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Tendinitis Aquilea Secundaria al uso de Medicamentos. Presentación de un Caso Clínico

Tendinitis Aquilea Secundaria al uso de Medicamentos. Presentación de un Caso Clínico

La Tendinitis del tendón de Aquiles o también conocida como Tendinitis Aquílea es la inflamación del tendón, generalmente debida al sobreesfuerzo del miembro afectado o a una torcedura, afección que ocurre cuando el tendón que conecta la parte posterior de la pierna al talón se inflama y duele cerca de la parte inferior del pie. Este tendón se denomina Tendón de Aquiles, el cual permite empujar su pie hacia abajo.

Tendinitis Aquilea Secundaria al uso de Medicamentos. Presentación de un Caso Clínico

Dr. José Ramón Cuba Lores I

Dra. Damaris Rodríguez Llerena II

Dr. Eduardo Pérez Mendoza III

I Msc Urgencias-Emergencias Médicas. Especialista de Primer Grado Medicina Interna-Medicina Intensiva. Profesor Instructor Principal de Propedéutica Clínica-Medicina Interna.

II Médico General. Diplomado en Urgencias-Emergencias Médicas y Cuidados Intensivos.

III Especialista de Primer Grado en Ortopedia y Traumatología.

Hospital Corazón Inmaculado de María. El Chaco. Napo. Septiembre/2015.

Resumen.

Las quinolonas conforman una familia de antibióticos de amplio espectro, de uso común en la práctica médica. Su administración produce efectos secundarios a nivel del cartílago de crecimiento, por lo que tanto durante el embarazo como en la infancia su uso está restringido. En la edad adulta, en cambio, su prescripción es frecuente en el tratamiento empírico de infecciones del tracto urinario, pulmonares, etc., debido a su amplio espectro y a la infrecuente aparición de efectos secundarios derivados de su uso, entre los que se encuentran artralgias, mialgias y más raramente tendinitis y tenosinovitis. La aparición de los efectos secundarios obliga a la retirada del fármaco, pudiendo producirse rupturas tendinosas de no llevarse a cabo, y a la abstención de la toma de quinolonas de por vida debido a la existencia de efecto de clase.

La Quinolona se ha usado en pacientes desde hace varias décadas. Casos de tendinitis asociadas con el uso de Quinolona han sido reportados desde 1980 y en 1991 se publicó el primer caso de un paciente tratado con Quinolona que presentaba ruptura del tendón de Aquiles.

El riesgo de tendinopatía por quinolonas en adultos se estima en 1 de cada 10.000 pacientes tratados, pero se han identificado riesgos de entre el 6% al 22% en pacientes receptores de trasplantes sólidos. Se estima que entre el 2 al 6% de todas las rupturas de tendón de Aquiles en mayores de 60 años están producidas por quinolonas. La edad, la insuficiencia renal y el tratamiento con corticoides incrementan de forma notable el riesgo de tendinitis por quinolonas.

Palabras Clave: dolor, tendón, tendinitis aquílea, quinolonas.

Introducción.

El tendón de Aquiles es la extensión tendinosa de los tres músculos de la pantorrilla: gastrocnemio, sóleo y plantar delgado. En los humanos, este tendón pasa por detrás del tobillo y es el más grueso y fuerte del cuerpo. Mide unos 15 cm de largo y empieza cerca de la mitad de la pierna, pero recibe fibras musculares sobre su superficie anterior casi hasta su extremo. Contrayéndose gradualmente mientras baja, se inserta en la parte central de la superficie posterior del calcáneo, estando interpuesta una bursa entre el tendón y la parte superior de esta superficie.

El tendón se abre un poco en su extremo inferior, de forma que su parte más estrecha queda unos 4 cm por encima de su inserción. Está cubierto por la fascia y el integumento, y sobresale prominentemente por detrás del hueso. El hueco está relleno de tejido areolar y adiposo. A lo largo de su cara lateral, pero superficialmente, está la vena safena menor. El reflejo aquíleo permite comprobar la integridad de la raíz espinal S1.

Hay dos músculos grandes en la pantorrilla. Ellos generan la fuerza necesaria para empujar el pie o pararse en los dedos de los pies. El gran tendón de Aquiles conecta estos músculos al talón.

Ciertos tipos de tendinitis suelen producirse por sobreuso, haciendo movimientos repetitivos continuamente sin una debida postura, o en el caso de la tendinitis aquílea, agravada por la presión del calzado. Con frecuencia se debe a disminución de la vascularización de los tendones en personas de edad adulta. Los esguinces, ejercicios inhabituales y los microtraumatismos repetidos con suficiente intensidad para ocasionar lesiones sin rupturas son también predisponentes a una futura tendinitis.

El dolor de talón casi siempre se debe a un uso excesivo del pie. En raras ocasiones, es causado por una lesión. La tendinitis debida a sobrecarga es más común en personas jóvenes. Puede ocurrir en caminadores, corredores u otros atletas.

La tendinitis aquílea puede ocurrir más probablemente sí:

  • Hay un incremento repentino en la cantidad o intensidad de una actividad.
  • Los músculos de la pantorrilla están muy tensos (no están estirados).
  • Usted corre sobre superficies duras, como el concreto.
  • Usted corre con mucha frecuencia.
  • Usted salta mucho (por ejemplo jugando baloncesto).
  • Usted no usa un calzado que le dé a sus pies un soporte apropiado.
  • Su pie repentinamente se voltea hacia dentro o hacia fuera.

La tendinitis a raíz de artritis es más común en personas de mediana edad y adultos mayores. Se puede formar un crecimiento o espolón óseo en la parte posterior del talón. Eso puede irritar el tendón de Aquiles y causar dolor e hinchazón. El pie plano pone más tensión sobre el tendón.

Presentación del Caso Clínico y Conducta.

  • Paciente femenina, raza blanca, 38 años de edad con antecedentes de haber presentado hace 3 o 4 semana antes