Artículo de Revisión: Tumor de Krukenberg
Autor principal: Dr. Emmanuel Castillo Rodríguez
Vol. XVIII; nº 13; 659
Article Review: Krukenberg Tumor
Fecha de recepción: 07/06/2023
Fecha de aceptación: 05/07/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 13 Primera quincena de Julio de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 13; 659
Autores:
- Dr. Emmanuel Castillo Rodríguez
Investigador Independiente, San José, Costa Rica
https://orcid.org/0009-0004-0212-4768
2.Dra. Valeria Sofía Blanco Zúñiga
Médico de Servicio Social, Área de Salud Cariari, Limón, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0001-9729-1315
3.Dra. Valeria Calvo Vargas
Médico de Servicio Social, Hospital de Golfito, Puntarenas, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0002-5818-3650
1.Médico general, graduado de la Universidad de Ciencias Médicas (UCIMED)
2.Médico general, graduado de la Universidad de Ciencias Médicas (UCIMED)
3.Médico general, graduado de la Universidad de Ciencias Médicas (UCIMED)
Resumen
El tumor de krukenberg es un adenocarcinoma metastásico del ovario, originario principalmente del tracto gastrointestinal. Posee células en anillo de sello, características que lo diferencian de otras neoplasias ováricas. Su origen está vinculado en mayor medida a zonas como el estómago o colón, pero se asocia también a metástasis provenientes de la mama y el pulmón. Es una patología poco frecuente que tiende a descubrirse en etapas tardías de su evolución, por lo que las medidas terapéuticas se reducen al momento del abordaje. El ejercicio y visualización de diagnósticos diferenciales sobre masas ováricas, ayuda al enfoque certero de los casos y a la rápida acción en su manejo. Tratamientos como la cirugía cito-reductiva y la quimioterapia han sido evaluados para ofrecer el abordaje óptimo, de manera individualizada y según la etapa en las que son captados los pacientes. De tal forma que, es de suma importancia reconocer los factores y manifestaciones clínicas de manera temprana. En este artículo se exploran tanto datos epidemiológicos, como características fisiopatológicas del tumor. Además del abordaje y nuevas tendencias en el manejo y tratamiento de la enfermedad.
Palabras Clave
Tumor de Krukenberg, Metástasis, Ovario, Sobrevida, Dolor Pélvico, Pronóstico.
Abstract
Krukenberg tumor is a metastatic adenocarcinoma of the ovary, originated mainly from the gastrointestinal tract. It has characteristic signet ring cells, which differentiate it from other ovarian neoplasms. Its origin is linked to areas such as the stomach or colon, but it is also associated with metastases from the breast and lungs. It is an uncommon pathology, which tends to be discovered in late stages, so therapeutic measures are reduced at the time of the approach. The exercise and visualization of differential diagnoses on ovarian masses helps to accurately approach cases and provide prompt action in their management. Treatments such as cytoreductive surgery and chemotherapy have been evaluated to offer the optimal approaches, individually and according to the stage in which patients are recruited. This idea strengthens the importance to recognize factors and clinical manifestations early. This article explores both, epidemiological data and pathophysiology of the tumor. In addition to the approach and new trends in the management and treatment of the disease.
Keywords
Krukenberg tumor, Metastases, Ovary, Survival, Pelvic Pain, Prognosis.
Declaración de buenas prácticas
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Introducción
En un principio, cuando era captado cualquier cáncer metastásico de ovario, no se titubeaba en clasificarlo como un tumor de Krukenberg. Dicho epónimo fue heredado de Friedrich Ernest Krukenberg, un médico alemán, quien en 1896 publica 5 casos de pacientes portadoras de masas ováricas con características singulares. La mayoría encontradas en mujeres jóvenes y asociadas a síntomas como ascitis; involucrando además los ganglios linfáticos cercanos. Seis años después se documenta que dichos tumores tendían a poseer un origen a nivel gastrointestinal, dando así inicio al poco conocido tumor de Krukenberg. Pero no es hasta 1938 que los investigadores Novak y Gray, crean nuevos criterios diagnósticos para las masas ováricas, caracterizando a los carcinomas secretores de mucina con células en anillo de sello, como los referidos tumores de Krukenberg. (1) Actualmente la Organización Mundial de la Salud lo define como un carcinoma metastásico de ovario. (15). Su origen principal se localiza a nivel gástrico, seguido de colon y recto. Aunque también se han descrito casos que involucran las mamas, pulmón, tiroides, apéndice y páncreas. (9) Las características clásicas que lo diferencian de otras masas ováricas, continúan siendo las células en anillo de sello productoras de mucina y la proliferación sarcoidomatosa del estroma. El tumor de Krukenberg (TK) está relacionado a un difícil pronóstico, dada la etapa tardía en la que se suelen localizar. (14) Esto debido a su inespecífica sintomatología y ligereza a la hora de realizar diagnósticos diferenciales durante el ejercicio médico. (8) El objetivo a cumplir en el siguiente texto es brindar información actualizada sobre dicha patología, para que la próxima vez que nos enfrentemos a ella podamos realizar un adecuado abordaje. Además de poner en palestra un tema que aunque en el ejercicio clínico se clasifica como infrecuente, es necesario reconocerlo a tiempo, esto con el fin de maximizar la capacidad diagnóstica y poder optar por un mayor abanico de tratamientos para ofrecer a las personas afectadas. Así logrando un aumento en la esperanza pronóstica según la etapa en la que se localice el tumor.
Método
Para la elaboración de esta revisión bibliográfica fueron utilizados 15 artículos seleccionados, procedentes de fuentes digitales, de las cuales destacan Journal of Gastrointestinal Cancer, World Journal of Clinical Oncology y Elsevier. Además de una colaboración con la Biblioteca Enrique Uribe Pagés y el BINASS, para la búsqueda entre sus bases de datos de información actualizada. Dentro de los criterios de inclusión que fueron empleados para la búsqueda se encuentran: la fecha de publicación, la cual abarcara un rango no mayor a cinco años de antigüedad; el idioma, incluyendo bibliografía tanto en inglés como español. Se utilizaron palabras claves relacionadas, como: “Tumor de Krukenberg”, “Neoplasia”, “Ovario”, “Colon”, “Metástasis” y “Fisiopatología”.
Epidemiología
Con 1-2% del total de tumores ováricos, el tumor de Krukenberg es una forma infrecuente de adenocarcinoma metastásico del ovario. (7) Si ampliamos esa cifra, podremos observar que, del total de tumores ováricos, el 10% es proveniente de masas metastásicas, de las cuales el 50% se definen como tumores de krukenberg; que no es un dato menor. (1) Incluso llegando a poseer una mayor incidencia en sitios como Japón, Corea o China; comprometiendo hasta el 20% de todos tumores ováricos. (7) La incidencia estimada de la neoplasia es de 0,16 por cada 100,000 habitantes. También se caracteriza por afectar a mujeres jóvenes, siendo la etapa premenopáusica la de mayor proporción. Con un rango de 27 a 65 años y una media 48 de edad. A diferencia de los tumores primarios de ovario, que afectan a mujeres con una media de 63 años. Una teoría que refuerza dicha estadística es que, el ovario joven y funcionante posee un flujo sanguíneo aumentado, que predispone a una mayor probabilidad de recepción a enfermedades metastásicas. Otro factor epidemiológico predisponente, es el incremento de adenocarcinomas gástricos en pacientes menores de 50 años, que son usualmente poseedores de células en anillo de sello. (13) Dato importante porque el 70% de los tumores de Krukenberg son originados de carcinomas a nivel gástrico, seguidos del colon y en menor medida, apéndice y mama. (7) Aproximadamente entre el 60% a 80% de los TK son bilaterales, por lo que, al momento de identificar una masa ovárica bilateral, es probable que el abordaje sea dirigido a un tratamiento apto para dicho tumor. (11)
Características fisiopatológicas
En 1889 se crea la teoría llamada “la semilla y el suelo” por un investigador de apellido Paget. Dicha idea, teorizaba que ciertos tumores particulares tenían predilección por algunos sitios específicos para su diseminación; independientemente de las rutas vasculares o linfáticas. En los años siguientes, la hipótesis fue validada por repetidas observaciones del patrón metastásico en diferentes tumores. Un ejemplo claro utilizado fue el de mujeres jóvenes afectadas por carcinomas de células en anillo de sello, que poseían afinidad por el ovario como sitio secundario, haciendo en esa época, que el tumor de Krukenberg fuera la perfecta demostración de la teoría de “la semilla y el suelo”.
A pesar de los continuos estudios observacionales, el mecanismo de metástasis del tumor de krukenberg ha sido objeto de debate, tanto por su origen como por su relación linfática y peritoneal. Muchos autores no están de acuerdo con la definición estándar establecida de, tumor ovárico formado de células en anillo de sello productoras de mucina, acompañadas de proliferación sarcomatosa. De hecho, algunos investigadores le siguen llamando TK a todo tumor secundario que envuelva el ovario. Pero gracias a nuevos patrones clínico-patológicos y de respuesta terapéutica, se han identificado vías estrictas de relación entre los carcinomas de células en anillo de sello y sus mecanismos metastásicos, esto con el fin de esclarecer la identificación de los tumores de krukenberg y consecuentemente lograr un mejor pronostico, ofreciendo diversos protocolos terapéuticos a los pacientes. (2)
“Semilla”
Se ha establecido una relación entre las células en anillo de sello y los tumores de krukenberg, pero el momento exacto en el cual se producen los cambios para el inicio de una metástasis, actualmente es desconocido. Autores teorizan perfiles de expresión hormonal con similitudes entre los tumores primarios y sus metástasis. Recientemente se identificó una mayor concordancia de carcinomas primarios gástricos y los TK, con respecto al panel de biomarcadores expresados como HER2/neu, CMET, P53 y KI-67. Por otro lado, se han notado mutaciones genéticas que varían entre las células primarias, que poseen amplificación del gen FGFR2 y sus metástasis que poseen amplificación del gen TGFBR2. Dicho resultado apunta a una divergencia genética de un tipo de célula a otra. Estas relaciones son llamadas “interacciones cáncer-estroma” y su importancia se centra en reconocer ese momento exacto de cambio en el mecanismo y difusión de ciertos tumores. (2)
“Ruta”
Se considera, la diseminación linfática retrógrada, la ruta preferida para las metástasis del TK. Las células cancerosas invaden los ganglios perigástricos, formando émbolos que tapan el flujo linfático, por lo que se crea un reflujo que aprovechan las células para alcanzar los ganglios para-aórticos y pélvicos. Los ovarios, al ser órganos altamente vascularizados son los preferidos por las células cancerígenas.
Existe una segunda teoría que habla sobre la diseminación peritoneal, considerando las metástasis ováricas, como una forma de afectación al recubrimiento peritoneal. Cirujanos y oncólogos están de acuerdo con dicho pensamiento, ya que se ha visto una frecuente asociación entre el tumor de Krukenberg y las células peritoneales cancerígenas libres. Además, los carcinomas de células en anillo de sello son especialmente conocidos por su afectación peritoneal.
Por otro lado, una tercera hipótesis aflora cuando hablamos de la diseminación hematógena. Teoría que se fundamenta en 4 estatutos claros como lo son, el primero; la excelente vascularidad ovárica, segundo; la presencia de metástasis hiliares e invasión linfovascular, tercero; la relación del TK con el cáncer de mama que favorece más la idea de difusión hematógena que linfática. Y cuarto; el descubrimiento de células cancerígenas circulantes cuando el tumor está lejos de invadir la serosa a nivel local. Además, nuevos estudios han demostrado la capacidad de células ováricas epiteliales de crear metástasis en los homentos de manera hematógena.
Otra posibilidad de los TK, que actualmente necesita mayor investigación, es que tomen una ruta linfática, pero a nivel subperitoneal y no retroperitoneal. Se ha visto una importancia en el espacio subperitoneal, para la difusión de células entre el ovario y la cavidad peritoneal en otras enfermedades. Lo cierto es que, a la fecha, se necesita más investigación para aclarar los puntos ciegos en la fisiopatología de tumor de krukenberg y su asociación con la diseminación tanto hematógena, como linfática y peritoneal. (2)
“Suelo”
Los ovarios son el sitio preferencial para metástasis de carcinomas gastrointestinales, esto por varios motivos. Si hablamos del flujo linfático y sus hipótesis, los ovarios son el primer órgano que se van a encontrar las células cancerígenas cuando exista un reflujo anómalo. También, su posición y relación con el peritoneo favorece en gran medida, el contacto en caso de una diseminación cancerígena peritoneal. Por otro lado, es claro que el TK afecta a las mujeres premenopáusicas en mayor medida, esto se explica basándonos en la inflamación mensual que se produce a nivel ovárico con la ovulación, lo cual, produce grietas en la superficie ovárica de las que se forman coágulos para su reparación. Dicha reparación puede dejar atrapadas células cancerosas que se encontraban libres a nivel peritoneal. En mujeres postmenopáusicas, se explica la posibilidad de que, las células metastásicas se pudieron haber colado antes de la menopausia y permanecer latentes por años.
El rol que desempeñan las hormonas todavía se encuentra en estudio. Se ha visto asociación entre el embarazo y los tumores de krukenberg. Un posible rol estrogénico y ciertos tipos de cáncer gástricos aún están en periodo de investigación, pero, actualmente no existen factores definidos.
Finalmente, el estroma ovárico es otro factor clave en la relación con el TK, especialmente los que se descubren durante el embarazo por sus cambios estromales típicos. Se ha visto que ciertos tumores tienen una reacción fibrosa estromal en el tejido del que se originan y producen exactamente la misma reacción en el tejido al que se adhieren. Basándose en ese estatuto, se ha teorizado que ciertos órganos poseen características estromales particulares que los hacen el suelo ideal para el crecimiento de células malignas. También existe el concepto de “nichos premetastásicos”, que hacen alusión a cambios en el microambiente del órgano diana producidos por el tumor primario, para aumentar su receptibilidad a células malignas antes de que se produzca metástasis. (2)
Manifestaciones clínicas
El tumor de Krukenberg se puede presentar de manera sintomática o asintomática. (12) En el momento que la tumoración alcanza un volumen significativo, es cuando se vuelve sintomática. (11) Los síntomas más frecuentes son: el dolor abdominal o pélvico, la distensión, dispareunia y la sensación de presión abdominal. (1) En ocasiones, el desbalance hormonal por la afectación al estroma ovárico puede causar hirsutismo y sangrado vaginal anormal. (2) Existen casos que reportan vómitos y dolor generalizado (11). Al examen físico se han descrito masas palpables a nivel hipogástrico. (4) Distintos escenarios se han logrado documentar como el de pacientes embarazadas con TK, en donde los síntomas se enmascaran debido a los cambios fisiológicos de su estado, como: la rectorragia, distensión o el dolor abdominal. (6) Por otro lado, los hallazgos incidentales son otra forma común de descubrir el TK, ya sea por métodos quirúrgicos o por estudios de imagen. (5)
Abordaje diagnóstico
La sospecha clínica es el primer eslabón de la cadena diagnóstica. Una historia clara y un examen físico detallado brindan información clave en el abordaje. La sintomatología gastrointestinal o ginecológica nos orienta en el uso de estudios por imagen. Cuando existe afección ovárica las manifestaciones generalmente predominan sobre el tumor primario; en particular el efecto masa o los trastornos hormonales que son reflejo del crecimiento anormal. (2)
US
El ultrasonido usualmente es el estudio de inicio ante cualquier sospecha de alteración ovárica. Las imágenes del TK pueden ser sólidas o quísticas, con márgenes bien definidos. El análisis Doppler puede describir la presencia de vasos sanguíneos circundantes al tumor, con baja impedancia de flujo. Se han notado diferencias ecogénicas entre los tumores primarios de ovario y los TK, siendo los segundos de características sólidas, con superficie lisa y áreas quísticas intratumorales. Dicho patrón brinda una especificidad diagnóstica de 96.5% y sensibilidad de un 33.3%. A diferencia de las masas primarias de ovario que suelen verse irregulares, solidas, con proyecciones papilares y septos gruesos. (1)
TAC
Se pueden observar los ovarios afectados bilateralmente reemplazados por masas pélvicas, solidas. El TAC es muy útil para identificar cualquier tumor primario extra ovárico o invasión a otros órganos como: colon, uréter o vejiga. Se evalúa además estómago, apéndice y páncreas cuando se sospecha de un TK. (1) El tumor primario tiende a ser muy pequeño para detectarse a través de estudios de imagen, sin embargo, pueden notarse las alteraciones a nivel ovárico que nos orientan al diagnóstico. (9)
RM
Se pueden observar componentes sólidos con apariencia T1 o T2 hipointensos por la reacción estromal densa. Dichas características en una masa ovárica, son particulares de un tumor de krukenberg. (1)
Endoscopía
La endoscopía alta y colonoscopía son utilizadas a la hora de evaluar el tracto gastrointestinal en busca del tumor primario. Dicha masa, puede localizarse en la mucosa y ser descrita como un nódulo o ulcera. También, se evalúan factores como la distensibilidad gástrica, que puede estar disminuida por la presencia de malignidad. Nuevas prácticas como el uso de endoscopía de magnificación proveen información importante sobre afectación a glándulas de la mucosa, para favorecer el diagnóstico certero. Toda sospecha de afectación a la mucosa amerita biopsia. En ocasiones una muestra de la mucosa superficial puede dar falsos negativos, por lo que se recomienda emplear biopsias de mayor extensión. (7)
Diagnósticos diferenciales
El descubrimiento de masas ováricas no siempre debe ir relacionado a los tumores de krukenberg. Actualmente, consideramos ciertas patologías que mimetizan los síntomas y descubrimientos radiológicos del TK; entre ellos están:
Neoplasias primarias epiteliales del ovario
Aproximadamente el 90% de las malignidades ováricas son de origen epitelial. Es la quinta causa de muerte por cáncer entre las mujeres. Pueden ser unilaterales o bilaterales y existen varios subtipos que incluyen: serosos, mucinosos, endometrioides, de células claras e indiferenciados. Marcadores tumorales como el CA-125 son útiles indicadores de enfermedad primaria ovárica y características radiológicas como la multilocularidad, nos ayudan a diferenciarlas de las neoplasias secundarias. (1)
Tumores con células en anillo de sello
Son tumores estromales ováricos raros, benignos, con fisiopatología no clara, que se presentan en un rango amplio de edad dentro de las mujeres. Poseen síntomas inespecíficos como dolor abdominal, sangrado uterino anormal y dolor pélvico. La inmunohistoquímica revela una característica producción aumentada de vimentina. Es crucial hacer la diferenciación con los tumores de krukenberg. Generalmente el TK es bilateral, multinodular y exhibe extensión extraovárica. Además no es productor de vimentina, característica primordial de los tumores con células en anillo de sello. (10)
Metástasis
No todas las metástasis ováricas son tumores de krukenberg. Algunos ejemplos de ello son: adenocarcinomas sin células en anillo de sello, melanomas, tumores carcinoides o linfomas. A la hora de diferenciarlos radiológicamente es imposible hacerlo; se necesitan exámenes histológicos para poder notar las características clásicas de los TK, como lo son las células en anillo de sello. Además, siempre es importante identificar la lesión primaria, como en los melanomas, esto puede ayudarnos a redirigir el diagnóstico. (1)
Patologías no neoplásicas
La enfermedad pélvica inflamatoria, la endometriosis o el síndrome de hiperestimulación ovárica son algunos ejemplos. La dilatación de las trompas de Falopio e incremento de tamaño ovárico en la EPI puede mimetizar malignidad en los estudios radiológicos. Un envolvimiento ovárico de tejido endometrial puede malinterpretarse en un TAC o incluso el uso de hormonas contra el CA de mama, como el tamoxifeno, puede llevar a una hiperestimulación ovárica, desarrollando masas quísticas bilaterales que pueden inducir al error en el diagnóstico. (1)
Tratamiento
En el tumor de krukenberg, el manejo óptimo no ha sido totalmente establecido. (15) Se continúan utilizando ciertas recomendaciones generales con las diferentes metástasis ováricas. Dichos protocolos tienden a variar debido a las situaciones clínicas que se afronten; por ejemplo, cuando se diagnostica el tumor ovárico primero, en este caso, el primer paso en el manejo sería estratificar al paciente según el estadío y mediante estudios de extensión, valorando siempre la necesidad de identificar el tumor primario lo más rápido posible. Esto para crear la estrategia de tratamiento que mejor se adapte al caso y evitar demora en el manejo de la neoplasia primaria. También, si se realiza el diagnóstico de TK después de una ooforectomía y el tumor primario es desconocido, se debe hacer el máximo esfuerzo con tal de identificarlo.
Otro ejemplo es cuando el tumor primario es identificado antes del TK o ya ha sido resecado. Cuando esto sucede, algunos cirujanos lo definen como enfermedad metastásica incurable, esto dado por la creencia de que el tumor de krukenberg es un marcador de diseminación peritoneal irresecable con laparotomía. Otros cirujanos en cambio, consideran tratamientos más agresivos dependiendo de la edad del paciente, el pronóstico y la calidad de vida que puedan llegar a tener. (2)
En materia quirúrgica, los tratamientos disponibles consisten en la cirugía cito-reductiva (CRS), la quimioterapia adyuvante (CT) y la quimioterapia hipertérmica intraperitoneal (HIPEC). Los tres manejos han sido estudiados para valorar el más efectivo, en términos de sobrevida; pero hasta la actualidad, no existe claridad en ese aspecto. Estudios indican que la CRS es muy efectiva en comparación con el no tratamiento quirúrgico, de hecho, basados en la evidencia tiende a ser esencial en el manejo del TK. Por otro lado, la quimioterapia adyuvante ha sido estudiada como monoterapia y en conjunto con la cirugía cito-reductiva. Ambas opciones han dado resultados similares, por lo que no es posible brindar una conclusión clara. Sin embargo, se deben tomar en consideración los efectos adversos que la CT produce en los pacientes. Con respecto a la terapia HIPEC, se ha evaluado en conjunto con la cito-reducción y en comparación con la CT+CRS, no se ha visto diferencia en cuanto al pronóstico. No obstante, con dicha terapia se logran evitar los efectos adversos de la quimioterapia. (14) Por último, la cirugía paliativa ha sido estudiada con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir los síntomas ováricos. Se practica la ooforectomía bilateral dependiendo de los síntomas, la respuesta a la quimioterapia y el análisis del equipo multidisciplinario. En los casos estudiados, dicha práctica fue realizada de manera segura y sin complicaciones, por lo que se puede concluir que la cirugía paliativa es beneficiosa en casos específicos. (3)
Pronóstico
El tumor de krukenberg posee un pobre pronóstico, aproximadamente 7 a 11 meses de sobrevida después del diagnóstico. (9) Se describen en la literatura diferentes factores que, de una u otra forma, tienen relevancia en dicho pronóstico. La evidencia demuestra que, por un lado, la ascitis y afectación peritoneal son características de pobre pronóstico; mientras que la edad, el tamaño de la metástasis y la morfología de células en anillo de sello, no muestran asociación significativa con la sobrevida. La edad ha sido el factor más estudiado en la literatura, sin embargo, la irrelevancia de la misma con respecto al pronóstico en el tumor de krukenberg es consistente en los distintos estudios. Por otro lado, el sitio del tumor primario si afecta el pronóstico, siendo el origen gástrico el más desfavorable. (8) En contraposición, está el cáncer de mama, que posee una mejor sobrevida con respecto a los tumores del tracto gastrointestinal. (9) Otro ejemplo importante es la afectación peritoneal, que se posiciona como uno de los factores pronóstico más desfavorables, considerándose de mayor importancia que las metástasis a distancias en ciertos casos.
Los marcadores tumorales también han sido estudiados, entre ellos, el CA 19-9 y el CA-125. Un aumento generalizado de los niveles séricos es considerado como factor pronóstico desfavorable, pero se ha visto en estudios individualizados que el CA 19-9 y el CA-125 no poseen valor pronóstico. Sin embargo, al haber pocas investigaciones relacionadas a los marcadores tumorales y su utilidad pronóstica, no es posible establecer una evaluación clara sobre los mismos. (8)
Conclusión
El tumor de krukenberg ha sido una patología poco estudiada dada su infrecuencia. Con características histológicas que perduran en la historia, para la diferenciación del mismo de otras masas ováricas. Su fisiopatología está basada en la teoría de la semilla, la ruta y el suelo, que explica los mecanismos metastásicos y su relación con los sitios diana de diseminación. Dicha teoría ha ido variando con el tiempo, en pro de la especificación de rutas patológicas y el desarrollo de mejores protocolos de abordaje para la enfermedad. Clínicamente, el tumor de Krukenberg posee síntomas inespecíficos, que lo hacen de difícil diagnóstico. Un dolor abdominal persistente o un desbalance hormonal sin causa clara, son banderas rojas que, como médicos, debemos tener en cuenta la hora del abordaje del paciente. Para dirigir el diagnóstico es necesario enviar los estudios de imagen pertinentes y dependientes de la clínica, tomando usualmente el ultrasonido como estudio inicial. Las características radiológicas descartan ciertas patologías y acercan cada vez más al diagnóstico definitivo. No todas las masas ováricas son tumores de krukenberg, por lo que la mayoría ameritan reconocer su histología mediante biopsias. El tratamiento será individualizado y con dirección en proveer el mayor beneficio y sobrevida al paciente. Los métodos quirúrgicos dependerán de la extensión y origen del tumor primario. En ocasiones la cirugía paliativa, es la mejor opción terapéutica para brindar calidad de vida a los afectados. El pronóstico generalmente es pobre y por eso, es necesario visibilizar este tipo de patologías para que exista una mayor conciencia sobre el tema, se logren realizar estudios para mejorar las capacidades diagnósticas y así descubrir la enfermedad de manera temprana.
Bibliografía
- Zulfiqar M, Koen J, Nougaret S, Bolan C, VanBuren W, McGettigan M, Menias C. Krukenberg Tumors: Update on Imaging and Clinical Features. Am J Roentgenol [Internet]. Octubre de 2020 [consultado el 5 de junio de 2023];215(4):1020-9. Disponible en: https://doi.org/10.2214/ajr.19.22184
- Agnes A, Biondi A, Ricci R, Gallotta V, D’Ugo D, Persiani R. Krukenberg tumors: Seed, route and soil. Surg Oncol [Internet]. Diciembre de 2017 [consultado el 5 de junio de 2023];26(4):438-45. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.suronc.2017.09.001
- Ippolito D, Maino C, Ragusi M, Porta M, Gandola D, Franzesi CT, Giandola TP, Sironi S. Immune response evaluation criteria in solid tumors for assessment of atypical responses after immunotherapy. World J Clin Oncol [Internet]. 24 de mayo de 2021 [consultado el 5 de junio de 2023];12(5):323-34. Disponible en: https://doi.org/10.5306/wjco.v12.i5.323
- Ye L, Peng T, Xu P, Wang R, Gao R, Hu B. Krukenberg tumors metastasized from a T1a gastric carcinoma. Gastrointest Endosc [Internet]. Enero de 2023 [consultado el 5 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.gie.2023.01.031
- Tuzcu B, Sütcüoğlu O, Bayram EK, Erdem Ö, Yazıcı O. Krukenberg Tumor Presentation of Recurrent Gallbladder Cancer After a Decade. J Gastrointest Cancer [Internet]. 20 de noviembre de 2021 [consultado el 5 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s12029-021-00761-4
- Goidescu IG, Nemeti G, Preda A, Kovacs T, Surcel M, Eniu DT, Cruciat G, Mureșan D. Krukenberg tumor in pregnancy: a rare case and review of the literature. J Matern Fetal Amp Neonatal Med [Internet]. 1 de septiembre de 2021 [consultado el 5 de junio de 2023]:1-6. Disponible en: https://doi.org/10.1080/14767058.2021.1946788
- Ramrakhiani H, Thaker AK, Pisani A, Sangoi A, Triadafilopoulos G. Magnifying Power: New Endoscopic Tools for the Diagnosis of Krukenberg Tumor. Dig Dis Sci [Internet]. 12 de enero de 2021 [consultado el 5 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s10620-020-06799-x
- Lionetti R, De Luca M, Travaglino A, Raffone A, Saccone G, Di Cicco A, Insabato L, Mascolo M, D’Armiento M, Zullo F, Corcione F. Prognostic factors in Krukenberg tumor. Arch Gynecol Obstet [Internet]. 21 de septiembre de 2019 [consultado el 5 de junio de 2023];300(5):1155-65. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00404-019-05301-x
- Palomo Rodríguez M, Brenner Anidjar R, Gallardo Martínez J, Jimenez Gallardo J, Márquez Maraver F, Pantoja Garrido M. Factores pronósticos que influyen en la supervivencia de las pacientes con tumor de Krukenberg. Prog Obstet Ginecol [Internet]. 22 de octubre de 2021 [consultado el 5 de junio de 2023];64:195-9. Disponible en: https://sego.es/documentos/progresos/v64-2021/n5/Factores%20pronosticos%20que%20influyen%20en%20la%20supervivencia%20de%20las%20pacientes%20con%20tumor%20de%20Krukenberg.pdf
- DeCoste R, Offman SL. Signet Ring Stromal Cell Tumor: A Legitimate (Benign) Mimic of Krukenberg Tumor. Arch Pathol Amp Lab Med [Internet]. 1 de octubre de 2018 [consultado el 6 de junio de 2023];142(10):1289-91. Disponible en: https://doi.org/10.5858/arpa.2017-0272-rs
- Pérez Medrano LR, Márquez Aguirre E, Martínez Ruiz M, Soto Aburto CE. Tumor de Krukenberg de origen colónico. Acta Medica Grupo Angeles [Internet]. 2020 [consultado el 6 de junio de 2023];18(2):194-6. Disponible en: https://doi.org/10.35366/93896
- Sanic-Martínez W, Echeverría J, Cotí M. Tumor de Krukenberg: metástasis a ovario de carcinoma gástrico de células en anillo de sello. Rev Medica (Colegio Medicos Cir Guatemala) [Internet]. 15 de septiembre de 2022 [consultado el 6 de junio de 2023];161(3):346-9. Disponible en: https://doi.org/10.36109/rmg.v161i3.505
- Ho CC, Wu JM, Chen KH. Early gastric cancer with bilateral Krukenberg tumors. Asian J Surg [Internet]. Agosto de 2022 [consultado el 6 de junio de 2023]. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.asjsur.2022.06.177
- Lionetti R, De Luca M, Travaglino A, Raffone A, Insabato L, Saccone G, Mascolo M, D’armiento M, Zullo F, Corcione F. Treatments and overall survival in patients with Krukenberg tumor. Arch Gynecol Obstet [Internet]. 1 de mayo de 2019 [consultado el 6 de junio de 2023];300(1):15-23. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00404-019-05167-z
- Zogbi L, Isaías A, Machado PA, Neutzling A, Juliano C. Krukenberg’s tumour unilateral giant metachronous of colonic origin – Case report. Int J Surg Case Rep [Internet]. 2017 [consultado el 6 de junio de 2023];41:184-7. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.ijscr.2017.10.029