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La corea de Sydenham o danza de San Vito

puede iniciar de 1 a 6 meses después de la infección estreptocócica y, puede remitir en 1 semana a 2 años, con un promedio de duración de 8 a 15 semanas. A menudo es asimétrica y puede ser unilateral en el 20% de los casos (7).

* Por lo que algunos la agrupan junto a la corea gravídica y, otros junto a la corea del lupus eritematoso sistémico.

** de acuerdo con la composición antigénica de los carbohidratos de la pared celular, descrita por Rebecca Craighill Lancefield (1895-1981), en 1933

Existen varios signos típicos acompañantes: la «mano de ordeñador» (prensión con la mano relajándola y apretándola), la «mano coréica» (concavidad de la mano extendida por flexión del carpo con extensión de los dedos), la «lengua en resorte» (la lengua no puede mantenerse protruida más de unos pocos segundos) y, el «signo pronador» (los brazos y las palmas de las manos giran hacia afuera cuando se mantienen por encima de la cabeza) (12). Tiende a remitir con el sueño. En raras ocasiones (< 2% de los casos), hay debilidad extrema (corea paralítica o mollis – del lat. suave) (13,14). Cuando se efectúa el reflejo patelar, la pierna puede permanecer elevada más tiempo que en los sujetos normales o caer parcialmente y volver a elevarse (signo de Gordon) (14).

En Brasil, en la Universidad Federal de MInas Gerais, se ha desarrollado una escala para evaluar a los pacientes (15)

Aún es común en los países subdesarrollados; más del 80% de los casos ocurren entre los 5 y 15 años (media 8.4 años); hay predominio en el sexo femenino (2:1) (7).

Por medio de imagenología (IRM, PET, SPECT), se han demostrado alteraciones en el cuerpo estriado, núcleo caudado, globo pálido y putamen (4,4a) y se han encontrado anticuerpos (D8/17) dirigidos contra neuronas de los núcleos caudado y subtalámico (4,4b,7) mediante ELISA e inmunotransferencia; las ráfagas de actividad electromiográfica duran más de 100 milisegundos (7).

El tratamiento, además de los antibacterianos (penicilina), puede incluir benzodiacepinas, valproato, carbamacepina, haloperidol, risperidona, fenobarbital, corticoesteroides, tetrabenacina, etc. e incluso, inmunoglobulina o plasmaféresis (7,16,17).

La asociación entre la corea de Sydenham y la fiebre reumática fue hecha por vez primera en 1831, por Richard Bright (1789-1858) (6), actualmente, forma parte de los criterios mayores de Jones (*)para el diagnóstico de fiebre reumática aguda y, se presenta en ésta, en 10-15% de los casos (18,18a); Cuando se presenta como criterio único («pura») (se afirma que nunca coexiste con la poliartritis), hay mayor probabilidad de cardiopatía reumática, por lo que los pacientes deben ser evaluados ecocardiográficamente (19,20). Cabe anotar que el mexicano Rafael Lucio Nájera (1819-1886), en su Manual de Patología Interna, obra comúnmente conocida entre los estudiantes como Toros de Lucio, fue el primero en relacionar la presencia de la corea con la de la cardiopatía (21).

* de Jones T. Duckett (1899-1954)

Algunos la incluyen dentro de los trastornos neuropsiquiátricos autoinmunes pediátricos asociados al estreptococo (PANDAS o Pediatric Autoimmune Neuropsychiatric Disorders Associated with Streptococci) (22). Cuando las manifestaciones psiquiátricas llegan al grado de psicosis se habla de corea insaniens (14).

La denominación popular no siempre ha coincidido con la realidad médica: durante años, una población localizada a los bordes del lago Maracaibo, en Venezuela, fue objeto de atención debido a que muchos de sus pobladores «danzaban» de una manera que era conocida como mal de San Vito, sin embargo, en 1955, el médico Américo Negrette, diagnosticó a estos sujetos como portadores de corea de Huntington (*)(23).

* Descrita por George Huntington (1850-1916), en 1872

Apéndices

  1. Sentencias sydenhamianas:

«De los remedios que ha dado Dios al hombre para aliviar su sufrimiento, ninguno es tan universal y eficaz como el opio» (1680).

«Hubiera renunciado al ejercicio de la medicina, si no contara con un medicamento tan eficaz como el opio para calmar el dolor» (24).

«Todo eso está muy bien, pero no sirve para nada; tonterías, señor: conozco una vieja en Couvent Garden que sabe mucha botánica, y en cuanto a la anatomía, mi carnicero diseca una articulación perfectamente. No joven: todo eso son fruslerías; usted debe ir junto al lecho del enfermo si quiere aprender lo que es la enfermedad» (Thomas Sydenham al médico Hans Sloane, recién graduado, que acudió con Sydenham con una carta de presentación que aludía a su excelente preparación botánica y anatómica).

«Conviene, en primer lugar, reducir todas las enfermedades a especies ciertas y determinadas, enteramente con la misma exactitud con que vemos que lo hacen los escritores de botánica en sus fitologías».

«La enfermedad no es otra cosa que un esfuerzo de la naturaleza por exterminar la materia morbífica, procurando con todas sus fuerzas la salud del enfermo».

«El deber del médico es, simplemente, limitar sus observaciones a la ‘cáscara externa de las cosas’, puesto que Dios ajustó sus facultades a la sola percepción de la superficie de los cuerpos y no a los recónditos y minúsculos procesos de ese ‘abismo de causa’ que es la naturaleza» (el puritano Thomas Sydenham, rechazando los descubrimientos microscópicos) (25).

  1. Láudano de Sydenham

-Ingredientes: Opio de Esmirna: 200 gramos + Azafrán cortado: 100 gramos + Canela de Ceilán: 15 gramos + Clavos de especia: 15 gramos + Vino de