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El copago sanitario bajo la mirada enfermera

El copago sanitario bajo la mirada enfermera

Como ocurre con cualquier aspecto de la vida, todo tiene que ser un intercambio. Si esto no existe, si no pagamos de alguna manera, puede ser que ni siquiera nos planteemos si necesitemos aquello que consumimos y simplemente lo hagamos sin plantearnos el coste que tiene.

El copago sanitario bajo la mirada enfermera

María del Pilar Tierra Burguillo. Universidad de Huelva, PHd

Zahira Villa Campos. Sistema Andaluz De Salud, diplomada en Enfermería

Rocío María González Blanco. Centro sanitario Huelva Costa, máster, enfermera

Introducción

Si esto lo trasladamos al campo de la economía nos encontramos que cuando un ciudadano tiene un servicio a coste cero, puede ser que lo use incluso cuando el beneficio sea cero, simplemente por usarlo, sin plantearse si lo necesita o por lo contrario podría ahorrar ese gasto.

A modo de concienciar a los ciudadanos sobre la carga económica que tienen los servicios de salud y el material farmacéutico, o simplemente a modo de implantar un nuevo impuesto recaudatorio como medida de freno de la actual situación económica (más bien por esto segundo), son muchos países europeos los que en las últimas décadas han introducido en sus sistemas nacionales de salud el copago sanitario.

Otros términos usados para el concepto de copago son: patient cost-shaing o out of pocket spending by private households.

España también se ha unido a esta tendencia. Dentro del copago sanitario nos encontramos con distintas modalidades: desde el que puede suponer a cierto sector de la sociedad el uso de los servicios de salud o el que se les atribuye a ciertos consumidores de fármacos, que antes no tenían que pagar (Benach, 2012).

Como acabamos de comentar, nos referimos al copago cuando el usuario participa en el coste de un servicio. Los copagos responden a una tensión entre responsabilidad social e individual (copagos). Se tiende a un sobreconsumo cuando algo ya está pagado, incluso a una exigencia para que ese servicio sea realizado de una manera más eficaz si cabe y al gusto del consumidor. Se podría decir que los copagos tienen un triple objetivo: moderar el consumo de servicios sanitarios, gracias a crear una responsabilidad en los ciudadanos; conseguir un criterio lo más objetivo posible en el usuario a la hora de elegir o no el uno de ciertos servicios y que esto no implique posibles problemas de salud; y como no, y parece ser el objetivo principal que puedan perseguir países como España, realizar una recaudación económica para apoyar la situación de crisis que se vive desde hace años (Rodríguez, 2012).

Podría decirse que a la hora de tratar el copago sanitario en España, donde más quejas se han recibido, ha sido en referencia al copago farmacéutico. El copago relacionado con los fármacos, lo que conseguiría en gran medida sería el freno del abuso de los fármacos por gran parte de los ciudadanos. Así como la extinción de las “mini farmacias en cada domicilio de pensionista o jubilado”, que muchos sanitarios trabajadores en la atención primaria habremos podido ver de manera repetida y con una total y absoluta aceptación social. Hasta el punto de convertirnos los sanitarios en meros controladores de las fechas de caducidad de aquellas “montañas” de cajas repetidas, cuidando de que no fueran administradas en el caso de caducar. Realizando la actividad de retirarlos y llevarlos al centro de salud para su correcto desecho.

Las variables de los sectores de la sociedad afectadas por el copago sanitarios se pueden consultar en el Real Decreto Ley 16/2012. En este Real Decreto Ley se explican con detenimiento los diferentes grupos de usuarios que tienen derecho al uso del sistema nacional de salud y cuales no, con los últimos cambios realizados en este sector. Dejando claro que todo ciudadano tiene el derecho de hacer uso de los servicios de urgencias y recibir asistencia en el parto y puerperio.

Lo que nos planteamos con este ensayo es conocer las opiniones que existen en relación al copago en nuestra sociedad, sobre todo en servicios de urgencias y fármacos.

Objetivo

Conocer las opiniones que existen en relación al copago en la sociedad española sobre los servicios de urgencias y fármacos.

Metodología

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las bases de datos Dialnet, Scielo y Pudmed- Medline para realizar el estudio.

Los descriptores de la salud que han sigo utilizado en este trabajo de investigación han sido: economía, economía hospitalaria, economía en la salud, economía farmacéutica y economía de la Enfermería.

Resultados

Dependiendo del documento de investigación que se consulte así las diferentes opiniones acerca del copago.

Hay datos que demuestran que España se gasta en sanidad pública mucho menos de lo que le correspondería por su nivel de riqueza. Su PIB per cápita es ya el 94% del PIB per cápita promedio de la UE-15. Por otro lado, su gasto sanitario público per cápita es sólo un 79,5% del gasto sanitario público per cápita del promedio de la UE-15 (Navarro, 2012).

Se sabe que en nueve de los 15 países de la Unión Europea existen copagos para todos los tipos de servicios: visitas médicas, hospitalizaciones, farmacia, atención dental y otros servicios, como urgencias, pruebas diagnósticas, transporte sanitario, prótesis, etc. Siete de