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Reflexiones sobre una propuesta metodológica para el perfeccionamiento de las competencias profesionales del especialista de medicina general integral

Reflexiones sobre una  propuesta metodológica para el perfeccionamiento de las competencias profesionales  del especialista de medicina general integral

Resumen

En este artículo se reflexiona sobre  una propuesta metodológica para el perfeccionamiento de las competencias profesionales de especialista en medicina general integral.  La educación en el trabajo, aprender haciendo como dimensión por excelencia para el aprendizaje y desarrollo de hábitos clínicos y asistenciales, lo que naturalmente demanda evaluar todo el proceso, o sea lo aprendido a través de la actividad, del desempeño ante el objeto, por competencia,  en nuestro ámbito generalmente los pacientes.

Reflexiones sobre una  propuesta metodológica para el perfeccionamiento de las competencias profesionales  del especialista de medicina general integral

Articulo de revisión

Autores: Dr. Eusebio Castillo Marcial (1) Dr. C.  Alfredo de la Asunción Izquierdo Hernández (2)

Policlínico Universitario Ramón López Peña. Municipio Caimanera.

Palabras clave: competencias profesionales, aprender haciendo, educación en el trabajo, formación por competencia, evaluación por competencia.

  1. Especialista Primer Grado en Medicina General Integral. Máster en Atención Integral al Niño. Profesor Asistente,
  2. Doctor en ciencias. Profesor titular. Metodólogo de formación académica de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo

Introducción

La competencia profesional en todas las disciplinas es el pilar fundamentar a tener en cuenta a la hora de elaborar el diseño curricular de todas las carreras, pues están indisolublemente concatenadas con las demandas de la sociedad, con sus necesidades y perspectivas, con el encargo social de los profesionales en cuestión. Estas tienen un condicionamiento espacio temporal e histórico social concreto, si partimos de la máxima que cada sociedad y cada lugar exige un tipo de profesional,  bien preparado tanto en el sistema de conocimientos, habilidades y hábitos, médula de la especialidad, como con la capacidad de utilizar los mismos con responsabilidad, eficiencia y eficacia.

El concepto de competencia es multidimensional e incluye distintos niveles como saber (datos, conceptos, conocimientos), saber hacer (habilidades, destrezas, hábitos,  métodos de actuación), saber ser (actitudes y valores que guían el comportamiento) y saber estar (capacidades relacionada con la comunicación interpersonal y el trabajo cooperativo)… la competencia es la capacidad de un buen desempeño en contextos complejos y auténticos. Se basa en la integración y activación de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores. (1)

Como se observa  no  podemos olvidar las condiciones éticas morales de cada profesional, no solo como persona, sino además, los propios que demanda la profesión que ejerce, su responsabilidad y compromiso ante la sociedad y  la ciencia , en que se desenvuelve. La posición que ocupa tanto en la humanidad como en la disciplina en que se ha formado. En síntesis, nos referimos a los sistemas de valores de los cuales debe ser reservorio el individuo formado, sin los cuales no podría ejercer un papel positivo y eficiente en su ámbito de actuación, ya que no asumiría la exigencia de la especialidad para la que se formó, las necesidades que emanan de la sociedad ni de las organizaciones empleadoras; tanto en la producción como en los servicios.

 Según la organización internacional del trabajo, competencia es la interacción armoniosa de las habilidades, conocimientos, valores, motivaciones, rasgos de personalidad y aptitudes propias de cada persona que determinan y predicen el comportamiento que conduce a la consecución de los resultados u objetivos a alcanzar en la organización. (2,3)

En el caso de la medicina éste fenómeno  se potencializa, es mucho más trascendente, pues el desarrollo vertiginoso de la misma, condiciona un acelerado ensanchamiento entre los contenidos de las diferentes especialidades, los modos de actuación y la aprehensión de las habilidades, hábitos y  actitudes por los profesionales del sector.

 En salud concordamos con la definición citada por el Dr. José María Peinado Herreros, Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, cuando cita que: entendemos por competencias el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten una excelente práctica médica, en continuo perfeccionamiento, adecuada al contexto social en que se desarrolla. (4)

 Es una categoría dinámica, donde hay  que tener en cuenta las sofisticadas tecnologías  y poderosas  drogas  que a diario  irrumpen al mercado, para enfrentar el complejo y cambiante cuadro clínico y epidemiológico que azotan a la humanidad, como las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles, donde el cáncer se ha convertido en la pandemia del siglo  XXI; sin olvidar las enfermedades infectocontagiosas, entre las que solo mencionaremos  la dramática epidemia del Ébola que enlutó a miles de familias en varios países del  continente africano; el cólera en Haití, el SIDA a nivel global, el síndrome metabólico y su terribles complicaciones,  entre otras muchas,  sin las cuales ejercer la asistencia médica hoy día,  sería imposible.

Como citamos anteriormente  la epidemia del Ébola exigió un gigantesco  esfuerzo no solo de las autoridades sanitarias nacionales, sino también, las internacionales, regionales y mundiales, como la OPS, la OMS y la ONU para capacitar al abrumador contingente de especialista Cubanos y de otros países que partiría a los diferentes confines del continente africano a combatir la aterradora Epidemia. El entrenamiento sistemático en situaciones modeladas, con los medios y modo de actuación permitió preparar de forma acelerada el nutrido contingente de colegas, que a la postre detuvo la transmisibilidad, salvaron miles de vidas y preservó la salud de sus integrantes.

 Ébola y cólera son ejemplos de patologías de alta