Contenciones mecánicas en enfermería: evidencia y prácticas óptimas para una atención centrada en el paciente
Autora principal: Ana Belén Feyto Pérez
Vol. XVIII; nº 19; 994
Mechanical restraints in nursing: evidence and best practices for patient-centered care
Fecha de recepción: 27/08/2023
Fecha de aceptación: 02/10/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 19 Primera quincena de Octubre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 19; 994
Autor principal: Ana Belén Feyto Pérez (Graduada en enfermería).
Autores: Paola Álamo Urgelles (Graduada en enfermería)
Estíbaliz Minerva Cativiela Rodríguez (Graduada en enfermería)
Lugar de trabajo: Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza). España.
RESUMEN
Las contenciones mecánicas en enfermería son dispositivos o técnicas utilizadas para restringir el movimiento de pacientes, con el objetivo de prevenir daños a sí mismos o a otros y mantener su seguridad y bienestar. A lo largo de la historia, estas medidas han sido objeto de debate debido a sus posibles impactos negativos en la calidad de atención centrada en el paciente y sus derechos.
Desde la antigüedad, se ha utilizado la contención como una solución para tratar a personas con enfermedades mentales. Sin embargo, en el siglo XVIII, surgió el tratamiento moral, abogando por un equilibrio entre seguridad y derechos de los pacientes y eliminando el uso punitivo de la contención.
En la actualidad, el enfoque de recuperación de pacientes enfatiza empoderar a los usuarios, buscando un abordaje libre de medidas coercitivas, considerando la contención mecánica como contraria a este modelo y buscando un enfoque más humano y centrado en el paciente.
En diferentes países, se utilizan distintos procedimientos de contención y la percepción de estas medidas varía según la cultura. En España, no hay una ley específica que regule los procedimientos de restricción física de pacientes en salud mental, pero se deben respetar los derechos fundamentales de las personas con enfermedad mental establecidos en otras leyes.
En cuanto a la eficacia y seguridad de las contenciones mecánicas, la literatura científica ha abordado este tema, destacando su capacidad para prevenir caídas y lesiones, pero también señalando riesgos como úlceras por presión y efectos psicológicos negativos en el paciente.
Es esencial que el personal de enfermería esté adecuadamente capacitado y que se utilicen materiales homologados para aplicar las contenciones de forma segura y respetuosa. La decisión de aplicar contenciones debe basarse en una evaluación exhaustiva del paciente y considerar alternativas menos restrictivas siempre que sea posible.
Se deben seguir pautas y recomendaciones basadas en la evidencia para el uso adecuado de contenciones mecánicas, priorizando una atención centrada en el paciente y respetuosa de sus derechos. Entre las recomendaciones se incluye implementar intervenciones no farmacológicas, capacitar al personal de enfermería y documentar adecuadamente el uso de contenciones.
Palabras clave: contenciones mecánicas, enfermería, salud mental, geriatría.
ABSTRACT
Mechanical restraints in nursing are devices or techniques used to restrict the movement of patients, with the aim of preventing harm to themselves or others and ensuring their safety and well-being. Throughout history, these measures have been the subject of debate due to their potential negative impacts on patient-centered care quality and their rights.
Since ancient times, restraint has been used as a solution to treat individuals with mental illnesses. However, in the 18th century, the moral treatment emerged, advocating for a balance between patient safety and rights and eliminating punitive use of restraint.
Currently, the recovery-oriented approach emphasizes empowering patients, seeking a non-coercive approach, considering mechanical restraint contrary to this model, and pursuing a more humane and patient-centered approach.
Different countries employ various containment procedures, and perceptions of these measures vary according to culture. In Spain, there is no specific law regulating physical restraint of mental health patients, but fundamental rights of individuals with mental illness are protected by other laws.
Regarding the efficacy and safety of mechanical restraints, scientific literature has addressed this issue, highlighting their capacity to prevent falls and injuries while also noting risks such as pressure ulcers and negative psychological effects on patients.
It is crucial that nursing staff be adequately trained and that certified materials be used to apply restraints safely and respectfully. The decision to use restraints must be based on a comprehensive patient assessment and consideration of less restrictive alternatives whenever possible.
Guidelines and evidence-based recommendations should be followed for the appropriate use of mechanical restraints, prioritizing patient-centered and respectful care. Recommendations include implementing non-pharmacological interventions, providing training for nursing staff, and adequately documenting the use of restraints.
Keywords: Mechanical restraints, nursing, mental health, geriatrics.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
Las contenciones mecánicas (CM), como parte de las intervenciones de enfermería, han sido una práctica ampliamente debatida debido a su papel en la seguridad y bienestar del paciente. Estas intervenciones se utilizan para prevenir caídas y autolesiones, especialmente en pacientes con riesgos de deterioro cognitivo o movilidad limitada. Sin embargo, su implementación ha suscitado inquietudes éticas y clínicas sobre la restricción de la libertad del paciente y la posibilidad de efectos adversos.
El uso de restricciones físicas o contenciones mecánicas es una medida terapéutica común en centros de atención geriátrica, con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas. Sin embargo, la evidencia científica que respalda su efectividad es escasa. La CM implica el uso de dispositivos físicos o mecánicos para restringir los movimientos, pero plantea preocupaciones éticas debido a su connotación negativa y asociaciones históricas con prácticas de restricción en el pasado. En España, una cantidad significativa de adultos mayores con limitaciones físicas o mentales dependen de cuidados institucionalizados, donde el uso de contenciones es común. A pesar de tener intenciones preventivas, la CM es un tema controvertido con diversas implicaciones morales, éticas, sociales y legales.
Las recomendaciones internacionales enfatizan la necesidad de reducir el uso de CM y considerarlas como último recurso, alentando la evaluación de enfoques alternativos verbales, ambientales y farmacológicos. En el contexto de las unidades de cuidados intensivos (UCI), el personal de enfermería a menudo decide aplicar o retirar las CM de forma autónoma, a pesar de las recomendaciones y de la prescripción médica. Una minoría de UCI en España cuenta con solicitudes por escrito de CM y protocolos específicos.
Existe la necesidad de intervenciones de enfermería basadas en evidencia y la clarificación de mitos en torno a las CM. Comprender mejor y reflexionar sobre estas intervenciones es esencial para mejorar el cuidado del paciente y garantizar que el uso de CM sea prudente y vaya a favor de los pacientes.
El objetivo principal es promover una atención de calidad que considere las necesidades individuales del paciente y la búsqueda de alternativas menos restrictivas cuando sea posible. En última instancia, se busca resaltar la importancia de una comunicación interprofesional efectiva y una ética sólida en la implementación de contenciones mecánicas en el ámbito de la enfermería. Solo a través del conocimiento, la reflexión y el enfoque centrado en el paciente, podremos asegurar una atención segura, respetuosa y eficiente en el uso de contenciones mecánicas en el cuidado de nuestros pacientes. 1, 2
OBJETIVOS
- Revisar y analizar la literatura científica y las evidencias actuales sobre el uso de contenciones mecánicas en enfermería, con el fin de comprender su eficacia, seguridad y posibles impactos en la atención centrada en el paciente.
- Identificar los diferentes tipos de contenciones mecánicas utilizadas en el ámbito de la enfermería y examinar sus indicaciones, aplicaciones y limitaciones en entornos clínicos relevantes.
- Proponer pautas y recomendaciones basadas en la evidencia para el uso adecuado de contenciones mecánicas en enfermería, con el objetivo de promover una atención centrada en el paciente, respetuosa de sus derechos y preferencias, y minimizando los riesgos asociados con estas prácticas.
METODOLOGÍA
Para la realización de esta revisión bibliográfica se ha llevado a cabo una búsqueda sistemática sobre la literatura del tema en cuestión.
La búsqueda se realizó de manera electrónica mediante diferentes bases de datos: Pubmed, Medline, SciELO, Cochrane Plus y Elsevier. Además se consultaron los protocolos de diferentes hospitales nacionales.
Los criterios de inclusión utilizados fueron: texto completo disponible y gratuito, idioma inglés y español y año de publicación desde 2015.
DESARROLLO
Definición e historia:
Las contenciones mecánicas en enfermería son dispositivos o técnicas utilizadas para restringir el movimiento de un paciente con el fin de evitar daños a sí mismos o a otros, y para mantener la seguridad y el bienestar del paciente. Estas contenciones se utilizan en situaciones en las que los pacientes pueden estar en riesgo de caídas, lesiones autoinfligidas o pueden presentar conductas agresivas. Sin embargo, su uso también ha sido objeto de debate debido a posibles impactos negativos en la calidad de atención centrada en el paciente y sus derechos.
Desde tiempos antiguos, se consideró la aplicación de medidas de restricción como una solución aceptable para tratar a personas con enfermedades mentales. En la Grecia clásica, se mencionaba el uso de la contención física mediante cadenas para aquellos que representaban peligro para sí mismos o para otros. A lo largo de la historia, hubo pocos defensores de mejorar las condiciones de vida de los pacientes, aunque algunos galenos de Grecia y Roma se opusieron a estas prácticas.
A finales del siglo XVIII, surgió el tratamiento moral y se cuestionó el uso de la contención. Philippe Pinel fue un pionero en la liberación de los pacientes y abogó por un equilibrio entre la seguridad y los derechos de los pacientes, aboliendo el uso punitivo de la contención.
En la actualidad, el enfoque de recuperación de los pacientes enfatiza la importancia de empoderar a los usuarios y situarlos como protagonistas en su proceso de recuperación. Se busca un abordaje libre de medidas coercitivas, y la contención mecánica es considerada contraria a este modelo y sus premisas. Se busca un enfoque más humano y centrado en el paciente.
En distintos países se utilizan diferentes procedimientos de contención. Por ejemplo, en Dinamarca el aislamiento no está permitido, mientras que en el Reino Unido la sujeción mecánica está prohibida desde 1957. La percepción de estas medidas también varía según la cultura; en algunos países, la inmovilización mecánica se considera la medida más intrusiva, mientras que en otros es el tratamiento médico forzoso. 4
En España, no existe una ley específica que regule los procedimientos de restricción física de pacientes en el ámbito de la salud mental. Los derechos fundamentales de las personas con enfermedad mental están recogidos en distintas leyes, como la Constitución Española de 1978 y la Ley General de Sanidad de 1986. Para realizar cualquier inmovilización de un paciente, es necesario informar y obtener la autorización judicial en caso de ingreso no voluntario, de acuerdo con la Ley de Enjuiciamiento Civil. La Comunidad Foral de Navarra fue pionera en regular las contenciones a través de un decreto foral en 2011, pero en el ámbito de los Servicios Sociales residenciales. Esto significa que, si se necesita determinar alguna intervención relacionada con contenciones, se deberá recurrir a la legislación general existente. 3, 4
Como profesionales de enfermería, es obligatorio cumplir con el Código Deontológico de la Enfermería Española de 1988, que establece un conjunto de normas y valores para el ejercicio de la profesión. 4
Por otro lado, a excepción de situaciones urgentes o inevitables, como el caso de pacientes agitados, no hay evidencia que respalde que el uso de contenciones brinde beneficios específicos o cause perjuicios. En general, la eficacia y los impactos de las contenciones no están claramente demostrados. 3
Eficacia y seguridad de las contenciones mecánicas:
La literatura científica ha abordado la eficacia de las contenciones mecánicas en términos de su capacidad para prevenir caídas y lesiones, así como para mantener la seguridad del paciente y del personal que presta atención sanitaria. Si bien pueden ser efectivas en evitar movimientos peligrosos, algunos estudios han señalado que el uso de contenciones mecánicas puede aumentar el riesgo de complicaciones, como úlceras por presión, deterioro muscular y efectos psicológicos negativos en el paciente.
La decisión de aplicar contención mecánica o farmacológica es una medida excepcional y debe ser tomada por el personal sanitario, específicamente el médico que asiste al paciente. En casos de urgencia, el personal de enfermería puede iniciar el procedimiento y notificar al médico lo antes posible. Se recomienda una evaluación interdisciplinaria de la situación antes de aplicar la medida.
El consentimiento informado es necesario para cualquier actuación sanitaria, incluida la contención. El paciente debe ser informado y dar su permiso de manera libre y voluntaria. Si el paciente no puede tomar decisiones, el consentimiento será otorgado por representación. En situaciones de riesgo inmediato grave o riesgo para la salud de terceros, el consentimiento previo no es indispensable, pero se debe informar a los familiares tan pronto como sea posible.
En situaciones no urgentes, las personas o sus tutores legales pueden rechazar las medidas de sujeción prescritas y asumirán las responsabilidades resultantes de no aplicarlas. Si el facultativo considera que este rechazo va en contra de los intereses legítimos del paciente, deberá informar al juzgado para que tome una decisión al respecto. 3
Tipos de contenciones mecánicas y sus indicaciones:
Existen diferentes tipos de contenciones mecánicas, que incluyen sujeciones para muñecas y tobillos, chalecos de inmovilización y cinturones de sujeción para sillas o camas. Las indicaciones para el uso de estas contenciones varían según la condición clínica del paciente, como la presencia de demencia, agitación extrema, delirio, tendencia a retirar dispositivos médicos, entre otros. Otra clasificación sería contención mecánica parcial que se refiere a una técnica donde se limita el movimiento solo en una parte del cuerpo, ya sea el tronco o una extremidad. Se utiliza principalmente para prevenir caídas, evitar la eliminación de dispositivos médicos o evitar posturas que puedan dificultar la administración de medicación. Y por otro lado, la contención mecánica total que implica el uso de sistemas de inmovilización que afectan a todo el cuerpo del paciente, impidiendo la mayoría de sus movimientos.3,5
Existe un debate en torno a la indicación del uso de contenciones mecánicas, ya que se cree que en la mayoría de los casos podrían evitarse mediante alternativas menos invasivas y más respetuosas. Algunas de las razones citadas para su uso son la protección del paciente contra daños físicos, la prevención de daños al entorno y a otras personas, y su uso terapéutico para evitar la eliminación de dispositivos médicos o en situaciones de reposo prescrito. El uso de contenciones mecánicas presenta diversas limitaciones y desafíos. Entre ellos, se encuentra la posibilidad de que las contenciones sean percibidas por el paciente como una violación de sus derechos y dignidad, lo que puede generar angustia y agravar su condición. Además, el personal de enfermería debe recibir capacitación adecuada para aplicar correctamente las contenciones, así como para evaluar regularmente la necesidad de mantenerlas.
Sin embargo, hay situaciones en las que no estaría indicado el uso de contenciones, como cuando existen intervenciones alternativas posibles, como abordajes verbales o modificaciones del entorno. Tampoco debe utilizarse como castigo, por conveniencia o comodidad del personal de cuidados, ni como muestra de fuerza hacia la persona cuidada. La indicación de contención basada en la posibilidad de que ocurran caídas o vicios posturales es especialmente controvertida. 3, 6
Hay dos premisas clave e imprescindibles en relación al uso de contenciones mecánicas. En primer lugar, es fundamental que todo el personal que aplique las contenciones, sin importar la complejidad del procedimiento, reciba una formación continua y entrenamiento adecuado. Esto incluye tanto a los profesionales que realizan contenciones totales en pacientes agitados, como aquellos que aplican contenciones aparentemente más simples, como la contención abdominal de pacientes sentados o el uso de barandillas laterales en camas.
En segundo lugar, es crucial que los materiales utilizados para las contenciones sean estrictamente homologados y adecuados para este propósito. La utilización de materiales no autorizados, una práctica que algunos estudios han demostrado que está demasiado extendida, es una grave irresponsabilidad, especialmente en instituciones que deben priorizar la seguridad y bienestar de los pacientes o residentes.
Es importante que la decisión de utilizar una contención mecánica se base en una evaluación integral del paciente y se considere como último recurso después de agotar todas las alternativas menos restrictivas. 3
Recomendaciones y pautas basadas en la evidencia:
Con el objetivo de promover una atención centrada en el paciente y respetuosa de sus derechos, se deben seguir pautas y recomendaciones basadas en la evidencia para el uso adecuado de contenciones mecánicas en enfermería. Estas pueden incluir:
- Realizar una evaluación exhaustiva del paciente para identificar las causas subyacentes del comportamiento agitado o peligroso antes de considerar el uso de contenciones.
- Implementar intervenciones no farmacológicas, como la creación de un entorno seguro y adaptado a las necesidades del paciente, el uso de técnicas de comunicación efectiva y la estimulación cognitiva.
- Capacitar al personal de enfermería sobre el uso adecuado de las contenciones y la importancia de evaluar regularmente su necesidad y efectividad.
- Involucrar a la familia y al paciente en la toma de decisiones, respetando sus preferencias y derechos.
- Documentar adecuadamente las razones para el uso de contenciones, su aplicación, duración y resultados obtenidos. 1
CONCLUSIONES
En conclusión, las contenciones mecánicas en enfermería son técnicas utilizadas para restringir el movimiento de pacientes con el propósito de evitar daños a sí mismos o a otros y garantizar su seguridad y bienestar. A lo largo de la historia, el uso de contenciones ha sido objeto de debate, ya que plantea desafíos en términos de ética y calidad de atención centrada en el paciente. Aunque pueden ser efectivas para prevenir movimientos peligrosos, también se ha observado que su aplicación puede conllevar riesgos y efectos negativos en los pacientes.
Actualmente, se busca promover un enfoque de recuperación en salud mental que empodere a los pacientes y los involucre activamente en su proceso de recuperación, lo cual incluye evitar el uso de medidas coercitivas como las contenciones mecánicas. A nivel legislativo, en diferentes países existen regulaciones y perspectivas culturales variadas respecto al uso de contenciones, lo que enfatiza la importancia de un enfoque individualizado y basado en la evidencia para cada caso.
Es esencial que los profesionales de enfermería estén debidamente capacitados y que se utilicen materiales homologados para aplicar contenciones de manera segura y respetuosa. Se recomienda que la decisión de aplicar contenciones sea tomada por el personal sanitario de manera excepcional y considerando alternativas menos restrictivas siempre que sea posible.
En definitiva, la implementación de pautas y recomendaciones basadas en la evidencia, así como la promoción de un enfoque centrado en el paciente, son fundamentales para mejorar el uso adecuado de contenciones mecánicas en enfermería y garantizar una atención de calidad que respete los derechos y preferencias de los pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
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