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Tipología y estudio de heridas

Tipología y estudio de heridas

Resumen:

A día de hoy la identificación  de infección en heridas es un reto a alcanzar que va acompañado de cierto retraso en los avances respecto al tratamiento de heridas y otros. Esto se debe a las diversas opiniones que existen y la falta de consenso entre los profesionales que componen este campo. Aun así, podemos distinguir algunos signos de infección como son la aparición de eritemas, supuración… los cuales son considerados suficientes para realizar un diagnóstico adecuado. Pero hay veces que estos signos no aparecen y no se puede formular el diagnóstico dando lugar a complicaciones posteriores.

Laura Ortiz Vázquez. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: tipología de heridas, estudio de heridas, infección de heridas, signos y síntomas.

Objetivos:

Con la realización de dicho trabajo se pretende conocer los diferentes resultados relacionados con la identificación de las infecciones en las heridas además de los signos y síntomas de infección basándonos en los criterios clínicos más acertados.

Metodología:

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica en distintas bases de datos como son: Dialnet, Medline, PubMed, Cuiden… utilizando como palabras claves: tipología de heridas, estudio de heridas, infección de heridas, signos y síntomas. De este modo, hemos rechazado todo aquel material con poca evidencia científica y relevancia para el presente trabajo.

Tipología de heridas.

Hay diferentes tipos de heridas, dependiendo de las características de cada una se necesitarán una atención más urgente que otra. Su aspecto nos dará una idea de a qué tipo de herida nos enfrentamos y cómo actuar ante ellas:

  • Abiertas: con separación de los tejidos blandos. Se debe comprobar la distancia que hay de un borde a otro de la herida, y la profundidad. Si no es muy abierta, no será necesaria una sutura. Mayor posibilidad de infección.
  • Cerradas: no se observa separación de los tejidos blandos, pero generalmente hay hematoma (hemorragia debajo de la piel) o hemorragias en vísceras y cavidades. Suelen estar producidas por golpes, y requieren una atención rápida porque pueden comprometer el funcionamiento de algún órgano o de la circulación sanguínea.
  • Simples: alcanzan solamente a la piel sin comprometer ninguna función del organismo. La persona solo manifiesta dolor local, no existe dolor en órganos internos.

Corresponde a raspones, arañazos, cortes, etc.

  • Complicadas: son extensas y profundas, con abundante hemorragia, y generalmente conllevan lesiones de músculos, nervios, tendones, órganos internos y vasos, pudiendo existir o no perforación visceral. Son muy llamativas y se reconocen fácilmente.

Estudio de heridas.

Criterios para identificar las infecciones:

Úlceras de pie diabético.

Los signos de infección en estas lesiones son propensos a aparecer enmascarados, ya que los pacientes con diabetes pueden no mostrar la respuesta inflamatoria típica a la infección (dolor, eritema, inflamación y leucocitosis). El diagnóstico de la infección es esencialmente clínico. Además, la infección de los pies de personas diabéticas a menudo afecta tanto a tejidos superficiales como profundos, e incluso al hueso. Esto evidentemente no se parece a otras heridas crónicas comunes y por lo tanto conducirá a criterios diferentes de detección de la infección. El criterio actual, conocido como PEDIS (perfusión, extensión, pérdida de tamaño /profundidad/ tejido, infección y sensación), es un sistema de clasificación de la infección.

Indicadores de infección:

  • Hinchazón por calor.
  • Eritema.
  • Linfangitis.
  • Mal olor.
  • Induración.
  • Fiebre y otras señales sistémicas.
  • Dolor.
  • Crepitación causante de celulitis.
  • Osteomielitis.
  • Celulitis.
  • La infección penetra hasta el hueso.

Úlceras por presión.

En este tipo de heridas la presión favorece la concentración bacteriana en esa zona y las enzimas y toxinas bacterianas provocan la pérdida de piel superficial. La identificación del mal olor de la herida depende de la agudeza olfativa individual y de la presencia de determinadas especies de bacterias.

Existe disparidad de opiniones acerca de la relación entre la aparición de socavones y las infecciones de úlceras por presión (socavón entendido como la extensión de la lesión bajo la piel a lo largo de una superficie mayor a la abertura superficial de la misma).

El criterio del dolor requiere especial atención con respecto a la infección. El daño o irritación de los nervios periféricos puede ser un componente del desarrollo de úlceras de presión. Si existe infección, el dolor probablemente aumentará y el eritema y la induración a más de 2 cm de distancia del borde de la herida pueden también ser manifestaciones simultáneas.

Indicadores de infección:

  • Eritema.
  • Edema.
  • Dolor/hinchazón.
  • Dolor anormal.
  • Decoloración.
  • Aumento de la supuración.
  • Retraso en la curación.

Heridas agudas y quirúrgicas.

Se suele hacer hincapié en los signos clásicos de la infección (dolor, eritema, edema, calor y supuración) para identificar la infección en este tipo de heridas. El mayor o menor acierto en la detección de la infección dependerá de los criterios empleados.

Indicadores de infección en heridas cicatrizadas por primera intención:

  • Abscesos.
  • Celulitis.
  • Supuración (de suero con inflamación, seropurulenta, hemopurulenta, pus).
  • Retraso en la curación.
  • Decoloración.
  • Dolor o hinchazón inesperados.
  • Pliegues del epitelio o del tejido blando.
  • Olor anormal.
  • Descomposición de la herida.

Indicadores de infección en heridas cicatrizadas por segunda intención:

  • Abscesos/pus.
  • Calor.
  • Edema.
  • Celulitis.
  • Supuración.
  • Retraso en la curación.
  • Decoloración.
  • Tejido de granulación friable que sangra con facilidad.
  • Dolor o hinchazón inesperados.
  • Pliegues del epitelio o del tejido blando.
  • Formación de bolsas en la base de la herida.
  • Olor anormal.
  • Descomposición de la herida.

Úlceras venosas en las piernas

La presencia de lipodermatoesclerosis y de manchas de hemosiderina puede enmascarar dolencias como el eritema, aparte de que el dolor es una característica común de estas úlceras incluso sin infección. La permutación de signos y síntomas debe interpretarse en el contexto de la familiaridad con el paciente, en particular con los cambios en la percepción del estado de la herida.

Indicadores:

  • Decoloración.
  • Enrojecimientos leve.
  • Coloración verdosa o azulada.
  • Retraso en la curación.
  • Aumento de la supuración serosa.
  • Celulitis.
  • Cambio en la naturaleza del dolor.

Úlceras arteriales en las piernas.

Las úlceras arteriales de una etiología puramente isquémica existen independientemente de la aparición de depósitos de hemosiderina cutánea (como es el caso de las úlceras venosas y complejas). Por lo tanto, la piel se presenta aparentemente en un estado normal con un eritema claramente evidente. Como en el caso de los pacientes diabéticos con úlceras isquémicas en los pies, el enrojecimiento del eritema puede ser difícil de distinguir del eritema de la celulitis. Más aún, la infección puede presentarse como una decoloración violácea de los tejidos blandos, debido a las demandas metabólicas mayores de la infección, combinadas con una reducción del flujo de sangre hacia la piel sintomática de la vasculitis séptica de la circulación cutánea.

Indicadores:

  • Eritema o tejidos blandos amoratados en el contorno de la úlcera.
  • Dolor.
  • Aumento de la supuración.
  • Mal olor.
  • Crepitación palpable proveniente del gas en los tejidos blandos.
  • Calor.
  • Hinchazón.
  • Rechazo de injertos.

Quemaduras totales

Las quemaduras de tercer grado, especialmente después de una intervención tangencial, son generalmente anestésicas; por lo tanto, el dolor no es siempre un indicador de la infección. Del mismo modo, el eritema proveniente de una infección puede no distinguirse de la inflamación normal de la herida o de zonas de la herida con quemaduras parciales. El aumento del nivel de supuración de la infección también es difícil o imposible de determinar debido al alto volumen de fluido producido en las quemaduras totales.

Indicadores:

  • Rechazo de injertos.
  • Decoloración.

Bibliografía:

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Ariza, F. R., Pérez, J. B., & de Cirugía General, S. AUTORES. Consultado el 14/09/2017.

Salem, C., Pérez, J. A., & HENNING, E. (2000). Heridas: conceptos generales. Cuad. cir.(Valdivia)14(1), 90-99. Consultado el 16/09/2017.

Beltrán, B., Fernández, V., Giglio, M., Biagini, A., Morales, I., Pérez, G., & Aburto, T. (2001). Tratamiento de la infección en el pie diabético. Revista chilena de infectología18(3), 212-224. Consultado: 16/09/2017.