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Cuidado avanzado de las heridas crónicas

Cuidado avanzado de las heridas crónicas

Una herida crónica es aquella que necesita mucho tiempo para que cicatrice y es por ello por lo que necesitamos utilizar unas técnicas y unos materiales acorde a cada herida, ya que no existe un solo tipo de herida crónica sino varios tipos y en función de cada herida tendremos que valorar si utilizar uno u otro material.

Cuidado avanzado de las heridas crónicas

Autores:

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Eva Barroso Santamaría. Graduada en Enfermería.

Rosa María Ruiz García. Graduada en Enfermería.

Resumen:

Además encontramos diferentes técnicas en función al tipo de herida crónica que sea. Para ello hemos realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda en distintas bases de datos (Dialnet, Pubmed y Scielo).

Palabras clave: heridas, traumatismos, cicatrización de heridas, desbridamiento.

Objetivos:

El objetivo que nos hemos marcado es el de dar a conocer el cuidado avanzado de las heridas crónicas así como los diferentes materiales que podemos utilizar para realizar dicha cura.

Metodología:

Hemos realizado una revisión bibliográfica mediante una búsqueda en distintas bases de datos como son Dialnet, Pubmed y Scielo. Y para realizar dicha búsqueda hemos utilizado las siguientes palabras claves: heridas y traumatismos, cicatrización de heridas y desbridamiento.

Definición:

Una herida crónica es aquella que necesita mucho tiempo para su cicatrización, por motivos biológicos o fisiológicos y se diferencian de otro tipo de heridas, como son las traumáticas, agudas y quirúrgicas, en que las crónicas cicatrizan por segunda intención (tiene que eliminar y sustituir la zona dañada), en cambio las otras lo hacen por primera intención.

Para que una herida la podamos considerar crónica tiene que haber pasado más de 6 semanas sin que ésta cicatrice. Además cabe destacar que todas las heridas crónicas se encuentran contaminadas por gérmenes y por ese motivo tenemos que controlar esa contaminación para evitar que se pueda producir una futura infección de la herida.

Tipos de heridas crónicas:

Úlceras por presión: es una lesión que se da en la piel y en los tejidos de alrededor de origen isquémico y que se debe a la presión, al cizallamiento y/o a la fricción que se ejerce sobre dicha zona.

Úlcera en miembro inferior por estasis venosa: se localizan normalmente en la región inferior de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Se producen debido a que las paredes de las venas se dañan o también puede deberse a que se produce una lesión en las válvulas; esto hace que el sistema circulatorio no funcione como lo hace siempre y crea una presión alta en la pierna. Por tanto podemos decir que la úlcera en miembro inferior por etiología venosa se debe a una mala circulación unida a una insuficiente cantidad de oxígeno para abastecer a los tejidos.

Úlcera en miembro inferior por etiología arterial: aquí se produce una isquemia que da lugar a un metabolismo bajo y por esto al producirse algún pequeño golpe hace que se produzca una úlcera, debido a que la piel es más delicada.

Úlcera en pie diabético: es una herida abierta que se produce en el pie de las personas que padecen diabetes.

Evaluación del paciente con herida crónica:

Tenemos que realizar una evaluación tanto del paciente como de la herida además de una evaluación del entorno de los cuidados.

La evaluación de la herida consiste en ver varios factores como son donde se localiza, sí duele, de cuando la tiene, tenemos que clasificar la herida, ver qué tipo y qué cantidad de exudado tiene, como se encuentra la piel de alrededor, sí hay algún tipo de infección o alguna tunelización, ver los cuidados locales que se le realizan y cada cuanto tiempo se cura. Además tenemos que tener en cuenta para realizar los cuidados locales el proceso TIME el cual es muy importante (T: control del tejido no viable; I: control de la infección e inflamación; M: control del exudado; E: estimulación de los bordes epiteliales).

En la evaluación del paciente tenemos que realizar una valoración desde el ámbito de Enfermería, ver la historia del paciente así como realizar un examen físico y una valoración sobre la nutrición que lleva el paciente (evaluar los factores de riesgo, encuesta dietética y determinar los valores antropométricos y bioquímicos).

Y por último la evaluación del entorno de los cuidados consiste conocer quién es el que se encarga del cuidado de esa persona, es decir, el cuidador principal y también conocer cuáles son las posibilidades con las que cuentan en dicho entorno.

Cuidado Avanzado:

La curación avanzada comenzó en el año 1962 gracias a los trabajos de Winter Et al. A través de la misma podemos obtener mayores beneficios y esto lo vemos en que se han reducido el número de curas de las heridas crónicas, que éstas duelen menos y además también han disminuido el número de complicaciones de estas heridas.

Tenemos que decir que esta curación consiste en no sólo la limpieza de la herida con suero fisiológico, sino que además de eso se utilizan una serie de apósitos que hay de varios tipos. Con la colación de dichos apósitos la herida va a ir cicatrizando y mejorando haciendo que las curas se vayan alargando en el tiempo, es decir, que el número de curas se van a ir reduciendo.

El cuidado de las heridas crónicas depende del tipo de herida, a continuación vamos a diferenciar los cuidados de los distintos tipos:

Úlceras por presión:

1º Limpieza con suero fisiológico y secado de la piel perilesional.

2º Desbridamiento, el cual puede ser a través de un desbridante autolítico (hidrogel) o con un desbridante enzimático (colagenasa).

3º Colocación de apósito que controle el exudado de la herida.

Úlcera en miembro inferior por estasis venosa:

1º Limpieza con agua y jabón.

2º Aclarar con suero fisiológico, secar la piel de alrededor de la herida.

3º Colocar apósito para mejorar la herida (desbridamos).

4º Colocar un vendaje compresivo.