Tabique pilórico. Hallazgo endoscópico casual.
Resumen:
Presentamos un caso clínico de doble píloro diagnosticado en edad adulta tras debutar con hemorragia digestiva alta. Los casos de doble píloro son extremadamente raros. Su etiología puede ser congénita o adquirida como complicación de una úlcera péptica.
Tabique pilórico. Hallazgo endoscópico casual.
Carrión García F; Baños Madrid R.
Palabras clave: tabique pilórico.
Introducción: Existen varios sinónimos de doble píloro como son doble canal pilórico, fístula gastroduodenal, septo antral y diafragma pilórico; todos ellos describen la presencia de un doble canal que une el antro gástrico y el bulbo duodenal. La prevalencia en la literatura varía de 0,02 a 0,4%. En nuestro hospital, éste ha sido el único caso encontrado.
Caso clínico: Se presenta el caso de un paciente de 58 años, con antecedentes de epigastralgia intermitente no estudiada y pirosis, sin ingresos previos ni otros antecedentes de interés. Acude a urgencias por episodio de melenas de un día de evolución precedido de epigastralgia no irradiada los días previos que no cede tras tratamiento habitual.
A la exploración física se encuentra normotenso, frecuencia cardíaca de 100 latidos por minuto, normohidratado, palidez muco-cutánea, sin adenopatías cervicales y sin focalidad neurológica. Auscultación cardíaca y pulmonar sin alteraciones. Abdomen blando, doloroso a la palpación profunda en epigastrio, sin irritación peritoneal y peristaltismo presente.
En la analítica de urgencias destaca hemoglobina de 7 mg/dl, hematocrito 23%, leucocitos normales y sin alteraciones de la coagulación.
Tras estabilizar hemodinámicamente e iniciar sueroterapia se decide completar estudio.
Al realizarle la endoscopia se encontró una gastritis eritematosa aguda antral con dos orificios con caracteres similares a píloros los cuales permitían el paso del endoscopio sin dificultad, llegando en ambos casos a un bulbo duodenal deformado, congestivo, con una lesión ulcerada hacia la cara anterior de este y un diámetro mayor a un centímetro.
Foto 1: septo antral o tabique pilórico.
Foto 2: úlcera duodenal tras septo pilórico
Evolución: Nos encontramos ante una úlcera duodenal Forrest III que no precisa tratamiento endoscópico. Reflejamos la anomalía anatómica ya que presenta especial interés para posteriores endoscopias. El paciente se encuentra asintomático por lo que se decide tratamiento conservador e iniciar erradicación de helicobacter pylori.
Discusión: El diafragma antral o septo pilórico es una rara anomalía consistente en una membrana submucosa cubierta por mucosa gástrica. Los casos de píloro doble son extremadamente raros, pueden ser congénitos o adquiridos como complicaciones de una úlcera péptica.
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