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Cuidados de la matrona en urgencias ante la violencia de género

Cuidados de la matrona en urgencias ante la violencia de género

Autora principal: María Isabel de Dios Pérez

Vol. XVII; nº 7; 271

Midwife caring in emergencies for gender-based violence

Fecha de recepción: 02/03/2022

Fecha de aceptación: 04/04/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 7 – Primera quincena de Abril de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 7; 271

AUTORES

María Isabel de Dios Pérez. Matrona Hospital Serranía de Ronda (Málaga)

Irene Gómez González. Matrona Hospital Doctor José Molina Orosa (Lanzarote), España.

Claudia Martínez Picón. Matrona Hospital Costa del Sol (Málaga), España.

Los autores de este manuscrito declaran que:

– Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses-
– La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
– El manuscrito es original y no contiene plagio.
– El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión.

– Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
– Han preservado las identidades de los pacientes.

RESUMEN

Introducción: La Organización Mundial de la Salud calificó la violencia de género como un problema de salud pública. Este fenómeno representa un grave problema de salud y desarrollo, además de una violación de los derechos humanos de las mujeres. Se puede presentar de diferentes formas: violencia física, violencia psicológica y violencia sexual.

Objetivos: Identificar la violencia de género y proporcionar una atención integral a la mujer.

Metodología: Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en PubMed y Scielo a fin de identificar los artículos relacionados con la violencia contra las mujeres y sus consecuencias. También se consultaron páginas web de organismos oficiales, como la OMS y se llevó a cabo una revisión de protocolos y guías sobre el tema.

Resultados: Existen una serie de obstáculos o barreras que dificultan la atención a las mujeres víctimas de violencia de género. A pesar de estas barreras, los profesionales sanitarios, entre ellos la matrona, deben desarrollar unas funciones mínimas dentro del sistema sanitario para la atención y detección de estas mujeres. La actitud de los profesionales sanitarios ante situaciones de violencia de género será clave en la evolución y progreso de todo el proceso diagnóstico y terapéutico. La empatía y las habilidades comunicativas son fundamentales.

Conclusión: Es primordial la formación continua de los profesionales sanitarios que trabajan en el área de urgencias para que sepan abordar el problema y asegurar una correcta detección y abordaje de la violencia de género. Ante una situación de malos tratos o violencia, el modo de actuación debe hacerse de forma integral para que la mujer tenga una respuesta en todos los ámbitos (jurídico, de la seguridad, de la salud, psicológico y de red social).

Palabras clave: Matrona, mujer, violencia de género, urgencia.

ABSTRACT

Introduction: The World Health Organization has classified gender-based violence as a public health problem. This phenomenon represents a serious health and development problem, as well as a violation of women’s human rights. It can be presented in different forms: physical violence, psychological violence and sexual violence.

Objectives: To identify gender-based violence and to provide comprehensive care to women.

Methodology: A bibliographic search was made through PubMed and Scielo in order to identify articles related to violence against women and its consequences. Web pages of official organizations, such as WHO, were also consulted. It was carried out a review of protocols and guides about the subject.

Results: There are multiple obstacles or barriers that obstruct attention for women victims of gender violence. Despite these barriers, health professionals, including midwives, must carry out minimum functions in health system in order to detect and care these women. Health professionals’ attitude in situations of gender violence will be primordial in the evolution and progress of the whole diagnosis and therapeutic process. Empathy and communication skills are essential.

Conclusion: Continuous training of health professionals who work in the emergency area is essential so they know how to approach the problem and ensure a correct detection of gender-based violence. In a situation of abuse or violence, the action mode must be done in a comprehensive manner in order to women have a response in all areas (legal, security, health, psychological and social).

Keywords: Midwife, women, gender-based violence, emergency.

INTRODUCCIÓN

Las Naciones Unidas definieron en 1993 el término de violencia de género como “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como la amenaza de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

Así mismo, en 1996, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó la violencia de género como un problema de salud pública, y posteriormente en  1998, decretó la erradicación de dicha violencia como prioridad internacional para los servicios de salud.

El Consejo de Europa recoge en su Informe de Estudios sobre las medidas y acciones adoptadas por los estados miembros del Consejo de Europa que el 20-25% de las mujeres de la Unión Europea ha sufrido algún tipo de violencia física a lo largo de su vida. Recoge además que más de un 10% de las mujeres ha sufrido una agresión sexual.

La violencia contra la mujer es un problema de salud pública. Este fenómeno representa un grave problema de salud y desarrollo, además de una violación de los derechos humanos de las mujeres. Tiene un efecto devastador en la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y también afecta a la salud de sus hijos. No hay un perfil de víctima ni de persona agresora, sino que cualquiera puede sufrir una situación de maltrato o ser el causante.

La violencia de género puede presentarse de diferentes formas:

  • Violencia física: cualquier acto no accidental que utilice la fuerza física con el fin de causar dolor o malestar, por leve que sea. Pueden provocar lesión o dolor en la mujer. Por ejemplo: empujones, fracturas, heridas, golpes… además puede incluir la omisión de ayuda ante las lesiones producidas por las agresiones.
  • Violencia psicológica: conducta intencionada y prolongada en el tiempo que atenta contra la autoestima de la mujer y su integridad emocional y la degrada con el fin de producir dependencia, temor y aislamiento. Por ejemplo: humillaciones, insultos, amenazas, chantaje emocional, desaprobación…
  • Violencia sexual: cualquier comportamiento sexual impuesto contra la voluntad de la mujer, ya sea mediante intimidación, coacción, amenaza o fuerza. Puede ser por parte de la pareja o de otras personas. Dentro de la violencia sexual podemos encontrar deferentes formas de agresión: sin contacto corporal, con contacto corporal, abusos sexuales no consentidos o violación sexual.

Generalmente en el ciclo de la violencia, en primer lugar se ejerce la violencia psicológica en la mujer, y paulatinamente, con el fin de mantener el control se añade la violencia física y sexual.

La consulta de las mujeres que sufren violencia de género se realiza a través de demandas inespecíficas sobre su salud, lo que debería hacer pensar en el maltrato como problema de fondo. Es muy importante el abordaje multidisciplinar de los profesionales del ámbito de urgencias (medicina, enfermería y trabajo social principalmente) y su implicación en la detección precoz de dicho problema de salud para garantizar la coordinación y la continuidad asistencial.

OBJETIVOS

  • Identificar la violencia de género mediante la detección de situaciones de vulnerabilidad de la mujer y dependencia de su pareja.
  • Proporcionar una atención integral a la mujer a través de recomendaciones de actuación y colaboración.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en la base de datos en inglés (PubMed), y en español (Scielo) a fin de identificar los artículos relacionados con la violencia contra las mujeres y sus consecuencias, usando las palabras clave “violencia género”, “enfermera”, “matrona”, “detección”, “urgencias” junto con el operador boleano “AND”.

También han sido consultadas páginas web de organismos oficiales, entre ellos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se ha llevado a cabo una revisión de los protocolos y guías sobre el tema.

RESULTADOS

Los profesionales sanitarios, tanto desde una consulta de atención primaria como en una consulta de atención especializada o desde un servicio de urgencias, son una pieza muy importante en la prevención de la violencia de género. Los profesionales sanitarios son habitualmente las primeras personas (fuera de los propios familiares) a los que la mujer acude, por lo que sería fundamental que tuviesen la formación específica para la detección precoz del maltrato, realizar un seguimiento exhaustivo del proceso y apoyar en la toma de decisiones.

Existen una serie de obstáculos o barreras que dificultan en muchas ocasiones la atención a las mujeres víctimas de violencia de género. Estos obstáculos complican la prevención y la detección precoz en la asistencia sanitaria por parte de los profesionales. Estas barreras son múltiples:

  • La dificultad para ver el maltrato. Es fundamental incluir en la atención una perspectiva de género y conocimientos en materia de salud y género para ver más allá de los relatos de las mujeres. Sin esta perspectiva en ocasiones resulta complicado una detección precoz.
  • Falta de formación en violencia de género. Sería preciso formación continuada y dotación de instrumentos y estrategias de afrontamiento para la atención a la salud de las mujeres.
  • Coordinación del equipo de profesionales sanitarios. Es imprescindible la coordinación entre todos los niveles asistenciales y el desarrollo de un circuito para la atención a mujeres víctimas de violencia de género.
  • Falta de un referente en el equipo con formación específica en violencia de género.
  • Falta de tiempo y recursos. Este obstáculo es tanto para los profesionales sanitarios y para las propias mujeres.

A pesar de las barreras que dificultan la atención a las mujeres víctimas de violencia de género, los profesionales sanitarios, entre ellos, la matrona, deben desarrollar unas funciones mínimas dentro del sistema sanitario para la atención y detección de estas mujeres:

  • Entrevista personal con la mujer, favoreciendo un clima de confianza y seguridad.
  • Preservar la intimidad y confidencialidad de la información obtenida.
  • Apoyar a la mujer a lo largo de todo el proceso, respetando sus tiempos y su propia evolución.
  • Estar alerta a posibles signos y síntomas de maltrato.
  • Valoración de la posible situación de violencia o maltrato, detectando si existen indicios de peligro inminente o extremo.
  • Informar y remitir a las mujeres víctimas a los recursos que estén disponibles en la comunidad.
  • Establecer coordinación con demás profesionales e instituciones.
  • Estar sensibilizados y responsabilizados ante la atención, valoración y diagnósticos de la violencia de género.

La actitud de los profesionales sanitarios ante situaciones de violencia de género será clave en la evolución y progreso de todo el proceso diagnóstico y terapéutico. La empatía y las habilidades comunicativas son fundamentales para crear un clima de confianza en el que la mujer se sienta segura, protegida y comprendida. La detección sistemática de la violencia de género debería hacerse especialmente en todas las mujeres que acuden a las consultas de atención primaria, atención especializada, así como en urgencias.

CONCLUSIONES

El profesional de urgencias tiene un papel fundamental en la atención y detección precoz  de las mujeres en situación de violencia de género, a través de un cribado sistemático. Por ello, es necesario desarrollar unas funciones mínimas dentro del sistema sanitario para el proceso diagnóstico y terapéutico. Esto debería iniciarse en el primer contacto con cada mujer, y es primordial que se aborde la situación desde la esfera bio-pico-social.

Es primordial la formación continua de los profesionales sanitarios que trabajan en el área de urgencias para que sepan abordar el problema desde el conocimiento, y asegurar así una correcta detección y abordaje de la violencia de género.

Ante una situación de malos tratos o violencia, el modo de actuación debe hacerse de forma integral para que la mujer tenga una respuesta en todos los ámbitos (jurídico, de la seguridad, de la salud, psicológico y de red social). Se asegurará la continuidad asistencial por el personal de Medicina de familia de su centro de Atención Primaria, así como del personal de Enfermería.

Es necesario que se establezcan circuitos de coordinación entre todas las instituciones implicadas con la finalidad de dar una respuesta integral e integrada a este tipo de situaciones. Se recomienda el aumento de las intervenciones para la evaluación de la violencia contra las mujeres en los servicios de urgencias.

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