Inicio > Enfermería > Consecuencias de infección por VPH: Condilomas acuminados. A propósito de un caso

Consecuencias de infección por VPH: Condilomas acuminados. A propósito de un caso

Consecuencias de infección por VPH: Condilomas acuminados. A propósito de un caso

La infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más frecuente del mundo. Actualmente existen más de 100 tipos de VPH, siendo lo de mayor riesgo oncogénico los VPH 16 y 18 en la mayor parte de los casos.

Bárbara Pacheco Álvarez. Graduada en enfermería

María Eugenia Cendón García

  • Resumen

            La infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más frecuente del mundo. Actualmente existen más de 100 tipos de VPH, siendo lo de mayor riesgo oncogénico los VPH 16 y 18 en la mayor parte de los casos.

            Las lesiones que se pueden producir a consecuencia de este virus son múltiples tanto en hombres como en mujeres, aunque existe una mayor afectación en el género femenino, ya que entre el 50 y el 80% de las mujeres sexualmente activas, al menos una vez en la vida, sufren una infección por VPH.

            Los varones son los más frecuentes portadores del virus, y en el caso del desarrollo de lesiones, suelen darse las verrugas planas o verrugas anogenitales, muy frecuentemente por el VPH 16.  Sin embargo, uno de los principales problemas con el desarrollo de este tipo de lesiones, es que cursan de manera asintomática en muchas ocasiones, durante un largo periodo de tiempo, fomentando por tanto su transmisión  través de relaciones sexuales sin protección (ya sea vaginal, anal u oral). Otro problema añadido es el inicio, cada vez más precoz, de las relaciones sexuales durante la adolescencia, aumentando el número de casos y dejando a entrever un problema grave en la sociedad actual con falta de programas de prevención.

            A continuación se expone un caso clínico de un varón joven de 33 años con el desarrollo de condilomas acuminados a consecuencia de la infección por VPH tras conductas sexuales consideradas de riesgo.

  • Abstract

Human papillomavirus (HPV) infection is the most common sexually transmitted disease (STD) in the world. Currently there are more than 100 types of HPV, with the highest oncogenic risk being HPV 16 and 18 in most cases.

The lesions that can occur as a result of this virus are multiple in both men and women, although there is a greater involvement in the female gender, since between 50 and 80% of sexually active women, at least once in life, suffer an HPV infection.

Males are the most frequent carriers of the virus, and in the case of the development of lesions, flat warts or anogenital warts usually occur, very frequently due to HPV 16. However, one of the main problems with the development of this type of Injuries, is that they occur asymptomatically on many occasions, over a long period of time, thus encouraging their transmission through unprotected sex (whether vaginal, anal or oral). Another added problem is the beginning, more and more early, of sexual relations during adolescence, increasing the number of cases and leaving to glimpse a serious problem in today’s society with lack of prevention programs.

The following is a clinical case of a 33-year-old young man with the development of illuminated condylomas as a result of HPV infection after sexual behaviors considered risky.

  • Introducción

            La enfermedad de transmisión sexual (ETS) más recurrente del mundo es la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), la cual se caracteriza por su diversidad, ya que en la actualidad se llegan a determinar más de 100 tipos de VPH. De entre ellos, tienen  especial importancia aquellos con alto riesgo oncogénico, los 16, 18, 31 y 45 fundamentalmente, responsables del desarrollo de cánceres tanto ginecológicos como no ginecológicos. Dentro de los ginecológicos, el principal en cuanto a frecuencia y gravedad, es el cáncer de cuello uterino 1.

            El mecanismo de acción de este virus se lleva a cabo durante el acto sexual, sin protección, dónde se produce la microlesión del epitelio genital ocasionando la exposición de células basales en estado de proliferación a los diferentes tipos de VPH, de este modo, se permite el establecimiento de la unión entre la célula basal a través de su receptor y el virus, en este caso a través de la proteína de la cápsula viral 2.

                En la actualidad se prevé que hay más de 600 millones de personas infectadas por el VPH, mayoritariamente mujeres. Entre el 50% y 80% de las mujeres sexualmente activas se infectan una vez en la vida por este virus dada la facilidad de transmisión que presenta. En el caso de los varones, la infección suele darse en porcentajes más bajos, pero sí predomina en este género el ser portador del virus.

            Esta transmisión de la que hablamos se puede llevar a cabo durante el sexo oral, anal o vaginal a través de los fluidos corporales, membranas mucosas o por la existencia de pequeñas lesiones en la piel. Como resultado se pueden dar lesiones planas o verrugas de diversos tamaños y grosores y que pueden ser precursoras de lesiones o complicaciones más graves, entre las cuales se encuentra el cáncer.

            Uno de los principales problemas en la actualidad durante la adolescencia es el desarrollo de ITS, en relación al VPH, por el inicio cada vez más precoz de las relaciones sexuales y la falta de información de cómo realizarlas de manera segura 3.

            En el caso de los hombres, las lesiones por VPH son de carácter multifocal y solo entorno al 12% llegan a ser visibles, siendo el porcentaje restante poco sintomáticas o inaparentes.

            El tipo de VPH más frecuente que suele producir las lesiones más habituales en el varón es el serotipo 16. Dichas lesiones pueden darse en múltiples lugares, donde predominan las siguientes:

-Glande

-Frenillo

-Dorso del pene

-Base del pene

-Fosa navicular

-Meato uretral

-Testiculos y sus alrededores

-Ano

-Zona perianal

            Las lesiones suelen ser bastante evidentes, en forma de verrugas, siendo muy característica la típica “forma en coliflor”. Los tamaños así como el grosor pueden ser muy variados y darse diversos tipos al mismo tiempo.

 Una manera de poder valorarlo es a través de la aplicación de ácido acético para su visualización en combinación con el test VPH-ADN, lo cual permite determinar la infección por VPH de una manera más fiable.4, 5

            Otra manifestación clínica frecuente son los condilomas acuminados, también conocidos como verrugas anogenitales, los cuales suelen ser producidos por VPH de bajo riesgo oncogénico, principalmente VPH 6 y 11. Tienen una apariencia verrugosa o pediculada,  en forma de protuberancia blanda  y que puede darse con coloración rosácea o bien con tonalidades blanco-grisáceas.

            Normalmente cursa con una ausencia de sintomatología, aunque puede ser frecuente el prurito en la misma zona de la lesión así como en zonas adyacentes, ligero sangrado a consecuencia del roce de la lesión, y también exudación, aunque ésta de una manera baja/moderada.

            Se caracterizan porque pueden tardar en aparecer meses, y posteriormente, suelen requerir de medidas cruentas para su erradicación con algo riesgo de recidiva si no se realiza de manera eficaz.

            Como problemática a añadida a la presencia de condilomas acuminados o verrugas anogenitales, existe el riesgo en el varón de desarrollo de cáncer de pene, con el cual se ha establecido una estrecha relación, así como, con cáncer de ano y colon. A su vez el mantener relaciones sexuales con mujeres, fomentaría el riesgo de desarrollo de cáncer de cuello uterino y vulva predominantemente 6.

  • Metodología

            El objetivo de este trabajo es exponer un caso clínico que refleje una de las principales consecuencias que se dan tras la infección por VPH, por transmisión sexual.

            Se expondrá el caso clínico con su correspondiente descripción y evolución de la patología existente y posteriormente se expondrá cómo se ha llegado a su diagnóstico, cual ha sido el tratamiento de elección, y cómo se ha producido la evolución de la enfermedad y del paciente.

            Por otro lado, se realizará una breve revisión bibliográfica, la cual ha sido realizada entre septiembre y octubre de 2019, para así conocer la evidencia científica existente en estos momentos sobre los condilomas acuminados, resultado de la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) por transmisión sexual.

            Las bases de datos utilizadas han sido nacionales e internacionales, del ámbito de las Ciencias de la Salud y de la Enfermería: Cuiden, Scielo, Google Académico y Pubmed.

Se han aplicado descriptores DESC y términos libres combinándolos con el operador booleano “and”.

            La búsqueda se ha limitado a artículos en castellano en los últimos diez años con el fin de consultar la información más actualizada posible.

            Palabras clave: Infecciones por Papilomavirus, Enfermedades de Transmisión Sexual, Verrugas, Tratamiento.

            Key words: Papillomavirus Infections, Sexually Transmitted Diseases, Warts, Treatment.

  • Descripción del caso

            Varón de 33 años, soltero, natural de Gijón, Asturias. No alergias medicamentosas conocidas (NAMC). No hábitos tóxicos, no intervenciones quirúrgicas previas. Diagnóstico de hernia discal (L5-S1) desde el año 2012 por accidente de tráfico, siendo realizado como tratamiento una discólisis percutánea con ozono en clínica privada con buena evolución, pendiente actualmente de resonancia magnética.

            No patologías somáticas actualmente. Único tratamiento actual, Ibuprofeno 600 mg o Paracetamol 1gr, sí dolor.

            Antecedentes familiares: Abuelo materno fallecido por cáncer de colon.

Historia actual:

            En febrero de 2018 el paciente evidencia la presencia de una lesión en el lateral izquierdo del pene, motivo por el cual acude a su médico de Atención Primaria (AP), siendo valorado y dónde se determina derivación al Servicio de Atención de ITS de referencia.

            Tras la misma, se determina la presencia de una verruga por contacto con el Virus del Papiloma Humano (VPH), con aspecto de coliflor en miniatura. Aparentemente solo se determina dicha lesión, indolora, aunque con ligera irritación en la zona adyacente.

            El tratamiento de elección tras la valoración pertinente en la consulta de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)  es la crioterapia (criocirugía) para erradicar las verrugas por VHP, ya que la lesión principal valorada por su médico de AP, es solo una de las varias presentes en la zona púbica del paciente. Se determina la presencia de pequeñas verrugas en diversas zonas cerca y en el propio glande dónde es imposible la aplicación de dicha técnica y por tanto, se combina junto con esta medida, la aplicación en el domicilio de Imunocare Crema 50 mg/g, tres veces por semana hasta la eliminación completa de las verrugas, y posteriormente, continuar tratamiento dos meses más de forma preventiva, ya que existe probabilidad de resurgir la lesión. Desde entonces se establecen revisiones con el equipo de enfermería para valorar evolución y si empeoramiento, valoración médica.

            El mayor número de verrugas se observan en la base del pene con extensión a la zona inguinal y cara interna del muslo izquierdo, en este caso con aspecto lunar.

            Sin embargo, se produce una evolución tórpida del tratamiento ya que, a pesar de la erradicación de varias verrugas genitales presentes en la zona del pene, el paciente se percata de la presencia de otro tipo de lesiones en la zona anal al cabo de un mes del inicio del tratamiento.

            En este caso se trata de múltiples lesiones proliferativas de color blanco-grisáceo, parcialmente pigmentadas y con proyecciones papilomatosas con el típico “aspecto de coliflor” desde la zona anal, con una extensión bastante amplia rodeando la zona perianal, al parecer, a consecuencia de realizar una depilación con cuchilla y fomentando la proliferación de la infección llegando a la cara interna de los muslos.

            Al igual que las anteriores lesiones, son indoloras, aunque en este caso, tienen una sintomatología basada en el prurito y ligera exudación.

            En cuanto a los condilomas acuminados,  la determinación clínica es la derivación al servicio de Cirugía General (CG), tras el previo paso por ITS, con el fin de valorar adecuadamente la extensión de las lesiones existentes y por tanto esclarecer qué tratamiento realizar.

            El primer paso por tanto es saber el grado de extensión a nivel de lcolón.

            La primera decisión del servicio de CG es la realización de una endoscopia digestiva baja dónde se determina:

  • Identificado como condilomas: Fragmentos tisulares, irregulares y agrupados que miden menos de 0,8 x 0,8 cm. Superficie rugosa e irregular además de bordes anfractuosos.
  • Identificado como hemorroides: Fragmento tisular de morfología pendular de 1,5 cm de diámetro por 0,7 cm de diámetro máximo. Superficie mucosa rugosa, irregular. Tonos violetas. Apariencia isquémica.

            En dicha colonoscopia se realiza una biopsia de topografía no referida en la cual se obtienen los siguientes resultados:

  • Fragmentos de epitelio escamoso con características histológicas de condiloma. Estudio IHQ con positividad para VPH.
  • Pedículo hemorroidal y nevus intradérmico.

            Por tanto se esclarece la presencia de condilomas por el tracto intestinal, limitándose a la zona baja del colón y zona anal interna por infección por VPH. A su vez también se observan hemorroides, en este caso sin representación sintomatológica de interés, y nevus intradérmico.

  • Tratamiento y evolución del paciente

            El diagnóstico es principalmente clínico, tras la valoración de las lesiones presentes en la zona anal, las cuales se caracterizan por ser asintomáticas (con excepción del prurito y la exudación existentes), y por la morfología en coliflor presente en la zona perianal y anal de gran extensión de coloración grisácea, llegando a la conclusión de estar frente a los denominados condilomas acuminados (CA) o verrugas anogenitales.

            En este tipo de situación es imprescindible realizar un diagnóstico diferencial clínico con la presencia de pápulas perladas del pene, las cuales también tiene presentes el paciente, así como, hemorroides, molusco contagioso o condiloma en lata. Para ello se tendrá que realizar un estudio histológico dónde se evidencia acantosis epidérmica con papilomatosis, hiperqueratosis y coilocitos.

            El tratamiento puede ser muy amplio. Como se decía anteriormente, la crioterapia ha sido el tratamiento de elección para aquellas verrugas genitales de pequeño tamaño localizadas en la zona púbica, principalmente en la base del pene. La característica principal de este tratamiento, es la aplicación de nitrógeno líquido por parte del personal facultativo, pudiendo llegar a ser necesarias varias aplicaciones en función del grosor de la verruga. Por otro lado, la aplicación de Inmunocare 50 mg/g (Imiquimod) de manera tópica en las diversas lesiones anteriormente tratadas con criocirugía, así como aquellas localizadas en el glande del paciente, dónde la sensibilidad en dicha zona impide el realizar otros tratamientos más cruentos. El tratamiento tópico con Imiquimod en las zonas previamente tratadas con nitrógeno líquido se encuentra indicado a pesar de la erradicación de la lesión ya que este tipo de verrugas se caracterizan por la facilidad de resurgir a pesar de estar en tratamiento. Pueden llegar a ser precisos varios meses de tratamiento y además, hay que contar con riesgo de cronicidad, por ello, es de vital importancia realizar las indicaciones pertinentes por parte del equipo médico, aplicando dicha pomada tres veces por semana (dejando actuar sobre la piel el Imiquimod durante 6 a 10 horas) durante al menos 16 semanas dónde se determine la cicatrización de las verrugas.