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Alteraciones psicoafectivas de los obesos

igual o superior a 30 Kg/m2 en un indicador clínico utilizado para el diagnóstico de obesidad en ambos sexos.

Así mismo podríamos definir al obeso como aquella persona que presenta un exceso de grasa corporal; precisando que el contenido de grasa en un hombre adulto es de 15 a 20% del peso corporal total y en las mujeres del 25 a 30% se podría utilizar la ecuación establecida por Deurenberg y colaboradores para clasificar a la obesidad tomando en cuenta el porcentaje de grasa y basado en el IMC, la edad y el sexo, según como se observa en la Tabla 3.(Manuel Moreno, 2012)

De acuerdo a los estándares desarrollados por la OMS para los niños se considera sobrepeso si se encuentra entre el percentil 85-95 para la edad y sexo, y obesidad sobre el percentil 95; además también a cobrado valor la utilización del IMC elevado en pacientes de 7 a 13 años de edad, que indicarían sobrepeso u obesidad, siendo un factor de riesgo para producir enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.(Nájera, 2014)

Consecuencias de la Obesidad.

La obesidad es un padecimiento que no solamente implica como hemos dicho anteriormente el incremento de comorbilidad; sobre todo de tipo cardiovascular sino también a nivel de la esfera psicoafectiva propio del individuo en la que la sociedad constantemente se ve agredido y excluido llegado a niveles elevados de estrés, ansiedad y confusión.

El obeso pierde constantemente su valor dentro de la sociedad porque es estigmatizado con patrones propios del medio en donde vive, sin llegar a comprender lo complejo y multifactorial de su problema.

El desarrollo económico y la mecanización de procesos con maquinaria han provocado sedentarismo; y han traído como consecuencia el desarrollo de una sociedad consumista que pretende manejar el estrés, los conflictos emocionales y laborales precisamente con el consumo de productos ricos en carbohidratos que junto con el consumo de fármacos como los ansiolíticos, antipsicóticos y antidepresivos sirven de herramientas para poder manejar el estrés y los conflictos emocionales produciendo una agresión sobre los mecanismos del sistema autónomo de regulación de la actividad y el de acumulación de grasas.(Guillén Riebeling, 2014)

Efectos de la sociedad en la obesidad.

El desarrollo económico dirigido hacia las grandes ciudades a traído como consecuencia que la mayor parte de personas que vivían en el campo emigren hacia las grandes metrópolis, trayendo consigo una serie de problemas tanto culturales, afectivos y económicos a nivel del núcleo familiar. A su esto se suma a problemas en el transporte y en el tiempo de traslado es menos frecuente que los niños desayunen en la casa y llevan a la escuela algún refrigerio que mucha de las veces no es adecuado nutricionalmente y peor aún que la comida sea sustituida por dinero para que el niño adquiera algo de comer en la escuela.

Se a analizado la evolución del gasto en alimentos y bebidas fuera del hogar el mismo que ha aumentado sobretodo en hogares pobres, siendo un detonador para que el núcleo de hogar presente a futuro desordenes alimenticios, pues la mayor parte del día las familias se encuentran fuera del hogar y consumen alimentos ricos en carbohidratos y a horarios diferentes.(Romero, 2012)

Consideraciones Psicoafectivas.

Es necesario considerar los cambios psicoafectivos que continuamente tiene sobre todo la población infantil en hogares que hoy en día se denomina ¨disfuncionales¨, en la cual están presentes ambos padres o existe abandono de uno de los conyugues, la separación de los mismos, agresión física o psicológica que van a afectar el autoestima y provocar en ellos el desarrollo de desórdenes en el aseo, cuidado personal o en su alimentación. Por lo que es necesario identificar en la población joven si existe antecedentes de agresión física, separación de sus padres o provienen de un hogar disfuncional que explique la pérdida de autoestima y la alteración de los hábitos alimenticios para luego ser tratado por este desorden o indagar si existe mala información o falta de la misma respecto a la alimentación.(Romero, 2012)

El efecto de ser obeso en una sociedad en la cual se guía por parámetros de belleza definidos puede provocar en estas personas sentimientos de ridiculización, vergüenza, pena y culpa; afectando la calidad de vida del individuo que puede no terminar en depresión clínica pero reduce el autoestima de los pacientes. Todo esto empeora cuando luego de perder peso, este es recuperado aumentando la frustración que muchas de las veces es provocado por el mismo personal de salud que sugiere al paciente que él no tendría muchas ganas de bajar de peso.

Es necesario un abordaje idiosincrásico y específico a cada paciente; enfatizar psicológicamente el problema a través de un enfoque tanto en la etiología, en las creencias, manejo de estados emocionales, costumbres y hábitos familiares. El tratamiento de los pacientes obesos desde el punto de vista psicoafectivo es fundamental y busca el comprometimiento del paciente con el tratamiento; en la que la autoestima es un factor relevante permitiendo afrontar los conflictos y reducir el peso.(Bravo et al., 2011)

Tratamiento médico de la obesidad.

El tratamiento de obesidad actualmente está siendo reevaluado, de acuerdo a nuevas líneas de investigación para interrumpir o potenciar el control del apetito, saciedad, absorción y el metabolismo de los nutrientes.(Carlos & Adana, 2012) afirma:

Para un uso racional de los fármacos antiobesidad debemos tener en cuenta que:

  • Se deben utilizar conjuntamente con el tratamiento dietético y los cambios en los estilos de vida.
  • Los fármacos actuales no curan la obesidad y son eficaces únicamente durante su uso, de manera que cuando el fármaco u otro tratamiento se suspende, se recupera el peso.
  • La administración debe realizarse siempre bajo supervisión médica continuada.
  • La elección del fármaco debe ser individualizada y solo debe prescribirse el fármaco cunado se considere seguro y eficaz, de forma personal e individual.
  • Se podría utilizar antes de la cirugía bariátrica en pacientes con obesidad mórbida.

Es necesario entender también que el cambio de los hábitos alimenticios sobretodo en poblaciones de bajos recursos económicas está condicionado al presupuesto familiar; puesto que la crisis económica podría favorecer a la compra de productos menos nutritivo, altamente procesados y ricos en calorías. Por lo tanto es necesario estrategias para una alimentación saludable como el consumo de legumbres que económicamente son más accesibles y disminuir el número de comidas fuera de casa.(Antentas & Vivas, 2014)

Tratamiento Psicoafectivo de los pacientes obesos.

Es necesario que el personal de salud conozca la importancia del tratamiento psicológico dentro de una terapia integral del paciente obeso para disminuir y mantener el peso en cifras que no constituyan un riesgo a su salud, cambios en los estilos de vida y hábitos alimentarios del núcleo