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Semiología

Comunicación verbal

La comunicación verbal es la forma de comunicación humana por excelencia. El lenguaje es un sistema de señales, ya sea oral o escrito. Las palabras en cualquier idioma, encierran las cualidades esenciales de un fenómeno, por ejemplo, la palabra “enfermo” (concepto) no se refiere a ningún enfermo en particular, sino a las cualidades que debe tener un hombre para ser considerado como tal, ese es el significado de la palabra. La coincidencia de interpretar el significado en los mismos términos empleados por el emisor es la base de una buena comunicación.

Comunicación extraverbal

Esta forma de comunicación se establece a través del lenguaje extraverbal (primer sistema de señales de Pavlov) y constituye la expresión o exteriorización, por la vía motora, de estados y reacciones, emocionales sobre todo.

Los gestos, expresiones de la cara, modales y movimientos en general, tienen también una función comunicativa. Una mirada nos puede denotar alegría o miedo, fruncir el ceño puede significar extrañeza o desaprobación, un movimiento de la cabeza puede indicarnos asentimiento o negación.

Comunicación en la práctica medica

La entrevista es una de las dos técnicas de comunicación más utilizada en la práctica médica y se ha dicho con mucho atino que si no sea emplea, no ha comenzado siquiera el acto médico. La técnica para una comunicación adecuada durante la entrevista médica individual, se puede dividir en cuatro partes: el encuentro, el interrogatorio, durante el examen físico, y en la despedida.

El estudiante de medicina, que se inicia en el área clínica con el aprendizaje de las técnicas en la exploración física, tiene una comunicación especial con el paciente, que es a su vez el objeto de su aprendizaje. Por lo general el estudiante está acompañado por el profesor responsable de la atención médica del paciente y la enseñanza tutorial del alumno, apenas el estudiante se está iniciando en el quehacer médico, donde la comunicación durante la entrevista tendrá lugar en tres grandes momentos: el encuentro con el paciente, durante el examen físico y en la despedida.

Este tipo de comunicación se diferencia de la entrevista médica clásica, desde el punto de vista de forma que de contenido, y por lo tanto, la habilidad adquirida le será también útil para la realización de la entrevista médica completa, más adelante como estudiante y durante toda su vida como profesional.

El encuentro

Lo más probable es que el médico tutor introduzca al estudiante para iniciar el encuentro con el paciente. Si ello no ocurre en algún momento el estudiante tiene que abordar un enfermo solo, el encuentro siempre debe iniciarse con el saludo y la presentación. El saludo debe efectuarse estrechándole la mano a su interlocutor, mirándole a los ojos, transmitiendo la calidez de su sonrisa, con respeto y la cortesía acorde con la edad del paciente.

Debe presentarse diciendo su nombre y cargo o funciones que realiza dentro del equipo de salud y solicite cortésmente el nombre del paciente (el paciente no es un número de cama o habitación). En ocasiones, el paciente posee más de un nombre y acostumbra que lo llamen por uno de ellos o por el apellido. Es conveniente preguntar como prefiere o le gusta que lo llamen, lo cual ayuda a disminuir la tensión y a establecer una mejor empatía y por ende comunicación. Se debe de informar el propósito del encuentro y el tiempo estipulado para el mismo, lo que ayuda a disipar ansiedades, dudas, hostilidades y podrá hacerse un uso racional del tiempo disponible, sin divagaciones ajenas al propósito definido. El tiempo del encuentro nunca debe ser superior a una hora y siempre debe hacerse previo consentimiento del paciente.

Un conflicto habitual que presentan los estudiantes cuando comienzan su bienio clínico es la sensación de la pérdida de la legitimidad de su trabajo, sienten con frecuencia que están” jugando a ser clínicos” (Dr. House) y que los pacientes con quienes trabajan pudieran compartir con ellos sus molestias y su información intima, como lo harían con el paciente de al lado o en la cama contigua del el hospital.

Esta idea se refuerza por algunos comentarios como ¡son tan jóvenes! o algún que otro paciente que cuestiona el papel de los estudiantes clínicos. Los estudiantes pueden manejar esta situación explicando desde el inicio del encuentro el grado o nivel de entrenamiento y el tipo de responsabilidad asignada p.ej., “yo soy estudiante del cuarto año y estoy aquí para realizarle el examen físico (o entrevista) que forma parte de su historia clínica. Tenga en cuenta que a la vez que yo desarrollo mis habilidades técnicas, puede descubrir información nueva e importante para su salud. Ello no debe demorar más de cuarenta minutos; si usted está de acuerdo, podemos comenzar”.

A veces los estudiantes también tienen la sensación embarazosa de estar “usando a los pacientes” cuando atienden objetivos educacionales y no sus verdaderos cuidados, repitiendo interrogatorios o exámenes físicos, que son en apariencia, innecesarios clínicamente. Sin embargo los estudiantes deben tener en cuenta que, como se dijo previamente, pueden descubrir algo importante que no se haya detectado antes; que la mayoría de los pacientes les agrada tener algo que sea útil para la enseñanza y que muchos pacientes aprecian como beneficioso la atención extra y el tiempo adicional, que los estudiantes dedican examinándolos u oyendo sus historias.

Comunicación durante el examen físico

En esta etapa, como en todas las de la comunicación, es preciso lograr la confianza del paciente y para ello se le debe tranquilizar e infundirle confianza explicándole previamente la inocuidad del examen, así como cada paso siguiente de la exploración y la necesidad de su cooperación en lo que se le pida que haga, expresando además, si siente o no, molestia o dolor en la zona explorada, antes o durante la maniobra.

En la comunicación con el sujeto, se debe prestar mucha atención al lenguaje extraverbal, tanto del examinador cono del examinado. La persona examinada, puede brindar muchos elementos de su estado emocional a través del lenguaje extraverbal. Durante el examen físico, unas veces un paciente puede decir que no siente dolor, o que es mínimo, cuando su expresión extraverbal manifiesta lo contrario; y en ocasiones, un sujeto simulador o histérico expresa verbalmente dolores y molestias que no están acordes con su lenguaje extraverbal.

Por otro lado, el explorador debe ser también muy cuidadoso con su lenguaje extraverbal. Nunca debe hacer gestos que denoten impaciencia, fastidio, aburrimiento, prisa o que puedan interpretarse como burla. Durante la realización del examen deben evitarse expresiones extraverbales, contrarias al mensaje oral, p.ej., pretender tranquilizar al sujeto a través de la palabra, negando importancia a un hallazgo de la exploración, después de un gesto de sorpresa, admiración o preocupación por lo encontrado.

La despedida

Una vez terminado el examen físico o la entrevista médica, el examinador debe agradecerle al paciente la cooperación prestada, la satisfacción de poder atenderlo, estrecharle la mano de nuevo y acompañarlo hasta la salida.