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Abordaje preventivo del ictus

Abordaje preventivo del ictus

En el presente trabajo nos planteamos el objetivo de conocer el abordaje preventivo a seguir ante la presencia de un ICTUS y para ello se ha realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda en distintas bases de datos como Dialnet, Medline Plus y PubMed.

Autores:

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Resumen:

En España, el ictus es la tercera causa de mortalidad, primera de discapacidad grave y segunda de demencia. Las estrategias de prevención son fundamentales para reducir la incidencia de ictus primario, recurrente o eventos cardiovasculares y se basan en un control estricto de los factores de riesgo. Estudios observacionales sugieren que la modificación del estilo de vida con dieta mediterránea, control del peso, abandono del tabaco y alcohol y el ejercicio regular reportan beneficios.

Palabras claves: ictus, prevención, isquemia cerebral.

Introducción:

La prevención se basa en la identificación de individuos con factores de riesgo (FR) para sufrir un ictus ya que la actuación sobre los mismos revierte indudablemente en un beneficio. Un manejo óptimo de los factores de riesgo es crucial para reducir el primer ictus, los ictus recurrentes y cualquier evento o muerte de origen cardiovascular.

En España, al igual que en el resto de países desarrollados, las dimensiones epidemiológicas y repercusiones de las enfermedades cerebro-vasculares son alarmantes, ya que constituye la principal causa de muerte en mujeres y la segunda en varones (datos del Instituto Nacional de Estadística). Además representa el mayor motivo de incapacidad por las secuelas que quedan en muchos supervivientes, y es la segunda causa de demencia. A todo esto hay que añadir el elevado coste sanitario que supone esta enfermedad, que llega a representar en algunos países europeos hasta el 3-4% del presupuesto anual para la sanidad.

Es de gran importancia disminuir su incidencia, actuando tanto en la prevención primaria, reconociendo los factores de riesgo vasculares de la población general, como en prevención secundaria, encaminada a prevenir las recurrencias en pacientes que ya han sufrido algún evento.

Objetivos:

Con este trabajo nos planteamos el objetivo de obtener y conocer toda la información necesaria acerca del abordaje preventivo del ICTUS.

Metodología:

Hemos realizado una revisión bibliográfica mediante una búsqueda en distintas bases de datos como son Dialnet, Medline Plus y PubMed.

Desarrollo:

Las enfermedades cerebro vasculares están causadas por un trastorno circulatorio cerebral que ocasiona una alteración transitoria o definitiva del funcionamiento de una o varias partes del encéfalo. Puede dividirse, en función de la naturaleza de la lesión en: isquemia cerebral, hemorragia cerebral y hemorragia subaracnoidea.

  • Isquemia cerebral
  • Prevención Primaria: la identificación y la posibilidad de actuar sobre los factores de riesgo constituyen un paso importante en la prevención de la isquemia cerebral. Existen dos tipos de factores de riesgo: (tabla 1).

FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABLES

–   Edad: uno de los principales determinantes de la enfermedad.

Sexo: los hombres tienen una mayor incidencia que las mujeres, con una proporción del 25% más.

–  Raza

Otros marcadores de riesgo: localización geográfica, estación del año, el clima, factores socioeconómicos, el estrés y la personalidad.

FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES

–  Hipertensión arterial: es el factor de riesgo más prevalente en la enfermedad cerebro vascular. El porcentaje de pacientes con esta enfermedad e hipertensión varía, entre el 35% y el 70%.

Enfermedades cardiacas: las cardiopatías constituyen la segunda causa de isquemia cerebral y se observa en el 32,7% del total de los enfermos. Presentan cardiopatías el 41% de los pacientes con infarto cerebral y el 18% de los que lo sufren una hemorragia cerebral.

Trastornos del ritmo cardiaco como fibrilación auricular, flutter auricular y fibrilación-Flutter y síndrome del seno enfermo.

Valvulopatías.

Trastornos del miocardio.

Diabetes Mellitus.

Dislipidemias.

Tabaquismo.

Alcoholismo.

Obesidad.

Dieta.

Inactividad física.

  • Otras causas inhabituales tales como hemoglobina y viscosidad sanguínea, drogas, anticonceptivos orales y migrañas.

Tabla 1.

Prevención Secundaria: trata de actuar sobre los factores de riesgo modificables a través de la administración de fármacos:

  • Antihipertensivos: en prevención secundaria las cifras de presión arterial recomendadas no deben superar los 130mmHg de presión arterial sistólica y de 85mmHg de presión arterial diastólica. Estudios con antihipertensivos demuestran una reducción del porcentaje de ACV.
  • Hipolipemiantes: para la prevención de nuevos eventos vasculares, basadas en valores de LDL, se pueden seguir las recomendaciones vigentes del abordaje de la hiperlipemia.
  • Antiagregantes plaquetarios.
  • Asociación de antiagregantes plaquetarios
  • Terapia farmacológica quirúrgica.

Hemorragia cerebral (HC): definida como el sangrado dentro del parénquima encefálico, originada por una ruptura vascular, con o sin comunicación intraventricular o a espacios subaracnoideos. Su incidencia en Europa es aproximadamente de 15 casos por cada 100.000 habitantes. Representa sobre el 15% de las enfermedades cerebrovasculares, es mucho menos frecuente que la isquemia cerebral, pero se asocia con una mayor mortalidad en los supervivientes, ya que tan solo el 10% de los pacientes lleva una vida independiente al cabo de un mes de la hemorragia cerebral y el 20% a los 6 meses.

  • Se clasifican en hemorragias primarias, las cuales son más frecuentes, se originan de la rotura espontánea de un vaso afectado por los cambios propios de la hipertensión arterial o la angiopatía amiloide; y en hemorragias secundarias, las cuales se asocian a tumores, malformaciones arteriovenosas, alteraciones en la coagulación, abuso de drogas o sangrados en el interior de una isquemia, son menos frecuentes, pero su importancia radica en la necesidad de identificarlas ya que la terapia específico evitará las recurrencias.

Prevención Primaria: en los últimos años se han observado variaciones en la incidencia de la hemorragia intracraneal debido sobre todo a:

  • La aparición de la tomografía computarizada cerebral en la década de los 70, que permitió una identificación certera.
  • Cambios en su causalidad/origen: la hipertensión arterial es el principal factor causal, por tanto, la agilidad en su detección y un mayor control ha hecho que disminuya la incidencia de hemorragia cerebral. También induce un aumento de esta enfermedad el abuso de drogas entre la población más joven, el abuso de alcohol aumenta el riesgo de hemorragia cerebral por coagulopatía y afectación de la integridad del vaso.
  • La difusión del tratamiento trombolítico para el infarto de miocardio y para el infarto cerebral, también puede provocar un aumento de su incidencia. Las cifras bajas de colesterol, aunque no está firmemente demostrado, se cree que podría ser un factor de riesgo, por lo que el uso generalizado de hipolipemiantes puede ser en el futuro una causa importante de hemorragia cerebral.

Prevención Secundaria: va a reducir al mínimo los resangrados. Se ha comprobado en los últimos años que las hemorragias cerebrales en las que no aparece lesión subyacente recurren con mucha más frecuencia de la que se creía y suelen ser secundarias a angiopatía amiloide e hipertensión.

El control de la hipertensión arterial como principal factor de riesgo, es determinante en la reducción del riesgo de hemorragia cerebral tanto en pacientes jóvenes como en ancianos con hipertensión arterial (HTA) aislada, y tanto en la prevención primaria como en la secundaria. En diferentes estudios se ha comprobado que el control de la hipertensión arterial (HTA) ha demostrado una reducción global de la tasa de ACV, y en un estudio reciente se ha demostrado que la reducción de las cifras de tensión arterial incluso en pacientes normotensos, permite reducir la recurrencia de la hemorragia cerebral en una tasa superior al 50%.

En cuanto a los angiomas cavernosos, si la lesión es accesible quirúrgicamente es conveniente la cirugía. Para las lesiones profundas, se recomienda un estrecho control, reservando la cirugía para los casos en los que se produzca déficit progresivo o sangrados recurrentes.

En las malformaciones arteriovenosas, el abordaje terapéutico va dirigido a disminuir el riesgo de nuevos sangrados, sobre todo en el primer año. Hay tres posibilidades de abordaje: cirugía, terapia intravascular y radiocirugía.

En las malformaciones secundarias a tumores el abordaje será quirúrgico, con extirpación del tumor subyacente.

En las vasculitis, inflamatorias o secundarias a fármacos, lo más útil serán los corticoides.

En pacientes con terapia anticoagulante se deberán tratar con plasma fresco, o si se dispone con complejo protrombínico, y vitamina K de forma inmediata, hasta revertir la anticoagulación.

En las malformaciones arteriovenosas secundarias a trombolíticos, debe suspenderse el fármaco e iniciar la transfusión del plasma. En las asociadas a trombocitopenia, está indicada la transfusión de plaquetas y los corticoides antes de la cirugía si se precisa.

  • Hemorragia Subaracnoidea: se caracteriza por la presencia de sangre en los espacios subaracnoideos. Esta hemorragia dentro de las enfermedades cerebrovasculares, es la que presenta una menor incidencia, pero es la primera en cuanto a morbimortalidad en la población menor de 50 años. Su principal causa es la rotura de un aneurisma intracraneal, en el 80% de los casos, lo que obliga a una rápida identificación y abordaje por el peligro de resangrado que presenta los aneurismas.

FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES

  • Hipertensión arterial (HTA).
  • Tabaquismo.
  • Alcohol.
  • Anticonceptivos orales.
  • Otros: índice de masa corporal (IMC), drogas.

FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABLES

  • Edad.
  • Sexo.
  • Ritmos circadianos.
  • Variación de la incidencia a lo largo del tiempo.
  • Alteraciones genéticas.

FACTORES PRECIPITANTES

  • Actividad física.
  • Altitud.
  • Intoxicación aguda.

Conclusiones:

Desde el punto de vista de la Enfermería, el profesional enfermero debe de conocer el abordaje preventivo ante la presencia del ICTUS ya que es algo que nos corresponde a nosotros abordarlo y cuanto antes mejor para evitar las secuelas que podrían ocasionar.

Bibliografía:

  • González, P., Ruíz-Giménez, N. & Suárez, C. (2002). Abordaje del accidente cerebrovascular del Sistema Nacional de Salud, Vol. 26 (4), pp. 94-105.
  • Ojuel, P., López, M.B. & Contreras, G.M. (2015). Abordaje preventivo del ictus. Consejos y actividades preventivas de Enfermería. En Experto Universitario de Enfermería en patología vascular.(pp. 299-316). Madrid: Logoss.