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Abordaje integral del paciente con enfermedad de Crohn

Abordaje integral del paciente con enfermedad de Crohn

Autora principal: Cristina Domingo Rúa

Vol. XVI; nº 1; 42

Integral approach to the patient with Crohn’s disease

Fecha de recepción: 26/11/2020

Fecha de aceptación: 30/12/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 1 –  Primera quincena de Enero de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 1; 42

AUTORES:

Cristina Domingo Rúa. Diplomada Universitaria en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza. Experto Universitario en accidentes de tráfico: Emergencias, Reanimación y Transporte Sanitario. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

Elisa Pilar Gómez Rodríguez. Diplomada Universitaria en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Zaragoza. Licenciada en Filología Hispánica. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

Marina Gabás Arbués. Graduada Universitaria en Enfermería, Universidad San Jorge de Zaragoza. Máster Universitario en Urgencias, Emergencias y Críticos. Experto en Cuidados Avanzados. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

Beatriz Pobo Sanz. Graduada Universitaria en Enfermería, Escuela Universitaria de Enfermería de Huesca. Experto Universitario de Enfermería ante las actuaciones de Urgencias y Emergencias. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

Laura Reinado Lansac. Graduada en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza. Experto Universitario de Enfermería en Alteraciones vasculares y arteriales. Experto Universitario en Geriatría y Cuidados en la edad adulta para enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

Marta Polo Ruiz. Diplomada Universitaria en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Zaragoza. Experto Universitario en accidentes de tráfico: Emergencias, Reanimación y Transporte Sanitario. Experto Universitario en Patología Vascular para Enfermería. Experto Universitario en Farmacología para Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

RESUMEN:

La Enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal de tipo inflamatoria, formando parte de las llamadas Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) junto con la colitis ulcerosa. Se caracteriza por provocar una inflamación de cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, produciendo normalmente dolor abdominal, diarrea intensa, fatiga, adelgazamiento y desnutrición. La inflamación suele propagarse afectando a las capas más profundas de la pared del intestino. Suele ser muy dolorosa y debilitante. Lo más común es que afecte al final del intestino delgado y al principio del intestino grueso.

El sistema digestivo es el conjunto de órganos: boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado (que a su vez se divide en duodeno, yeyuno e íleon) e intestino grueso (compuesto por ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente y recto) encargados del proceso de la digestión.

Palabras clave: Enfermedad inflamatoria intestinal, Enfermedad de Crohn, Colonoscopia, Diarrea

ABSTRACT:

Crohn’s disease is an inflammatory bowel disease, forming part of the so-called Inflammatory Bowel Diseases (IBD) along with ulcerative colitis. It is characterized by causing inflammation of any part of the digestive tract, from the mouth to the anus, usually causing abdominal pain, intense diarrhea, fatigue, weight loss and malnutrition. Inflammation usually spreads to the deeper layers of the intestinal wall. It is usually very painful and debilitating. Most commonly, it affects the end of the small intestine and the beginning of the large intestine.

The digestive system is the set of organs: mouth, pharynx, esophagus, stomach, small intestine (which in turn is divided into duodenum, jejunum and ileum) and large intestine (composed of cecum, ascending colon, transverse colon, descending colon and rectum) responsible for the process of digestion.

Keywords: Inflammatory bowel disease, Crohn’s disease, Colonoscopy, Diarrhea

INTRODUCCIÓN:

La Enfermedad de Crohn es una afección crónica que causa inflamación e irritación del tubo digestivo, con una mayor frecuencia al intestino delgado en su parte dístalo final y al comienzo del intestino grueso, aunque puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo desde la boca hasta el ano. Curiosamente Crohn es el apellido del médico que describió esta enfermedad en sus inicios por 1932 y quien no la padeció, como dato a resaltar.

Normalmente, la enfermedad de Crohn debuta en los jóvenes, de entre 15 y 30 años, aunque puede manifestarse a cualquier edad, incluso también hay casos descritos en niños. Un número reducido de personas sufren su primer brote entre los 50 y los 70 años. Por ello, se estima que alrededor de una cuarta parte de las personas que sufren esta enfermedad son menores de edad. No existen diferencias claras de género, ya que la sufren tanto hombres como a mujeres en cifras similares, aparece a menudo en miembros de una misma familia, padres o hermanos generalmente. No se conoce la causa de la enfermedad de Crohn, pero muchos investigadores creen que una alteración del sistema inmunitario causa una hiperreacción del intestino frente a agentes ambientales, de la dieta o infecciosos. Ciertas personas pueden tener una predisposición hereditaria a presentar esta disfunción del sistema inmunitario. El hábito tabáquico es un factor modificable que aumenta la probabilidad de dicha enfermedad y de recidivas periódicas (brotes o crisis). Los anticonceptivos orales pueden aumentar el riesgo de padecerla. Debido a razones poco claras pueden tener un mayor riesgo de sufrirla las personas con un status socioeconómico más elevado. Destacan también algunos informes que concluyen diciendo que las personas que fueron alimentadas con lactancia materna presentan una cierta protección o menos predisposición a sufrir una Enfermedad Inflamatoria Intestinal.

La incidencia de esta enfermedad en España es significativa, ya que está estimado que cada año hay una media de 116,5 casos por cada 100.000 habitantes. Esto representa más de un tercio del total de personas que padecen alguno de los tipos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, unas 300 personas por cada 100.000 habitantes.

En las últimas décadas, la incidencia de esta enfermedad ha aumentado en todo el mundo, aunque sigue siendo más común en personas de ascendencia del Norte de Europa y Anglosajones. Aunque también en judíos que se asentaron en Europa Central y Oriental (judíos asquenazíes).

A nivel estadístico, la enfermedad de Crohn afecta sólo al intestino delgado en el 35% de los casos, sólo al intestino grueso en el 20% de los casos y a la última parte del intestino delgado y el intestino grueso en el 45% de los casos.

DESARROLLO:

Definición: es una patología inflamatoria de origen autoinmune y crónica que puede afectar a cualquier mucosa del aparato digestivo desde la boca hasta el ano. Con mayor frecuencia van a verse afectados la parte final del intestino delgado, denominado íleon terminal, y el principio del colon, la zona de la válvula ileocecal (unión entre intestino delgado e intestino grueso) y ciego. La Enfermedad de Crohn suele

afectar a todas las capas que componen la pared intestinal, el intestino delgado tiene 3 capas (epitelio, lámina propia y muscular de la mucosa) mientras que el intestino grueso tiene 4 capas (mucosa, submucosa, muscular y serosa) de forma discontinua, llegando incluso a la piel de alrededor del ano. Cuando la enfermedad afecta al colon, se denomina colitis de Crohn.

Hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar la aparición de la enfermedad como pueden ser:

-Antecedentes familiares: Tener un familiar cercano, un padre, un hijo o un hermano con la enfermedad, existe un mayor riesgo de padecerla. Hasta 1 de cada 5 personas con enfermedad de Crohn tiene un familiar con la misma enfermedad.

-Tener hábito tabáquico, es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad, puede duplicar el riesgo. El consumo de tabaco conduce a una enfermedad más grave y a un mayor riesgo de someterse a una cirugía. Por ello es importante dejar de fumar.

-Algunos medicamentos como pueden ser antibióticos, píldoras anticonceptivas y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) por ejemplo el naproxeno o el ibuprofeno, pueden aumentar las posibilidades de padecer la enfermedad.

-Una dieta alta en grasas o alimentos refinados también puede aumentar prontamente su riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Síntomas: los signos y síntomas de esta enfermedad pueden variar de un paciente a otro, ya que van a depender de la extensión, la localización y la gravedad de la zona que esté afectada. Estos pueden distinguirse desde leves a graves, y aparecen de manera gradual de menos a más normalmente, pero a veces comienzan de manera súbita, sin ningún síntoma previo. También sucede de forma oscilante alternando periodos de brote con otros sin signos ni síntomas denominados de remisión.

En la fase activa los signos y síntomas que pueden aparecer son:

-Diarrea crónica (incluyendo sangre en las heces cuando está afectado el intestino grueso)

-Dolor, calambres y cólicos abdominales

-Falta de apetito y adelgazamiento

-Fiebre

-Fatiga

-Llagas en la boca, anemia (por disminución de glóbulos rojos)

-Dolor o supuración en el ano o cerca debido a que se produzca una comunicación anormal entre el intestino y la piel por progresión de la enfermedad (fístula)

Existen otros signos y síntomas que padecen los pacientes con enfermedad de Crohn grave:

-Inflamación de ojos y articulaciones

-Cambios en la piel

-Inflamación de las vías biliares o el hígado

-Retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual en el caso de los niños

Diagnóstico: esta enfermedad precisa de la combinación de una serie de pruebas para poder confirmar el diagnóstico de Enfermedad de Crohn, ya que los síntomas suelen ser a los de otras afecciones, entre ellas se encuentran:

  • Examen físico: para verificar la hinchazón en su abdomen, escuchar sonidos en su abdomen, golpear suavemente su abdomen para verificar la sensibilidad y el dolor y para ver si su hígado o bazo está anormal o agrandado
  • Análisis de sangre: para intentar buscar cifras anómalas que indiquen una anemia (bajada de glóbulos rojos), leucocitosis (aumento de glóbulos blancos), trombocitosis (aumento de plaquetas), aumento de la velocidad de sedimentación, falta de hierro o de vitamina B12, etc.
  • Análisis de heces: a través de un cultivo (coprocultivo) para buscar parásitos, sangre oculta en heces.
  • Colonoscopia: Es un examen en el que se visualiza el interior del colon (intestino grueso) y el recto, mediante un instrumento llamado colonoscopio. Este tiene una cámara unida a una sonda flexible que puede alcanzar toda la longitud del colon. Aparte de la visualización del colon, en la misma prueba se pueden recoger muestras de tejido (biopsia) para su posterior análisis en el laboratorio, lo cual puede ayudar al diagnóstico. Unos grupos de células inflamatorias llamados «granulomas», si están presentes, ayudan a confirmar el diagnóstico de la enfermedad de Crohn.
  • Tomografía computarizada (TC): es una técnica especial de rayos X, que nos va a proporcionar más detalles que una radiografía normal. Podemos observar todo el intestino y lo que le rodea. La enterografía por TC es una prueba todavía más especial que nos proporciona unas imágenes del intestino delgado, sustituyendo a las radiografías de bario en muchos hospitales.
  • Resonancia magnética (RMN): se usa un campo magnético y ondas de radio para crear una imagen detallada de los órganos y tejidos. se usa mucho para diagnosticar y evaluar una fístula y la zona de alrededor, denominándose RM pélvica, enterografia por RM si se trata del intestino delgado.
  • Cápsula endoscópica: es una cápsula que tiene un tamaño parecido al de una pastilla grande con una lente, una luz, una cámara, un transmisor de radio y una batería en su interior. El paciente traga la cápsula y esta toma imágenes a medida que se desplaza por las vías digestivas. Las imágenes se envían a un grabador pequeño que se coloca en la cintura o el hombro del paciente. Luego se observan las imágenes en un ordenador para determinar si hay signos de enfermedad. La cápsula endoscópica se evacúa del cuerpo con las heces. Es posible que se precise también de una biopsia para confirmar el diagnóstico.
  • Enterospcopia asistida por balón: se usa un endoscopio junto con un dispositivo llamado «sobretubo». De este modo, el médico puede observar más profundamente en el intestino delgado, donde el endoscopio estándar no llega.

Tratamiento: a día de hoy no existe una cura para la enfermedad de Crohn, ni un tratamiento tipo para todos los pacientes, por ello, el objetivo del tratamiento consiste en reducir la inflamación, mejorando así los signos y síntomas, provocando en algunos casos la remisión a largo plazo.

– Medicamentos antiinflamatorios

  • Corticoesteroides: como la prednisona y la budesónida, van a ayudar a reducir la inflamación a nivel intestinal, pero no son efectivos en todos los pacientes, son utilizados cuando no se responde a otros tratamientos. Mejoran los síntomas a corto plazo (de 3 a 4 meses), para inducir la remisión y como combinación con un inhibidor del sistema inmunitario, aunque deben dejarse progresivamente. La budesónida tiene menos reacciones adversas que la prednisona, sin embargo, puede no tener una acción tan efectiva. La budesónida puede administrarse por vía oral o mediante enema. Al igual que con los corticoesteroides por vía oral, la dosis en enema o espuma (como la hidrocortisona) se reduce de forma gradual. Si la enfermedad se agrava, la persona es hospitalizada y se le administran corticoesteroides por vía intravenosa. Se suele administra vitamina D y suplementos de calcio a todas las personas que reciben un tratamiento con corticoesteroides.
  • Aminosalicilatos: incluyen la sulfazalazina (azulfidina) que contiene sulfamidas, y la mesalazina. Eran utilizados en el pasado ya que es un tratamiento por via oral, pero están en debate sus beneficios limitados. La mesalazina también se encuentra en forma de supositorio o enema. No se utilizan en caso de recidiva grave, ya que no son tan eficaces.

-Inhibidores del sistema inmunitario: nos van a ayudar a reducir la inflamación, pero atacan al sistema inmunitario, que es el que está produciendo las sustancias que provocan la inflamación. Estos inmunodepresores son:

  • Azatioprina (Imuran) y mercaptopurina (Purixan), son los más conocidos y utilizados para el tratamiento. El único inconveniente es que precisa de un seguimiento exhaustivo a través de análisis de sangre, para controlar la aparición de otros posibles efectos secundarios, como reacciones alérgicas, depresión de la médula ósea (controlada mediante recuentos de glóbulos blancos), inflamación del páncreas (pancreatitis), y, a veces problemas en el hígado. También pueden causar náuseas y vómitos. Estos fármacos mejoran significativamente los síntomas de los pacientes, reducen la necesidad de corticoesteroides y suelen curar las fístulas.
  • Infliximab (Remicade): es un derivado de los anticuerpos monoclonales al factor de necrosis tumoral (y que recibe el nombre de inhibidor del factor de necrosis tumoral o inhibidor TNF), es otro modulador de las acciones del sistema inmunitario junto con el adalimimab y certolizumab. Se administra a través de infusiones intravenosas (venoclisis). Se puede utilizar para tratar casos moderados y graves de la enfermedad de Crohn cuando no se ha respondido a otros medicamentos, para tratar a personas con fístulas y para mantener la respuesta cuando la enfermedad es difícil de controlar. Los efectos secundarios que pueden ocurrir con el infliximab incluyen el empeoramiento de una infección bacteriana no controlada ya existente, la reactivación de la tuberculosis o la hepatitis B, y un aumento del riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Durante la administración intravenosa, se pueden tener reacciones como fiebre, escalofríos, náuseas, cefalea, prurito o erupciones. Antes de iniciar el tratamiento con infliximab (u otros inhibidores del TNF como el adalimumab y el certolizumab), debe llevarse a cabo una prueba para descartar que la persona presente tuberculosis o hepatitis B.
  • Adalimumab (Humira): es un fármaco relacionado con el infliximab y también se basa en la regulación del sistema inmunitario. Se administra a través de inyecciones subcutáneas, bajo la piel, y por lo tanto no causa las posibles reacciones de un medicamento de administración intravenosa, como el infliximab. Es útil en personas que no toleran el infliximab o que ya no responden a él. Puede producir dolor y prurito (picor) en el lugar de la inyección.
  • Certolizumab pegol (Cimzia): se administra a través de inyecciones subcutáneas mensuales. Este fármaco funciona y causa efectos secundarios similares a los del infliximab y adalimumab.
  • Metotrexato: se usa para pacientes que no responden bien a otros tratamientos. Se suele administrar una vez por semana, por via oral o a través de una inyección. Los efectos secundarios incluyen náuseas, vómitos, pérdida de cabello, problemas hepáticos, insuficiencia renal, recuento bajo de glóbulos blancos…. El metotrexato es teratogénico (peligroso para el feto) y por lo tanto no se utiliza durante el embarazo, y por lo mismo hay que evitar el embarazo mientras se sigue este tratamiento. Se suele utilizar el ácido fólico para mitigar los efectos secundarios del metotrexato.
  • Ciclosporina: este fármaco puede ayudar a curar las fístulas causadas por la enfermedad de Crohn, pero no puede utilizarse de forma segura a largo plazo, por sus efectos secundarios como trastornos renales, infecciones y convulsiones, por ello no es muy utilizado en la actualidad.
  • Tacrolimús: se administra por vía oral. Este fármaco puede ayudar a sanar las fístulas causadas por la enfermedad de Crohn. Los efectos secundarios son similares a los producidos por la ciclosporina.
  • Natalizumab (Tysabri) y vedolizumab (Entyvio): Estos medicamentos funcionan evitando que ciertas moléculas celulares del sistema inmunitario, las integrinas, se adhieran a otras células del revestimiento intestinal. El natalizumab está actualmente disponible sólo a través de un programa de uso restringido, ya que aumenta el riesgo de una infección cerebral fatal llamada leucoencefalopatía multifocal progresiva (enfermedad cerebral que provoca incapacidad grave o la muerte).
  • Ustekinumab (Stelara): se usa en origen para tratar la psoriasis. Es otro tipo de agente biológico. Se administra en forma de unas infusiones intravenosas (venoclisis) o en forma de inyecciones subcutáneas. Aunque algunos estudios demostraron que también es útil para el tratamiento de la enfermedad de Crohn y que puede utilizarse cuando fallan otros tratamientos médicos.

-Antibióticos: se usan para disminuir la supuración e incluso llegar a curar las fistulas y abscesos que se producen en las personas con enfermedad de Crohn. Algunos investigadores incluso sostienen que ayudan a reducir las bacterias intestinales perjudiciales que pueden influir en la activación del sistema inmunitario intestinal y provoca inflamación. Los más usados suelen ser Ciprofloxacino y Metronidazol. Este último puede ayudar a aliviar también la diarrea y el dolor abdominal, en cambio si el uso es prolongado puede dañar los nervios, provocando hormigueo en brazos y piernas. Este efecto secundario suele desaparecer al suspender el fármaco.

Las personas deben evitar el consumo de bebidas alcohólicas o productos que contengan propilenglicol mientras toman metronidazol, esta restricción debe mantenerse durante al menos 3 días después de que se termine el tratamiento con metronidazol.

-Otros medicamentos:

  • Antidiarreicos: un suplemento de fibra, como el polvo de plantago o la metilcelulosa, puede ayudar a aliviar la diarrea leve a moderada al aumentar el volumen de las heces. Se usan para aliviar los retortijones y la diarrea intensa como el difenoxilato, la loperamida, la tintura de opio alcanforada y la codeína. Se suelen administrar por vía oral, preferiblemente antes de las comidas.
  • Suplementos de calcio y vitamina D: debido al uso de corticoesteroides y el riesgo de osteoporosis que conlleva, se usan estos medicamentos para mantener la masa ósea en la medida de lo posible.
  • Suplementos de hierro y vitamina B12: para anemia por sangrados repetidos que provoca un deficit de hierro y la vitamina B12 ayuda a prevenir la anemia.
  • Analgésicos: se recomienda usar el paracetamol para el dolor leve.

-Cirugía: casi la mitad de los pacientes enfermos de Crohn requerirán, en algún momento de su vida, una cirugía. Aunque este tratamiento no es curativo. Se usa este tratamiento quirúrgico cuando se produce una obstrucción del intestino o cuando no conseguimos la curación de fístulas y/o abscesos, ya sea drenando los abscesos o cerrando las fístulas. La intervención en si consiste en extraer las zonas afectadas del intestino y uniendo las porciones sanas, produciendo un alivio de la sintomatología por un tiempo indefinido. Lo malo de la enfermedad es que tiende a recidivar donde se produce la unión de la zona extirpada, pero para evitarlo usaremos una serie de fármacos que nos ayudarán a reducir este suceso.

Aproximadamente la mitad de las personas requieren una segunda intervención. Por eso, la cirugía se reserva solo para complicaciones específicas o cuando el fallo del tratamiento farmacológico la hace muy necesaria. Aun así, la mayoría de las personas que han sido operadas consideran que su calidad de vida mejora comparándolo a lo vivido antes de la cirugía.

-Régimen dietético: la dieta no está demostrada que mejore la evolución de la enfermedad, lo cierto es que a algunos pacientes les mejora un cuidadoso control de la alimentación. Lo que se ha demostrado realmente útil es la inyección en vena de los nutrientes (nutrición parenteral completa), ya que mejora la nutrición general y los intestinos permanecen en reposo mientras dure el tratamiento. También existe la posibilidad de nutrición a través de sonda (nutrición enteral), que resulta eficaz sobre todo en niños, esta terapia se realiza mediante la administración de alimentos por sonda por la noche, para ayudarlos a mejorar.

Es posible que se paute una terapia de nutrición a corto plazo y se combine con algunos medicamentos, como pueden ser los inhibidores del sistema inmunitario. La nutrición enteral y la nutrición parenteral se utilizan comúnmente para que las personas estén mejor a nivel nutricional antes de una cirugía o cuando es imposible controlar los síntomas con otros medicamentos.

Como regla general podríamos decir que un prototipo de alimentación para la enfermedad sería una dieta alta en calorías, sin lactosa, baja en grasa, baja en fibra y baja en sal

Una dieta con bajo contenido en fibra o pocos residuos se recomienda para disminuir el riesgo de obstrucción intestinal si hay alguna zona del intestino estrechada. La dieta pobre en residuos nos sirve para disminuir la cantidad y consistencia de las heces.

-Control del nivel de estrés: el estrés en si no provoca enfermedad, pero hace empeorar los signos y síntomas, aumentando los brotes. Aunque no es fácil evitarlo, pero hay unas maneras para sobrellevarlo mejor como pueden ser:

  • Hacer ejercicio: incluso el ejercicio leve puede ayudar a reducir el estrés, aliviar la tristeza y normalizar el funcionamiento de los intestinos.
  • Ejercicios de respiración y relajación con regularidad: a través de clases de yoga, meditación o en tu propio hogar.
  • Biorretroalimentación: técnica de reducción del estrés que puede ayudar a disminuir la tensión muscular y la frecuencia cardiaca con ayuda de una máquina de retroalimentación.

Complicaciones: la enfermedad de Crohn debido a su gravedad sobre todo en los brotes puede dar lugar a una serie de complicaciones.

  • Desnutrición debido a la destrucción del tejido intestinal que impide la normal absorción de los nutrientes a nivel del intestino delgado.
  • Obstrucción intestinal: como la enfermedad afecta a todo el espesor de la pared del intestino, algunas partes del mismo al cicatrizar producen un estrechamiento de la luz del tubo, que puede dificultar el paso del contenido digestivo hasta producir una obstrucción completa. Cuando esto sucede suele necesitar de una intervención quirúrgica para su resolución, extirpando la parte afectada del intestino.
  • Úlceras: esa inflamación continua y crónica puede provocar una herida abierta (úlcera) en cualquier parte del tubo digestivo (desde la boca hasta el ano), incluso en la zona perineal.
  • Fístulas: consiste en una conexión anormal entre diferentes partes del cuerpo, debido a que las úlceras previamente explicadas se pueden extender por toda la pared intestinal y generar una fístula. La lesión anal más frecuente son los repliegues cutáneos, y la segunda, por orden de frecuencia, son las fístulas que suelen ser crónicas e indoloras, salvo que exista pus a tensión por un absceso anal subyacente. En este último caso son dolorosas, pueden cursar con fiebre o febrícula y a la exploración se suele ver el orificio fistuloso externo con signos inflamatorios y bajo tensión. Lás fístulas más frecuentes aparecen en la zona perianal, también pueden aparecer entre el intestino y la piel o entre el intestino y otro órgano abdominal (vejiga, vagina,) drenando allí el contenido intestinal continuamente. Estas fístulas pueden infectarse y formar abscesos, que pueden causar un episodio de sepsis o infección a nivel generalizado, poniendo incluso en riesgo la vida del paciente.
  • Fisura anal: es un pequeño desgarro en el tejido delgado y húmedo (mucosa) que recubre el ano. Las fisuras anales suelen provocar dolores, sangrado durante la evacuación intestinal y se pueden infectar.
  • Cáncer de colon: la afección del colon en la enfermedad de Crohn aumenta el riesgo de presentar cáncer en dicha zona. Hay que prestar mucha atención la posibilidad de malignización en el curso de esta enfermedad. Existe un aumento de riesgo de tumor sobre todo de colon respecto a la población general. Por eso es importante el diagnóstico precoz realizando un seguimiento endoscópico anual, tipo colonoscopia, a partir de los 10 años del diagnóstico.
  • Algunos medicamentos presentan un aumento en el riesgo de presentar ciertos tipos de cáncer como el linfoma y el cáncer de piel.

Pronóstico:

Al no disponer de ningún fármaco por el momento que evite las recidivas, el pronóstico es incierto e individual. En general la calidad de vida entre los brotes es buena pudiendo realizar vida normal.

El pronóstico se relaciona en general con el tiempo de evolución de la enfermedad desde el diagnóstico, la extensión de la enfermedad, la gravedad de los brotes, la existencia o no de complicaciones y el antecedente de tratamiento quirúrgico.

CONCLUSIONES:

Todavía no existe cura para la enfermedad de Crohn, eso sí existen tratamientos para poder mantener controlada la enfermedad y poder llevar una vida lo más cómoda y normalizada posible, seleccionando a los pacientes que requieren una actuación más precoz y agresiva. En los últimos años ha evolucionado el tratamiento médico. Por ello debemos seguir trabajando en fomentar la investigación de estas enfermedades bastantes comunes en la población y con una capacidad debilitante alta.

BIBLIOGRAFÍA:

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5) Crohn´s & Colitis Foundation. Disponible en https://www.crohnscolitisfoundation.org/what-is-crohns-disease

6) Marta M. Boscá, Marta M.; Alós, Rafael; Maroto, Nuria; Gisbert, Javier P.; Beltrán, Belén; Chaparro, María; Nos, Pilar; Mínguez, Miguel; Hinojosa, Joaquín. Revista Gastroenterología y Hepatología. Recommendations of the Crohn’s Disease and Ulcerative Colitis Spanish Working Group (GETECCU) for the treatment of perianal fistulas of Crohn’s disease. Volume 43, Is