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Asistencia primaria al paciente con pérdida de conciencia

Asistencia primaria al paciente con pérdida de conciencia

Autora principal: Alba Sancho Sánchez

Vol. XIX; nº 17; 739

Primary care to the unconscious patient

Fecha de recepción: 12/07/2024

Fecha de aceptación: 04/09/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 17 Primera quincena de Septiembre de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 17; 739

Autor principal: Alba Sancho Sánchez, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

Resto de autores: Javier Guillén Hierro, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

María Carmen Celada Suárez Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Guillermo Viguera Alonso, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

Ignacio Sainz Sánchez, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

Jorge Marín Ayarza, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.

Pilar García Aguilar, Médico Interno Residente en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.


Resumen:
durante este resumen veremos las actuaciones principales que debemos hacer ante un paciente con pérdida de conocimiento. Desarrollaremos el protocolo inicial conocido como el ABCDE y veremos la importancia de ir revaluando al paciente periódicamente y no pasar al siguiente paso si no hemos resuelto el anterior. En la A, valoraremos la vía aérea; en la B, la respiración; C, circulación; D, deterioro cognitivo (valoración neurológica); y, por último, E, de exposición, donde se desarrollará que es lo que ha ocurrido. Posteriormente a la evaluación inicial, procederemos a la valoración secundaria. También describiremos otras maniobras importantes a conocer en la población general, como la posición lateral de seguridad (PLS) que realizaremos en el caso de un paciente con pérdida de conocimiento, pero con respiración presente.

Palabras clave: vía aérea, Escala de Glasgow, evaluación primaria.

Abstract: During this summary we will see the main actions that we must take when faced with a patient with loss of consciousness. We will develop the initial protocol known as the ABCDE and we will see the importance of reevaluating the patient periodically and not moving to the next step if we have not resolved the previous one. In A, we will assess the airway; in B, breathing; C, circulation; D, cognitive impairment (neurological assessment); and finally, E, for exposition, where it will be explained what has happened. After the initial evaluation, we will proceed to the secondary evaluation. We will also describe other important maneuvers to know in the general population, such as the lateral safety position (PLS) that we will perform in the case of a patient with loss of consciousness, but with breathing present.

Keywords: airway, Glasgow Coma Scale, primary care.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

Desde el desarrollo del ABCDE, este método ha tenido un gran auge en el área de la medicina de estos tiempos ya que (1):

  • Aportar tratamientos que podrían salvar vida
  • Permite convertir situaciones clínicas complejas en otras más manejables
  • Sirve de algoritmo para asistencia y tratamiento
  • Establece conciencia en situaciones comunes para llevar a cabo tratamientos
  • Gana tiempo para establecer un diagnóstico y tratamiento final

Este enfoque del ABCDE es aplicable a todos los pacientes. Los signos clínicos de las condiciones críticas son similares sin importar la causa subyacente, por lo cual hace que no sea necesario conocer la causa exacta al momento de iniciar la asistencia y el tratamiento.

El ABCDE no está recomendado en sospechas de paros cardiacos (1,2).

Antes de comenzar el enfoque ABCDE hay que asegurar la seguridad de uno mismo, luego obtener una impresión general del paciente a primera vista.

Deberemos plantearnos si nuestro paciente presenta daño espinal. Si lo sospechamos, procederemos a inmovilizar manualmente la cabeza. En caso de no sospechar lesión espinal, iniciamos el algoritmo y evaluamos la vía aérea.

ABCDE

A – AIRWAY / VÍA AÉREA

Si el paciente responde con una voz normal la vía aérea estará posiblemente despejada. La vía aérea puede presentar una obstrucción parcial o completa. En caso de ser parcial podremos observar cambios en la voz, respiración ruidosa (como estridor) y/o un aumento del esfuerzo respiratorio. Una obstrucción completa mostrará ausencia de respiración pese a un importante esfuerzo respiratorio. El nivel de conciencia reducido es una causa común de obstrucción de la vía aérea (1,2).

Evaluar la vía aérea comprobando si el pecho se eleva y/o si se escuchan ruidos respiratorios (ronquidos, sibilancias inspiratorias).

¿Está la vía aérea permeable?

En caso negativo (vía aérea no permeable), abrir manualmente la vía. Si observa cuerpos extraños retirarlos de la boca (en pacientes conscientes con una obstrucción completa deberemos actuar realizando las 5 palmadas interescapulares y, en caso de fracaso, la maniobra de Heimlich). Si se observan secreciones, tales como sangre, vómito, succionarlas.

Se debe realizar maniobra frente-mentón para abrir la vía aérea y en caso de que el paciente esté inconsciente o presente ronquidos insertar cánula orofaríngea o cánula de Guedel (2).

Palmadas interescapulares y maniobra de Heimlich: se usan ante la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, siempre y cuando el paciente este consciente. Evaluamos la gravedad, de manera que si la obstrucción es incompleta animamos a toser enérgicamente. En caso de que la obstrucción sea completa y el paciente esté consciente comenzaremos con 5 golpes interescapulares, inclinamos levemente hacia delante al paciente y apoyando una mano en su pecho damos 5 golpes secos con la otra mano. Si con esto no se resuelve la obstrucción pasaremos a realizar la maniobra de Heimlich. Consiste en realizar compresiones abdominales desde la parte trasera del paciente, rodeándole con los brazos y colocando el puño de una de las manos a nivel epigástrico, con la otra mano agarramos el puño y realizamos las compresiones. La dirección de la compresión debe ser en diagonal hacia arriba y hacia dentro (2).

Maniobra frente-mentón: paciente en decúbito supino, apoyar una mano sobre la frente para hiperextender la cabeza, y con el dedo índice y medio de la otra mano elevar el mentón. Si hay sospecha de lesión traumática se realizará la maniobra de tracción mandibular.

En caso afirmativo (vía aérea permeable), pasar a comprobar la B (3).

B – BREATHING / RESPIRACIÓN

En cualquier entorno, es posible calcular la frecuencia respiratoria: taquipnea o bradipnea extremas (1).

Entre 12 y 20 rpm es normal. Menor a 12 rpm anormal; una respiración de 12 rpm en más de 12 minutos sugiere bradipnea, aunque a veces, varía en función de la edad y niveles de actividad de cada individuo. Puede ser causada por un problema físico subyacente, una afección médica como hipotiroidismo, patología cardíaca, desequilibrios electrolíticos, hormonales o problemas tronco-encefálicos, intoxicación medicamentosa (4).

Más de 25 rpm es, asimismo anormal. Una respiración de más de 25 rpm se denominada taquipnea o hiperventilación. Puede ser consecuencia de infecciones, atragantamiento, coágulos sanguíneos, insuficiencia cardíaca, ataques de ansiedad, EPOC o asma (4).

Revisar los movimientos de la pared torácica, simetrías, movimientos torácicos paradójicos, disociación toracoabdominal, tiraje y el uso de musculatura accesoria, enfisema subcutáneo. Percutir el tórax para explorar si hay matidez, timpanismos o sonidos resonantes.

Si es posible, identificar cianosis, distensión de las venas yugulares, ingurgitación y / o lateralización de la tráquea (1,2).

Las patologías que pueden producir un compromiso tanto ventilatorio como hemodinámico son: hemotórax masivo, neumotórax abierto o a tensión y el tórax inestable (2).

Si hay un fonendo disponible, debe realizarse auscultación de los pulmones y, si es posible, colocar el pulsioxímetro. Si la saturación es inferior a 94%, sospechar accidente de alto impacto, como un accidente de tráfico, colisión, o caída de gran altura. En caso de que sea tal suceso, administrar oxígeno (1).

En caso de neumotórax a tensión hay que descomprimir el pulmón inmediatamente, por medio de la inserción de una cánula en el punto donde el segundo espacio intercostal cruza con la línea media clavicular (empleando una aguja de toracentesis). En caso de broncoespasmos, tratarlos con un inhalador o nebulizaciones (1).

Si la respiración es deficiente, debe realizarse la ventilación asistida con respiraciones de rescate con o sin aparato de barrera. Si la persona está cualificada podría usar si hay disponible una mascarilla con bolsa (1).

C – CIRCULATION / CIRCULACIÓN

Una vez asegurada la vía aérea y la oxigenación/ventilación se debe evaluar la situación hemodinámica. El shock refractario es la primera causa de muerte en las primeras horas de atención al paciente con traumatismo grave. El shock hemorrágico es el más frecuente, pero se debe tener en cuenta la posible existencia de otros tipos de shock. Se deben valorar la presencia de signos de shock: nivel de consciencia, coloración de la piel (palidez, frialdad, sudoración), taquicardia, pulso filiforme, relleno capilar enlentecido (2).

Lo primero que debemos hacer es detectar si hay sangrado severo (2,5):

  • Si lo hay: Controlar y detener el sangrado con medidas compresiones directamente con gasas o apósitos o torniquetes aplicados sobre el miembro afectado. Identificar el foco de sangrado teniendo en cuenta los 5 posibles focos principales: Hemorragia externa, tórax, abdomen, pelvis y fractura de huesos largos. Consiste que hagamos una resucitación mediante control de daños tratando de hacer una resucitación hemostática. En caso de ser algo traumático empezar con el tratamiento de shock hipovolémico. Determinar si puede haber hemorragia interna en el pecho, el abdomen o las cavidades pélvicas de las cosas. En situaciones especiales (shock hemorrágico) se recomienda el uso precoz de hemoderivados.
  • Si no lo hay, lo siguiente es valorar el pulso

Lo siguiente que valoraremos es el pulso:

Una frecuencia cardíaca en reposo normal para los adultos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. Si se dispone de un fonendoscopio, se debe realizar una auscultación cardiaca (6).

  • El pulso radial no es palpable con sistólica por < de 80 mmHg.
  • El pulso femoral no es palpable con sistólica por < de 70 mmHg.
  • El pulso carotídeo no es palpable con sistólica por < de 60 mmHg.

A continuación, lo siguiente que haremos es medir la presión arterial. Tanto la monitorización electrocardiográfica y las mediciones de la presión arterial también deben realizarse lo antes posible. La hipotensión es un signo clínico adverso importante. Los efectos de la hipovolemia se pueden corregir colocando al paciente en decúbito supino y elevando las piernas del paciente. Se debe obtener un acceso intravenoso lo antes posible para infundir solución salina (2). Se tiende a un uso precoz de fármacos vasoactivos en caso de incapacidad de mantener cifras de tensión arterial objetivo a pesar de una adecuada resucitación inicial. Para la resucitación será necesaria la colocación de dos catéteres venosos periféricos cortos de gran calibre (no 14G y 16G) o acceso venoso central de grueso calibre en situación de shock refractario (6).

El siguiente paso será estimar el tiempo de llenado capilar. El tiempo de llenado capilar al igual que la frecuencia cardiaca se pueden evaluar en cualquier entorno. La inspección de la piel da pistas sobre problemas circulatorios. Los cambios de color, la sudoración y la disminución del nivel de conciencia son signos de disminución de la perfusión (5).

Por último, monitorizar ECG con 12 derivaciones y determinar si hay signos de shock (3):

  • Si no existen signos de shock → Insertar una cánula venosa periférica y tomar muestras de sangre.
  • Si existen signos de shock → Hay que tener en cuenta los problemas derivados de la reposición con fluidos que pueden acontecer: congestión pulmonar, coagulopatía dilucional, hipotermia, etc. Para ello es importante vigilar la respuesta, con la monitorización hemodinámica, o de forma no invasiva mediante una elevación pasiva de las piernas (valorando su impacto sobre la TAM y el gasto cardiaco). Debe tenerse en cuenta la acidosis metabólica intensa (pH < 7,15) y la administración de bicarbonato, que ha de realizarse en los casos indicados (la cantidad de bicarbonato que se debe administrar se calcula según la fórmula: déficit de HCO3- = 0,6 × peso corporal (kg) × [HCO3- deseado – HCO3- real]). La rapidez de la reposición depende de la gravedad del cuadro; en casos de acidosis metabólica intensa se proponen pautas de reposición rápidas (por ejemplo, 100 ml de bicarbonato 1 M en 20-30 minutos intravenoso) con control gasométrico tras al menos 30 minutos desde el fin de la perfusión (2).
  • Si la pelvis es inestable tomar medidas para el cuidado de la cadera. Si se sospecha fractura haremos una inmovilización con cinturón pélvico.
  • Considerar otras causas de shock y empezar el tratamiento. Existen cuatro tipos de shock, cada uno de los cuales presenta un patrón hemodinámico predominante. Los diferentes tipos de shock pueden solaparse; por ejemplo, ante un trauma grave con hemorragia puede desarrollarse un shock hipovolémico, así como uno distributivo a consecuencia de la respuesta inflamatoria sistémica durante la resucitación. El shock séptico es la forma más frecuente de shock, seguido del cardiogénico y del hipovolémico. (2)

Para monitorizar mediante el ECG de 12 derivaciones necesitaremos monitor, cable de monitorización, cable accesorio de ECG 12 derivaciones, electrodos de monitorización, papel milimetrado de registro, rasuradora, gasas, alcohol.

Procedemos a realizar el registro electrocardiográfico de la siguiente manera: (7)

  • En primer lugar, debemos informar al paciente del procedimiento que vamos a realizar, que es indoloro y pedimos que se descubra el tórax o autorización para descubrirlo nosotros. Procurar que el paciente se sienta cómodo y tranquilo y que la temperatura ambiente sea agradable para evitar que comience a tiritar y ello pueda interferir en la obtención del ECG.
  • Colocar al paciente en decúbito supino, en una posición cómoda, con la cabeza elevada. Si no tolera esta posición, eleve el cabezal de la camilla. Tanto el paciente como el monitor deben situarse lejos de fuentes de interferencia eléctrica tales como cables de alimentación, barandillas de la camilla, etc.
  • Debemos tener en cuenta la privacidad del paciente y proteger su intimidad todo lo que nos sea posible.
  • Preparar la piel del paciente para la colocación de los electrodos:
  • En caso de vello excesivo, aplicar gel conductor bajo la zona central del electrodo. Si no fuera efectivo, rasurar la zona.
  • Evitar colocar electrodos sobre tendones, masas musculares importantes o prominencias óseas (encima del hombro, etc.).
  • El electrodo debe pegarse en seco, asegurando un buen contacto con la piel.
  • En caso de sudoración o exceso de grasa, limpiar previamente la piel del paciente con una compresa mojada en alcohol para eliminarla (con ello se disminuye la grasa de la piel y se facilita la conducción eléctrica). Secar por completo la piel.
  • Si el paciente tiene una extremidad amputada, situar el electrodo correspondiente a esa extremidad en el muñón. Si no hay muñón, colocar el electrodo en el tronco, lo más próximo posible a la extremidad amputada. Si el paciente tiene una extremidad escayolada colocar el electrodo sobre la zona de la piel más proximal al yeso.
  • Pedirle al paciente que no hable durante el proceso y que respire de forma «normal».

Para colocar los electrodos de una forma correcta, se sigue la siguiente disposición: (5)

Derivaciones de miembros:

  • Cable RA (Righ Arm) (Rojo): Muñeca derecha (brazo derecho).
  • Cable LA (Left Arm) (Amarillo): Muñeca izquierda (brazo izquierdo).
  • Cable RL (Righ Leg) (Negro): Tobillo derecho (pierna derecha).
  • Cable LL (Left Leg) (Verde): Tobillo izquierdo (pierna izquierda).

Derivaciones precordiales:

  • V1: 4º espacio intercostal derecho, línea paraesternal derecha.
  • V2: 4º espacio intercostal izquierdo, línea paraesternal izquierda.
  • V3: entre V2 y V4.
  • V4: 5º espacio intercostal izquierdo, línea clavicular media.
  • V5: 5º espacio intercostal izquierdo, línea axilar anterior.
  • V6: 5º espacio intercostal izquierdo, línea axilar media.

Derivaciones izquierdas posteriores: se sitúan a continuación de V6 en el mismo plano horizontal que V4 (5º espacio intercostal) y sin retirar de su posición V1, V2 y V3.

  • V7: línea posterior axilar (con el electrodo de V4).
  • V8: ángulo escapular (con el electrodo de V5).
  • V9: línea paravertebral (con el electrodo de V6).

Electrocardiograma de derivaciones derechas:

  • V1R: 4º espacio intercostal derecho, línea paraesternal derecha.
  • V2R: 4º espacio intercostal izquierdo, línea paraesternal izquierda.
  • V3R: entre V2R y V4R.
  • V4R: 5º espacio intercostal derecho, línea clavicular media.
  • V5R: 5º espacio intercostal derecho línea axilar anterior.
  • V6R: 5º espacio intercostal derecho, línea axilar media.

D – DISABILITY / DETERIORO COGNITIVO

Deben evaluarse los reflejos pupilares a la luz. Evaluar si las pupilas son simétricas, su tamaño y reactividad de estas.

El nivel de consciencia se puede evaluar rápidamente utilizando el método AVPU, donde el paciente se clasifica como alerta (A), sensible a la voz (V), sensible al dolor (P) o insensible (U). Alternativamente, se puede utilizar el Glasgow Coma Score 16 (1). (Véase Figura 1. Escala de Glagow en Anexo, al final del texto).

Se deben inspeccionar los movimientos de las extremidades para evaluar los posibles signos de lateralización.

El mejor tratamiento inmediato para los pacientes con una afección cerebral primaria es la estabilización de las vías aéreas, la respiración y la circulación. En particular, cuando el paciente solo responde al dolor o no responde, debe asegurarse la permeabilidad de las vías aéreas colocando al paciente en la posición de recuperación y convocando a personal cualificado para asegurar las vías. En última instancia, es posible que se requiera intubación (1).

Un nivel disminuido de conciencia, o desorientación puede ser debido a un nivel bajo de glucosa en sangre. Por tanto, habría que realizar una medición de glucemia (1).

En la mayoría de los seres humanos este varía entre los 82 mg/dl y los 110 mg/dl (4,4 a 6,1 mmol/l). Los niveles de azúcar en la sangre suben hasta casi 140 mg/dl (7,8 mmol/l) o un poco después de una comida completa. En los seres humanos el nivel normal de glucosa en la sangre ronda los 90 mg/dl, lo que equivale a 5mM (mmol/l) (6).

Se denomina hipoglucemia al nivel bajo de azúcar en la sangre. Un nivel de azúcar en la sangre por debajo de 70 mg/dL (3.9 mmol/L) es bajo y puede hacerle daño. Un nivel de azúcar en la sangre por debajo de 54 mg/dL (3.0 mmol/L) requiere de acción inmediata. Lo cual puede provocar desmayos, convulsionar o entrar en estado de coma (6,8).

Ante esta situación, se podría revertir de la siguiente manera. Primero, proporcionar algo que contenga aproximadamente 15 gramos (g) de carbohidratos. Algunos ejemplos podrían ser: 3 tabletas de glucosa, 1/2 taza (4 onzas o 237 ml) de jugo de fruta o refresco regular no dietético, 5 o 6 barras de caramelo, 1 cucharada (15 ml) de azúcar, sola o disuelta en agua, o 1 cucharada (15 ml) de miel o jarabe. Segundo, esperar alrededor de 15 minutos antes de nueva ingesta. A continuación, revisar de nuevo el nivel de glucemia. En caso de no sentirse mejor pasados 15 minutos y el nivel de glucosa en sangre persiste por debajo de 70 mg/dL (3.9 mmol/L) proporcionar de nuevo algo con 15 gramos de carbohidratos (6).

Si la glucemia está por debajo de 54 mg/dL, se considera severa, por tanto, requiere acción inmediata. Se administrará, en caso de acceso a vías venosas con cánulas, una inyección de 60 ml de glucosa al 40% intravenoso. En caso de no haber acceso venoso, 1 mg glucagón intramuscular y colocar vías para proporcionar acceso venoso. Continuar con 500 ml de solución con glucosa al 10%. Habrá que tomar glucemias cada 15 minutos en dicha situación, repitiendo el proceso si la situación no revierte (1,6).

E – EXPOSURE

El paciente debe ser expuesto por completo y la valoración de las lesiones debe realizarse durante el menor tiempo posible para prevenir la hipotermia (2).

Lo primero de todo es importante inspeccionar rápidamente la superficie anterior del cuerpo.

  • Si hay sospecha de una lesión en la columna vertebral → Girar al paciente de costado aplicando la técnica `log-roll´.
  • Si no hay sospecha de lesión en columna cervical → Girar al paciente de lado (3).

Lo siguiente que haremos será inspeccionar la espalda.

A continuación, el siguiente paso es medir la temperatura corporal y proteger de la hipotermia; mantener al paciente caliente empleando una adecuada ambientación de la sala, fluidos calientes y mantas térmicas. En caso de haber algo traumático habría que evaluar las indicaciones de la inmovilización espinal (5).

PRIMER CONTACTO CON PACIENTE – SOPORTE VITAL BÁSICO

El objetivo del soporte vital básico es mantener, sin ayuda de materiales, la vía aérea permeable, la ventilación y la circulación sanguínea, de forma que se consiga una oxigenación tisular suficiente hasta que llegue la ayuda especializada (2).

Las pautas de actuación: (2)

  • Asegurar la seguridad de reanimador y víctima
  • Identifica condiciones críticas en tu primera impresión:
    • Signos vitales y estado de consciencia (GCS<14, FR<10 o >29, PAS< 90 mmHg).
    • Lesión anatómica (traumatismo penetrante, tórax inestable, 2 o más fracturas de huesos largos, fractura de pelvis, parálisis de extremidades, amputación proximal a muñeca o tobillo y traumatismo con quemaduras).
    • Mecanismos del traumatismo (automóvil a velocidad >64 Km/h, vuelvo, alta deformación, pasajero muerto, extricación prolongada >20 min, atropello, motocicleta >32 Km/h y caída mayor o igual a 6 metros).
    • Factores de comorbilidad (edad <5 años o >55 años, embarazo, cardiopatía, neumopatía, inmunosupresión, DMID, obesidad, cirrosis y coagulopatía).
    • Sangrado severo.
  • Se detectan algunos de las condiciones críticas: si es afirmativo proporcionamos cuidados inmediatos. Si no detectamos condiciones críticas comprobamos el nivel de conciencia y la ventilación.
  • Valorar el nivel de consciencia. Si, el paciente está consciente. Preguntar qué ha ocurrido y responde verbalmente o con movimientos. Si el paciente no está consciente, pedir ayuda especializada y pasar a siguiente punto.
  • Valorar si el paciente ventila: Si el paciente ventila, pasar al ABCDE, en caso de que esté inconsciente colocar en posición lateral de seguridad. Si el paciente no ventila (incluye gasping o respiración agónica). Comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP).

POSICIÓN LATERAL DE SEGURIDAD (9)

Para colocar al paciente en PLS, el reanimador se pondrá de rodillas junto a la víctima, situará el brazo más próximo de esta en ángulo recto hacia la cabeza, con la palma de la mano hacia arriba, y cruzará el otro brazo sobre el pecho poniendo la mano sobre el hombro contralateral.

Luego flexionará la pierna más alejada, sujetando al paciente por el hombro más alejado y el hueco poplíteo de la pierna flexionada se gira 90º. Si el paciente tuviera que estar en esta posición mucho tiempo es conveniente cambiar de lado cada 30 minutos.

SIGUIENTE NIVEL DE ASISTENCIA

Una vez completado el ABCD y el soporte vital básico, evaluamos si la condición del paciente es estable, en caso afirmativo pasaremos a realizar un nivel de asistencia secundario.

Si el paciente no está estable, proporcionar cuidados según protocolos específicos (5).

NIVEL SECUNDARIO DE ASISTENCIA (5)

– Signos vitales: ritmo respiratorio, saturación de oxígeno, ritmo cardíaco, presión sanguínea y escala Glasgow.

– Cabeza y cuello: inspección cara, ojos, oídos, nariz, boca, palpación del cuero cabelludo, inspección y palpación cuello y tráquea.

– Tórax: inspección, auscultación, percusión, palpación.

– Abdomen y pelvis: inspección, auscultación, percusión, palpación. Comprobar estabilidad de la pelvis.

– Extremidades: inspección y palpación de extremidades, pulsos, movimientos, sensibilidad, inmovilizar fracturas y cura de heridas.

– Historia AMPLE: preguntar sobre; Alergias (Allergies), Medicación habitual (Medications), Antecedentes médicos o embarazo (Past illnesses/Pregnancy), Última ingesta (Last meal), que es lo que ha ocurrido en el Evento (Events related to the injury).

BIBLIOGRAFÍA

  1. Thim T, Vinther NH, Grove EL, Rohde CV, Løfgren B. Initial assessment and treatment with the Airway , Breathing , Circulation , Disability , Exposure ( ABCDE ) approach. 2012;117–21.
  2. Suarez Pita D, Vargas Romero JC, Saralas Jarque J, Losada Galván I, de Miguel Campo B, Catalán Martín PM, et al. Manual de Diagnóstico y Terapéutica Médica (8a edición). 2017.
  3. Berg RA, Hemphill R, Abella BS, Aufderheide TP, Cave DM, Hazinski MF, et al. Part 5 : Adult Basic Life Support 2010 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. 2010;122(suppl 3).
  4. Apostolo A, Giusti G, Gargiulo P, Bussotti M, Agostoni P. Lungs in Heart Failure. 2012;2012.
  5. Jimenez Murillo L, Montero Pérez FJ. Medicina de urgencias y emergencias. Guia diagnóstica y protocolos de actuación. 2018.
  6. Jasha van Enter B, von Hauff E. Challenges and Perspectives in Continuous Glucose Monitoring. Chem Comm. 2018;0(0):1–3.
  7. Electrocardiograma de 12 derivaciones.
  8. Ii RGR, Ramage A, Brown W, Kalehua A, Rhee P, Ecklund JM. Physician Knowledge of the Glasgow Coma Scale. 2005;22(11):1327–34.
  9. García VG. Parada cardiocirculatoria. AMF. 2019;15(5):305–7