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Sensibilidad química múltiple. Cuidados básicos para sobrellevar la enfermedad

Sensibilidad química múltiple. Cuidados básicos para sobrellevar la enfermedad

Autora principal: Sara Torralba Sánchez

Vol. XVI; nº 12; 653

Multiple chemical sensitivity. Basic care for the disease to be endured

Fecha de recepción: 05/05/2021

Fecha de aceptación: 21/06/2021

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 12 –  Segunda quincena de Junio de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 12; 653

Autoras:

  1. Sara Torralba Sánchez. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  2. Jéssica Sanz Rosa. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  3. Raquel Valiente Castillo. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  4. Sara Vázquez Lobé. Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza. España.
  5. Lucía Torralba Elía. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  6. María Torralba Elía. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  7. Marta Villagrasa Alloza. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/- El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

RESUMEN

El Síndrome Químico Múltiple es una patología adquirida que afecta a personas tras una exposición a agentes químicos leves o graves. Puede alterar diferentes órganos, produciendo desde síntomas respiratorios a cutáneos, digestivos u oftalmológicos. Cualquier compuesto que contenga químicos puede causar una reacción en este tipo de personas. Es por ello que los perfumes, desodorantes, humo de motores, pesticidas o el tabaco pueden ser muy perjudiciales.

Hoy en día es una enfermedad infradiagnosticada, pese a que se calcula que un 15% de la población tiene síntomas que pueden corresponder a esta patología. La dificultad para diagnosticarla al no existir test o prueba adecuada para ello contribuyen a este problema.

Las personas que padecen esta enfermedad tienen mucha problemática para que sea reconocida, por lo que puede ser importante que el personal sanitario sea más consciente de su existencia y de la divulgación de una serie de consejos para ellos y su familia.

PALABRAS CLAVE: Síndrome Químico Múltiple, químicos, controversia, cansancio, mialgias, exposición, reacción, exclusión, problemática social.

ABSTRACT

Multiple Chemical Syndrome is an acquired pathology that affects people after exposure to mild or severe chemical agents. It can alter different organs, producing from respiratory symptoms to skin, digestive or ophthalmology. Any compound that contains chemicals can cause a reaction in these types of people. That is why perfumes, deodorants, motor smoke, pesticides or tobacco can be very harmful.

Today it is an underdiagnosed disease, despite the fact that it is estimated that 15% of the population has symptoms that may correspond to this pathology. The difficulty in diagnosing it as there is no adequate test for it contributes to this problem.

People who suffer from this disease have a lot of problems to be recognized, so it may be important for health personnel to be more aware of its existence and to disseminate a series of tips for them and their family.

KEYWORDS: Multiple Chemical Sensitivity, chemicals, controversy, tiredness, myalgia, exposition, reaction, exclusión, social issues.

INTRODUCCIÓN

El Síndrome Químico Múltiple es una patología adquirida que está conformada por varios síntomas de diferente índole, desde respiratorios hasta oftalmológicos o dermatológicos, y que está causada por una exposición a compuestos químicos a bajas concentraciones.

El nombre del Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple fue empleado por primera vez por Mark R. Cullen en 1987, un profesor de medicina y epidemiología en Estados Unidos, aunque previamente ya se habían visto casos de esta enfermedad.

Con este síndrome han surgido diversas controversias, ya que no se conocen los mecanismos de acción ni hay consenso con el tipo de respuesta que da la exposición continuada a diferentes agentes químicos. En cada persona puede ser de manera distinta y afectar a diversos órganos sin generar un daño permanente en ellos, y es por esto que los profesionales implicados en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad no hayan llegado a un acuerdo. Hoy por hoy en España, el Síndrome Químico Múltiple no está incluido en el CIE de su Sistema de Salud, aunque en otros países de Europa sí lo esté.

Ciertos elementos incluidos en productos industriales, de limpieza, de construcción… empleados en el día a día pueden llegar a interactuar con nuestro organismo y producir una respuesta exagerada por parte de nuestras células. Aunque no se conocen las causas exactas, hay ciertos productos utilizados de manera cotidiana que se repiten entre las personas que padecen esta patología.

  • COMPUESTOS QUE CONTIENEN AGENTES QUÍMICOS CAUSANTES DE LAS REACCIONES

1.- Perfumes

2.- Ambientadores

3.- Pintura

4.- Productos de limpieza

5.- Tabaco

6.- Humo de motor

7.- Champús

8.- Desodorante

9.- Detergentes

10.- Insecticidas

Estos son algunos de los productos que hacen que aparezcan de forma exacerbada los síntomas de las personas que padecen Síndrome Químico Múltiple. El simple hecho de estar cerca de alguien que lleve colonia puede hacer que estas personas comiencen a encontrarse mal y desencadenen algunos de los síntomas que describimos a continuación.

  • SÍNTOMAS CARACTERÍSTICOS DE LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE

1.- Mialgias: dolores musculares en una o varias zonas del cuerpo. Suelen cursar con lentitud de movimientos a su vez.

2.- Dolor de cabeza: puede ser más o menos intenso en función del tipo de compuesto o del tiempo de exposición.

3.- Irritación ocular y lagrimeo.

4.- Pérdida de memoria: los pacientes suelen indicar que se olvidan de cosas que antes no, como puede ser que tienen comida en el fuego o de citas importantes.

5.- Dificultad para respirar: si ha existido contacto con humo o algún compuesto fuerte sienten como si se tratase de un ataque de asma.

6.- Irritación cutánea y rash cutáneo: si la sustancia ha tenido contacto con la piel pueden aparecer erupciones.

7.- Calambres en extremidades.

8.- Malas digestiones: pueden afectarles algunos alimentos y producir diarrea, estreñimiento o gases. El paciente refiere sentirse hinchado.

9.- Ansiedad o depresión: ante la cronificación del problema y la incomprensión del entorno.

10.- Cansancio: es el síntoma con el que coinciden el 90% de los pacientes preguntados en los diversos estudios realizados. Este síntoma les impide realizar actividades que antes llevaban a cabo sin ningún problema, como pueden ser las tareas del hogar.

Por otro lado, es una patología muy estigmatizada, ya que las personas que padecen este tipo de sensibilidad, suelen sufrir también de fibromialgia, depresión, ansiedad, y otro tipo de trastornos que pueden llegar a somatizar. Con esto se pone de manifiesto lo complicado que puede ser diferenciar si estos problemas son producidos directamente por la exposición a los agentes químicos, una somatización o el resultado del estrés causado por la manera de afrontar esta situación. En definitiva, la dificultad ante el diagnóstico, los pocos casos que existen y la imposibilidad de hacer vida normal pueden favorecer estos procesos, aunque habría que estudiar cada caso para poder diagnosticarlo adecuadamente.

Hoy en día se calcula que en España hay unas 350000 personas afectadas por el Síndrome Químico Múltiple, y es necesario conocer tanto los factores desencadenantes como los síntomas que causa para poder brindar unos cuidados adecuados a este tipo de personas. Principalmente afecta a mujeres de entre 40 y 60 años, que acuden a consulta con síntomas inespecíficos que cuesta encuadrar en algún tipo de proceso patológico. Se cree que esto es así porque estos productos quedan almacenados en las zonas con grasa del organismo, por lo que concuerda que tres cuartas partes de las personas afectadas sean mujeres.

Es importante hacer un diagnóstico diferencial con la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica, ya que la sintomatología puede ser muy parecida. Además, todos ellos tienen en común que hoy en día son unas patologías en las que no se conoce ni la etiología ni la patogenia, y los síntomas son bastante inespecíficos. El cansancio, la fatiga y las mialgias, sin una causa clara, son difíciles de encuadrar en una enfermedad concreta. Hoy en día no existen test o pruebas que “den positivo” en este Síndrome Químico Múltiple, por lo que muchas veces se puede diagnosticar por exclusión de otras patologías que puedan tener sintomatología similar, como puede ser el asma, alergia…

Hay estudios que se declinan más por explicar estos procesos como la somatización de unos trastornos mentales aún sin diagnosticar, pero actualmente tampoco se ha demostrado nada de esto. Por contra, sí que se ha visto que las personas que refieren haber tenido un episodio con contacto con un químico desde el cual tienen reacciones del tipo que sean por parte de su organismo (ya sea rinitis, lagrimeo, falta de aire…), desarrollan con el tiempo algún padecimiento mental, desde episodios de ansiedad, hasta depresión por no poder llevar una vida normal e ir disminuyendo su contacto social ante la incapacidad de salir de casa por miedo a tener un nuevo episodio. La ausencia de test diagnósticos, de pruebas con resultados que justifiquen estos síntomas y de un daño orgánico permanente que permita estudiarlos adecuadamente, conlleva a este desconocimiento sobre las enfermedades antes nombradas.

Actualmente no hay un tratamiento que cure esta patología, por lo que se intenta paliar los síntomas mediante medicación en algunos momentos (a muy bajas dosis y en momentos puntuales, ya que algunos fármacos también pueden desencadenar una reacción) y mediante unos cuidados que buscan alejar la causa del malestar. Por ello, una enseñanza sobre cómo aliviar los síntomas puede ser la vía para llevar una vida lo más parecida a lo normal. Enfermería puede tener un papel importante en estos casos, por lo que exponer una serie de consejos a la persona afectada podría ser de gran ayuda.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Como se ha nombrado antes, el Síndrome Químico Múltiple es una enfermedad multidimensional, que suele afectar a muchos niveles. Por ello, es importante valorar todos los aspectos que el paciente nos comunique, para poder ayudarle y entenderle.

Enfermería debe caracterizarse por ser empática, intentar comprender lo que siente el paciente es imprescindible para dar unos cuidados de calidad. A nivel psicológico, puede causar diversos problemas que pueden ir desde la ansiedad hasta la depresión, y el sentirse incomprendido y sólo puede ser un factor desencadenante para encontrarse peor. El apoyo es fundamental, por ello si hay una unión familiar fuerte ayuda a llevar mejor la enfermedad. Esto es un dato de consideración, ya que más del 50% de las personas afectadas suelen tener alguna problemática social por la que anteriormente ya han sufrido ansiedad o algún otro tipo de trastorno. Por ello, enfermería puede desempeñar un papel fundamental en el cuidado y apoyo de estos pacientes.

Además, hay que mitigar los momentos de frustración por no poder hacer cosas que antes sí se podían, como pueden ser tareas del hogar por el empleo de productos de limpieza con componentes químicos. Estas tareas se deben compartir con el resto de la familia para poder favorecer el descanso de la persona enferma y hacerla partícipe de las actividades que sea capaz de hacer. En este sentido la enfermera también puede ayudar con educación para la salud en el ámbito familiar para gestionar adecuadamente la situación. Enseñar buenos hábitos de descanso, motivación y apoyo puede ser una buena línea para investigar en un futuro y así conseguir evitar la exclusión social a la que está llevando este tipo de patologías hoy por hoy.

En cuanto a consejos para ayudar en el día a día de la persona afectada, podríamos comenzar por animar a la persona a que abra las ventanas para que se renueve el aire de las habitaciones, unas tres veces al día y en momentos que no haya mucha contaminación para evitar la entrada de agentes causantes de una reacción.

En relación con esto, habría menos posibilidad de tener episodios desagradables por el contacto con el humo de los coches y de las fábricas si la persona viviese en el campo o alejada del núcleo urbano. La realidad es que no todo el mundo puede disponer de una vivienda en un pueblo, pero sería de gran ayuda si las reacciones son recurrentes con este tipo de químicos.

La alimentación, si es con productos ecológicos para evitar los pesticidas e insecticidas, puede favorecer el bienestar de estas personas, ya que podríamos evitar efectos indeseables en la digestión y posibles diarreas o gases. Tomar agua siempre viene bien, ayuda a depurar el organismo y así eliminar tóxicos.

El uso de detergentes y champús que no contengan sulfatos ni parabenos para evitar la aparición de irritaciones en la piel o sarpullidos. A veces con el simple roce de una prenda que proviene de una tintorería puede desencadenar picores e irritación. Las prendas de algodón pueden ser una buena opción.

Para dormir mejor, crear hábitos de sueño, intentar conseguir las 8 horas recomendadas de sueño y evitar siestas. La meditación puede ser buena, y ejercicios de respiración con ayuda de melodías suaves que favorezcan las ganas de dormir. El cansancio es uno de los síntomas principales en estos pacientes, por lo que conseguir un buen descanso nocturno puede servir de gran ayuda.

Por otro lado, la gran mayoría de estas personas se sienten más cómodas y seguras en sus casas, ya que así pueden controlar que no haya agentes químicos cerca. Pero, en el caso de que tengan que salir, muchos de ellos utilizan una mascarilla con filtro de carbón activado para evitar el contacto con los componentes químicos que hay en el ambiente.

En conclusión, el mejor tratamiento que tenemos actualmente, es eludir la exposición a los componentes químicos que desencadenan las reacciones multiorgánicas de estas personas. Siguiendo esto, podemos conseguir una vida lo más cercana a la normalidad posible, pero tenemos que ser conscientes e inculcarle al paciente y a la familia que esta patología es crónica, y que muy posiblemente los síntomas aparezcan alguna vez cuando no se pueda controlar la aparición de algún químico.

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