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Actuación sanitaria en el espeleo-socorro andaluz (I)

3.2 BREVE HISTORIA DE LA ESPELEOLOGÍA Y EL ESPELEO-SOCORRO ANDALUZ

El término espeleología deriva de la conjunción de dos palabras griegas, Spelaion (caverna) y Logos (tratado) que significan tratado o estudio de las cavernas.

Desde siempre el hombre se ha interesado por las cavidades subterráneas, ya sea con una finalidad doméstica (almacén y/o vivienda), militar, mágico-religiosa…

La Espeleología moderna surge en la segunda mitad del siglo XIX, su fundador el francés Edouard-Alfred Martel (1859-1938 ) la consideró como una actividad científica y no meramente deportiva; toda exploración en una cavidad natural requiere no sólo de notables facultades físicas, sino también del conocimiento de un saber, saber hacer y saber porque se hacen determinadas acciones (3).

En España el impulsor de esta disciplina fue el catalán Monseñor Norbert Font i Sagué (1873-1910) quien, influido por la práctica espeleológica gala, fundó la primera sociedad dedicada a esta actividad a principios del siglo XX (3).

Con el paso del tiempo las técnicas utilizadas por estos espeleólogos se han ido depurando, adquiriéndose mayor autonomía y seguridad, no siendo hasta la década de los setenta cuando se han dejado en desuso las escalas con cables de acero y las cuerdas de fibras naturales para sustituirlos por materiales de nailon, dispositivos de ascenso/descenso y otros elementos específicos, lo que ha permitido, en la actualidad, llegar a explorar la sima más profunda del mundo (Krúbera –Voronya, en Abkhazia (exrepública soviética ubicada en la Cuenca del Mar Negro) hasta la cota de -2.158 m. En España el desnivel máximo alcanzado se sitúa entorno a -1.589 metros en la Torca del Cerro del Cuevón, Torca de las Saxifragas (Asturias) ocupando a nivel mundial el quinto puesto, mientras que en Andalucía destaca la Sima GESM (Grupo de Exploraciones Subterráneas de Málaga), en la Sierra de las Nieves (Málaga), con un desnivel alcanzado de -1.101 m obteniendo en el ranking mundial el puesto número sesenta (6).

Otro aspecto que ha favorecido el avance de esta disciplina ha sido la creación en 1.982 de la Federación Española de Espeleología (FEE). Este organismo legislativo es la continuación del Comité Nacional de Espeleología (1.967) y de la Sección Española de Espeleología (1.977) que se rige por lo dispuesto en la Ley 10/1.990 de 15 de octubre del Deporte así como por el Real Decreto 1.835/1.991 de 20 de diciembre sobre Federaciones deportivas Españolas. Se trata de una “entidad asociativa privada, sin ánimo de lucro y con personalidad jurídica y patrimonio propio e independiente del de sus asociados” y que ostenta la representación exclusiva en España ante la Unión Internacional de Espeleología y la Federación Europea de Espeleología. La Federación Española de Espeleología (FEE) territorialmente se estructura en consonancia con la distribución autonómica del Estado creándose las Federaciones Autonómicas Espeleológicas (Fig. 2), existiendo en la actualidad dieciséis de ellas (7).

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Logotipo FAE.
Federación andaluza de Espeleología

Con respecto a la organización y funcionamiento del Espeleo-Socorro Español es importante destacar que el convenio subscrito entre la Federación Española de Espeleología (FEE) y Protección Civil queda roto a partir del 21 de julio de 1.997, así su presidente José Luís Membrano Julián remite una circular informando que el sistema operativo de la Comisión Médica de la Federación Española de Espeleología (FEE) se suprime, exponiendo en dicho documento los motivos que han llevado hasta esa situación (8). Posteriormente, en ese mismo año, el ex-director médico de la citada comisión, el Dr. Dulanto, funda la SEMAC (Sociedad Española de Médico y Auxilio en Cavidades), con la que mantiene la asistencia médica en los rescates, asesora al colectivo espeleológico en temas sanitarios y, entre otros fines, desarrolla importantes investigaciones destacando un estudio sobre la concentración de oxígeno en cavidades que en breve se publicarán los resultados (9).

Hasta la actualidad, la única referencia legal sobre el Espeleo-Socorro a nivel estatal se recoge en el artículo 55 de los Estatutos de la Federación Española de Espeleología (FEE) donde se indica que “éste será objeto de una reglamentación específica”, sin que por el momento exista alguna disposición legislativa (7).

Con respecto Andalucía, las primeras exploraciones en cavidades naturales datan del siglo XVIII en las provincias de Málaga y Cádiz. Ya en nuestro siglo, no será hasta la década de los 50 cuando se realicen las primeras expediciones científicas, entre ellas, en la provincia de Almería de manos del geólogo Llopis Lladó, en Cádiz por Antonio Moral Vílchez (fundador del Grupo de investigaciones Espeleológicas de Jerez y del Grupo de Espeleólogos Granadinos). Pero será necesario llegar a la década de los 70 para marcar un antes y un después en la historia de la Espeleología Andaluza (10) (11).

Con respecto al ESA las investigaciones se remontan al año 1683, en la que Don Luís Ramírez de las Casas-Deza, en su Corografía Histórico Estadística de la Provincia y Obispado de Córdoba, nos narra el que pudiera haber sido el primer Espeleo-Socorro. El voluntario Fernando Muñoz Romero descendió a 116 m, en vertical absoluta, con el propósito de recuperar el cadáver de Pedro Ochoa, al parecer arrojado a la Sima de Cabra (Córdoba) (12) (13).

En el presente, el dispositivo de ESA lo conforman un reducido número de espeleo-socorristas cualificados en soporte vital avanzado (SVA) unido a un importante grupo de espeleo-rescatistas especializados en maniobras de soporte vital básico (SVB) /intermedio (SVI). Estos equipos se ubican en determinados puntos estratégicos de las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga (14).

Para la mejora de estas actividades de formación así como para obtener el equipamiento necesario de los entrenamientos (Figura 3), la Dirección General de Política Interior de la Junta de Andalucía ha otorgado, en varias ocasiones, subvenciones a la FAE (15).

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Espeleologiía. Entrenamiento espeleólogos

A pesar de ello, la realidad es bien distinta. La falta de un convenio de colaboración e integración entre el ESA y los Servicios de Emergencias 112 de la comunidad autónoma (16) provocaron la descoordinación en sucesos como el ocurrido el 22 de mayo de 2.005 en una conocida cavidad instalada específicamente para los entrenamientos de rescate por parte del Grupo de ESA, en el Sumidero de Ramblazo (Complejo de Las Motillas en Cortes de la Frontera, Cádiz); donde Eduardo Freyre, un espeleólogo jerezano de 34 años, perdió la vida como consecuencia de un traumatismo craneal mortal, según el informe médico (14) (17). Sin embargo, en este accidente existieron muchas negligencias, entre ellas la falta de un equipo sanitario especializado en este tipo de