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Atención psicológica inicial en desastres y catástrofes

  • Facilitar el contacto con la realidad,
  • Valorar el estado de estrés agudo que está teniendo,
  • Facilitar la expresión de sus sentimientos,
  • Favorecer la aceptación de la situación,
  • Canalizar reacciones,
  • Enfatizar su reacción como reacción normal ante un hecho anormal,
  • Resinificar los síntomas y reacciones
  1. Afrontamiento de su reacción y las necesidades inmediatas

-Facilitar e incitar el afrontamiento del estrés que pueda estar sufriendo. si precisa, ayudarle a movilizar recursos de afrontamiento.

– Motivar y ayudar a la cobertura y abordaje de las necesidades básicas inmediatas. p.e. comunicación con familia…

  1. Restauración de capacidades básicas

Promover comportamientos funcionales para afrontar el futuro inmediato. Si la persona no se puede desenvolver por si misma se deberá buscar el apoyo familiar y/o recursos sociocomunitario.

  1. Registrar

En el contexto de la catástrofe el registro debe ser rápido, por lo que proponemos un apartado a modo de ítem en la tarjeta de triaje en la que podamos “clickar” que se han prestado primeros auxilios psicológicos.

  1. Reevaluar

Conforme pasen las horas, la conducta de la persona que ha vivido una catástrofe o desastre puede variar. Por ello debe ser reevaluado en diferentes contextos y tiempos: área de socorro, hospital, atención primaria….e identificar que el proceso de duelo así como el nivel de estrés evolucionan favorablemente.

  1. Derivar a psicólogos especializado si precisa.

Ante signos de duelo disfuncional, estrés…con el fin de evitar la cronicidad de los síntomas psicológicos derivados de la catástrofe.

Qué hacer y Qué No hacer durante la intervención en crisis (4):

A) Que hacer:

– Desarrollar el sentido de escucha-responsable. Escuchar atentamente, sintetizando brevemente los sentimientos del afectado. Hágalo sentir que usted lo entiende y comprende por lo que está pasando, esto es la empatía.

– Ser cortés, honesto y transparente; ganarse la confianza y cooperación del afectado.

– Ser realista y objetivo.

– Favorecer la dignidad y libertad para que las víctimas trabajen en sus problemas.

– Favorecer la confianza y seguridad.

– Estar alerta sobre las oportunidades de dar énfasis a las cualidades y fuerzas de la persona.

– Aceptar el derecho de los afectados de sentirse así.

– Realice preguntas saludables y efectivas.

– Pida una retroalimentación para ver si está usted comprendiendo.

B) Reglas del NO:

– No ofrecer algo que no pueda cumplir.

– No le tenga miedo al silencio, ofrezca tiempo para pensar y sentir.

– No se sienta inútil o frustrado. Usted es importante y lo que está haciendo vale la pena.

– No muestre ansiedad ya que ésta puede ser fácilmente transmitida a los afectados.

– No ofrezca respuesta, más bien facilite la reflexión.

– No permita que el enojo u hostilidad de la persona lo afecte.

– No los presione a hablar de Dios, sea comprensivo con las creencias religiosas.

– No tenga miedo de admitir que el afectado necesita más ayuda de la que usted le pueda brindar. Puede referirlo a profesionales especializados (Psicólogos)

– No permita que las personas se concentren únicamente en los aspectos negativos de la situación.

– No muestre demasiada lástima o paternalismo. Tampoco se exprese de manera autoritaria o impositiva. Busque un punto intermedio entre estas dos posiciones.

– No espere que la víctima funcione normalmente de inmediato.

– No confronte a una persona en crisis si este se va a sentir amenazado.

– No insista con preguntas más allá del punto en que la persona no desea hablar.

– No trate de interpretar las motivaciones ocultas de un comportamiento.

– No moralice o sermonee.

– No intente progresar demasiado rápido en el proceso de intervención en crisis.

– No considere de manera superficial las amenazas de suicidio u homicidio.

– No aliente a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer.

  1. RESULTADOS
  • El equipo de emergencias sanitaria se identifica como personal cualificado para prestar primeros auxilios psicológicos y posee autonomía para realizarlo.
  • Se sigue un método estandarizado para realizar primeros auxilios psicológicos y se registran.
  • Es posible medir la calidad de los cuidados psicológicos en catástrofes y desastres, así como la reevaluación en diferentes contextos y tiempos.
  • Disminuye el proceso de deterioro psicológico que caracteriza el estado de crisis.
  • Facilita el control emocional y disminuye el riesgo de daño.
  • Afrontamiento positivo de las manifestaciones agudas de estrés.
  • Asegura el afrontamiento adaptativo básico de la persona.
  • Identificación precoz de aquellos que requieren atención psicológica especializada.
  • Se consigue una respuesta integral a los damnificados (física, psicológica y social)
  • Superación de los efectos emocionales tras presenciar una situación de alta tensión emocional
  • Acelera el proceso de recuperación, previene la cronificación de los síntomas o la aparición de trastornos postraumáticos.
  • Facilita la expresión de los sentimientos
  • Amortigua el duelo patológico
  • Proporciona escucha/orientación
  • Activa mecanismos de afrontamiento individual
  • Asegura funcionamiento adaptativo básico
  1. CONCLUSIONES

Es necesaria la atención a personas en situación