de cáncer de piel para trabajadores nocturnos, se ha asociado a un menor riesgo de melanoma.

Por último, se ha hallado relación entre el aumento de mortalidad entre las trabajadores en turno nocturno por causas cardiovasculares cuando trabajan más de 5 años y por cáncer de pulmón en aquellas que trabajan más de 15 años; Por lo que la nocturnidad tiene efectos perjudiciales en la salud y en la longevidad.

CONCLUSIONES

La nocturnidad laboral se asocia a distintos trastornos de salud. Es necesario estudiar más a fondo para crear una estrategia preventiva efectiva que minimice los riesgos que esta conlleva.

Por ahora se está trabajando los estilos de vida para mejorar la salud de los afectados incidiendo en la dieta, ejercicio e intentando respetar las horas de sueño. Sería interesante poder intervenir y valorar los resultados obtenidos, aunque partiendo de profesionales sanitarios de Enfermería, tendría que estar enfocado a una estrategia de motivación y sensibilización, dado que este colectivo es conocedor de la importancia de mantener uno estilos de vida saludables.

Se ha valorado el beneficio que supondría poder descansar a lo largo del turno, pero esto no es posible en todas las unidades. Siguiendo con el ejemplo de la Unidad de Neonatología; en este servicio se practican cuidados de Enfermería cada 3 horas a todos los niños, los ingresos pueden suceder en cualquier momento siendo gemelares con frecuencia y aunque en alguna ocasión los padres se quedan a pasar la noche, no es lo habitual, por lo que es la enfermera quien se encarga de consolar el llanto del niño. Con esta dinámica de trabajo queda poco tiempo para el descanso.

La capacidad de cada individuo a adaptarse a un horario nocturno es diferente, pero estudios indican que según pasan los años, este horario nocturno afecta más a los trabajadores. La ley dice que a los trabajadores a los que se les reconozca problemas de salud ligados con el trabajo nocturno, tienen derecho a ser destinados a un puesto diurno.

En turno de noche la nomina es algo más elevada que en turno rotatorio o turno fijo diurno, esta diferencia en época de crisis, puede resultar el desahogo de muchas familias. Por este motivo y por incompatibilidad de horarios familiares, el sanitario no pide cambio de puesto, ya que el cambio podría generar problemas de otra índole y habría que valorar el riesgo beneficio que tendría.

El trabajo nocturno desestabiliza los hábitos de alimentación, en muchas ocasiones los trabajadores ingieren comida rápida. Estos hábitos mantenidos en el tiempo causan trastornos a nivel digestivos como gastritis, úlceras, aerofagia… También se ha hallado mayor prevalencia de obesidad en enfermeras que trabajan en este turno.