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La sociedad y su reacción ante la problemática de las Drogas

intrínsecos y extrínsecos donde los valores y controles sociales tienen una prevalencia significativa.

El patrón situacional ocasional es un patrón más peligroso porque representa la salida o busca de soluciones antes contingencias de la vida laboral, familiar o conflictos personales donde las personas que acuden a este consumo, constituye una solución errónea pero de fácil acceso y rápida solución ya a través de los efectos de las drogas como por ejemplo las alucinógenas las personas escapan de las motivaciones que las condujeron al consumo, entra en el olvido temporal en lo que llamo una enajenación tóxica de conflictos, en dependencia de la magnitud y posible solución de sus motivaciones este individuo repite una y otra vez el consumo.

El consumo intenso representa la primera etapa de adicción o drogodependencia, aquí los mecanismos endógenos y bioquímicos hacen que la persona necesite el consumo prácticamente tres veces por semana sin que ya tenga que mediar conflictos o situaciones, el organismo elabora mediadores químicos que hacen que se produzcan endorfinas y estas en un mecanismo que se investiga actualmente hace que el sistema nervioso central estimule el consumo de la droga, aumentando las dosis y elevando el número de consumo por semana, ya esa persona se considera enfermos y comienza en un intento por mantener su consumo a cometer otras delitos para la adquisición del producto o simplemente entra en tráfico de drogas para sostenerlo.

El consumo compulsivo es la representación más explícita de toxicomanía, la persona es un adicto por deseo enfermizo de consumir la droga de manera diaria y casi constante, no median conflictos, ni situaciones psicotraumáticas, se considera patológicos y su tratamiento es extremadamente difícil porque los mecanismos endógenos atentan contra la terapéutica, según estudios estadísticos de cada diez adictos lograr la rehabilitación total solo cuatro, la suspensión brusca de la droga conduciría a un síndrome de abstinencia, del cual comentaremos a continuación.

-.Síndrome de Abstinencia y sus efectos en el ámbito social.

Conceptualmente significa un conjunto de alteraciones físicas y psíquicas que aparecen en una persona cuando deja bruscamente de tomar una sustancia a la cual está habituada o es adicta, especialmente una droga, otros consideran que ocurre cuando por razones diversas (accidente, carencia de droga y dificultad para conseguirla) se deja de administrar la sustancia, aparecen una serie de síntomas psíquicos y físicos que crean un intenso malestar y pueden provocar la repetición del consumo: es el síndrome de abstinencia.

En el cerebro tenemos una zona de células denominada ‘Sistema de recompensa o de gratificación’. Gracias a ella, el ser vivo obtiene placer al realizar determinadas actividades como comer, beber y mantener relaciones sexuales, que van encaminadas al mantenimiento de la vida. Esta obtención de placer consigue que se lleve a cabo un comportamiento de búsqueda en espera de obtener la recompensa, esta teoría se le atribuye a las endorfinas.

Experimentos realizados en animales han demostrado que, colocando un electrodo en esta zona cerebral y adiestrando a los animales a estimularla mediante una palanca, que les producía placer, perdían el interés por comer, beber y relacionarse sexualmente, pues obtenían el placer sin necesidad de esfuerzo, y estaban continuamente pulsando la palanca.

Sin lugar a dudas la sustancia más adictiva son los opiáceos, se estima que alrededor del 9% de la población hace uso indebido de ellos, por ejemplo, drogas ilícitas, como la heroína, y medicamentos para el dolor que necesitan receta, como oxycontin, la morfina, el avafortán, amicodex, entre otros.

Estas drogas pueden causar dependencia física, lo que significa que la persona confía en la droga para prevenir los síntomas de la abstinencia. Con el tiempo, se necesitan cantidades mayores de la droga para producir el mismo efecto (tolerancia a la droga).

El tiempo que lleva llegar a ser físicamente dependiente varía con cada individuo.

Cuando la persona deja de tomar las drogas, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse y entonces se presentan los síntomas de abstinencia. La abstinencia de los opiáceos puede ocurrir en cualquier momento en que se interrumpa o se reduzca cualquier consumo crónico.

Algunas personas incluso experimentan abstinencia de los opiáceos después de darles tales medicamentos para el dolor mientras están en el hospital sin darse cuenta de lo que les está sucediendo.

Inevitablemente, el Síndrome de Abstinencia incide enormemente en la convivencia familiar, como primer entorno que afecta esta patología, creando un clima de inestabilidad que algunas familias definen como «una falta de control absoluto», posteriormente afecta de manera significativa a la sociedad porque el deseo compulsivo de consumo de la sustancia conduce al individua a cometer cualquier delito para obtener la droga, los delitos que con mayor frecuencia se presentan son robos con violencia, asaltos, homicidios, etc.

Hay otros elementos que se sitúan entre la familia y la sociedad, que son los vecinos y los amigos del entorno familiar y que van a influir en la manera de vivir el problema, ya que si la actitud de éstos es tolerante, servirá para exponer el problema, buscar soluciones, sentirse comprendidos y si no es así, se ocultará, lo cual aumentará los problemas asociados, la angustia y la culpa, aspectos que han de ser superados para iniciar el trabajo de reinserción.

La comunidad forman parte del entorno social próximo del drogodependiente y pueden servir de apoyo, tanto a él como a los familiares. Pueden alcanzar un roll positivo en el proceso de normalización de la situación.

El núcleo formado por estas instituciones sociales incide con un alto impacto que posibilita un mejor posicionamiento para el tratamiento y rehabilitación de los enfermos, de la misma forma una actitud de rechazo provoca el desmantelamiento de la estructura cercana, devaluando la función de apoyo y confianza, elementos facilitadores del tratamiento y la reinserción.

La familia como cedula básica y la sociedad en general se deben plantear como prioritario enfrentar el problema e incidir de forma decidida, a través