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La artrosis, una enfermedad cada vez más prevalente

La artrosis, una enfermedad cada vez más prevalente 

La artrosis es una enfermedad crónica del aparato locomotor que aparece como consecuencia de una alteración del cartílago articular, por desgaste de las articulaciones o por otras causas. Es un trastorno frecuente a partir de los 50 años y bastante menos frecuente en individuos más jóvenes.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master oficial en Cuidados críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Resumen

El objetivo ha sido analizar qué es la artrosis y sus principales síntomas y causas que provocan esta enfermedad y describir las pautas para llevar a cabo un adecuado tratamiento.

La artrosis es una enfermedad crónica del aparato locomotor que aparece como consecuencia de una alteración del cartílago articular, por desgaste de las articulaciones o por otras causas. El 50% de las personas de más de 65 años de edad suele tener algún signo de artrosis en alguna articulación. El dolor es el principal síntoma de la artrosis.

Los factores de riesgo aún no son exactamente conocidos pero sí se sabe que influye la edad, el sexo siendo en las mujeres más frecuente sobre todo tras la menopausia. Además se ve influido por algunas enfermedades como la diabetes o el hipotiroidismo y sobre todo influyen los factores genéticos, sin olvidar, la obesidad que también puede ser un factor de riesgo.

Se diagnostica a través de los síntomas que cuenta el paciente y de la exploración física y complementariamente con radiografías. El tratamiento a llevar a cabo puede ser las correcciones físicas y de hábitos de vida, el tratamiento farmacológico y el quirúrgico.

Palabras clave

Artrosis, edad, alimentación, obesidad, diagnóstico precoz, tratamiento.

Introducción

ANTECEDENTES

La artrosis es un trastorno frecuente a partir de los 50 años y bastante menos frecuente en individuos más jóvenes. El 50% de las personas de más de 65 años de edad suele tener algún signo de artrosis en alguna articulación. Existe una diferencia notable entre sexos, afectando a un cuarto de los hombres y casi a la mitad de las mujeres de más de 65 años, aunque no a todo el mundo afecta en igual medida.

Constituye uno de los problemas de salud más frecuentes, sobre todo en la segunda mitad de la vida. Por lo general, su evolución es de carácter progresivo pero muy lento, y puede afectar tanto a las articulaciones de la columna vertebral como a las rodillas, manos y cadera.

QUÉ ES LA ARTROSIS

La artrosis es una enfermedad crónica del aparato locomotor que aparece como consecuencia de una alteración del cartílago articular, bien por desgaste de las articulaciones o por otras causas. Afecta no solo al cartílago, sino también a toda la articulación, incluyendo músculos y ligamentos.

Las articulaciones son aquellas estructuras que permiten la conexión entre dos extremos óseos (codo, rodilla, cadera, etc.). El cartílago es el tejido noble de una articulación y el encargado de recubrir las superficies articulares y hacer de amortiguador ante las fuerzas que producen en la articulación.

SÍNTOMAS DE LA ARTROSIS

El dolor es el principal síntoma de la artrosis, aunque no todas las personas con artrosis tienen dolor y es posible que en personas con muy pocos signos de artrosis tengan mucho dolor en un momento dado. Las características del dolor artrósico son muy típicas, suele aparecer con el movimiento articular y cede con el reposo. Se alternan periodos con y sin dolor articular, en los que el paciente puede desarrollar una actividad diaria normal (acorde a su edad y condiciones físicas).

Junto con el dolor, se pueden percibir crujidos al mover la articulación afectada y, ocasionalmente, es posible que aparezcan derrames articulares intermitentes (presencia de líquido a nivel de la articulación afectada). Además, existe la posibilidad de que en la artrosis avanzada se produzca una limitación de la movilidad de la articulación y aparezcan deformidades.

La artrosis evoluciona muy despacio, a lo largo de muchos años y décadas, de manera que la mayoría nos acabamos adaptando a sus consecuencias, tal y como nos adaptamos a los otros cambios provocados por la edad. Sin embargo. Dependiendo de la articulación afectada y de la rapidez de evolución (esta puede ser alta en algunas formas hereditarias de artrosis de manos), puede comprometer actividades de la vida diaria, como la deambulación o aquellas que dependen de las manos.

En algunas personas el proceso es tan doloroso que hay que tomar medidas farmacológicas e incluso quirúrgicas, que suele resolver el problema. Por esto, es importante seguir las indicaciones del personal sanitario.

CAUSAS DE LA ARTROSIS

Hasta el momento no se conoce con exactitud las causas que la producen, pero existen algunos factores de riesgo asociados a su aparición. Estos factores pueden ser locales, en relación con mecánica articular o sistémicos, que ocurren en otro lugar pero tienen efectos en la articulación.

La edad es un factor favorecedor en la presentación de artrosis. En las mujeres es más frecuente sobre todo tras la menopausia y en relación con el cambio hormonal y una baja densidad y mineral ósea; de ahí que sea una etapa de especial riesgo si no se toman medidas.

Además hay enfermedades en las que es más frecuente acaban desarrollando artrosis, como la diabetes o el hipotiroidismo. Asimismo hay factores genéticos que se han relacionado con algunos tipos concretos de artrosis sobre todo el de manos. En algunas personas se ha visto que la obesidad puede ser un factor predisponente para el desarrollo de esta enfermedad. En la mayoría de las personas con artrosis, la obesidad y la falta de ejercicio pueden agravar el dolor en determinadas articulaciones (rodillas), de la misma manera que la pérdida de peso alivia claramente el dolor.

Las fracturas y las lesiones previas de las articulaciones favorecen la aparición de artrosis, así como la existencia de irregularidades en el esqueleto, como displasias o dismetrías.