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Calidad del agua y percepción de tecnologías apropiadas para su desinfección en la zona rural de Tierra Amarilla, Manabí, Ecuador

Los indicadores seleccionados para la calidad del agua en cualquier estudio se definirán en dependencia de los usos actuales y potenciales de la cuenca. Entre las categorías recomendadas para los diversos usos del agua están: provisión de agua para consumo doméstico e industrial, recreación, protección de organismos acuáticos fauna y flora, usos agrícolas y pecuarios, uso comercial, hidroelectricidad, navegación, entre otros.

Indicadores microbiológicos del agua

Este tipo de contaminación se relaciona con la presencia de microorganismos patógenos de heces humanas y animales. Comúnmente se encuentra en los recursos hídricos superficiales, debido a su exposición. Es importante conocer el tipo, número y desarrollo de las bacterias en el agua para prevenir o impedir enfermedades de origen hídrico. Es difícil detectar en una muestra organismos patógenos como bacterias, protozoarios y virus debido a sus bajas concentraciones. Por esta razón, es que se utiliza el grupo de coliformes fecales, como indicador de la presencia de microorganismos.

Indicadores físicos y químicos del agua

Los parámetros químicos son más relacionados con los agroquímicos, metales pesados y desechos tóxicos. Este tipo de contaminación es más usual en las aguas subterráneas en comparación con las aguas superficiales. En la primera, los contaminantes son más persistentes y menos móviles, como es el caso de la contaminación con nitratos, por su movilidad y estabilidad, debido a la presencia de asentamientos urbanos o actividades agrícolas aledañas. (3)

El oxígeno disuelto es uno de los parámetros más relevantes a la hora de evaluar la calidad del agua. Está asociado a la contaminación orgánica. Su concentración aumenta al disminuir la temperatura y la salinidad y posee una relación directa con la pendiente y la aireación del cauce. Cuando existen condiciones aeróbicas se produce una mineralización que consume oxígeno y produce gas carbónico, nitratos y fosfatos.

Demanda Bioquímica de Oxígeno Es un parámetro que representa la materia orgánica biodegradable. Es la más usada para determinar la eficiencia de los tratamientos que se aplican a los líquidos residuales. Se da cuando ciertas sustancias presentes en las aguas residuales, al verterse a un curso de agua, captan el oxígeno existente debido a la presencia de sustancias químicas reductoras.

pH o concentraciones de iones hidrógeno. Es la concentración relativa de los iones hidrógeno en el agua, es la que indica si ésta actuará como un ácido débil, o si se comportará como una solución alcalina. Es una medición valiosa para interpretar los rangos de solubilidad de los componentes químicos. La medida del pH constituye un parámetro de importancia para la descripción de los sistemas biológicos y químicos de las aguas naturales.

Turbidez. Es un estimador simple de los sólidos en suspensión. Se aplica a las aguas que contienen materia en suspensión en tal medida que interfiere con el paso de la luz a través del agua. Esto está relacionado con el uso del suelo, tipo de suelos, cobertura del suelo, y períodos de muestreos, entre otros.

Sólidos totales disueltos. Es una medida de las sales disueltas en una muestra de agua después de la remoción de sólidos suspendidos; también se define como la cantidad de residuos remanentes después que la evaporación del agua ocurre. Es común observarlos en terrenos agrícolas que han sufrido procesos fuertes de escorrentía.

Conductividad. La conductividad eléctrica en las aguas naturales se puede correlacionar con la cantidad de sólidos disueltos ya que estos son en su mayoría compuestos iónicos de calcio y magnesio. La presencia de altas concentraciones de estas sales afecta la vida acuática y en el caso del riego afecta a la vida de la planta y la calidad de los suelos.

Tecnologías apropiadas para desinfección del agua

Son tecnologías sencillas, de bajo costo y de fácil implementación que permiten alcanzar niveles aceptables de descontaminación en regiones rurales, de escasos recursos hídricos y económicos que resulten aceptables y sean socioeconómicamente viables.

El más importante requerimiento individual del agua bebida es que debe estar libre de cualquier microorganismo que pueda trasmitir enfermedades al consumidor. Procesos tales como almacenamiento, sedimentación, coagulación, floculación y filtración rápida, reducen en grado variable el contenido bacteriológico del agua. Sin embargo, estos procesos no pueden asegurar que el agua que producen sea bacteriológicamente segura. Frecuentemente se necesitará una desinfección final, la cual se encarga de la destrucción o al menos la desactivación completa de los microorganismos dañinos. Se realiza usando medios físicos o químicos.

Desinfección física

El Hervido es una práctica segura y tradicional que destruye virus, bacterias, quistes y huevos. Es un método efectivo como tratamiento casero, pero no es factible para abastecimientos públicos; se puede usar el hervido como medida temporal en situaciones de emergencia, conociéndose como desinfección por ebullición.

Radiación solar Es un método efectivo para aguas claras, pero su efectividad es reducida cuando el agua es turbia o contiene constituyentes tales como el nitrato, sulfato, hierro en su forma ferrosa. Utiliza la radiación solar para inactivar y destruir a los patógenos que se hallan presentes en el agua. La desinfección ocurre por una combinación de radiación y tratamiento térmico.

La aireación puede lograrse agitando vigorosamente un recipiente lleno de agua hasta la mitad o permitiendo al agua gotear a través de una o más bandejas perforadas que contienen pequeñas piedras. La aireación aumenta el contenido de aire del agua, elimina las sustancias volátiles tales como el sulfuro de hidrógeno, que afectan al olor y el sabor, y oxida el hierro y el manganeso a fin de que formen precipitados que puedan eliminarse mediante sedimentación o filtración.

Coagulación y floculación. Si el agua contiene sólidos en suspensión, la coagulación y la floculación pueden utilizarse para eliminar gran parte del material. En la coagulación, se agrega una sustancia al agua para cambiar el comportamiento de las partículas en suspensión. Hace que las partículas, que anteriormente tendían a repelerse unas de otras, sean atraídas entre si o hacia el material agregado. El proceso de floculación que sigue a la coagulación, consiste de ordinario en una agitación suave y lenta. Durante la floculación, las partículas entran más en contacto recíproco, se unen unas a otras para formar partículas mayores que pueden separarse por sedimentación o filtración.

La filtración incluye el tamizado mecánico, la absorción y la adsorción, fundamentalmente en filtros de arena lentos. Según el tamaño, el tipo y la profundidad del filtro, la tasa de flujo y las características físicas del agua sin tratar, los filtros pueden extraer los sólidos en suspensión, los patógenos y ciertos productos químicos, sabores y olores.

Almacenamiento y sedimentación. Al almacenar el agua en condiciones no contaminantes por un día se puede conseguir la eliminación de más del 50% de la mayoría de las bacterias. Los períodos más largos de almacenamiento conducirán a reducciones aún mayores. Durante el almacenamiento, los sólidos en suspensión y algunos de los patógenos se depositarán en el fondo del recipiente. El agua sacada de la parte superior del recipiente será relativamente clara y tendrá menos patógenos

Tamizado. Echar el agua a través de un paño de algodón limpio eliminará una cierta cantidad de sólidos en suspensión o turbidez.

Desinfección química

El cloro es la sustancia más ampliamente utilizada para desinfectar el agua. La fuente de cloro puede ser el hipoclorito de sodio (tal como blanqueador casero o electrolíticamente generado a partir de una solución de sal y agua), la cal clorinada o el hipoclorito hiperconcentrado (comprimidos de cloro). El yodo es otro desinfectante químico excelente que se utiliza a veces por períodos que no deberían exceder las cuatro semanas. Tanto el cloro como el yodo deben agregarse en cantidades suficientes para destruir todos los patógenos, pero no tanto que el sabor se vea adversamente afectado.

Métodos estadísticos

La muestra calculada fue de 55 sujetos, a los que se aplicaron encuestas que tomaron diferentes aspectos necesarios para las evaluaciones y la realización de análisis. La información procedente de los medios de recopilación de datos se procesó en el paquete de programas SPSS v.22 y se creó una base de datos, otorgando indicadores numéricos a cada una de las respuestas de las diferentes interrogantes. Se completó la base de datos con los diferentes resultados, se unificaron preguntas que abarcaban los mismos temas y eran repetitivas y se procedió a elaborar una tabla de frecuencia en que concurre cada valor numérico o la representación de cada respuesta; se resumió toda la información, los datos brutos fueron más manejables y proporcionó el porcentaje de respuestas similares en cada una de las variables para poder hacer representaciones gráficas. Se trabajó con la frecuencia relativa en cada variable. Las entrevistas sirvieron para corroborar los resultados de las encuestas. Así como para evaluar el conocimiento, el compromiso y la sensibilidad de los sujetos con el tema tratado, dada su vital importancia e influencia en la calidad de vida del sector.

Resultados

Los resultados del procesamiento estadísticos arrojan que el 58% de la población cree que la proliferación de enfermedades gastrointestinales proviene del agua y no de la higiene al tratar los alimentos u otras causas, mientras que el 44% la considera apta para el consumo, aunque un 42% califica su calidad de regular, el 65% no conoce o emplea métodos de desinfección, un 60% no considera necesaria la utilización de los métodos de desinfección, el 75% lavan los alimentos. La mayoría de los adultos de la zona consumen agua de pozo constituyendo un 86% de los encuestados y un 14% agua de bidón, la zona en cuestión carece de potabilizadora. Las principales afecciones reconocidas son, diarrea con fiebre (45%), dolor estomacal acompañado con vómito (31%) y el resto solo refiere dolores estomacales o ningún síntoma.