Inicio > Gestión Sanitaria > Papel que le corresponde a los servicios médicos en Cuba para reducir las consecuencias por desastres de cualquier tipo > Página 5

Papel que le corresponde a los servicios médicos en Cuba para reducir las consecuencias por desastres de cualquier tipo

ejecuta a partir de la cadena institucional del Sistema Integrado de Urgencia Médica (SIUM). La activación de semejante dispositivo está concebida para efectuarse hasta por socorristas o la policía. En cuanto al transporte inherente al SIUM resulta oportuno señalar que existe una diferenciación de ambulancias acorde a equipamiento y personal especializado. El primer eslabón lo constituye la coordinación municipal de urgencia que se asienta en un policlínico principal de urgencia disponiendo de ambulancias para cuidados básicos. Bajo este plan se subordinan policlínicos y consultorios médicos.

A nivel provincial se cuenta con una dotación de ambulancias para cuidados intensivos desempeñándose con enlaces entre el municipio y el último eslabón que es el hospital designado. La prestación de asistencia médica en desastres también se rige por criterios doctrinales sobre la definición de urgencia. Se establecen 5 categorías. (22)

Otro componente del aseguramiento médico es el higiénico – epidemiológico perfilado por misiones como la profilaxis higiénico – epidemiológicas, o sea la continuidad del trabajo en condiciones estables, la lucha antiepidémica, el control sanitario, la lucha antivectorial, a la aplicación de las técnicas rápidas de diagnóstico por laboratorios, la educación sanitaria en función del desastre, así como la cooperación con sectores que inciden en la gestión antiepidémica y sanitaria. 23

No podemos dejar de mencionar a las esferas de suministros médico – farmacéuticos y a la docencia considerando el papel que ambos juegan en la preparación para los desastres.

Usualmente, los suministros médicos se planifican con indicadores de consumo. Partiendo de esto, se concibe la creación de reservas movilizativas las cuales son acumuladas de acuerdo a la territorialidad de la pertinente institución. Estas se subordinan a la zona o unidad territorial. Otras variantes son las reservas estatales, las cuales maneja el organismo central y las reservas populares intocables que están a disposición del gobierno local.

En cuanto a la docencia se imparten asignaturas dentro de la cátedra de desastres en toda la enseñanza media y media superior, funcionando una comisión de alto nivel encargada para esta tarea en el MINSAP.

La creación del Centro Latinoamericano de Medicina de Desastres (CLAMED) por resolución ministerial no. 51 de 1996 ha permitido aglutinar la plenitud del potencial científico – técnico del Sistema Nacional de Salud (SNS) en vínculo con los desastres. Las misiones específicas del CLAMED son, por una parte, la prevención y la disminución de los efectos de desastres mediante actividades concretas, como la organización de los aspectos asistenciales e higiénico – epidemiológicos, y por otra la educación médica superior y de postgrado, la investigación y el intercambio de información científica nacional e internacional.

En cuanto a la cooperación internacional, desde el triunfo de la revolución ha mantenido como principio inviolable la prestación de ayuda solidaria, a cualquier país que haya sido azotado por desastres. Esto se ha puesto de manifiesto una vez más con las naciones de la subregión centroamericana y caribeña que resultaron afectadas por los huracanes Georges y Mitch. En estos momentos, en 13 países laboran 45 brigadas médicas con más de 900 médicos.

Cuba ha alcanzado un grado de desarrollo en su Sistema Nacional de Salud (SNS) con indicadores sanitarios sumamente positivos, una cobertura médica completa y un nivel científico notorio que la pone en condiciones de brindar a otros países de la región de apoyo en respuesta médica ante cualquier situación de desastre, aspecto último que se materializa a través de la Escuela Latinoamericana de Medicina. (24)

Colaboración e internacionalismo

Desde el tsunami del Océano Índico hasta el terremoto en el Sur de Asia, la devastación que produjeron los huracanes y ciclones en Estados Unidos, el Caribe y Pacífico o las fuertes inundaciones en Europa y Asia, cientos de miles de personas han perdido sus vidas y millones sus fuentes de sustento, debido a los desastres ocasionados por las amenazas naturales.

A pesar de que muchos conocen la miseria humana y las paralizantes pérdidas económicas que resultan debido a los desastres, de lo que pocos no se dan cuenta es que esta devastación puede prevenirse mediante iniciativas para la reducción de riesgo de desastres.

La colaboración es la base del Marco de Hyogo: los desastres pueden dañar a cualquiera y, por lo tanto, son un asunto de todos. La reducción del riesgo de desastres debe formar parte de la toma de decisiones cotidianas: desde la forma en que la gente educa a sus hijos e hijas hasta cómo se planifican las ciudades.

Por eso no quisiéramos dejar de dedicar este trabajo, algunas palabras a la colaboración y el internacionalismo que ha realizado nuestro gobierno, a través de sus diferentes sectores, entre ellos la salud.

Apenas cuatro años después del triunfo revolucionario de enero de 1959, se inició la colaboración internacionalista cubana con el envío de una brigada médica a Argelia. A partir de la experiencia acumulada por el país en este terreno, son múltiples los ejemplos de ayuda solidaria y desinteresada brindada por Cuba a numerosos países.

El 21 de mayo de 1960 el hermano pueblo chileno fie azotado por un fuerte terremoto que causó grandes daños y pérdidas humanas. La ayuda de nuestro pueblo no se hizo esperar. Cuba envió una brigada médica junto a 8 toneladas de materiales médicos, insumos, alimentos y ropas.

En sentido general, podemos decir que hemos estado presentes con 37 brigadas médicas emergentes en 21 países que han sido afectados por diferentes catástrofes como terremotos, huracanes, inundaciones, epidemias y erupciones volcánicas. (25)

CONCLUSIONES

Los desastres y peligros naturales han provocado pérdidas elevadas en vidas humanas, severos daños ambientales, así como la destrucción del sustento de muchos y de la infraestructura económica y social.

El programa del Médico y la Enfermera de la Familia en nuestro país, permite contar con un personal de salud que juega un papel activo en la identificación de riesgos, así como en la organización y preparación en los primeros auxilios y cuidados básicos de los Brigadistas Sanitarios.

El Ministerio de Salud Pública se encuentra integrado al sistema de la Defensa Civil lo que ha permitido participar con un enfrentamiento exitoso a variantes diversas de desastres.

Cuba ha alcanzado un grado de