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El VPH y la importancia de la prevención

El VPH y la importancia de la prevención

Los virus del papiloma humano formados por más de 140 genotipos, provocan tumores epiteliales y escamosos en muchas localizaciones anatómicas. Aproximadamente 50 genotipos son oncogénicos causando el cáncer de cuello de útero, siendo el VPH16 y el VPH18 los responsables de aproximadamente el 70% de los casos de cáncer.

El VPH y la importancia de la prevención

AUTORES

Marta Santiago Sancho (1), Estibaliz Laga Cuen (1), Rebeca Gil Losilla (1), Lucia Soraya Sánchez Fernández (1), Tamara Arias Cortes (1).

(1) Enfermera especialista en obstetricia y ginecología.

AUTOR DE CONTACTO

Marta Santiago Sancho.

PALABRAS CLAVE: Virus del papiloma humano, cáncer cervical, prevención.

RESUMEN

El virus del papiloma humano (VPH) es una causa necesaria del cáncer de cuello de útero, pero no es suficiente. Por lo tanto, la identificación de factores de riesgo de la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer cervical pueden ayudar a las estrategias preventivas.

Para evitar la infección por virus del papiloma humano (VPH) las vacunas juegan un papel fundamental. En la actualidad hay dos, la tetravalente (para los tipos 6, 11, 16, y 18) y la bivalente (para el 16 y 18), de las cuales se administran dos dosis.

La detección precoz del virus también es primordial, siendo la recomendación la utilización de la prueba de VPH, proponiendo dos posibles estrategias de cribado: combinación de citología y prueba de VPH (prueba conjunta o co-test) cada 5 años, o citología exclusiva cada 3 años.

INTRODUCCIÓN

Los virus del papiloma humano (VPH) agrupa un gran grupo de virus sin envoltura de doble cadena circular de ADN, que infectan superficies cutáneas y mucosas y provocan tumores epiteliales y escamosos (verrugas y papilomas) en muchas localizaciones anatómicas diferentes. [1] Se han identificado más de 140 genotipos de HPV [2, 3] que se clasifican en alto riesgo (HR), probable alto riesgo (PHR) y bajo riesgo (LR). [4]

Aproximadamente 50 de estos genotipos se sabe que son tipos oncogénicos, que causan el cáncer del cuello del útero. [2,3,5] De éstos, quince genotipos VPH-AR: VPH-16, -18, -31, -33, -35, -39, -45, -51, -52, -56, -58, -59, -68, -73, y -82 causan más del 95% de todos los casos de cáncer cervical. [5, 6] VPH-16 es el responsable de un 50-60% del total del cáncer cervical en todo el mundo [7,8] seguido de VPH-18 con una incidencia del 10 al 20%. [7] Por lo tanto, el VPH-16 y -18 son considerados como los responsables de aproximadamente el 70% de los casos de cáncer de cérvix en todo el mundo. [9-11] El virus del papiloma humano (VPH) 16 y 18 es responsable también del 40%-50% del cáncer de vulva y el 70% de los casos de cáncer vaginal.

Podemos encontrarnos dos tipos de tumores malignos de cuello uterino: el adenocarcinoma, que predomina en el endocérvix, y el carcinoma de células escamosas que suele desarrollarse en la región del ectocérvix. [12]

Mientras tanto, los virus del papiloma humano (VPH) de bajo riesgo, 6 y 11, causan el 90% de los casos de verrugas genitales, el 10% de los casos de neoplasia intraepitelial cervical de bajo grado, y el 100% de los casos de papilomatosis respiratoria recurrente. [13]

El cáncer cervical es el cuarto cáncer más común en las mujeres en todo el mundo [14]. A pesar de los avances recientes en las vacunas y los programas de cribado, sigue siendo una gran carga para la salud mundial. El virus del papiloma humano (VPH) es una causa necesaria del cáncer de cuello de útero, pero no es suficiente. Por lo tanto, la identificación de factores de riesgo de la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer cervical pueden ayudar a las estrategias preventivas. [15-17]

El riesgo de la infección se incrementa por el consumo de tabaco, uso de anticonceptivos orales, la pobreza, la nutrición deficiente, una mala higiene personal, un estatus socioeconómico bajo, el matrimonio a una edad muy temprana, múltiples parejas sexuales, la infección simultánea con otro organismo de transmisión sexual, la persistente y recurrente inflamación del cérvix, el VIH u otra infección que deprime el sistema inmunológico. Estos agentes son cofactores en la patogénesis del cáncer cervical, la transmisión, la persistencia, la progresión y la carcinogénesis inducida por virus del papiloma humano (VPH). [18-20]

La inflamación recurrente facilita la proliferación celular y el desprendimiento del epitelio, y ayuda en el crecimiento del clon maligno de las células. Citocinas, quimiocinas, los radicales libres y factores de crecimiento ayudan a la colonización de los microbios [21]. Los cánceres se producen cuando las células con material genético viral integrado escapan de los mecanismos normales de control del ciclo celular. [22]

 Además del VIH y el virus del papiloma humano (VPH), Chlamydia trachomatis, Trichomonas vaginalis y Candidas son otros patógenos de transmisión sexual asociados con neoplasias cervicales. [21]

La Cándida sirve como puerta de entrada para el virus del papiloma humano, facilitando su entrada y propagación, y aumentando la virulencia. [23]. La Trichomona vaginalis se asocia a los tipos de alto resigo 18, 45, 66 y 68 [24]. Actúa alterando y dañando el epitelio cervical y facilitando la proliferación del virus [25]. Y por último, las células epiteliales infectadas con Chlamydia trachomatis son susceptibles a la infección del virus del papiloma humano, y las acciones sinérgicas de los dos organismos infecciosos conducen al desarrollo de neoplasias [26]. En la infección por Chlamydia persistente y recurrente, la liberación de sustancias citotóxicas como el óxido nítrico, así como los mecanismos anti-apoptóticos entran en juego ocasionando la proliferación de las células dañadas y el inicio de la carcinogénesis [27]. Como resultado de las perturbaciones y bajo la influencia de la infección persistente, las células escapan al control de los mecanismos de señalización celular, el daño del ADN conduce a la proliferación de clones de células que llevan material genético alterado con propensión mejorada para el cambio neoplásico. [28]

Para evitar la infección por virus del papiloma humano (VPH) va a jugar un papel fundamental la creación de vacunas específicas. Las vacunas se utilizan ampliamente para prevenir infecciones que son causadas por diversos tipos de virus. Los genotipos VPH16 y VPH18 se observan en la mayoría de tumores malignos de cuello uterino por lo que se crearon unas vacunas profilácticas [29] Hay disponibles dos tipos:

La vacuna tetravalente del virus del papiloma humano (VPH) (Gardasil)(Merck Sharp & Dohme Co., Kenilworth, NJ, EE.UU.) es una vacuna recombinante inactivada hecha de partículas similares al virus, fabricada utilizando