cuestionario “¿Sabe cuál es el número de teléfono al que tiene que llamar en caso de urgencia médica?”, un 69,6% de los estudiantes llamarían en caso de emergencia al teléfono de emergencias europeo (112), un 14’3% llamarían a la Policía Nacional (091) y un 8,9% al teléfono de emergencias sanitarias del Servicio Aragonés de Salud (061), siendo estas las tres opciones más contestadas. Un 16,9% de los estudiantes llamarían a los distintos teléfonos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado incluidos en la encuesta (091, 092, 062) (Fig. 1). Además, un 2,7% llamarían al número 911, no existente en nuestro país.
La cadena de supervivencia (9) resume en 4 eslabones los pasos a seguir para asegurar una correcta secuencia de actuación ante una emergencia. (Fig. 2). Y sin embargo, es la gran desconocida para la mayoría de los estudiantes: un 82,1% desconocen su utilidad.
Más de la mitad de la muestra, un 51,8%, no sabría como actuar en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria (PCR). La mayoría, un 79,6% reconoce los signos de una parada cardiorrespiratoria (PCR), ausencia de respiración y circulación espontanea.
Sobre “Conocimiento de la secuencia de compresiones/insuflaciones», del total de la muestra, un 48,6% contestaron erróneamente dentro de las opciones propuestas (40:10,15:2, 30:2,100:15), un 26,8% no sabe/no contesta, y tan solo un 24,1% realizarían la secuencia 30 compresiones/2 insuflaciones recomendadas en la actualidad por la European Resuscitation Council (ERC) en 2015 (8) (Fig. 3)
Las 2 anteriores preguntas se exponen mediante Tabla cruzada: “¿Sabe que es una Parada Cardiorrespiratoria?”/ Secuencia de reanimación: compresiones/insuflaciones”. (Fig. 4).
(p<0,001)
A la pregunta “¿Ha presenciado alguna vez una parada cardiorrespiratoria (PCR)?” 10 estudiantes han contestado afirmativamente y 102 estudiantes, han contestado que no.
Un 70,5% de los encuestados contestaron correctamente en relación al el uso del DEA.
Un 92,9% (104 estudiantes) no habían realizado anteriormente un curso de Soporte Vital Básico (SVB), y un 6,3% (7 estudiantes) si lo había realizado.
En relación con la cuestión “¿Le gustaría saber cómo actuar ante una parada cardiorrespiratoria (PCR)?” Un 96,4 de los estudiantes contestaron que afirmativamente. Un 1,8% (2 estudiantes) contestaron negativamente. (Fig. 5).
Como último ítem del cuestionario, un 90,2% de los estudiantes contestaron afirmativamente a la pregunta “¿Cree necesario la enseñanza de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en colegios y/o institutos?” (Fig. 6).
El conocimiento de las maniobras de Soporte Vital Básico (SVB) según los valores recogidos en la encuesta es diverso, aunque conocen ciertos aspectos importantes del mismo, teléfono de emergencias, alerta precoz, signos de una parada cardiorrespiratoria (PCR), uso del DEA, por otro lado desconocen aspectos importantes del mismo, tales como secuencia de compresiones/insuflaciones…..que deben de ser reforzados y revaluados nuevamente.
DISCUSIONES
En España han existido diferentes iniciativas para trasladar los conocimientos de la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica a la escuela. Son varios los colectivos que de una forma local han puesto en marcha cursos o actividades en torno a la reanimación cardiopulmonar (RCP). En ocasiones, se trata de actividades puntuales y limitadas en el tiempo que no han tenido continuidad, en otras sin embargo cuentan con una larga tradición (10,11, 12—- 13).
Similares resultados se dan en la encuesta publicada por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP) en septiembre 2011, en la que se destaca un escaso conocimiento de la población española sobre el paro cardiaco, la cadena de supervivencia, la resucitación cardiopulmonar y el DEA (13–10).
Sociedades médicas e instituciones internacionales, el European Resuscitation Council (ERC) entre otras, han recomendado que la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica se introduzca durante la educación obligatoria, ya que la escuela constituye un ámbito ideal para iniciar a la población en el conocimiento y el aprendizaje de las técnicas básicas que forman la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Existen numerosas razones para respaldar esta afirmación. Los jóvenes son una población diana ideal para iniciar programas de difusión amplios, y a diferencia de los adultos, son más capaces de aprender maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), están más interesados en adquirir este tipo de habilidades y probablemente, mas predispuestos a administrarlas en caso necesario (11,14), en otros escenarios, distintos a la escuela/institutos (15).
La Educación Secundaria, al ser obligatoria en España, supondría a medio-largo plazo el conocimiento de dichas maniobras por el 100% de la población (15, 16,17), con lo que se aseguraría un SVB precoz, aumentando las posibilidades de éxito a la vez que disminuyendo considerablemente las complicaciones y secuelas.
Actualmente el futuro de la reanimación está en el ámbito escolar; En países occidentales comprobamos como la formación está más introducida, extendida y planificada, comenzando en los colegios de secundaria. Varios autores refieren que la implantación de la enseñanza en reanimación cardiopulmonar (RCP) en las escuelas solo requiere 3 horas al año, tiempo minino que no interrumpe los contenidos académicos escolares (18). Siendo el reciclaje recomendado por la European Resuscitation Council (ERC) para población no sanitaria entre 12-24 meses (16). Actualmente existen estudios que demuestran que sería recomendable reciclar conocimientos más frecuentemente entre 3 y 6 meses (19).
El relación al manejo del DEA, y según la European Resuscitation Council (ERC), la instalación de DEAs en lugares de gran afluencia pública y la enseñanza en el manejo a la población hacen que no sea necesaria la presencia de los servicios de emergencia para el uso inicial. La seguridad en su manejo y la efectividad de la descarga en los ritmos desfibrilables taquicardia ventricular (TV) y fibrilación ventricular (FV) justifica su manejo por parte de los primeros intervinientes y personas con un mínimo entrenamiento y formación (20,21) no siendo necesario realizar un período previo predeterminado de reanimación cardiopulmonar (RCP), si la disponibilidad es inmediata (8).
Se considera que a partir de los 9 años, después de unas breves instrucciones se puede utilizar adecuadamente un DEA (21). Según el ILCOR, incluso sin entrenamiento el uso del DEA puede ser beneficioso y salvar vidas (22). Diferentes estudios han demostrado que es a partir de los 13 años, con un peso medio de 50 kilos, cuando las personas se encuentran en condiciones físicas de aplicar técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y en condiciones de desarrollo cognitivo suficiente como para asimilar la importancia de la parada cardiaca (23).
El resultado del estudio ha contribuido a la difusión y conocimiento de las maniobras de resucitación cardiopulmonar (Soporte Vital Basico) por parte de la población general, con el objetivo de aumentar el grado de conocimiento de estas prácticas por el mayor número posible de la población.
CONCLUSIONES
En la actualidad hay suficiente nivel de evidencia para aconsejar la difusión del Soporte Vital Básico (SVB), a la población en general. Los hallazgos de este estudio ponen de manifiesto el interés y la implicación de los estudiantes en el