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Rol de la enfermera en el proceso quirúrgico. Una atención humana

Rol de la enfermera en el proceso quirúrgico. Una atención humana

Cuando una persona recibe la noticia de que debe ser intervenida quirúrgicamente puede encontrarse con sentimientos de temor, inseguridad, incertidumbre…todo esto generado, en gran parte, por el desconocimiento del medio en el que se va a encontrar.

RESUMEN Y PALABRAS CLAVE

Por tanto, una atención humana desde el primer momento, por parte del equipo de enfermería, teniendo en cuenta estos sentimientos, tendrá una repercusión favorable en la evolución del paciente.

Palabras clave: enfermera, quirófano, trato humano.

AUTOR

Irantzu Ripa Aisa

EL QUIRÓFANO

El quirófano no solo es una estructura física dentro del el hospital y aislada de este, por motivos de higiene, en el que se realizan las actividades necesarias para llevar a cabo las intervenciones quirúrgicas, sino que es un lugar  donde entran personas, y muchas veces, se tiende a despersonalizar al paciente y verlo como un caso más. Esto sería un grave error. La sensibilidad es un factor esencial en la práctica enfermera, la cual, nos da la capacidad para captar las necesidades y sentimientos de nuestros pacientes mejorando su estado, tanto físico como psíquico.

EL PROCESO QUIRURGICO

El proceso quirúrgico abarca mucho más que el propio acto quirúrgico en sí, comienza cuando el paciente decide operarse. En esta fase de preoperatorio es muy importante una buena comunicación con el paciente, debe recibir todas las informaciones necesarias para reducir su ansiedad y temor. Establecer una comunicación efectiva sería una de las maneras de humanizar la atención. En todo momento el paciente debe saber con quién está hablando, por tanto, presentándonos por nuestro nombre y categoría profesional antes de cualquier intervención hará que nos ganemos su confianza y se sienta más cómodo y seguro. El profesional que interacciona con el paciente atendiendo a sus intereses e informando de manera veraz, es una persona que le ofrece seguridad y, sus miedos e inseguridades disminuirán en la medida que se consolide la relación de confianza enfermera-paciente. El profesional debe estimular al paciente a verbalizar, exponer sus sentimientos y temores. Al mismo tiempo debe estar dispuesto a escuchar con atención y respeto. Hay que dejar verbalizar al paciente, evitando interrupciones innecesarias. Una vez reciba toda la información deberemos estar a su disposición para resolver todas las dudas que le vayan surgiendo.

Una vez ya en el preoperatorio inmediato, cuando el paciente ingresa en el hospital se le describirán los detalles del proceso y se involucrara a la familia en la medida que el paciente lo permita, para así, disminuir también la ansiedad de los acompañantes.

La entrada en el área quirúrgica, solo, tumbado en una camilla, con el pijama del hospital, todos los profesionales con gorro, mascarilla, luces, ambiente frio… puede suponer un momento de gran estrés. Por eso el primer contacto de enfermería con el paciente es muy importante, presentándonos, y ayudándonos del lenguaje no verbal, sobre todo de la mirada, explicarle lo que va a ocurrir, todo esto, conseguirá reducir su ansiedad.

Si el paciente permanece despierto durante la operación porque no se le realiza una anestesia general, nunca hay que perder de vista sus necesidades, pensamientos y temores, estando a su disposición para cualquier cosa y sin caer en conversaciones privadas entre profesionales que nada tengan que ver con él.

Tras la intervención una buena comunicación del proceso y de los resultados es vital, tanto al paciente, cuando se encuentre en condiciones de recibirlas, como a la familia, reduciendo así la incertidumbre.

En el postoperatorio la comunicación y relación con el paciente es fundamental, debemos estar a su disposición ante cualquier duda, por mínima que sea, para garantizar una buena evolución postoperatoria y adherencia al tratamiento, si es que lo hay, postoperatorio, ya que recibiendo una información y una educación para la salud adecuadas conseguiremos minimizar los efectos adversos de la cirugía, que el paciente realice correctamente las indicaciones, si tiene alguna duda nos consulte y así, mejorar la evolución clínica y la satisfacción con el proceso y los profesionales.

CONCLUSION

Una buena y clara información durante todo el proceso, el trato individualizado, presentarnos para que el paciente tenga una persona de referencia, implicar a la familia el proceso, en los cuidados, y sobre todo crear un clima de total confianza con el paciente para poder resolver todas sus dudad y temores son, de vital importancia para una buena evolución del proceso. No solo tratamos enfermedades o casos, sino personas, y debemos tratarlas como tales, humanizando este trato y teniendo en cuenta a la persona en todo su conjunto, sobre todo, en un medio que pueda resultar tan frio como un quirófano.

BIBLIOGRAFIA

  • http://www.quirofano .net
  • Carolina Heluy de Castro, Taís Efigênia de Faria, Rosa Felipe Cabañero, Miquel Castelló Cabo. Humanización de la atención de enfermería en el quirófano. Revista index de enfermería vol.13 no.44-45 Granada
  • Marta Fadrique Casero. Enfermería en quirófano. Facultad de enfermería. Universidad de Valladolid. TFG curso 2014/2015.