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Manejo y revisión de un fármaco de alto riesgo: sulfato de magnesio, uso parenteral en adultos

Manejo y revisión de un fármaco de alto riesgo: sulfato de magnesio, uso parenteral en adultos

El magnesio es un catión principalmente intracelular que disminuye la excitabilidad neuronal y la transmisión neuromuscular e interviene en numerosas reacciones enzimáticas. El 50% del magnesio corporal se encuentra en los huesos. La forma seca o no hidratada es poco frecuente y presenta poder secante.

Manejo y revisión de un fármaco de alto riesgo: sulfato de magnesio, uso parenteral en adultos

Autores:

Mª de la Luz Mariscal Lliteras. Médico de Familia. DCCU Puente Genil. Córdoba.

Isabel Ortiz Ramírez. DUE HU Reina Sofía. Córdoba.

Eva M Castro Rizos. DUE HU Reina Sofía. Córdoba.

RESUMEN

Para las preparaciones medicinales se utiliza como solución acuosa; como cristal hidratado; para el tratamiento de arritmias, del reequilibrio electrolítico y la nutrición parenteral y Como tratamiento preventivo y curativo de la crisis de eclampsia.

El sulfato de magnesio intravenoso (iv) es un medicamento de alto riesgo y es por esto que un error en su manejo puede causar daños graves o incluso mortales.

PALABRAS CLAVE: sulfato de Magnesio, Farmacocinética, Fármaco de alto riesgo, Seguridad del paciente.

INTRODUCCIÓN

En 1618 un granjero trató de dar a sus vacas agua de un pozo en Epsom, Inglaterra. Los animales la rechazaron por su amargor. No obstante, esa agua parecía curar lesiones cutáneas creciendo la fama de las «sales de Epsom». Posteriormente se descubriría que esa sal era el sulfato de magnesio, MgSO4.

Mecanismo de acción. Este importante catión es fundamental en muchas funciones fisiológicas como la síntesis de proteínas, gran variedad de procesos metabólicos que precisan energía; la contractibilidad muscular y excitabilidad neuromuscular, el buen mantenimiento de las membranas celulares y subcelulares, interviene en reacciones enzimáticas…

Su poder bloqueante neuromuscular se debe a que inhibe la liberación de acetilcolina en terminaciones nerviosas y reducen la sensibilidad de las membranas postsinápticas. Así deprime la excitabilidad de las membranas musculares.

Farmacocinética. La principal fuente de magnesio es la dieta (nueces, cereales integrales y vegetales verdes). El intestino delgado y el riñón son los órganos responsables de mantener la magnesemia dentro de los límites normales (1,8 – 2,4 mg/dl o 1,5-2 mEq/l) Entre un tercio y la mitad del magnesio administrado vía oral se absorbe en el intestino delgado lentamente. La absorción intestinal se incrementa y la excreción renal disminuye mediante la reabsorción de casi la totalidad del magnesio filtrado. En el plasma cerca del 30% está unido a proteínas. La excreción del magnesio administrado por vía parenteral es urinaria, mientras que si se administra por vía oral la excreción urinaria es de la parte que ser absorbe y el resto es eliminación por las heces. La excreción renal disminuye cuando la ingesta es insuficiente mediante la reabsorción de casi la totalidad del magnesio filtrado. Una parte se excreta en la leche materna y atraviesa la barrera placentaria.

Presentación para su uso parenteral. Para su uso terapéutico parenteral lo encontramos en forma de solución inyectable y para perfusión como Sulfato de Magnesio 150 mg/ml, ampollas de 10 ml que contienen 1,5 g de sulfato de magnesio. Su formulación es la siguiente:

  • Magnesio: 6,09 mmol (148,02 mg) /ampolla
  • Sulfato: 6,09 mmol (585,02 mg) /ampolla
  • Osmolaridad: 590 – 720 mmol/kg
  • pH: de 5,5 a 7,0

OBJETIVO

Definición y clasificación de los Fármacos de Alto Riesgo (FAR)

Seguridad en el uso de Sulfato de Magnesio vía parenteral, para disminuir los efectos adversos iatrogénicos.

DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS FAR

Las reacciones adversas medicamentosas y los errores en la medicación y sus efectos secundarios, son un grave problema de salud pública, con repercusiones significativas desde un punto de vista humano, asistencial y económico, además de promover desconfianza de los pacientes en el sistema y en los profesionales e instituciones sanitarias que lo forman. A nivel hospitalario se realiza el estudio ENEAS en el año 2005 (Estudio Nacional sobre Efectos Adversos ligados a la Hospitalización) Los procedimientos terapéuticos hospitalarios son más complejos y agresivos y las consecuencias clínicas de los posibles errores son más importantes que a nivel extrahospitalario. Los hallazgos de este estudio indican que “un 37,4% de los acontecimientos adversos detectados en pacientes ingresados están causados por medicamentos”.

Se denominan “medicamentos de alto riesgo” aquellos que tienen un “riesgo” muy elevado de causar daños graves o incluso mortales cuando se produce un error en el curso de su utilización. Por todo ello, los medicamentos de alto riesgo han de ser objetivo prioritario en todos En todos los programas de seguridad clínica que se establezcan los FAR deben ser objetivos prioritarios.

Entre los años 1995 y 1996 el Institute for Safe Medication Practices en EEUU(ISMP) estudió aquellos fármacos que eran más proclives a causar acontecimientos adversos a los pacientes. Se llegó a la conclusión de que eran un número limitado, por lo que era posible y muy conveniente centrar en ellos las intervenciones de mejora. A partir de esto se estableció una lista de los medicamentos considerados de alto riesgo en los hospitales que constituye la lista de referencia utilizada mundialmente. Esta lista se mantiene actualizada con la aparición de nuevos medicamentos y el conocimiento de nuevos errores de medicación graves. La última lista publicada por el ISMP4 y adaptada por el ISMP-España a los medicamentos disponibles en nuestro país se recoge en la tabla 1 (donde se incluye al Sulfato de Magnesio)

Efectos adversos del Magnesio IV: Hipermagnesemia. Se produciría por una administración excesiva por vía parenteral (por vía oral sería muy poco probable, excepto en casos de insuficiencia renal), una administración en bolo de forma errónea, administración de medicamentos que contengan magnesio (como antiácidos o catárticos) y en casos de insuficiencia renal. Los signos clínicos de una hipermagnesemia son:

– Pérdidas de reflejos tendinosos profundos, depresión respiratoria (ambos por bloqueo neuromuscular) siguiendo la secuencia descrita de parálisis en músculos esqueléticos, depresión respiratoria, coma y muerte

– Náuseas, vómitos, sed, hipotensión y enrojecimiento de la piel (por vasodilatación periférica)

– Somnolencia, confusión, dificultad para hablar, diplopía, debilidad muscular, bradicardia, coma y paros cardiacos.