Colonoscopia con ileoscopia: Hallazgos: Inspección anal: Sin alteraciones. Tacto rectal: Sin alteraciones. Se introduce el endoscopio hasta últimos 25 cms de íleon, identificando válvula ileocecal. No se han apreciado alteraciones endoscópicas en todo el tramo explorado. Se toman biopsias de ileon, colon ascendente, transverso, descendente, sigma y recto con único resultado de mucosa de colon con inflamación crónica inespecífica.
– Coprocultivos: Negativos.
– Toxina Clostridium Difficile: Negativo.
– Microbiología: Negativo.
– Serología: Negativo.
– Autoinmunidad. Negativo.
– Celiaquía: Negativo.
– Sensibilización a Anisakis: positiva.
Tras el resultado positivo a Anisakis, se reinterroga a la paciente y recuerda la ingesta de boquerones en vinagre hace unos 15 días. Se suspenden los antibióticos, se desciende progresivamente la pauta de corticoides y se instauran medidas dietéticas con la consiguiente mejoría clínica de la paciente hasta la resolución completa del cuadro que originó el ingreso.
DISCUSIÓN:
El término anisakiasis es una zoonosis, y hace referencia a la infección por larvas del género Anisakis. La especie Anisakis simplex, es un parásito helminto perteneciente a la clase de los nemátodos, de color blanquecino, semitransparente, aproximadamente de 30-50 mm de longitud y 1-2 mm de diámetro. Las formas maduras parasitan el estómago de mamíferos marinos, cuyos huevos se eliminan por las heces. La especie anisakis simplex es la que con mayor frecuencia parasita al hombre. Existen otras especies de nematodos pertenecientes a géneros de la familia Anisakidae, como Pseudoterranova y Contracaecum, que también pueden infectar al hombre pero de forma más excepcional.
Las tasas de parasitación de los pescados que consumimos son muy elevadas, oscilando entre el 40% y el 80% dependiendo de las especies. Los pescados más parasitados son la merluza y el bonito, pero los que más anisakiasis provocan son el boquerón, la anchoa y la sardina.
Las formas maduras de Anisakis simplex viven de forma parasitaria en el estomago de los mamíferos marinos. Los huevos, son eliminados a través de las heces, embrionan y eclosionan en el agua quedando libres como larvas de segundo estadio que nadan libremente. Estas larvas son ingeridas por pequeños crustáceos, alcanzando el tercer estadio, convirtiéndose en las formas infecciosas para peces y calamares. Cuando estos peces son ingeridos por mamíferos marinos apropiados (focas, delfines, ballenas o similar) las larvas migran del intestino al peritoneo y de allí a los tejidos, enquistándose en vísceras y músculos, alcanzando la forma adulta y completando el ciclo. El hombre es un huésped accidental y en ellos las larvas no pueden desarrollar hasta el cuarto estadio.
La penetración de las larvas provoca lesiones ocupacionales granulomatosas o abscesos en la pared intestinal o gástrica, caracterizándose por necrosis y hemorragias con infiltración eosinofílica y exudado fibrinoso. Estas lesiones pueden perforar u obstruir la luz intestinal simulando cuadros como enfermedad de Chron, perforación de víscera hueca o apendicitis.
Hay dos formas clínicas en la anisakiasis, la no invasiva (o luminal) y la invasiva.
1) Forma luminal: Cursa generalmente de forma asintomática ya que únicamente existe adherencia del parásito a la mucosa. Los síntomas aparecen varias horas después de la ingesta y puede producir epigastralgias leves o molestias retroesternales que perduran unos 10-14 días. Posteriormente se eliminan las larvas tras un acceso de tos o a través de las heces.
2) Formas invasivas: En las formas invasivas las larvas generalmente de Anisakis simplex penetran hasta la submucosa y cursan de forma sintomática. Se distinguen:
a) La forma gástrica. Es la más frecuente (60%). Los síntomas se producen pocas después de la ingesta de pescado crudo parasitado. Cursa con epigastralgia muy intensa y súbita (consecuencia de perforación de víscera hueca por las larvas), náuseas, vómitos e incluso hemorragia digestiva alta por úlcera gastroduodenal, fiebre o urticaria.
b) Forma intestinal. Menos frecuente. Cursa con engrosamiento y edema en la pared intestinal. El segmento más afectado es el íleon distal. Los síntomas suelen aparecer dentro de las primeras 48 horas y duran entorno a 1 y 5 días. El cuadro se presenta como un cuadro de abdomen agudo, obstrucción intestinal, ascitis hemorrágica por serositis o síndromes malabsortivos. Debe realizarse diagnóstico diferencial con la ileítis de Crohn y con neoplasias intestinales.
Son excepcionales las localizaciones extraintestinales (mesentérica, esplénica, hepática o apendicular) y extradigestivas (pulmonar, amigdalina y conjuntival).
La infección por Anisakis simplex no sólo causa síntomas gastrointestinal si no que los productos metabólicos secretados por las larvas son un potente alérgeno produciendo reacciones de hipersensibilidad de diversa gravedad. Son mediadas por inmunoglobulina E frente a antígenos larvarios termoestables, responsables de cuadros de prurito, urticaria, asma, angioedema o respuesta anafiláctica, que constituyen la forma alérgica de la enfermedad.
Existe una forma mixta, denominada gastroalérgica, que cursa con manifestaciones digestivas y alérgicas tras ingerir pescado parasitado por la larva de Anisakis. Acontece con parasitación digestiva y su extracción, produce la remisión de los síntomas digestivos y alérgicos. Estudios recientes sugieren que, tanto para producir sensibilización como reacciones alérgicas, es necesario que la larva esté o haya estado parasitando la mucosa digestiva para que los antígenos del parásito lleguen en cantidad suficiente al torrente sanguíneo.
El diagnóstico de sospecha de esta enfermedad es fundamentalmente clínico; debe considerarse este diagnóstico en todos los pacientes con una historia de ingesta pescado crudo y síntomas abdominales sugestivos. El diagnóstico de la anisakiasis intestinal puede realizarse con un estudio radiológico pero para la confirmación del diagnóstico es preciso recurrir a técnicas endoscópicas o pruebas serológicas. El diagnóstico de certeza se basa en la identificación de las larvas en fluidos corporales como vómitos o heces o bien tras la visualización endoscópica o bien, por el estudio histológico de la pieza resecada. La analítica muestra signos indirectos inespecíficos como son leucocitosis con neutrofilia y ocasionalmente, eosinofilia ligera.