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Balón de contrapulsación intraaórtico y cuidados de enfermería, una revisión bibliográfica

Balón de contrapulsación intraaórtico y cuidados de enfermería, una revisión bibliográfica

Autora principal: Rebeca Pilar Martínez de Morentin Navarcorena

Vol. XVIII; nº 1; 4

Intra-aortic balloon pump and nursing care, a literature review

Fecha de recepción: 11/12/2022

Fecha de aceptación: 10/01/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 1 Primera quincena de Enero de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 1; 4

Autores:

  1. Rebeca Pilar Martínez de Morentin Navarcorena, Clínica San Miguel, Pamplona, España.
  2. Mirentxu Muguerza Amigorena, Hospital Universitario de Navarra, Pamplona, España.

Resumen:

El Balón de Contrapulsación Intraaórtico (BCIA) es un dispositivo de asistencia circulatoria que se utiliza en pacientes con fallo cardiaco secundario a diversas causas. Es uno de los  dispositivos de asistencia ventricular de corta duración  más utilizado en la actualidad  debido a relativa facilidad de implante, amplia disponibilidad, su fácil manejo y funcionamiento. Este dispositivo se hincha durante la diástole y se deshincha durante  la sístole, lo que disminuye el trabajo cardiaco mejorando la perfusión coronaria y la función cardiaca.

PALABRAS CLAVE: cuidados de enfermería, balón de contrapulsación intraaórtico

Abstract:

The Intra-Aortic Balloon Pump (IABP) is a circulatory assistance device used in patients with heart failure secondary to various causes. It is one of the most commonly used short-term ventricular assist devices today due to its relative ease of implantation, wide availability, and easy handling and operation. This device inflates during diastole and deflates during systole, which decreases cardiac work improving coronary perfusion and cardiac function

KEYWORDS: nursing care, intra-aortic balloon pump

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tiene conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas Éticas Internacionales para la Investigación relacionada con la salud de los seres humanos elaborada por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios. Han preservado las identidades de los pacientes.

  1. Introducción

El corazón funciona como una bomba que impulsa la sangre venciendo resistencias a través de vasos. Si el ventrículo izquierdo se encuentra lesionado, este trabajo puede ser superior a su capacidad de bombeo, si esto ocurre puede poner en riesgo la vida del paciente, para ello contamos con diferentes dispositivos de soporte vascular. Estos dispositivos son el Impella, ECMO, tándem Heart. Por su facilidad de implante y fácil manejo, el BCIA es el más utilizado en la práctica clínica.

El BCIA disminuye las resistencias vasculares  y aumenta la presión arterial media, disminuyendo así el trabajo ventricular y el consumo de oxígeno, promoviendo la recuperación cardiaca.

El dispositivo consta de dos partes:

  1. Catéter balón: consiste en un catéter radiopaco con dos compartimentos cilíndricos concéntricos. El interior llega hasta la punta del catéter y el exterior es la parte inflable del balón, con un volumen de entre 30 y 50 cc de capacidad. Éste catéter es colocado en la aorta descendente mediante punción percutánea o bien insertado quirúrgicamente.

El balón se hincha y se deshincha de forma sincrónica con el latido cardiaco con helio.

  1. Consola don va conectado el terminal del catéter-balón. En esta consola se distinguen:
    1. La parte neumática: el dispositivo de helio, la bomba de compresión y vacío, las válvulas de control de suministro de gas y el sistema de purgado.
    2. La parte electrónica que consta de un mecanismo de detección del ECG del paciente, un sistema de monitorización de la presión arterial (transductor situado en la punta del catéter), una pantalla (con las curvas del ECG, la presión arterial y la del proceso del hinchado y deshinchado del balón), un panel de mandos de control, un sistema de detección de anomalías del funcionamiento y batería.

El BCIA está indicado en:

– Pacientes con shock cardiogénico: su corazón no es capaz de contraerse lo suficiente para mantener el aporte de oxígeno a los distintos órganos.

– Pacientes con insuficiencia mitral aguda secundaria a la ruptura de músculos papilares o del septo interventricular

– Pacientes que vayan a ser intervenidos de cirugía cardiaca y pueden requerir un apoyo adicional mediante el BCIA antes o después de ésta.

– Pacientes con síndrome de bajo gasto cardíaco severo que produce hipoperfusión sistémica

– Pacientes con isquemia miocárdica refractaria con angor inestable o signos de isquemia con dosis máxima tolerables de medicación antianginosa.

El BCIA tiene contraindicaciones tanto absolutas como relativas:

            Absolutas:

  • Insuficiencia aórtica
  • Ductus arterioso permeable
  • Disección aórtica
  • Aneurisma de aorta abdominal o toracoabdominal
  • Bypass femoropoplíteo bilateral
  • Infección activa severa o sepsis
  • Obstrucción dinámica del tracto de salida del ventrículo izquierdo

Relativas:

  • Enfermedad vascular periférica severa
  • Diátesis hemorrágica y trombocitopenia severa
  • Arteriosclerosis severa aórtica conocida
  • Estadio terminal de cualquier enfermedad severa
  1. Palabras clave: cuidados de enfermería, balón de contrapulsación intraaórtico.
  1. Objetivos:

El objetivo principal de este estudio  es  conocer con más detalle el balón de contrapulsación intraaórtico, como colocarlo de manera segura y eficiente y los cuidados que se requiere para evitar posibles complicaciones.

  1. Metodología:

Se ha realizado una revisión bibliográfica de la literatura disponible acerca del balón de contrapulsación y de sus cuidados. Se han buscado artículos con las palabras clave: cuidados de enfermería, balón de contrapulsación intraaórtico. De los artículos encontrados, se han seleccionado aquellos publicados desde hace 5 años, en castellano y en inglés. En total se han consultado 5 artículos.  También se ha consultado un manual publicado por la asociación Española de enfermería en cardiología del 2017.

  1. Resultados:

Preparación del paciente y del material necesario:

            Al paciente se le explicará el procedimiento si está consciente y se firmará consentimiento informado.

A continuación se procederá a preparar el material necesario:

            -Set del catéter-balón, seleccionando el tamaño en función de la talla del paciente siguiendo las instrucciones del propio fabricante.

            – Bata, guantes estériles, gorro y mascarilla.

            – Jeringas, agujas, suero fisiológico

            – Antiséptico cutáneo

            – Rasuradora

            -Gasas, compresas y apósitos estériles

            – Sutura de seda y bisturí

            – Anestésico local

            -Transductor de presión con sistema heparinizado de monitorización invasiva de la tensión arterial

            -Equipo de RCP (carro de parada, desfibrilador…)

Una vez preparado todo lo necesario se procederá a preparar al paciente. Se le monitoriza y se le rasuran ambas ingles. Se debe valorar el estado circulatorio del paciente. Fijarse en temperatura, color y pulso de ambas extremidades inferiores. Se busca un acceso venoso funcionante.

            – Verificar funcionamiento de la consola, comprobar la batería y que haya más de un 50 % de helio.

            -Colocar transductor de presiones nivel de aurícula derecha en el plano horizontal de la consola.

Colocación del BCIA:

Para colocar el balón es necesario realizarlo con una técnica estéril con el fin de minimizar el riesgo de infecciones. Antes de la inserción percutánea se debe medir la distancia desde el punto de inserción hasta el tercer espacio intercostal. Se recomienda seleccionar la pierna con mejores pulsos distales, aunque la elegida suele ser siempre la arteria femoral derecha. Si existiera mucha dificultad también puede utilizarse la arteria subclavia, axilar o toracotomía.

La técnica percutánea Seldinger es la técnica más habitual para la inserción del catéter. Una vez preparado el paciente, se palpan los pulsos de las arterias femorales y se elige la que se va a canalizar. Se coloca anestésico local y se realiza la punción de la arteria con una aguja arterial de 18G.  a través de esta aguja se pasa la guía metálica y se retira la aguja. Se hace una pequeña incisión en la piel con bisturí o se dilata la zona con un dilatador. A continuación se procede a introducir el introductor, previamente preparado y lacado con solución salina heparinizada. Se coloca a través de la guía y se avanza tras la arteria. Una vez colocándose retira la guía y se lava el introductor con solución salina heparinizada de nuevo.

Es importante realizar una lectura de las instrucciones de cada fabricante de cada balón en particular. Antes de retirar el balón del set se debe unir la válvula unidireccional en la conexión luer terminal del balón. Se conecta la jeringa de 60 cc a la  válvula unidereccional y se realiza un aspirado negativo y se retira la jeringa, manteniendo la válvula unida al conector del balón evitando así la pérdida del vacío. A continuación se procederá a la extracción del balón del set tirando de forma longitudinal para evitar dañarlo.  Se introduce la propia guía del balón a través del introductor por la que luego se procede a avanzar el balón hasta colocarlo debajo de la arteria subclavia izquierda.

Tras realizar la técnica mediante la maniobra de Seldinger se realiza comprobación mediante radiografía antes de iniciar la contrapulsación para comprobar la correcta colocación de la punta del catéter (a 2 cm por debajo de la subclavia izquierda) y el extremo inferior por encima de las arterias renales.  A continuación se procede a sujetar el catéter mediante suturas y apósitos estériles para evitar un desplazamiento indeseado.

Complicaciones que puede sufrir el paciente: 

  • Hemorragias
  • Infecciones
  • Embolismo aéreo, de calcio y/o trombo.
  • Alteración de la coagulación
  • Disección de la aorta por iatrogenia en la inserción
  • Pérdida e pulso tras la inserción del BCIA
  • Isquemia
  • Daño vascular local

Mantenimiento del BCIA:

 El papel de enfermería es fundamental para detectar signos y síntomas de las posibles complicaciones derivadas de éste, por lo que se debe llevar a cabo un riguroso control del paciente:

  • Control hemodinámico: vigilar presión arterial garantizando una sistólica entre 110 y 140 mmHg. La presión venosa central debe oscilar entre 6-12 mmHg. Se debe vigilar el patrón respiratorio (auscultación de campos pulmonares, frecuencia respiratoria y oximetría). Vigilar y registrar el gasto urinario (debe ser mayor de 0.5ml/kg/hora) y sus características. Vigilar también su temperatura.
  • Vigilar el miembro afectado por el catéter. Cada 15 minutos en la primera hora post inserción se debe vigilar el miembro, pulsos distales, color presencia de dolor, movilidad del tobillo, sensibilidad y En las dos siguientes horas se evaluará cada 30 minutos y posteriormente cada hora mientras continúa el catéter.
  • Vigilar punto de inserción
  • Comprobar la sincronización del latido/consola cada dos horas o siempre que cambie significativamente la situación. Confirmando que los parámetros pautados correspondan con la modalidad que se está llevando a cabo.
  • Verificar que la consola está conectada a la corriente, que las alarmas estén encendidas
  • Vigilar cambios en el ECG
  • Verificar que el transductor se encuentre a nivel del eje feblostático
  • Reconocer las siguientes situaciones de urgencia: BCIA permanece más de 20 minutos inactivo, perdida de gas o aparición de sangre dentro de la línea (en este caso se suspenderá la asistencia y se colocará al paciente en Trendelemburg hasta descartar que se haya producido una rotura del globo).
  • Prevenir UPP
  • Comprobar periódicamente la correcta posición de los electrodos.

Retirada del BCIA:

 Para poder retirar el BCIA se debe de observar al paciente estabilizado hemodinámicamente con una presión arterial sistólica menor de 90 mmHg y una presión media mayor de 70 mmHg, sin arritmias ni acidosis metabólica u oliguria, sin requerimiento o con un requerimiento bajo de fármacos vasoactivos. Para retirarlo se debe llevar a cabo un destete bajando la frecuencia de asistencia del balón y comprobando la respuesta del paciente. Esta disminución progresiva de la asistencia se puede realizar de dos formas:

  1. Disminuyendo el número de inflados por latido desde 1:1 hasta 1:8
  2. Disminuyendo el volumen de inflado del propio balón (menos usado actualmente)

Para proceder a la retirada se deberá:

  • Detener la contrapulsación y apagar la consola.
  • Desconectar el catéter, procediendo al vaciado del balón. Con una jeringa de 50cc se extraerá el helio conectándola al canal del gas.
  • Retirar todos los dispositivos de sujeción
  • Extraer el catéter retirando el BCIA a través del introductor hasta que se note resistencia y se empieza a ver el balón asomar a través del catéter, ahí se retirarán ambos de manera conjunta y se examinará su integridad.
  • Realizar compresión manual durante 45minutos por encima del punto de incisión para poder visualizarlo. Si persiste el sangrado, realizar nuevas compresiones de 15 minutos hasta que se detenga.
  • Colocar un vendaje compresivo con gasas debajo durante 24 horas, vigilando la presencia de sangrado, hematoma, pulsos y estado de la extremidad afectada. Durante este periodo de tiempo el paciente debe permanecer en decúbito supino y no flexionar la pierna. Valorar el color, temperatura, sensibilidad y llenado capilar del miembro.
  1. Conclusiones:

Hoy en día continúa siendo la forma de apoyo circulatorio más ampliamente utilizada, y es muy probable que continúe siéndolo por un tiempo prolongado. Por ello es conveniente que el personal de enfermería sea conocedor de la técnica que se usa para su implantación, dónde está colocado y para qué puede emplearse. Se deben de conocer sus posibles complicaciones para poder estar alerta e identificarlas en el menor tiempo posible y actuar en consecuencia. Así mismo es importante que se sepa manejar de manera correcta y realizar los cuidados convenientes.

Otros tipos de asistencia ventricular más compleja  como el ECMO, ha demostrado mejoría de parámetros hemodinámicos, lo cual no se ha traducido en reducción de la mortalidad.

  1. Bibliografía
  1. Levin, R; Vaca Valverde, I. Balón de contrapulsación intraaórtico. Revista Conarec 2017;33(141):206-212
  1. Seoane Pardo, NM; Gómez Martinez, M; Rodríguez Cañas, D; Blanco Longueria, MB; García García, M. Caso clínico: a propósito de un balón de contrapulsación intraaórtico. Enferm Cardiol. 2019; 26 (78): 83-87
  1. Sánchez Hidalgo, Teresa; Rodríguez-Blanque, Raquel; Piqueras Sola, Beatriz; Cortés-Martín, Jonathan; Morales Hidalgo, Jesús; Sánchez García, Juan Carlos. Cuidados de enfermería en el paciente asistido con balón intra-aórtico de contrapulsación en la unidad de cuidados intensivos. Garnata 91. 2021; 24: e212406.
  1. Rodríguez, P. G., Nogueiras, M. Ángel P., Barbosa, M. R., & Martínez, C. M. Soporte mecánico circulatorio. El Balón Intra-Aórtico de Contrapulsación (BIACP).Tiempos de enfermería y salud,20191(5), 4-6.
  2. Argibay Pytlik, V; Gómez Fernández, M; Jiménez Pérez, R; Santos Véles, S; Serrano Poyato, C. Manual de Enfermería en Cardiología Intervencionista y Hemodinámica. Protocolos unificados. Asociación Española de Enfermería en Cardiología 2007.