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Tipos de dolor oncológico

Tipos de dolor oncológico

Resumen:

El dolor en un paciente oncológico es un problema de primera magnitud que se encuentra presente en la mayoría de los casos afectando a la calidad de vida de las personas, por tanto nuestro principal objetivo es dar a conocer el dolor oncológico además de los tipos que podemos encontrar. Para poder trabajar sobre este tema hemos realizado una revisión bibliográfica obteniendo diversos artículos relacionados con el tema en las bases de datos Scielo y Medline.

Autores:     Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

 

Palabras clave: Dolor, paciente, Enfermería y neoplasias.

Introducción:

Según la Asociación del estudio del dolor, podemos definirlo como una experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial descrita en tales términos “quinto signo vita”, el cual se encuentra presente en la vida de las personas llegando a intervenir en la calidad de vida de las mismas.

El dolor además de afectar físicamente a la población puede acarrear consecuencias psico-emocionales, sociales y además económicas, provocando además un aumento de la utilización de los servicios sanitarios para ser solventado.

El dolor oncológico es un problema de primera magnitud, el cual se encuentra presente en el 50% de los pacientes oncológicos y en un 74% en aquellos que se encuentran en fase terminal. Es por ello por lo que debemos de ir evaluando continuamente.

Objetivos:

En el presente trabajo nos marcamos cómo principal objetivo el dar a conocer que es el dolor en pacientes oncológicos y qué tipos nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida profesional para saber trabajar ante ello.

Metodología:

Para poder realizar dicho trabajo nos hemos basado en la realización de una búsqueda bibliográfica a través de una revisión de la bibliografía donde hemos encontrado varios artículos relacionados con el tema en diversas bases de datos como Scielo y Medline.

Desarrollo:

El dolor es una experiencia humana desagradable, subjetiva y es el motivo más frecuente de solicitud de cuidados de salud. La IASP (International Association for the Study of Pain) lo define como “experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial descrita en tales términos –quinto signo vita.”

El dolor oncológico, tema principal de nuestro trabajo, presenta varios matices según la OMS:

  • Dolor crónico con características propias que no se limitan únicamente al tiempo de duración, sino que incluye la presencia de sufrimiento, impotencia, desesperanza, que condicionan la conducta dolorosa, debido al compromiso afectivo.

En pacientes oncológicos el dolor es uno de los síntomas más frecuentes y temidos a la misma vez, el cual puede estar producido por la enfermedad en sí, por la inmovilidad producida por la enfermedad o bien por el tratamiento.

Además de que el dolor oncológico es complejo, dicha complejidad también radica en la dificultad para tratarlo. Numerosos estudios nos muestra que el dolor en el paciente oncológico no es tratado adecuadamente (de un total de 2000 pacientes entre el 50% y el 80% no recibieron al alivio satisfactorio) y al no ser tratado con efectividad esto afecta a la calidad de vida de la persona provocándole un deterioro.

Las causas del dolor oncológico son:

  • En un 70% à efecto directo del tumor.
  • En un 20% à debido al tratamiento del mismo.
  • Y en un 10% à no tiene porqué tener relación con el cáncer.

Al estudiar las posibles causas se puede llegar a un mejor manejo del dolor oncológico.

También nos podemos encontrar otros estímulos que producen dolor como:

  • La percepción de la pérdida de salud.
  • La posible pérdida de alguna parte del cuerpo.
  • El rechazo social y/o familiar.
  • El estado de ánimo de la persona.
  • Y la falta de recursos económicos.

Podemos hablar de “Dolor Total” cuando incluimos diversos aspectos:

  • Físicos: daño tisular, compresión nerviosa, dependencia para las ABVD.
  • Emocionales: ansiedad, depresión, trastorno del sueño, enfado…
  • Sociales: pérdida de posición social, problemas económicos, abandono del trabajo.
  • Espirituales: desesperanza, miedo al dolor y a la muerte.

Encontramos varios tipos de dolor oncológico:

  • Por su localización:
    • Dolor somático: producido por lesión de piel, pleura, peritoneo, músculo, periostio o hueso, es descrito como sordo, mordiente y continuo. Y se encuentra localizado en el lugar de la lesión.
    • Dolor visceral: producido por lesión de víscera hueca o no. Descrito como un dolor constante, puede ser cólico, mal localizado e irradiado.
    • Dolor neuropático: producido por lesión del sistema nervioso central o periférico, es descrito como urente, con sensación de escozor o calambre eléctrico, continuo o lancinante. Asociado frecuentemente a cambios sensoriales, motores y autonómicos y su control analgésico suele ser difícil.
  • Dolor postquirúrgico: tras la realización de una cirugía nos encontramos ante 4 síndromes, los cuales presentan características de dolor neuropático y su empeoramiento puede ser indicio de recidiva:
    • Dolor post-mastectomía: quemazón y sensación de opresión en la axila y parte superior del brazo.
    • Dolor post-amputación de una extremidad: puede ser dolor del muñón, del miembro fantasma o ambos. Es más frecuente en la amputación de miembros inferiores.
    • Dolor postoracotomía: las causas del dolor son la lesión de nervios intercostales y de las articulaciones costocondrales y costovertebrales.
    • Dolor postdisección radical del cuello: es debido a lesión del plexo cervical. Se localiza en la cara anterolateral del cuello y se irradia al hombro.
  • Dolor agudo: es aquel resultante después de la realización de pruebas diagnósticas como:
    • Biopsias
    • Cateterismo vesical.
    • Análisis de sangre, médula ósea…
  • Dolor crónico: en el paciente oncológico el dolor crónico más frecuente es el dolor óseo ya que el cáncer de mama, de pulmón, de próstata y el mieloma múltiple suele producir metástasis en columna vertebral, cráneo, húmeros, costillas, pelvis y fémures.

Para la valoración de dicho dolor en un paciente oncológico debemos de medir cual es la intensidad del mismo y para ello se utilizan diversas escalas:

  • Escala numérica verbal à la puntuación 0 significa ausencia de dolor y 10 un dolor intenso.
  • Escala analógica visual àconsiste en una línea la cual uno de sus extremos equivale al 0 (ausencia de dolor) y el otro extremo corresponde a 10 (dolor intenso). Él paciente tendrá que marcar en que puntuación de dolor se encuentra:
    • De 0 a 3: dolor leve.
    • De 4 a 6: dolor moderado.
    • De 7 a 10: dolor intenso.
  • La llamada escala McGill Pain Questionnaire nos indica la localización, la cualidad, el impacto emocional y funcional que provoca el dolor en el paciente.
  • En el caso en el que el paciente sea incapaz de poder comunicarse debemos de fijarnos en su expresión facial, su postura, su irritabilidad y además en otras manifestaciones del sistema nervioso autónomo como es la sudoración.

Para poder manejar y controlar el dolor se pueden llevar a cabo intervenciones de apoyo como la asistencia familiar, apoyo emocional, empatía; comportamentales como es el caso de la respiración profunda y la relajación; cognitivas a través de la música, la distracción, hipnosis… y físicas con la administración de medicamentos, el tacto…

Las terapias que podemos llevar a cabo para el manejo del dolor pueden ser farmacológicas o no farmacológicas:

  • Farmacológicas: encontramos a los analgésicos, opioides, antidepresivos tríciclicos, anticonvulsivos y anestésicos locales.
  • No farmacológicas: para el dolor neuropático podemos utilizar la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), la estimulación medular y cerebral, además de la terapia conductual la cual tiene un enfoque más psicológico y la acupuntura.

Conclusiones:

El dolor en el paciente oncológico se encuentra muy presente repercutiendo de forma negativa en la calidad de vida de las personas, es por lo que debemos de saber valorarlo y manejarlo para así mejorar su calidad de vida.

Además como profesionales sanitarios el dolor en un paciente oncológico es algo que nos vamos a encontrar en numerosas ocasiones a lo largo de nuestra carrera y por tanto tenemos la obligación de saber los tipos que nos podemos encontrar y saber manejarlo para disminuirlo en la medida de lo posible ya que no sólo les afecta físicamente sino también en lo social, lo emocional, lo psicológico e incluso lo económico.

Bibliografía:

  • Krikorian, A., Vélez, M. C., González, O., Palacio, C., & Vargas, J. J. (2010). La experiencia de sufrimiento en cuidadores principales de pacientes con dolor oncológico y no oncológico. Avances en Enfermería, 28(1), 13-20.
  • Salvadó-Hernández, C., Fuentelsaz-Gallego, C., Arcay-Veira, C., López-Meléndez, C., Villar-Arnal, T., & Casas-Segala, N. (2009). Conocimientos y actitudes sobre el manejo del dolor por parte de las enfermeras de unidades de cirugía y oncología de hospitales de nivel III.Enfermería Clínica19(6), 322-329.
  • González-Rendón, C., & Moreno-Monsiváis, M. G. (2007). Manejo del dolor crónico y limitación en las actividades de la vida diaria. Revista de la Sociedad Española del Dolor, 14(6), 422-427.