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Enfrentamiento práctico a la ascitis

hasta un máximo de 160 mg si no se alcanza la perdida de la pérdida 0.5 kg/día. Deben medirse la creatinina sérica, el nitrógeno ureico en sangre, sodio, y los niveles de potasio periódicamente.

Complicaciones de la terapia diurética

La terapia diurética puede desencadenar una insuficiencia renal, (19) la función renal mejorará en la mayoría de los pacientes con la reducción de la dosis del diurético. La hiponatremia ocurre como consecuencia de la anormal perdida de agua que ocurre en la cirrosis hepática. La ingesta oral de líquidos quizás deba reducirse para mejorar los niveles de sodio en suero, como también debe evitarse la corrección rápida de los niveles de sodio con la administración de líquido endovenoso. Otras complicaciones del uso de diuréticos incluyen un empeoramiento de la encefalopatía hepática, por la hipopotasemia y alcalosis inducida por diuréticos o por el incremento en la producción de amonio por el riñón. La terapia con espironolactona puede producir dolor torácico y ginecomastia.

Paracentesis

Si los pacientes no responden al tratamiento con diuréticos, debe realizarse paracentesis de grandes volúmenes, de 4 a 6 litros de ascitis con la frecuencia necesaria para poder controlar la formación de líquido. (20) La azoemia se puede desarrollar después de paracentesis de gran volumen, por lo que la administración de albúmina al 25% producirá expansión de volumen y reducirá los efectos en el volumen intravascular producidos por la paracentesis. (21) Si se extrae menos de 5 litros de líquido ascítico y la función renal se mantiene normal no es necesario el uso de albúmina. Sin embargo, si existe insuficiencia renal, debe considerarse la administración de albumina. Cuando se extraen 5 litros o más de ascitis debe administrarse 6 a 8 gramos de albumina al 25% por cada litro de ascitis removido. La administración de norepinefrina a continuación de las paracentesis de gran volumen puede ser tan eficaz como el uso de albúmina para prevenir el trastorno circulatorio. (22)

La derivación porto sistémica intrahepática transyugular (TIPS) puede controlar la ascitis en pacientes con enfermedad hepática en fase final. (23) El TIPS reducirá la presión portal y disminuirá la formación de linfa dentro del hígado, mientras aumentan el retorno venoso al corazón, y mejora el rendimiento cardíaco. La colocación de TIPS mejorará en un total del 22 al 74% de los o hidrotórax de causa hepática.

Pronóstico de la ascitis.

Una vez que se desarrolla la ascitis en un paciente en fase terminal de la enfermedad hepática, la supervivencia entre uno y cinco años es de 85% y 56%, respectivamente. (2) La retención de sodio urinario (<10 mEq/L sodio urinario) empeora el pronóstico. El cual se deteriora más en presencia de insuficiencia renal, déficits nutritivos, o la peritonitis bacteriana espontánea. La mortalidad al año en pacientes con peritonitis bacteriana espontanea alcanza el 50%. (24)

Conclusión

El desarrollo de ascitis en pacientes con enfermedad hepática avanzada conlleva un mal pronóstico. Las complicaciones de la ascitis, incluyendo la hipertensión portal, la insuficiencia renal, o ascitis refractara, incrementan los riesgos de hemorragia por varices esofágicas, azoemia, y muerte. El control de la enfermedad hepática, el uso adecuado de proteínas, la restricción de sodio, y el uso adecuado e diuréticos debe instituirse en cuanto se diagnostique la ascitis.

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