Actualización sobre el Síndrome de Dressler: Diagnóstico, Manejo y Consideraciones Clínicas
Autor principal: Luis Daniel Soto Orozco
Vol. XIX; nº 15; 575
Update on Dressler Syndrome: Diagnosis, Management and Clinical Considerations
Fecha de recepción: 16/07/2024
Fecha de aceptación: 07/08/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 15 Primera quincena de Agosto de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 15; 575
Autor:
Dr. Luis Daniel Soto Orozco
Médico general, investigadora Independiente. Heredia, Costa Rica.
Orcid: 0009-0000-6958-5287
Código Medico 18539
El autor de este manuscrito declara que:
Ha participado en su elaboración y no tiene conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Ha obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Ha preservado las identidades de los pacientes.
Resumen:
El síndrome de Dressler, también conocido como síndrome postinfarto o pericarditis postinfarto, es una entidad clínica autoinmune que puede manifestarse como una complicación tardía después de un infarto de miocardio, cirugía cardíaca o trauma cardíaco. Aunque su incidencia ha disminuido con los avances en el tratamiento del infarto y las intervenciones quirúrgicas, sigue siendo relevante en la práctica clínica debido a su capacidad para complicar la recuperación de pacientes con eventos cardíacos graves.
Este síndrome se caracteriza por una triada clásica de síntomas: fiebre, dolor torácico pleurítico y derrame pericárdico, que típicamente se desarrollan semanas o meses después del evento precipitante. El diagnóstico temprano y preciso es crucial para evitar complicaciones graves como el taponamiento cardíaco y la pericarditis constrictiva, que pueden comprometer seriamente la función cardíaca.
Para confirmar el diagnóstico, se utilizan diversas pruebas diagnósticas como el electrocardiograma (ECG), la ecocardiografía, radiografía de tórax y análisis de sangre para evaluar marcadores inflamatorios. Estas herramientas no solo ayudan a confirmar la presencia de inflamación pericárdica, sino que también permiten diferenciar el síndrome de Dressler de otras causas de pericarditis y pleuritis.
El manejo terapéutico se centra en aliviar los síntomas y controlar la respuesta inflamatoria pericárdica. Se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), corticosteroides y, en algunos casos, colchicina para este fin. Además, es crucial manejar las complicaciones potenciales de manera oportuna para mejorar el pronóstico a largo plazo.
Palabras clave: Síndrome de Dressler, pericarditis postinfarto, complicaciones cardíacas, infarto de miocardio, autoinmunidad, inflamación pericárdica.
Abstract:
Dressler syndrome, also known as post-infarction syndrome or post-infarction pericarditis, is an autoimmune clinical entity that can manifest as a late complication after myocardial infarction, cardiac surgery or cardiac trauma. Although its incidence has decreased with advances in stroke treatment and surgical interventions, it remains relevant in clinical practice due to its ability to complicate the recovery of patients with serious cardiac events.
This syndrome is characterized by a classic triad of symptoms: fever, pleuritic chest pain, and pericardial effusion, which typically develop weeks or months after the precipitating event. Early and accurate diagnosis is crucial to avoid serious complications such as cardiac tamponade and constrictive pericarditis, which can seriously compromise cardiac function.
To confirm the diagnosis, various diagnostic tests are used such as electrocardiogram (ECG), echocardiography, chest x-ray, and blood tests to evaluate inflammatory markers. These tools not only help confirm the presence of pericardial inflammation, but also differentiate Dressler syndrome from other causes of pericarditis and pleuritis.
Therapeutic management focuses on relieving symptoms and controlling the pericardial inflammatory response. Non-steroidal anti-inflammatory drugs (NSAIDs), corticosteroids and, in some cases, colchicine are used for this purpose. Furthermore, it is crucial to manage potential complications in a timely manner to improve long-term prognosis.
Keywords: Dressler syndrome, post-infarction pericarditis, cardiac complications, myocardial infarction, autoimmunity, pericardial inflammation.
Introducción:
El síndrome de Dressler, también conocido como síndrome postinfarto o pericarditis postinfarto, es una entidad clínica autoinmune que se desarrolla como una complicación tardía después de un infarto de miocardio, una intervención quirúrgica cardíaca o una lesión traumática en el corazón. Descrito por primera vez por William Dressler en 1956, este síndrome se caracteriza por la triada de fiebre, dolor torácico pleurítico y derrame pericárdico, apareciendo típicamente semanas o incluso meses después del evento cardíaco inicial. (1)
La patogénesis del síndrome de Dressler involucra una respuesta inmunológica anómala en la que el sistema inmune ataca los tejidos del propio corazón, reconocidos como extraños tras la lesión. Este fenómeno autoinmune es desencadenado por la liberación de antígenos cardíacos durante el daño miocárdico, que estimulan una respuesta inflamatoria mediada por autoanticuerpos. La inflamación resultante puede afectar no solo el pericardio, sino también el endocardio y la pleura, contribuyendo a un espectro de manifestaciones clínicas que incluyen pericarditis, pleuritis y, en algunos casos, neumonitis. (1)
La importancia clínica del síndrome de Dressler es significativa debido a su potencial para complicar la recuperación de pacientes que ya han pasado por un evento cardíaco grave. Las complicaciones de este síndrome pueden agravar la morbilidad del paciente y prolongar el tiempo de recuperación, impactando negativamente su calidad de vida y aumentando los costos de atención médica. Además, la pericarditis y el derrame pericárdico pueden evolucionar hacia condiciones más severas, como el taponamiento cardíaco, donde la acumulación de líquido pericárdico ejerce presión sobre el corazón, limitando su capacidad para bombear sangre de manera efectiva. (1,2)
El presente artículo tiene como objetivo proporcionar una revisión exhaustiva y actualizada sobre el síndrome de Dressler. Se abordarán en detalle diversos aspectos del síndrome, comenzando por su etiología y patogénesis, que incluye una discusión sobre los factores predisponentes y los mecanismos inmunológicos implicados.
Metodología:
Este texto presenta una revisión bibliográfica descriptiva fundamentada en la selección de 15 artículos que cumplen con los siguientes criterios de inclusión: redacción en inglés o español y publicación entre 2019 y 2024. La búsqueda de publicaciones se realizó en varias fuentes digitales, como Elsevier, PubMed y Google Scholar, seleccionando artículos de revistas científicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas. Se utilizaron palabras clave específicas para orientar la búsqueda: Síndrome de Dressler, pericarditis postinfarto, complicaciones cardíacas, infarto de miocardio, autoinmunidad, inflamación pericárdica.
Etiología y Patogénesis:
El síndrome de Dressler es una condición autoinmune que generalmente se desarrolla como una complicación tardía tras un evento que daña el corazón, como un infarto de miocardio, una cirugía cardíaca o un trauma cardíaco. Las causas y factores predisponentes de este síndrome incluyen principalmente la necrosis miocárdica asociada al infarto de miocardio, procedimientos quirúrgicos como la revascularización coronaria y lesiones traumáticas que afectan el pericardio. (3)
Causas y Factores Predisponentes:
- Infarto de Miocardio: El daño al tejido cardíaco durante un infarto de miocardio es una de las principales causas del síndrome de Dressler. La necrosis del miocardio libera antígenos que pueden desencadenar una respuesta inmunitaria. (1,3)
- Cirugía Cardíaca: Procedimientos quirúrgicos como la cirugía de revascularización coronaria, la reparación de válvulas y otras intervenciones cardíacas pueden predisponer al desarrollo de este síndrome debido a la manipulación del tejido cardíaco y la inflamación resultante. (1,3)
- Trauma Cardíaco: Lesiones traumáticas directas al corazón o al pericardio, como pueden ocurrir en accidentes automovilísticos o procedimientos médicos invasivos, también pueden desencadenar el síndrome de Dressler. (1,3)
Mecanismos Inmunológicos y Autoinmunitarios: El síndrome de Dressler está mediado por una respuesta inmunológica autoinmune. Cuando el tejido cardíaco se daña, se liberan antígenos cardíacos que normalmente no están expuestos al sistema inmunitario. Estos antígenos desencadenan una respuesta inmunitaria en la que el cuerpo produce autoanticuerpos dirigidos contra sus propios tejidos cardíacos. (2,4)
El proceso inmunológico se caracteriza por la activación de linfocitos T y B. Los linfocitos B producen autoanticuerpos que se dirigen contra los antígenos cardíacos, mientras que los linfocitos T citotóxicos atacan directamente las células del miocardio. Esta respuesta inmunitaria causa una inflamación significativa del pericardio (pericarditis), y en algunos casos, también puede afectar la pleura (pleuritis). (2,4)
Pato fisiología del Síndrome de Dressler: La pato fisiología del síndrome de Dressler implica una serie de eventos inmunológicos y autoinmunitarios que conducen a la inflamación del pericardio. La liberación de antígenos cardíacos durante el daño miocárdico inicial es el primer paso en este proceso. Estos antígenos circulan en el torrente sanguíneo y son presentados a las células inmunitarias por las células presentadoras de antígenos. (2,4)
La activación de linfocitos T y B resulta en la producción de citoquinas proinflamatorias, como la interleucina-1 (IL-1) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), que amplifican la respuesta inflamatoria. Esta inflamación pericárdica puede llevar a la acumulación de líquido en el espacio pericárdico, resultando en un derrame pericárdico. Si la inflamación es severa y persistente, puede desarrollarse pericarditis constrictiva, una condición crónica en la que el pericardio se engrosa y cicatriza, restringiendo la capacidad del corazón para expandirse adecuadamente durante la diástole. (2,4)
Manifestaciones Clínicas:
El síndrome de Dressler se manifiesta a través de una serie de síntomas y signos clínicos que surgen semanas o incluso meses después del evento cardíaco inicial, como un infarto de miocardio, una cirugía cardíaca o un trauma. Estos síntomas resultan de una respuesta inflamatoria autoinmune dirigida contra los tejidos cardíacos y pericárdicos. (5)
Síntomas y Signos Cardinales:
- Fiebre: Uno de los síntomas más comunes del síndrome de Dressler es la fiebre, que suele ser de grado bajo a moderado. La fiebre se debe a la respuesta inflamatoria sistémica y puede estar acompañada de malestar general, fatiga y sudores nocturnos. (1,5)
- Dolor Torácico: El dolor torácico es característicamente pleurítico, es decir, se agrava con la respiración profunda, la tos o los movimientos del tórax. Este dolor se localiza generalmente en la región precordial y puede irradiar hacia el cuello, la espalda o los hombros. Es importante distinguir este dolor del dolor anginoso asociado a la isquemia miocárdica. (1,5)
- Derrame Pericárdico: La inflamación del pericardio puede llevar a la acumulación de líquido en el espacio pericárdico, resultando en un derrame pericárdico. Este derrame puede ser detectado mediante la auscultación de un roce pericárdico y confirmado con estudios de imagen como la ecocardiografía. En casos severos, el derrame pericárdico puede progresar a taponamiento cardíaco, una condición potencialmente mortal que requiere intervención inmediata. (1,5)
Curso Clínico Típico:
El curso clínico del síndrome de Dressler suele comenzar con síntomas leves y progresar gradualmente. Inicialmente, los pacientes pueden experimentar fiebre y malestar general, seguidos de la aparición de dolor torácico pleurítico. La intensidad del dolor y la fiebre pueden variar, pero generalmente se incrementan con el tiempo si no se trata adecuadamente. El desarrollo de un derrame pericárdico puede ser insidioso y, en algunos casos, no produce síntomas hasta que el derrame es lo suficientemente grande como para causar dificultad respiratoria o signos de taponamiento cardíaco. (5,6)
Variabilidad en la Presentación Clínica:
Aunque el curso clínico típico incluye fiebre, dolor torácico y derrame pericárdico, la presentación clínica del síndrome de Dressler puede variar considerablemente entre los pacientes. Algunos pueden presentar síntomas predominantes de pleuritis, como dolor pleurítico y derrame pleural, sin evidencia de pericarditis significativa. Otros pueden desarrollar síntomas de pericarditis constrictiva, donde la inflamación crónica y la fibrosis del pericardio restringen la capacidad del corazón para llenarse adecuadamente, lo que lleva a signos de insuficiencia cardíaca congestiva. (5,6)
Además, la intensidad y la duración de los síntomas pueden variar. Algunos pacientes pueden experimentar síntomas transitorios y leves que se resuelven con tratamiento conservador, mientras que otros pueden tener un curso prolongado y complicado que requiere intervenciones más agresivas, como la pericardiocentesis o incluso la pericardiectomía. (5,6)
Diagnóstico:
El diagnóstico del síndrome de Dressler se basa en una evaluación exhaustiva que combina una historia clínica detallada, un examen físico meticuloso y el uso de pruebas diagnósticas específicas. Esta aproximación es crucial debido a la variabilidad en la presentación clínica y la necesidad de distinguir el síndrome de Dressler de otras condiciones que pueden causar pericarditis y pleuritis. (7)
Criterios Diagnósticos:
En la historia clínica, se recopilan antecedentes de infarto de miocardio reciente, cirugía cardíaca previa o trauma cardíaco, seguidos por la aparición de síntomas característicos como fiebre, dolor torácico pleurítico y malestar general. La temporalidad de los síntomas es crucial, ya que el síndrome de Dressler suele manifestarse semanas o meses después del evento precipitante. (7,8)
Durante el examen físico, se busca la presencia de signos como fricción pericárdica, detectable como un roce pericárdico durante la auscultación cardiaca, indicativo de inflamación del pericardio. Además, se evalúan signos de taponamiento cardíaco, como hipotensión y distensión de las venas yugulares, que pueden estar presentes en etapas más avanzadas de la enfermedad. (7,8)
Pruebas Diagnósticas Específicas:
- El electrocardiograma (ECG) puede revelar cambios típicos de pericarditis, como elevación difusa del segmento ST en múltiples derivaciones y, ocasionalmente, cambios en el segmento PR. Estos hallazgos, aunque inespecíficos, son sugestivos de inflamación pericárdica. (8,9)
- La ecocardiografía es fundamental para evaluar la presencia y extensión del derrame pericárdico, así como para detectar engrosamiento pericárdico y evaluar la función cardíaca global. Proporciona información crucial para la gestión terapéutica y puede diferenciar el síndrome de Dressler de otras condiciones. (1,7)
- La radiografía de tórax puede mostrar agrandamiento cardíaco debido al derrame pericárdico y la presencia de efusión pleural asociada. Sin embargo, este examen es menos específico que la ecocardiografía para detectar derrame pericárdico. (8,9)
- Los análisis de sangre pueden incluir la medición de marcadores inflamatorios como la PCR (proteína C reactiva) y la velocidad de sedimentación globular (VSG), que suelen estar elevados en presencia de inflamación pericárdica. Además, la búsqueda de autoanticuerpos específicos puede ayudar a confirmar la etiología autoinmune del síndrome de Dressler. (8,9)
Diagnóstico Diferencial con Otras Causas de Pericarditis y Pleuritis:
El diagnóstico diferencial del síndrome de Dressler incluye varias condiciones que pueden presentar síntomas similares, como fiebre, dolor torácico y derrame pericárdico. Algunas de las condiciones a considerar son:
- Pericarditis Viral: Común en la pericarditis aguda, suele manifestarse sin antecedentes recientes de infarto de miocardio o cirugía cardíaca. (9,10)
- Pericarditis Bacteriana: Menos frecuente, pero importante considerarla en pacientes con signos de infección sistémica. (9,10)
- Pericarditis Autoinmune: Asociada con enfermedades como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, con características serológicas específicas que pueden distinguirla del síndrome de Dressler. (9,10)
- Neumonía y Pleuritis: Infecciones pulmonares que pueden presentar síntomas similares pero con características radiológicas distintas. (9,10)
Tratamiento y Manejo:
El tratamiento del síndrome de Dressler se enfoca en aliviar los síntomas, controlar la inflamación pericárdica y prevenir complicaciones a largo plazo. Las opciones terapéuticas incluyen:
Opciones terapéuticas:
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son fundamentales como tratamiento inicial para reducir la inflamación pericárdica y aliviar el dolor. Fármacos como el ibuprofeno y el naproxeno son comúnmente utilizados con este propósito. (11)
Los corticosteroides pueden considerarse en casos severos o refractarios, aunque su uso debe ser cuidadosamente evaluado debido a los posibles efectos secundarios sistémicos y a la necesidad de evitar complicaciones adicionales. (11,12)
La colchicina se emplea en algunos pacientes para prevenir recurrencias y reducir la frecuencia de episodios inflamatorios. (11)
Otros tratamientos farmacológicos, como agentes inmunosupresores (por ejemplo, el metotrexato), pueden ser considerados en casos selectos bajo supervisión médica especializada. (12)
Manejo de síntomas y complicaciones:
El manejo del dolor asociado se realiza mediante el uso de analgésicos adecuados, adaptados a la intensidad y respuesta individual del paciente. (13)
El derrame pericárdico puede requerir drenaje pericárdico en situaciones de taponamiento cardíaco o compromiso hemodinámico significativo. (13)
Las complicaciones, como la pericarditis constrictiva o la pleuritis, se abordan de manera específica según su gravedad, utilizando medidas terapéuticas dirigidas. (13)
Consideraciones para el tratamiento a largo plazo:
El tratamiento a largo plazo implica una monitorización continua para prevenir recurrencias y manejar posibles efectos adversos de los medicamentos utilizados. La educación del paciente sobre la importancia del seguimiento médico regular y la adherencia al tratamiento juega un papel crucial en la optimización de los resultados a largo plazo y en la mejora de la calidad de vida del paciente con síndrome de Dressler. (11,13)
Pronóstico y Complicaciones:
El síndrome de Dressler, a pesar de una disminución en su incidencia debido a los avances en el tratamiento del infarto de miocardio y las cirugías cardíacas, puede presentar una evolución variable y conlleva ciertos riesgos a largo plazo. (14)
Evolución del síndrome y pronóstico a largo plazo:
El curso del síndrome de Dressler suele ser crónico y recurrente en algunos casos, con episodios de exacerbación intermitentes. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes experimentan una mejoría significativa en los síntomas y pueden evitar complicaciones graves. (14)
Complicaciones potenciales:
Entre las complicaciones más severas se encuentra el taponamiento cardíaco, resultado de la acumulación de fluido en el saco pericárdico, lo cual puede comprimir el corazón y afectar su función cardíaca. Otra complicación grave es la pericarditis constrictiva, una condición rara pero severa en la cual la inflamación crónica del pericardio causa la formación de tejido cicatricial que puede limitar la capacidad del corazón para bombear sangre eficazmente. Además, pueden presentarse recurrencias de pericarditis aguda y, en algunos casos, el síndrome de Dressler puede progresar hacia enfermedades autoinmunes más complejas. (14,15)
Factores que influyen en el pronóstico:
El tiempo de diagnóstico y el inicio oportuno del tratamiento son cruciales para mejorar el pronóstico del paciente. La respuesta individual al tratamiento, incluyendo la eficacia y tolerancia a medicamentos como AINEs, corticosteroides y otros agentes, también desempeña un papel significativo en la gestión de la enfermedad. Los pacientes con antecedentes de complicaciones severas previas, como taponamiento cardíaco o pericarditis constrictiva, generalmente enfrentan un pronóstico más reservado y pueden requerir una monitorización y manejo más intensivos. (15)
Conclusiones:
Aunque menos común en la era moderna debido a los avances en el manejo del infarto y las técnicas quirúrgicas, el síndrome de Dressler sigue siendo relevante en la práctica clínica, especialmente entre pacientes con historial de eventos cardíacos agudos. Este síndrome se caracteriza por una triada clásica de fiebre, dolor torácico pleurítico y derrame pericárdico. Un diagnóstico temprano y preciso es crucial para prevenir complicaciones graves como el taponamiento cardíaco y la pericarditis constrictiva. En este contexto, pruebas como el ECG, la ecocardiografía y análisis de sangre desempeñan un papel fundamental para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas y suprimir la respuesta inflamatoria pericárdica mediante el uso de AINEs, corticosteroides y, ocasionalmente, colchicina. Es esencial gestionar las complicaciones potenciales, como el taponamiento cardíaco y la pericarditis constrictiva, para mejorar el pronóstico a largo plazo.
A pesar de su incidencia reducida, el síndrome de Dressler puede complicar la recuperación de pacientes con eventos cardíacos graves. Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud estén familiarizados con sus manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento para gestionarlo efectivamente y minimizar su impacto negativo en la salud del paciente.
Se recomienda mantener una alta sospecha clínica en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio o cirugía cardíaca reciente para un diagnóstico oportuno del síndrome de Dressler. Además, se enfatiza la importancia de una evaluación multidisciplinaria y seguimiento cercano para optimizar los resultados a largo plazo y reducir la morbilidad asociada. La investigación continua puede proporcionar nuevas perspectivas sobre la prevención y manejo de esta condición significativa en la práctica clínica moderna.
Numerosos estudios clínicos han investigado las manifestaciones clínicas y el curso del síndrome de Dressler. Estas investigaciones han confirmado la disminución en la incidencia del síndrome gracias a los avances en las intervenciones cardíacas y el uso de terapias modernas. Revisiones sistemáticas han sintetizado estos hallazgos, proporcionando una visión integral de los factores de riesgo, características clínicas y resultados del tratamiento.
Los estudios recientes han profundizado en los mecanismos inmunológicos subyacentes al síndrome de Dressler. Se ha identificado una respuesta autoinmune donde el sistema inmunológico ataca los tejidos cardíacos lesionados. Este conocimiento ha sido crucial para el desarrollo de tratamientos más específicos y efectivos.
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