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Tratamiento de los edemas de las extremidades inferiores en pacientes con movilidad reducida en una residencia de ancianos. A propósito de un caso

Tratamiento de los edemas de las extremidades inferiores en pacientes con movilidad reducida en una residencia de ancianos. A propósito de un caso

Los edemas en las extremidades inferiores, son un gran y prevalente problema de salud, en la población geriátrica. Los edemas pueden ser causados por múltiples causas entre ellas la inmovilidad.

AUTORES:

Marta Orcajo Garcia-Muñoz (DUI), María Teresa Puigdevall Ramo (TCAE), Gloria Ayarza Garza (DUI), Gemma Orejuela Ribera (DUI), Ainhoa Cendegui Jaques (DUI), María Jose Gutiérrez Pérez (DUI), María Amelia Arán Martín (DUI), Ana María Camacho Garzón (DUI), Carmen Cerrillo Sanchez (TCAE)

PALABRAS CLAVE: Edemas, vendaje espiga, kinesiotaping, geriatría.

RESUMEN:

El tratamiento de los edemas en los pacientes que viven en las residencias geriátricas, supone un cuidado multidisciplinar, donde incluye al médico, enfermería, auxiliares, fisioterapeutas y /o terapeutas ocupacionales. Los tratamientos a aplicar pueden ser muy diversos además de combinados.

En este artículo, se explica el caso de una paciente con edemas de difícil tratamiento, donde se compararon dos de las técnicas conocidas para la mejora de éstos, explicando los pros y los contras de cada uno de ellos, así como las opiniones de la propia paciente. Los tratamientos que se aplicaron a esta paciente fueron el vendaje en espiga y el kinesiotaping o vendaje neuromuscular.

El edema es una afección que puede ser local o general, en la cual los tejidos del cuerpo contienen un exceso de líquido tisular. Esta afección puede afectar a cualquier persona, simplemente por estar de pie varias horas. Se genera por un desequilibrio entre el intercambio de líquidos del espacio intersticial e intercapilar, donde la presión oncotica y la hidrostática se desajustan.

En el ámbito geriátrico el edema de las EEII es uno de los problemas  más comunes. En la mayoría de los casos la etiología es multifactorial. La IC es uno de los problemas más predominantes, pero hay muchos otros. La pluripatología, la plurimedicación, la alimentación, la obesidad, los problemas vasculares, obstrucciones de la linfa y como no, la inmovilidad.

Durante nuestra etapa profesional en el geriátrico, nos llamaba mucho la atención el gran problema que los edemas de los miembros inferiores causaban en los ancianos a los que tratábamos. Disconfort, dolor, fragilidad en la piel, aumento de las lesiones, etc. Como consecuencia a todo esto, se suma el aumento de la carga asistencial debido a este problema. Así como, aumento de la administración de medicación, tratamientos de vendajes, curas, fisioterapia, etc.

Todo esto nos llevó a comentarlo en las reuniones multidisciplinarias del centro.

Entre el equipo médico, enfermería y rehabilitación se comentó la posibilidad de probar nuevos tratamientos para valorar la mejoría de los edemas, así como comparar si disminuían o aumentaban la carga asistencial y los pros y contras que suponían para los residentes afectados.

Hasta la fecha, para la mejoría de los edemas en las extremidades inferiores, a parte del tratamiento médico que se considerara oportuno, enfermería aplicaba de forma diaria por la mañana (en aquellos casos de aumento de diámetro de piernas de forma aguda y en pacientes sin patología de ICC) un vendaje en espiga que se retiraba por la noche al acostarse. Fisioterapia planteó probar un novedoso tratamiento basado en la aplicación de unas tiras elásticas que colocadas de forma específica por personal formado, mejoraba los edemas, así como muchos otros problemas. Este tratamiento era el Kinesiotaping. Hasta el momento se usaba en la unidad de rehabilitación con diferentes indicaciones. Por ejemplo, y relacionado con los edemas, se estaba usando para la mejoría de los mismos, en extemidades superiores en pacientes con hemiplegia o mastectomizadas.

 Así pues, nos planteamos comparar los dos métodos con una paciente. Medimos las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos, medimos cuál de los tratamientos era más eficaz para la mejora de dichos edemas y la opinión de la paciente.

El caso se llevo a cabo con una señora de 70 años, consciente y orientada, sin ninguna afección cognitiva de base, diabética, obesa, hipertensa y en tratamiento para la dislipemia. Con antecedentes de discopatía a nivel dorsal importante, que le ocasionaba gran dolor e impotencia e intervenida de prótesis de rodilla izquierda hacía cuatro años. La señora precisaba ayuda para la realización de las AVD’s por el síndrome de inmovilidad que padecía a raíz de la obesidad y del dolor de espalda y piernas.

Realizábamos entre enfermería y fisioterapia los vendajes. Enfermería se encargaba de realizar el vendaje en espiga y la fisioterapeuta de realizar el kinesiotaping.

El vendaje en espiga es un vendaje en forma de ocho en que una vuelta, cubre la mitad de la vuelta anterior en forma de v, mediante una venda elástica, con el objetivo de ejercer una presión sobre la pierna, con lo que se consigue reducir el diámetro de las venas superficiales y capilares de la región, mejorando el flujo hacia la circulación profunda, realizando de este modo el drenaje.

En el Kinesiotape el efecto del drenaje linfático se consigue mediante una elevación de la cinta sobre la piel y el drenaje posterior hacia las linfas. La carga linfática transcurre con menor dificultad y facilita el paso al sistema vascular. El cambio de presión mejora el drenaje.

En este caso a  la pierna izquierda aplicábamos vendaje en espiga y en la derecha kinesiotaping. Valoramos cada cuatro días la evolución de las piernas, tomando medidas a nivel de  metatarsos, tobillo, gemelo y debajo de hueco poplíteo. Anotábamos las incidencias que habían ocurrido durante los días.

Al cabo de tres semanas, los edemas de las piernas habían mejorado significativamente. Hicimos recogida de datos de los que habíamos ido anotando, medidas tomadas, impresiones de auxilares de enfermería, fisioterapia, enfermería y por supuesto de la propia paciente.

Por una parte el vendaje es espiga, suponía una carga asistencial diaria para enfermería porque, tal como hemos indicado, el tratamiento se aplica y se retira cada día, pero el tiempo invertido en colocarlo es bajo. Alrededor de cinco minutos. Para el paciente no es cómodo. Siente que aprieta y en verano da mucho calor. El paciente puede tener apósitos o curas en las extremidades sin interferir en el método. Por otro lado es económicamente barato y las vendas están financiadas por la seguridad social.

Como comodidad, el paciente prefería el Kinesiotaping. En cuanto a la carga asistencial podíamos decir que era equiparable más o menos al espiga, ya que aunque se tardaba más en colocar (alrededor de quince minutos) solo se colocaba cada cuatro o cinco días. El paciente se podía duchar con ello puesto sin problema. Como punto negativo, teníamos que el paciente no podía tener en las piernas ninguna lesión ni tipo de cura, ya que las tiras se adhieren directamente a la piel. Económicamente este método es mucho más caro que el anterior, no es financiable por la seguridad social.

Pero lo que nos hizo decantarnos definitivamente por uno u otro, fue la mejoría de los edemas. La pierna tratada con vendaje en espiga mejoró mucho más que la tratada con kinesiotaping. Al cabo de las tres semanas había bajado mucho más el edema y el confort con el vendaje que usábamos de forma, podríamos llamar tradicional.  Concluimos así que seguiríamos tratando los edemas de las extremidades inferiores con el venaje en espiga, aún teniendo muy en cuenta el otro, para cualquier caso concreto en que lo pudiésemos necesitar.