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Aplicación de técnicas de seguridad y primeros auxilios

Aplicación de técnicas de seguridad y primeros auxilios

Resumen: Los primeros auxilios son un conjunto de técnicas básicas que debemos aplicar antes de que lleguen los servicios de urgencias en caso de que una persona sufra una urgencia médica, como es el caso de una parada respiratoria, un sincope, etc. Es importante difundir información sobre los mismos, para que toda la población pueda ejercerla en caso de que sea necesario y tener presente que ante una situación de emergencia debemos de actuar de forma correcta y evitar un empeoramiento de la situación.

Palabras clave: primeros auxilios, técnicas de seguridad, reanimación cardiopulmonar.

Autores: Belén García Cano (DUE. Hospital Virgen de Valme. Sevilla); Mª del Carmen Martínez Núñez (DUE. Afanas. Sevilla); Inmaculada Abad García (DUE. Hospital Virgen Macarena. Sevilla).

Los primeros auxilios y las técnicas de seguridad son la primera ayuda que se presta a un herido, antes de la llegada del personal sanitario específico que lo atenderá. De ahí la importancia de que todos tengamos nociones básicas sobre el tema, ya que la rápida actuación puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las lesiones que padezca.

Antes de la intervención está la prevención. En los primeros auxilios ésta se centra en lo siguiente:

  • Prevenir accidentes, ya que la mayoría sucede por descuidos.
  • Difundir los conocimientos, a fin de que un mayor número de personas puedan atender emergencias.
  • Evitar lesiones por actuaciones inadecuadas, ya que éstas en un accidentado pueden tener consecuencias fatales.
  • Actuar rápidamente en la localización de ayuda profesional.

Mientras llega la ayuda profesional médica, debemos transmitir confianza y tranquilidad, procurando mantener la temperatura corporal de la persona accidentada.

Una vez estemos con ella, debemos observarla revisando diferentes variables, entre las que se encuentran:

La respiración.

  • Si respira normalmente, seguiremos observando otras variables.
  • Si respira con dificultad, debemos revisar su boca, por si tiene en su interior algún objeto extraño.
  • Si no respira, es necesario que apliquemos técnicas de respiración .

El grado de conciencia.

  • Solo dice su nombre.
  • Dice su nombre y se ubica en el lugar donde se encuentra.
  • Dice su nombre, se ubica en el lugar y dice la fecha actual.
  • Responde a estímulos dolorosos.

Tomarle el pulso.

  • Pulso normal.
  • Pulso débil.
  • Pulso irregular.
  • No presenta pulso.

Revisar el lugar donde está la persona accidentada.

La reanimación cardiopulmonar.

La reanimación cardiopulmonar o RCP es un procedimiento médico de primeros auxilios, que se aplica en caso de emergencia a las víctimas de paro cardíaco o, en algunas circunstancias, de paro respiratorio.

En casos de emergencia, la RCP puede ser aplicada en primeros auxilios por personas no profesionales si tienen la preparación adecuada, ya que en ocasiones es necesaria una reanimación rápida mientras llegan los equipos médicos.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) consiste en la intervención física, con la finalidad de conseguir una circulación artificial, a través de la aplicación de la presión rítmica sobre el pecho del paciente, con el objetivo de que el corazón bombee la sangre de forma manual (compresiones de pecho). También implica la introducción de oxígeno en el organismo del paciente, a través de la técnica del boca a boca.

Tiene como objetivo el flujo de sangre oxigenada hacia el cerebro y el corazón, lo que retrasa la muerte de los tejidos y aumenta el tiempo disponible para que los profesionales de la salud puedan practicar una reanimación  avanzada, sin que se produzcan daños cerebrales permanentes.

Es poco probable que este tipo de reanimación cardiopulmonar (RCP) reactive el funcionamiento del corazón, ya que su principal objetivo es el mantenimiento del flujo, pero los estudios muestran que una RCP correctamente realizada,  ayuda a mejorar la calidad de la salud de las víctimas de un ataque cardíaco después del accidente, y puede mejorar significativamente su recuperación.

Por todo ello, conocer las técnicas básicas de la reanimación cardiopulmonar (RCP) puede ser útil en el caso que se requiera este tipo de intervención.

Se recomienda realizar la RCP básica en el caso de que se cumplan las siguientes condiciones:

  • No se detecta respiración en la persona accidentada y se ha detenido por completo.
  • Después de tomar el pulso, no se detectan señales de circulación y no responde a estímulos físicos.

El procedimiento para efectuar la reanimación cardiopulmonar (RCP) es el siguiente:

  • Antes que nada, llamamos al servicio de urgencias, para que envíen un equipo de emergencias mientras realizamos la RCP básica.
  • Miramos la hora.
  • Debemos dejar libres las vías respiratorias; por tanto, comprobamos que no hay ningún elemento que las obstruya (objetos dentro de la boca, ropa muy apretada, etc.).
  • Maniobra frente-mentón.
  • Presionamos la nariz de la persona, cerrando las fosas nasales, de forma que las vías respiratorias queden cerradas. Tomamos una bocanada de aire y colocando la boca con fuerza sobre la de la persona, exhalaremos el aire completamente. Debemos realizar este proceso dos veces.
  • Hemos de localizar el punto exacto para hacer las compresiones en el pecho (para ello, debemos seguir las costillas flotantes hasta el punto donde se unen con el esternón. Una vez en el extremos inferior del esternón, medimos tres dedos sobre dicho extremo y , en ese punto, hacemos la presión).
  • Para hacer las compresiones del pecho, colocamos la palma de una mano encima del esternón y agarramos esa mano con la otra, de forma que los dedos se mantengan atrás mientras presionamos.
  • Realizaremos las compresiones de pecho. El número ideal de éstas es de cien por minuto, lo que equivale a un poco menos de dos por segundo.
  • Realizamos quince compresiones de pecho seguidas, empujando enérgicamente y con firmeza el esternón, de forma que se comprima entre 4 y 5 centímetros.
  • Una vez realizadas las 15 compresiones de pecho, repetimos el proceso desde el principio.

El intervalo a seguir es: por cada dos veces que se aplique la respiración artificial, debemos realizar quince compresiones de pecho, repitiendo el proceso hasta que vuelva a haber signos de respiración o pulso, o hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Verificamos el pulso casa dos respiraciones y compresiones, para asegurarnos de no hacer compresiones innecesarias, si la persona recupera el pulso normal.

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