En el segundo ciclo de tratamiento con docetaxel, a los 10 minutos de inicio de infusión y tras premedicación, la paciente comienza a padecer sintomatología que cursa con tos seca, disnea, urticaria y enrojecimiento facial.
Constantes: tensión arterial. 120/80, SAT 98%, Frecuencia cardiaca: 82 latidos por minuto. Tras valoración por Oncólogo de referencia se aplica 100 mg de actocortina, sueroterapia con solución glucosada 5% en Y que pasa a doble ritmo de la quimioterapia, por lo que se encuentra más diluida y se baja ritmo del a infusión de Docetaxel a 100 ml/h, ritmo que se mantiene durante las 2 primeras horas del tratamiento, y tras estabilización de la paciente se sube a 200 ml/h hasta finalización, sin presentar incidencias.
En el tercer ciclo, la paciente no había tomado la premedicación de días previos, aunque sí se administró la premedicación intravenosa habitual. A los 5 minutos de inicio de la infusión se produce reacción hipersensibilidad I (7) que cursa con igual sintomatología, pero arroja las siguientes constantes: 100/60, Saturación: 80%, Frecuencia cardiaca: 130 latidos por minuto. Tras valoración por el equipo de Oncología se decide suprimir docetaxel y cambiar a terapia con paclitaxel semanal, experimentado la misma sintomatología en la primera administración. Por ello, se decide finalizar la quimioterapia neoadyuvante y se deriva a la paciente al Servicio de Cirugía para valoración, estando pendiente de tumorectomía y vaciamiento axilar.
Las variables asociadas significativamente a la aparición de reacciones fueron: neoplasia de mama, esquema docetaxel, ritmo de infusión, recibir el fármaco en primera línea y enfermedad no avanzada.
Discusión
La efectividad de los taxanos se puede ver comprometida por la aparición de reacciones de hipersensibilidad durante su infusión. En ocasiones éstas pueden obligar a suspender el tratamiento teniendo que recurrir a otros esquemas que podrían ser menos efectivos.
En la literatura científica se describe que docetaxel y paclitaxel provocan reacciones de hipersensibilidad con una frecuencia cercana al 30%, pero disminuye hasta el 2-5% si se realiza pretratamiento con corticoides y antihistamínicos, y si se reduce la velocidad de perfusión. (1,2,3,5)
En nuestro caso clínico, paclitaxel provocó reacción con la premedicación utilizada y con infusión programada durante 3 horas. Sin embargo, con docetaxel aparecieron 3 episodios de hipersensibilidad administrándolo durante una hora y pese aplicar en Hospital de Día la premedicación recomendada en protocolo.
En algunas ocasiones, las reacciones pueden ser solventadas reforzando la premedicación, y reduciendo la velocidad de administración de 400 ml/h a 100 ml/h e incrementando posteriormente la velocidad de forma progresiva. También se considera efectiva disminuir la concentración de fármaco a administrar o bien considerar la aplicación de protocolos de desensibilización mediante perfusiones con dosis crecientes. (1,2,3,6) Existen estudios que abogan también por cambiar un taxano por otro cuando aparece una reacción de hipersensibilidad a uno de ellos.
Ciertamente, el cambio de uno por otro puede favorecer la continuación del tratamiento, sin embargo existe controversia al respecto ya que otros autores como Dizon (4) opinan que esto no es posible por la existencia de una reactividad cruzada entre los taxanos. En nuestro caso sí se experimentó tal reactividad cruzada, ya que la paciente que presentó una reacción infusional a docetaxel recibieron posteriormente paclitaxel dando lugar a una nueva reacción de hipersensibilidad, por lo que se tuvo que suspender el tratamiento de forma definitiva.
Los síntomas relacionados con estas reacciones suelen aparecer en la primera o segunda infusión de la quimioterapia y, generalmente, a los pocos minutos de iniciarla, tal y como sucedió en el caso presentado. Por lo tanto, se debe prestar especial atención en las primeras administraciones del taxano, disponiendo en todo momento de personal experimentado y el soporte de un equipo de reanimación en el caso que hubiera una reacción que amenace la vida del paciente. Otros cuidados que se podrían realizar son la monitorización de la presión arterial y la observación del paciente hasta 2 horas después de la administración del taxano.
No cabe ninguna duda, que para reducir el riesgo de aparición de estos eventos es clave concienciar a los pacientes de la toma adecuada de la premedicación domiciliaria. Además, evita interrupciones en el tratamiento y permite incrementar las dosis acumulativas medias de los taxanos.