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Alimentación, Actividad Deportiva y Líneas de Política Pública para la educación Media Superior

Alimentación, Actividad Deportiva y Líneas de Política Pública para la educación Media Superior

Autor principal: Enrique Cerón Ferrer

Vol. XV; nº 12; 583

Food, Sports Activity and Public Policy Lines for Upper Middle Education

Fecha de recepción: 05/06/2020

Fecha de aceptación: 17/06/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 12 –  Segunda quincena de Junio de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 12; 583

Autores:

Enrique Cerón Ferrer*

Elizabeth Verde Flota**

*Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad-Xochimilco, Ciudad de México, México.

**Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad-Xochimilco, Ciudad de México, México.

Resumen

Se realiza la presente investigación con estudiantes del Centro de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios (CETIS) número 10 y 52, dependientes de la Secretaría de Educación Pública, de la Ciudad de México, con una muestra de 500 alumnos. Con el propósito de identificar, si los estudiantes de estos centros escolares reúnen las características personales, que corresponden a los señalamientos y lineamientos, que se definen en las Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, vigentes al año de 2018.

Palabras clave: líneas de política pública, estudiantes, educación media superior.

Summary

This research is carried out with students from the Center for Industrial and Service Technological Studies (CETIS) number 10 and 52, dependent on the Ministry of Public Education, of Mexico City, with a sample of 500 students. With the purpose of identifying, if the students of these schools meet the personal characteristics, which correspond to the signs and guidelines, which are defined in the Lines of Public Policy for Upper Middle Education, in force in 2018.

Keywords: lines of public policy, students, upper secondary education.

Planteamiento del problema

Cualquier modificación a planes y programas de estudio, para ser exitosa, debe ser integral e identificar el contexto cotidiano de los alumnos y sus características académicas, sociales, culturales y de salud, entre otras, “La propuesta educativa de la actual administración 2018-2024 considera de manera prioritaria que se deben reconocer las necesidades y condiciones reales de los estudiantes” [1],  así mismo una “educación de calidad, se debe contemplar al menos las siguientes condiciones: pertinencia, que significa un currículum adecuado a las circunstancias de los estudiantes y, relevancia, que sea acorde con las necesidades de la sociedad y del alumno como parte de ella” [2].

Justificación

El Estado y la sociedad en su conjunto, necesitan contar con egresados del nivel medio superior, que posean las habilidades y competencias que les permitan resolver los problemas cotidianos que se presentan …”la educación media superior debe ser atendida con fundamentos y estrategias propias para permitir su mejor desempeño, pues se compone de más de treinta diferentes subsistemas con sus especificidades en enseñanza, tipos de profesores, perfiles de ingreso y egreso, regiones, entre otros. Se requiere una transformación que sea incluyente y genere acciones que correspondan a una visión amplia de nación que sea acorde, con la intención de que la educación media superior tenga por objetivo la formación de mujeres y hombres como ciudadanos integrales con la capacidad de aprender a aprender en el trayecto de la vida y sea un aporte para el desarrollo de la sociedad”[3].

 Al incorporarse a estudios universitarios contar con herramientas, conocimientos, técnicas y metodologías que  favorezcan  el proceso de enseñanza – aprendizaje efectivo, ”Nuestra aspiración es sentar las bases para que los alumnos desarrollen capacidades esenciales en la actualidad, como son, principalmente, las habilidades de comunicación, adaptabilidad, creatividad, adecuado manejo de las relaciones interpersonales, capacidad de solucionar problemas, capacidad de trabajo en equipo, pensamiento crítico, capacidad de innovación, habilidades y actitud de emprendimiento, dominio de las tecnologías de la información y comunicación, capacidad de gestión” [4].

La exigencia de contar con competencias que se adquieren en los centros escolares, llámesele “habilidades de egreso”, se definen a partir de conocer el mercado laboral nacional e internacional, las cuales se concretizan en modificaciones, llamada reforma curricular, las instituciones educativas, tanto a nivel federal como estatal, retoman las competencias y las incorporan en los planes y programas de estudio,  realizando también, un análisis detallado de las características de la población estudiantil, es decir para el logro curricular de la enseñanza media superior, se requiere que el estudiante cubra demandas cognitivas, sociales, económicas, culturales y de salud necesarias para su desempeño escolar.

Objetivo

Identificar si las características de los estudiantes y el contexto en que se desenvuelven los mismos, están en relación con los aspectos de las Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, Reforma Curricular, planteada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), de la cual dependen curricularmente los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios (CETIS).

La propuesta educativa de la actual administración 2018-2024 considera de manera prioritaria que se deben reconocer las necesidades y condiciones reales de los estudiantes y se traduce en las, Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, Subsecretaría de Educación Media Superior (SEP).

Material y método

Investigación de tipo trasversal, analítica y descriptiva. Se trabajó con una muestra aleatoria a conveniencia de 500 alumnos de los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios (CETIS) número 10 y 52, dependientes de la Secretaría de Educación Pública de la Ciudad de México. Con el previo consentimiento informado proporcionado a padres de familia, en el caso de ser menor de edad, así como aquellos que en el momento del estudio contaban con 18 años o más. Se utilizó como instrumento de análisis un cuestionario de 48 preguntas cerradas, utilizando la escala de Likert, las variables analizadas se agruparon: datos generales, ingesta alimentaria y actividad física. El coeficiente de Combrach fue de .98%, se elaboró una base de datos en el Programa Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS) versión 21.

 Resultados

 91.8% de los encuestados estudian en el turno matutino y corresponden al plantel 10, 8.2% al 52. En base a las escuelas estudiadas, 78% de la población estudiantil pertenece al sexo femenino y 21.7% al masculino. En el CETIS 10 las carreras que se ofrecen son orientadas preferentemente a las mujeres, razón por la cual el sexo femenino es el mayor porcentaje.

La edad representativa oscila entre 16-17 años con el 52.8%, 18.6% tienen 18 años, 42.5% de los encuestados estudian la carrera de puericultura, 24.5% dietista y 20.5% laboratorista clínico, ver gráficas 1, 2, 3 y 4. (Al final del artículo)

Ingesta alimentaria

Solamente el 37.4% de los estudiantes desayunan a diario. Este es fundamental para el ser humano, en el caso particular de los estudiantes la ingesta de alimentos por la mañana es importante para desarrollar las actividades escolares y se refleje en su desempeño escolar. Por otro lado, “La problemática que representan actualmente entre los jóvenes de enfermedades relacionadas con la alimentación, por lo que es indispensable trabajar a través de las actividades de orientación educativa para promover prácticas de vida saludable, campañas informativas y de sensibilización permanentes sobre la alimentación sana a fin de contribuir a la prevención de los malos hábitos alimenticios” [5], ver gráfica 5. (Al final del artículo)

53.5% de los alumnos (sumatoria de los parámetros: siempre y casi siempre) incluyen en su alimentación verduras, frutas, fibras y consumo bajo en grasas, ver gráfica 6 (Al final del artículo), sin embargo, 9.5% procura colaciones saludables, 30.2% incluye agua natural. Cambiar los hábitos alimenticios y mantener un peso adecuado, son aspectos fundamentales para la salud, “las políticas públicas para lograr un peso normal y un equilibrio en la ecuación energética individual se centrarían en limitar el consumo de grasas como forma de obtención de energía; la sustitución del consumo de grasas saturadas y trans por el de grasas insaturadas (de mejor calidad); aumentar el consumo de hortalizas, frutas y legumbres; reducir la ingesta de sal y sustituirla por el de sal yodada; incentivar el consumo de frutos secos y cereales y disminuir el consumo de azúcares simples” [6].

Sin embargo, no todos los alumnos están dispuestos a transitar por esta situación, 30.7% están predispuestos a modificar sus hábitos alimenticios para mejorar su salud, 66.6% de los encuestados (casi siempre y algunas veces) no están convencidos de ajustar sus hábitos alimenticios, y 26.5% no concuerdan con realizar cambios en su alimentación para mantener un peso adecuado, ver gráficas 7, 8, 9 y 10. (Al final del artículo)

Actividad física

El 51% de los encuestados, parámetros siempre y casi siempre, buscan tiempo para realizar acciones en su beneficio, ver gráfica 11 (Al final del artículo). 33.2%, no realizan ejercicio al menos 30 minutos diario, sumatoria casi nunca y nunca, ver gráfica 12, (Al final del artículo) con estos resultados, la tarea de “Impulsar regionalmente las actividades deportivas, artísticas y culturales, como parte de la vida cotidiana dentro de los planteles, que consoliden el desarrollo físico, intelectual y emocional de los estudiantes……..,”[7] resulta complicada de realizar, ya que se requiere de un trabajo coordinado entre las Secretarías de Salud, Educación Pública, escuelas,  padres de familia y sobre todo con los estudiantes.

La obesidad en nuestra sociedad, no es ajena al sector estudiantil, desde la educación básica se presenta esta situación, en el sector medio superior los alumnos carecen de una cultura de la prevención para mejorar su salud, 16.1% de los alumnos encuestados no cuentan con medidas preventivas para observar el aumento de peso en su persona, en el 8% de los casos se pesa y mide su circunferencia abdominal, sobre sale que 41.8% de los encuestados, casi nunca y nunca, se preocupan por su salud, “… la obesidad es una enfermedad crónica que tiene numerosas implicaciones, que puede llegar a ser grave, que tiene un origen multicausal en el cual participan factores ambientales, genéticos, sociales y de manera preponderante los estilos de vida y de alimentación que siguen las personas y que en las últimas décadas han cambiado aceleradamente”,[8] ver gráfica 13. (Al final del artículo)

Consideraciones Finales

Las condiciones económicas, entorno social, salud y alimentación son fundamentales para el ejercicio de las actividades académicas y para que estas redunden en un mejor desempeño estudiantil. El respeto y apoyo por parte de los padres a las diferentes actividades escolares, valores y armonía familiar, son necesarias para que los estudiantes, en un clima adecuado, cumplan con su responsabilidad estudiantil.

La alimentación y la actividad deportiva son básicas para el cometido escolar de los alumnos, 22.4% (casi nunca y nunca), no desayuna antes de asistir a la escuela, el quehacer de sus actividades escolares son realizadas, pero no en las condiciones óptimas, lo que puede incidir su rendimiento estudiantil, 11.3% de los encuestados no tiene una ingesta equilibrada, lo que puede llevar a incrementar el número de integrantes de la sociedad, que  desarrollen  enfermedades crónico degenerativas, que son  de alto impacto en nuestro país, “Un estudio realizado en diversas escuelas de la ciudad de México y de 12 ciudades del país mostró que existe alta disponibilidad de alimentos densamente energéticos y bebidas azucaradas dentro y en los alrededores de la escuela, poca disponibilidad de frutas y verduras y escasez de agua potable, lo que resulta en un consumo promedio de energía de 560 kcal durante el periodo escolar, que representa 35% de la ingestión promedio recomendada por día. Esta cifra es más del doble de las cantidades de energía contenidas en un refrigerio escolar recomendado y ciertamente representa otra fuente de calorías adicionales que están contribuyendo al balance positivo de energía y la acumulación de grasa. Todo esto hace del entorno escolar un ambiente promotor de la obesidad al ofrecer por un lado elevadas cantidades de energía en un periodo relativamente corto y por otro a no fomentar la actividad física recreativa y competitiva entre los estudiantes” [9]

32% no realiza colaciones saludables, lo que implica un aumento en  su ingesta de azúcares y conservadores, más de la mitad de los encuestados, no están convencidos de adecuar sus hábitos alimenticios para mantener un peso adecuado, ya que no cuentan con una cultura de prevención de la salud, el Estado y los centros escolares tienen que definir políticas públicas, en materia del cuidado de la salud, 16.1% de los alumnos encuestados no cuentan con medidas preventivas para observar el aumento de peso en su persona,  41.8% de los encuestados, casi nunca y nunca, se preocupan por su salud, situación que puede desencadenar que los alumnos en un corto tiempo adquieran  sobre peso, obesidad y puedan presentar enfermedades crónico-degenerativas, lo que representa un costo económico muy fuerte para el Estado,  “En México, a través de varios estudios se han identificado algunos factores causales de la obesidad, como el consumo excesivo de alimentos con alta densidad energética, el alto consumo de bebidas calóricas, el bajo consumo de frutas y verduras y la baja actividad física”.[10]

33.2% de los estudiantes, casi nunca o nunca, no tiene el hábito de la práctica de la actividad física, lo que implica contar con una población escolar, sedentaria que puede desarrollar sobrepeso y obesidad.

La alimentación y la actividad física, como base del componente energético que proporciona el estímulo para las diversas actividades académicas, los encuestados no tienen la cultura de la prevención de la salud, a mediano y largo plazo, en el país habrá un mayor porcentaje de población, que no se encuentra en las mejores condiciones de vida para realizar sus actividades cotidianas, en otras palabras, será una población enferma, lo que incrementará los costos para el Estado, en el sector salud.

Ver anexo

Referencias bibliográficas

Arroyo Ortiz, P (2019). Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, Secretaría de Educación Pública, Subsecretaría de educación Media Superior, México.

Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, CONALEP (2017) Programa de Orientación Educativa, Jornada Nacional de la Alimentación, Secretaría de Educación Pública, México.

Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes (2013) Secretaría de Salud, México.

Lineamientos para la evaluación y registro de las competencias genéricas (2016) Dirección General del Bachillerato, Secretaría de Educación Pública, México.

Martínez Bordón A, Navarro Arredondo A (2018). La Reforma Educativa a revisión, Instituto Belisario Domínguez, México.

Miranda, F. (2016). El INEE, la evaluación y la Reforma educativa en México, Avance, retos y perspectivas, pluralidad y consenso, 6 (28), p. 191-211, México.

Mussini M, Temporelli K (2013). Obesidad: un desafío para las políticas públicas Revista Estudios Sociales, vol.21, no.41, ene./jun. México.

Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, Gobierno de la República, México.

Rivera Dommarco J, (2013) Obesidad en México, recomendaciones para una política de estado, UNAM, México.

Secretaría de Desarrollo Social (2013). Reglas de Operación del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, México.

Soria Sánchez G, Palacio Muñoz V (2014). El escenario actual de la alimentación en México, Revista Textos & Contextos (Porto Alegre), v. 13, n. 1, p. 128 – 142, jan –jun, Brasil.

[1] Arroyo Ortiz J. Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, Secretaría Educación Pública, Subsecretaría de Educación Media Superior, p 7, México, 2019.

[2]  Ibidem.  p.7.

[3] Ibidem.  p.4-5.

[4] Ibidem.  p.5.

[5] CONALEP.  Programa de Orientación Educativa. Jornada Nacional de la Alimentación, p.4, México, 2017.

[6] Mussini M, Temporelli  K. Obesidad: un desafío para las políticas públicas Revista Estudios Sociales, vol.21, no.41, ene./jun., p.174, México, 2013.

[7] Arroyo Ortiz J. Líneas de Política Pública para la educación Media Superior, Secretaría Educación Pública, Subsecretaría de Educación Media Superior, p 13, México, 2019.

[8] Rivera Dommarco J. Obesidad en México, recomendaciones para una política de estado, p.3, UNAM, México, 2013.

[9] Rivera Dommarco J. Obesidad en México, recomendaciones para una política de estado, UNAM, México, p 14, 2013.

[10] Ibidem. p.13.