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Caso clínico: cambio conductual en un paciente con HTA y dislipemia

Caso clínico: cambio conductual en un paciente con HTA y dislipemia

La hipertensión arterial se define como una presión arterial sistólica superior a 140 mmHg y una diastólica superior a 90 mmHg por un periodo prolongado, con base en el promedio de dos o más mediciones de la presión arterial, con el proveedor de atención a la salud, después de una prueba de detección inicial.

AUTORES:

Mario Luis Amador Luna (ENFERMERO)

Raquel Falcón Polo (ENFERMERA)

Henar Retave Olmedo (ENFERMERA)

Marta Gil Arqué (ENFERMERA)

RESUMEN

Se practica un cambio en la conducta de un paciente con HTA y DISLIPEMIA, a través de diferentes métodos con la finalidad principal de rectificar los malos hábitos alimenticios y de ejercicio diario para conseguir un control sobre su enfermedad.

ABSTRACT

Hypertension is defined as a systolic blood pressure greater than 140 mmHg and a diastolic blood pressure greater than 90 mmHg for a prolonged period, based on the average of two or more blood pressure measurements, with the health care provider. after an initial screening test.

A change in the behavior of a patient with hypertension and DISLIPEMIA is practiced, through different methods with the main purpose of rectifying bad eating habits and daily exercise to get control over their disease.

CASO CLÍNICO: CAMBIO CONDUCTUAL EN UN PACIENTE CON HTA Y DISLIPEMIA

PRESENTACIÓN DEL CASO

Salvador es un hombre de 56 años, casado y con dos hijas, vive con una de ellas y con su mujer. Presenta antecedentes de hipercolesterolemia (sigue un tratamiento con simvastatina) y acude a la consulta con motivo de fuertes cefaleas. Lo atribuye a las navidades, “por el ruido de la festividad”, pero persisten y, en determinados momentos del día se hacen más fuertes. 87.4kg y 175 cm.

  1. PRIMERA CONSULTA

Enfermero: Buenos días Salvador.

Salvador: Buenos días.

E: ¿Qué tal ha pasado las Navidades?

S: Muy bien, he estado con la familia, en el pueblo. Cenamos todos juntos por nochebuena, pero al día siguiente, para la comida de navidad no me encontraba muy bien, la cabeza era lo que más me dolía, era una sensación como si me fuese a explotar, me sentía cansado. No le di mucha importancia, pensé que se debería a que nos acostamos tarde. Pero todos estos días me ha estado doliendo y ya empieza a preocuparme.

E: ¿Por qué no ha venido antes a visitarme?

S: Seguía en el pueblo y he esperado a volver a Zaragoza.

E: Hacía ya mucho tiempo desde la última vez que acudió a la consulta

S: Sí, desde que el doctor me recetó ese tratamiento para el colesterol, vengo una vez el año para hacerme análisis. Estos dos últimos años, me han subido las cifras de colesterol.

E: ¿Qué dieta sigue? Las pastillas sólo ayudan a mantener bajo el nivel de colesterol, pero usted tiene que contribuir con su dieta y ejercicio.

S: Ninguna en especial, el médico sólo me dijo que comiese menos grasas. Mi mujer cocina desde entonces cosas con menos grasa, todo con aceite de oliva y casi nunca fritos

E: Bien, vamos a mirar la tensión y la glucemia. Tiene 152/94 y 103 de “azúcar” en sangre. La tensión está alta, tendremos que realizar dos tomas más para diagnosticar si padece hipertensión. Los dolores de cabeza se podrían explicar por la hipertensión, y si estos días festivos ha comido usted en exceso y con mucha sal, puede que su tensión haya aumentado. ¿Practica algún deporte?

S: No, hace dos años mi mujer trabajaba a unos kilómetros de casa y, como yo estoy jubilado, iba todos los días a buscarla andando y luego también caminábamos de vuelta a casa, en lugar de coger el autobús o el coche. Ahora trabaja más cerca y para lo único que ando es para ir a comprar y visitar a mi hermano. También me da la sensación de que, con el paso de los años, me voy sintiendo más pesado y tengo menos ganas de hacer ejercicio.

E: ¿Se da cuenta? Dice que hace dos años empezaron a empeorar las cifras de colesterol y coincide con la temporada en la que dejó de ir a buscar a su mujer, lo que suponía su ejercicio diario. Vamos a ver su peso. Pesa 87.4 kg, ha ganado casi 13 kilos desde la última vez que le pesé.

S: Sí, desde que me jubilé he engordado mucho. Trabajé en la minería, y eso es un ejercicio constante. Así que desde entonces, lo he notado mucho.

E: Bien, vamos a preparar una dieta equilibrada, y baja en grasas saturadas y sal.

S: Pero no estoy tan mal como para ponerme a régimen, solo tengo un poco de colesterol y me duele la cabeza, ¿no cree que si se lo dice al médico me puede recetar unas pastillas para este dolor?

E: Vamos a ver, usted está en el inicio de una enfermedad crónica, que aún con pocos síntomas o, incluso sin ninguno, le va a ir afectando. Y hay que afrontarlo de frente, no eludirlo con medicación. No se trata, tan sólo, de bajar las cifras de tensión y colesterol, sino hacerlo de una forma sana, con la cual usted se siente mejor, tiene 56 años, es joven y tiene que cuidarse, ¿de qué vale vivir si no se hace una vida de calidad?

S: ¿Es una enfermedad crónica? No la veía como tal, pensaba que era un dolor pasajero, algo que se curaba con pastillas. Mi madre es hipertensa y toma pastillas.

E: Sí, pero su madre llevará una dieta y ejercicio complementarios

S: Es verdad, ella cocina sin sal y no come casi nada de carne, la mayoría pescado y verdura.

E: No es necesario hacer una dieta muy estricta, sólo tener claro qué se puede comer, cuándo se puede comer y en qué cantidad se debe hacerlo. El principal factor de riesgo para el aumento de la tensión arterial es la sal, eso tendrá que quitarlo de sus comidas, ya no sólo dejar de añadir sal, sino, evitar conservas, embutidos, latas… y una serie de alimentos que le daré en un papel. Se encuentra en un IMC de 28.5 y para considerarse un peso teórico, dentro de la normalidad debe estar en un IMC entre 20 y 25. ¿Lo comprende?

S: Sí, creo que me estoy haciendo consciente de que esto no es una mera visita más al centro de salud.

 E: Exactamente.

El resto de la entrevista se centró en explicaciones acerca de la dieta y el ejercicio que debía de realizar.

E: Para que el tratamiento sea efectivo, usted me escribirá en un papel, día tras día, las comidas que ha realizado, si ha añadido sal, el tipo de ejercicio realizado y durante cuánto tiempo, y cómo se ha sentido tras ello. Le voy a dar cita para dentro de una semana, me contará qué tal ha ido y observaremos los resultados parciales obtenidos.

S: de acuerdo, muchas gracias.

Tras la valoración del paciente mediante 14 Necesidades Humanas Básicas de Virginia Henderson, detectamos problemas sobre los que se debe actuar:

DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA (NANDA-NIC-NOC)

00001 – Desequilibrio nutricional: ingesta superior a las necesidades r/c aporte excesivo con las necesidad metabólicas m/p IMC superior a 25

00093 – Fatiga r/c mal estado físico m/p sedentarismo

00126 – Conocimientos deficientes r/c mala interpretación de la información y falta de interés en el aprendizaje m/p mal control de su enfermedad y seguimiento inexacto de las instrucciones.

00179 – Riesgo de glucemia inestable r/c falta de aceptación del diagnóstico, aporte dietético, aumento de peso.

 00201 – Riesgo de perfusión tisular cerebral ineficaz r/c la elevación de las cifras de tensión arterial

OBJETIVOS DE LA PRIMERA CONSULTA

 Objetivos semanales:

– Reducir la ingesta de azúcares de absorción rápida y grasas

– Realizar el auto-registro de ingesta alimentaria

– Centrar las comidas en cinco momentos: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena

– Aumentar el ejercicio físico y auto-registro del mismo

– Adhesión al plan terapéutico

 Objetivos generales:

– Disminución de IMC

– Control adecuado de HTA

– Disminuir la fatiga

  1. SEGUNDA CONSULTA

 E: Buenos días. ¿Qué tal ha ido esta semana, Salvador?

S: Buenos días, bien. Me costó mucho cambiar el chip, de pronto tener que comer tan diferente. Aunque lo de sustituir la sal por especias salió mejor de lo que esperaba. Creo que he seguido bien los pasos que usted me dijo.

E: Hablando de pasos, ¿qué tal el ejercicio?

S: Bueno, un poco flojo, la verdad es que no me encuentro con ganas de salir a hacer deporte, ni siquiera andar. De todas maneras, aquí tengo todo apuntado tal y como me dijo, gracias a este papel he conseguido hacerme consciente de lo que comía. Y el sábado no lo he respetado del todo.

E: Vamos a ver… Bien, en aspecto general está bien, sólo he de remarcar un par de cosillas. La bollería industrial no le va a hacer ningún daño, pero podemos llegar a un acuerdo: si usted mantiene una dieta equilibrada de domingo a viernes, el sábado puede almorzar un croissant o un mini con embutido, pero sólo ese día para el desayuno y sólo con la condición de que los seis días restantes haya seguido adecuadamente la dieta.

S: Me alivia saber que no tengo del todo restringidas las comidas que me gustan, porque, ¿sabe? Me quedé muy decepcionado cuando me dijo que era una enfermedad crónica, estoy intentando con todas mis fuerzas seguir las pautas que me dio, pero claro, todos tenemos momentos de debilidad. Con lo que usted me dice, entiendo que poder almorzar “como Dios manda” es una recompensa a un trabajo bien hecho.

E: Me alegro de que sea consciente, es de la única manera que se afrontan los problemas de manera efectiva. Y no se olvide de que, aunque es una recompensa, se trata de mantener un buen estado de salud, así que tampoco hay que excederse, se trata de que las mejoras superen los descontroles. Bueno, en segundo lugar, decirle que las anchoas y todas las conservas absolutamente prohibidas…

S: Es que fui al bar a tomar un café con los amigos antes de ir a por el Heraldo y me apeteció mucho. Como todos comían uno, sentí el impulso de comerlo, aunque se que hacía mal.

E: La próxima vez tendrá que ser más fuerte porque todo lo que mejore en un día, se puede ver perjudicado por ese bocadillo. En tercer lugar, volvemos al sábado de excesos, sería conveniente que evitase los huevos, o en su lugar, comiese uno sólo a la semana, porque un huevo aporta él solo la cantidad necesaria de colesterol para un día, que son 300 gr de colesterol y usted ya va más que servido.

S: ¡Ja, ja, y que lo diga! Bueno, pero ¿por lo menos uno podré comer?

E: Lleguemos a otro acuerdo, usted hace ejercicio en condiciones y si lo cumple, podrá cenar un huevo. Porque ir a comprar el pan no es ejercicio, ni salir a tomar un café. Está bien que lo haga, pero eso no cuenta como ejercicio. Ejercicio sería dar un paseo de un par de kilómetros, cuanto más mejor. Y hacerlo de continuo.