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Guía de práctica clínica: los cuidados rutinarios del cordón umbilical en recién nacidos sanos

    ha demostrado que el tiempo medio de caída en aquellos recién nacidos tratados era menor en comparación con otros antisépticos 21. Este hecho puede deberse a las propiedades antimicrobianas y antivirales que presenta su composición los cuales están siendo evaluados por algunos autores en la prevención y tratamiento de la conjuntivitis neonatal frente a la clamidia (uno de los principales causantes).
  1. Cura en seco: Este tipo de cuidado se basa en dejarlo secar de forma natural sin aplicación de lociones o cubrir mediante gasas para así favorecer su secado y desprendimiento fisiológico 5,20. En un estudio cuasi-experimental llevado a cabo en 2005 donde se comparaba el cuidado del cordón con alcohol y sin nada (manteniéndolo limpio y seco), se concluyó que la colonización bacteriana en los tres primeros días de vida, era igual en ambos grupos pero sin embargo la aparición de signos locales de infección fue mayor en aquellos tratados con alcohol respecto al grupo de recién nacidos con una cura en seco 5. Al igual que en el estudio de Dore y col. (1998) se está observando que el no tratar un cordón umbilical frente al uso de alcohol en su cuidado, ni aumenta la incidencia de infecciones ni tampoco los protege antes estas 5,11,15,17,26.
  2. Colocación del pañal: entre los estudios revisados, diversos autores recalcan la necesidad de doblar el extremo superior del pañal para, además de favorecer el contacto del muñón con el aire y favorecer así su secado, evitar el contacto del mismo con la orina del recién nacido 5,22,27. Respecto al tipo de pañal, se ha observado que el uso de pañales lavables (tela) está desaconsejado por haber encontrado un mayor índice de infecciones en ellos respecto a los de usar y tirar (81% frente al 7,1-11,9% respectivamente) 5.
  3. Cubrimiento de la zona: es común observar la colocación de gasas estériles para proteger al mismo del entorno hasta su desprendimiento. En este aspecto todavía encontramos evidencias muy contradictorias ya que, algunos autores respaldan la teoría de que si cubrimos el cordón con gasas, al retirarlas eliminamos parte del tejido de granulación formado y retrasando por tanto la curación del mismo, mientras otros muchos trabajos han concluido que el índice de infección viene a ser mayor en aquellos casos en los que los cordones han sido cubiertos por un vendajes o gasas 5.

Sin que todavía se haya encontrado un consenso generalizado sobre qué práctica/s son las más adecuadas para el cuidado rutinario del cordón hasta su desprendimiento, actualmente siguen coexistiendo en nuestro país multitud de variantes como por ejemplo: alcohol 70ºC (con o sin el cubrimiento de la zona), clorhexidina, la denominada cura en seco y, aunque cada vez menos frecuente, el uso de povidona 5,12,28. Según las conclusiones extraídas en nuestro trabajo y en base a las evidencias existentes podemos concluir que, algunas prácticas que todavía coexisten como el uso de povidona o las aplicaciones rutinarias de pomadas antibióticas, deben ser excluidas de nuestra práctica.

El uso de alcohol, aunque cuenta con un amplio margen de seguridad, parece ser menos eficaz que el mero hecho de mantener el cordón limpio y seco. Esta práctica denominada como cura en seco, parece ser el método más efectivo para favorecer el desprendimiento precoz sin que por ello se haya observado un repunte en el número de casos de onfalitis en nuestro medio. Aunque algunos de los estudios revisados solicitan más evidencias al respecto 12, hoy por hoy muchas unidades materno-infantiles en países desarrollados utilizan ya esta práctica desde hace años obteniendo unos resultados óptimos al respecto. Estos resultados sin embargo no deberían ser aplicados en países en vías de desarrollo o que no cuenten con unas medidas higiénico-sanitarias adecuadas ya que en estos casos, se ha demostrado que sí es beneficioso el empleo de algún antiséptico en los cuidados de rutina para reducir así la incidencia de onfalitis 9.

La cura en seco no es sinónimo de no hacer nada por lo que debe educarse tanto a padres como a los profesionales sanitarios involucrados en los cuidados del recién nacido que el mero hecho de no aplicar antisépticos o apósitos no quita con que no haya que mantener el cordón limpio, seco y vigilado. Es de vital importancia redobla esfuerzos en que tanto padres como profesionales conozcan cual es el proceso normal de desprendimiento del cordón así como los principales signos de una posible infección del mismo.

TABLAS

Tabla 1 – Niveles de Evidencia

  • Ia: La evidencia proviene de metaanálisis, ensayos controlados aleatorizados, bien diseñados y revisiones sistemáticas
  • Ib: La evidencia proviene de al menos, un ensayo controlado aleatorizado.
  • IIa: La evidencia proviene de al menos, un estudio controlado bien diseñado sin aleatorizar.
  • IIb: La evidencia proviene de al menos, un estudio no completamente experimental bien diseñado, como los estudios de cohortes. Se refiere a la situación en la que la aplicación de una intervención está fuera del control de los investigadores, pero su efecto puede evaluarse.
  • III: La evidencia proviene de estudios descriptivos no experimentales bien diseñados, como los estudios comparativos, estudios de correlación o estudios de casos y controles.
  • IV: La evidencia proviene de documentos u opiniones de comités de expertos o experiencias clínicas de autoridades de prestigio o los estudios de series de casos.

Tabla 2 – Grados de recomendación

  • A: Existe buena evidencia en base a la investigación para apoyar la recomendación. Recoge los niveles científicos de evidencia Ia y Ib. Extremadamente recomendable
  • B: Existe moderada evidencia en base a la investigación para apoyar la recomendación. Recoge los niveles IIa, IIb y III. Recomendación favorable.
  • C: La recomendación se basa en la opinión de expertos o en un panel de consenso. Recoge los trabajos con nivel de evidencia IV. Recomendación favorable pero no concluyente.
  • X: Existe evidencia de riesgo para esta intervención – Nada recomendable

Tabla 3 – Resumen de recomendaciones y grado de recomendación

Es de vital importancia conocer los signos y síntomas que denotan una posible infección del cordón de forma inmediata, para su revisión y tratamiento apropiado

B

Es imperativo que tanto profesionales como usuarios conozcan el proceso normal de desecación del cordón ya que durante éste proceso pueden aparecer signos (en la apariencia, olor) que son normales del proceso de descomposición del mismo

A

Las intervenciones que presentaron un índice de caída del cordón más corto fueron los que usaron de polvos y la cura en seco (es decir ningún tratamiento)

A

El mantenimiento del cordón umbilical seco, favorece la caída del mismo además de evitar la adhesión de patógenos

B

Los niños alimentados con leche materna demuestran tener menor índice de infecciones del cordón y tiempos de caída del mismo inferiores

A

Debemos recomendar el desuso de los métodos tradicionales empleados para el cuidado del cordón por ser técnicas completamente infundadas y que no sólo no favorecen la prevención y caída del cordón, sino que además ponen en peligro la vida del recién nacido

A

El uso de povidona iodada en los cuidados rutinarios del cordón en el recién nacido está contraindicado por producir alteraciones en su función tiroidea

A

Las pomadas antibióticas no deben de ser usadas en el cuidado de rutina del cordón umbilical ya que producen dermatitis alérgicas de contacto y aumentan las resistencias a ciertos patógenos

B

Debe desaconsejarse el uso del Alcohol por no prevenir la aparición de infecciones y retrasar significativamente el tiempo de caída

A

El uso de leche materna de forma tópica en el cuidado del cordón favorece la caída del mismo además de prevenir la aparición de infecciones

C

El simple hecho de mantener el cordón limpio y seco parece ser tan efectivo como usar antibióticos o antisépticos

A

Durante el baño el cordón puede mojarse con agua y jabón siempre y cuando se enjuague y seque minuciosamente para evitar la proliferación de bacterias patógenas

B

El pañal ha de ser colocado doblando el borde superior para que éste no permanezca tapado.