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Cultivos transgénicos, ¿un riesgo medioambiental?

Cultivos transgénicos, ¿un riesgo medioambiental?

La ingeniería genética ha desarrollado numerosos métodos para la obtención de organismos modificados genéticamente (OMG). Se requiere la inserción de uno o más genes de una variedad vegetal o animal en otra variedad, permitiendo desarrollar características específicas en un determinado producto.

AUTORES

– María Elena Forniés Baquedano

Grado en Enfermería por la Universidad de Zaragoza.

Máster en Iniciación a la Investigación en Ciencias de la Enfermería por la Universidad de Zaragoza.

– Alberto Millán Vicente

Grado en Enfermería por la Universidad de Zaragoza.

Máster en Salud Pública por la Universidad de Zaragoza.

RESUMEN

Introducción:

Uno de los principales problemas detectados sobre la introducción de semillas transgénicas en la agricultura es la falta de evidencia sobre los beneficios claros en los consumidores y la contaminación genética. Así pues, las controversias sobre este tipo de producción agrícola han ido creciendo con el paso de los años, siendo cada vez mayor la superficie sembrada con cultivos transgénicos.

Objetivo: Realizar una revisión bibliográfica sobre el impacto socioeconómico y ambiental de los cultivos transgénicos en la sociedad.

Metodología: Se realizó una búsqueda bibliográfica en las principales bases de datos sanitarias de artículos relevantes publicados entre 2003-2017.

Resultados: La mayoría de consumidores conocen la existencia de productos transgénicos. Cada vez es mayor su presencia en los mercados y los cultivos, haciendo más fuerte a las empresas privadas que comercializan con estos productos y semillas y crean una dependencia en los pequeños agricultores con escasos recursos.

Conclusiones: La producción de alimentos transgénicos va en aumento tanto en países en desarrollo como en países industrializados, mientras que Greenpeace afirma que existe un rechazo global de cara a estos productos. Este excesivo incremento en la producción finalmente terminará aumentando la diferencia entre pobres y ricos. A pesar de la actualidad del tema y de los múltiples productos comercializados, sigue existiendo incertidumbre acerca de los riesgos y beneficios que conllevan. Por ello, es necesario continuar investigando para conseguir la mayor evidencia científica posible.

Palabras clave: Cultivos transgénicos, Monsanto, Seguridad alimentaria, Bioética.

INTRODUCCIÓN

La ingeniería genética ha desarrollado numerosos métodos para la obtención de organismos modificados genéticamente (OMG). Se requiere la inserción de uno o más genes de una variedad vegetal o animal en otra variedad, permitiendo desarrollar características específicas en un determinado producto (1,2).

Uno de los principales problemas detectados sobre la introducción de semillas transgénicas en la agricultura es la falta de evidencia sobre los beneficios claros en los consumidores y la contaminación genética (3). Así pues, las controversias sobre este tipo de producción agrícola han ido creciendo con el paso de los años, siendo cada vez mayor la superficie sembrada con cultivos transgénicos (1-3).

El objetivo de la presente revisión bibliográfica es el de dar a conocer el impacto socioeconómico y ambiental de los cultivos transgénicos en la sociedad.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica utilizando descriptores en bases de datos disponibles en Internet: Cuiden Plus, Dialnet y Science Direct. De manera complementaria, se consultaron las páginas Web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Greenpeace y Amigos de la Tierra.

La búsqueda se ha realizado de forma exhaustiva por todos los campos de texto de los documentos (título, palabras clave y resumen), delimitados por el tipo y año de publicación (artículos originales o revisiones comprendidas entre los años 2003-2017). En relación con los criterios de inclusión lingüística, se utilizaron artículos en castellano.

Descriptores utilizados: alimentos transgénicos, organismos modificados genéticamente, riesgos, beneficios.

RESULTADOS

En Los transgénicos (UAGA), 2010 (4) se llevó a cabo un estudio en relación a la opinión de los consumidores españoles sobre los alimentos transgénicos y su seguridad. Para ello, se realizó una encuesta mediante la metodología CATI (encuesta telefónica dirigida por ordenador) en julio de 2004. La muestra, escogida mediante selección aleatoria a partir de guías telefónicas y ponderada según los datos del censo de sexo y edad, fue de 1.002  entrevistas a españoles de 18 o más años.

Los datos obtenidos fueron: tres cuartas partes (75%) de los ciudadanos entrevistados aseguraron conocer la existencia de organismos modificados genéticamente, frente al cuarto final (25%) que no. En dicha encuesta también se valoraron las cualidades y beneficios de dichos alimentos, resaltando su mejor aspecto y su mayor conservación frente alimentos convencionales. Sobre la intención de compra de OMG, un elevado porcentaje (próximo al 60%) no compraría dichos alimentos, frente a un 20% que se declaran firmes en su compra.

Según el informe del ISAAA (International Service for the Acquisition of Agri-Biotech Applications) de 2014 redactado por Adriana Castaño, 2015 (5), a finales de ese mismo año se sembraron 181,5 millones de hectáreas de cultivos biotecnológicos a nivel mundial por 18 millones de agricultores en 28 países (20 en vía de desarrollo y 8 industrializados). Son cinco los países de la Unión Europea los que siembran cultivos genéticamente modificados: España, República Checa, Portugal, Rumanía y Eslovaquia, y casi la totalidad de la UE importa alimentos derivados de los mismos.

En Colombia en el año 2014 se dedicaron 118.991 hectáreas a cultivos GM: 29.838 ha para algodón, 80.048 ha para maíz y 15 ha para rosas y claveles.

Susana Herrero, 2014 (6) describe cómo en el año 2012 fueron 17.3 millones de agricultores los encargados de producir alimentos transgénicos, siendo más del 90% pequeños agricultores con escasos recursos de países en desarrollo. Todo ello es una muestra de la dependencia económica agricultor-empresas privadas basada en “contratos de semillas”, las semillas utilizadas son estériles (no generan otras nuevas) y los plaguicidas utilizados tienen que ser de una marca determinada.

Esta relación termina siendo a largo plazo, puesto que la tierra necesita seguir cultivando la misma semilla transgénica que se empezó a plantar.

Un ejemplo es la empresa Monsanto Group (MG), que se especializó en la elaboración y venta de semillas transgénicas duplicando sus beneficios en el año 2010 y constituyendo el 80% del mercados de plantas transgénicas en el 2012.

Liliane Spendeler, 2005 (3) describe que los cultivos modificados genéticamente plantean serios problemas relacionados con el ambiente y la agricultura no transgénica, siendo uno de los más graves la contaminación genética debida a polinización cruzada, mezcla de semillas y cosechas, esparcimiento de semillas, etc.

Véase uno de los casos con más trascendencia: Starlink, variedad de maíz transgénico autorizada en Estados Unidos como alimento para animales y no para humanos por su potencial alergénico. Starlink sólo representaba el 0.4% del total de superficie de maíz plantado y fue en el año 2000 cuando se detectó su presencia en la cadena alimentaria y más de 300 productos derivados del maíz fueron retirados del mercado. La proteína Cry9C que sólo debería estar presente en las semillas de maíz amarillo Starlink se encontró en ochenta variedades de semillas de maíz amarillo y en un producto derivado del maíz blanco.

DISCUSIÓN

Susana Herrero, 2014 (6) deja constancia en su estudio de cómo desde 1996 la producción de alimentos transgénicos ha ido en aumento tanto en países en desarrollo como en países industrializados. Asimismo, Adriana Castaño, 2015 (5) muestra con datos más que relevantes la inmensa cantidad de hectáreas dedicadas exclusivamente a siembras de cultivos GM a nivel mundial.

Datos recogidos por Greenpeace, 2015 (7) confirman que, según cifras procedentes del Ministerio, en España se cultivaron 132.000 hectáreas durante el año 2014. La comunidad que encabeza la lista es Aragón con 32.000 ha, seguida por Cataluña (22.000) y Extremadura (7.000). Todas ellas cultivan el MON810, el único permitido en la Unión Europea. Cabe destacar que País Vasco, Cantabria, Asturias, Islas Canarias y Castilla y León (principal productor de maíz) han rechazado los cultivos transgénicos. Además, cerca de 200 municipios de toda España se han declarado libres de transgénicos.

Así pues, Liliane Spendeler, 2005 (3) pone de manifiesto que este excesivo incremento en la producción de alimentos transgénicos únicamente terminará favoreciendo y dejando la agricultura en manos de un puñado de empresas transnacionales que, finalmente, aumentarán las diferencias entre pobres y ricos sin contribuir a una repartición justa de recursos naturales entre seres humanos ni la resolución del problema del hambre en el mundo.

Uno de los riesgos que relata Susana Herrero, 2014 (6) sobre el empleo de OMG es la posible contaminación de los cultivos no transgénicos. Greenpeace, 2009 (8) describe cómo en Aragón en el año 2007 el 75% de las muestras tomadas por el Consejo Aragonés de la Agricultura Ecológica resultaron contaminadas por transgénicos. Uno de los casos que narra es el de Félix Ballarín, productor de maíz ecológico en Sariñena (Huesca).

Sus cultivos se vieron contaminados por dos tipos de transgénicos y, a pesar de ser una contaminación indeseada, sus semillas contenían el nuevo gen y perdieron su calificación de ecológica, por lo que tuvo que destinar, obligatoriamente, dicha cosecha al mercado convencional (socioeconómico). Liliane Spendeler, 2005 (3) hace hincapié en la importancia de preservar una agricultura libre de transgénicos para conservar semillas y productos libres de modificaciones y así poder dar marcha atrás en caso de detectar algún problema en ese tipo de cultivos. De este modo se pretende prevenir una inseguridad alimentaria a nivel mundial.

Greenpeace y Amigos de la Tierra, 2003 (9) afirman que existe un movimiento de rechazo global de cara a estos productos GM. Encuestas muestran que más del 70% de los ciudadanos de la Unión Europea rechazan este tipo de alimentos. Los transgénicos (UAGA), 2010 (4) muestra concordancia en lo dicho, ya que de los 1000 consumidores españoles que componen la muestra únicamente el 20% manifiesta su firme intención en la compra de alimentos transgénicos, mientras que en torno al 60% expresa su rechazo.

Elena Arriaga y Jorge Linares, 2013 (10) pone de manifiesto el gran impacto que supone la actividad tecnológica no sólo en el medio ambiente sino también en la naturaleza humana. Así lo demuestra Greenpeace actualmente (11,12).

Monsanto es una empresa cuya producción y beneficios se está incrementando exponencialmente. En 2014, la venta de Roundup (un herbicida compuesto por glifosato y el más vendido del mundo) supuso un tercio de las ventas totales. En marzo de 2015, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer perteneciente a la Organización Mundial de la Salud clasificó el glifosato como “probablemente cancerígeno” para los seres humanos.

En España están autorizados 125 productos que contienen glifosato, estando 10 de ellos autorizados hasta 2017.  El 8 de marzo de 2016 se canceló la votación de expertos nacionales sobre la propuesta de la Comisión Europea de conceder una nueva autorización de 15 años para dicho herbicida. La autorización para su comercialización termina en junio, por lo que se prevé una nueva reunión en mayo.

CONCLUSIONES

A pesar de que el cultivo de alimentos transgénicos es un fenómeno irreversible en la actualidad, existen muchas voces en contra de su uso extendido y un notable rechazo a ellos por parte de la opinión pública.

Si bien las relaciones causales entre su uso y los riesgos sanitarios que éstos pudieran generar no son concluyentes, existen dudas sobre los riesgos que podrían generarse para la salud a largo plazo. Lo que sí puede confirmarse a día de hoy son los riesgos medioambientales que los transgénicos generan, no solo por la disminución de la biodiversidad, sino por la contaminación cruzada que producen en los cultivos tradicionales ecológicos, un grave problema que ocurre actualmente en Aragón y otros lugares de España.

Además, la producción única de transgénicos tiene el peligro de dejar la agricultura mundial en manos de empresas que controlen el mercado mundial de semillas y pesticidas, generando una relación de dependencia que aumente las desigualdades sociales, especialmente en países en vías de desarrollo.

Por todo esto, los organismos públicos tanto nacionales como internacionales tienen el deber de proporcionar aquellos medios que favorezcan la conservación de la diversidad genética y biológica de los cultivos, de dotar de un marco legislativo que no deje numerosas lagunas abiertas sobre aspectos esenciales (como sucede actualmente), y de facilitar el desarrollo de técnicas y estudios que permitan analizar más a fondo los riesgos sanitarios y medioambientales que los alimentos transgénicos pudieran generar.

BIBLIOGRAFÍA

1.     Poth C. Semillas transgénicas y modelo agroalimentario: un debate ¿científico?. Estudios rurales. 2016; 6(10).

2.     Parra Fernández R. Transgénicos (GMO). Lo que son y las sinrazones de la polémica sobre ellos. Encuentros multidisciplinares. 2017; 19(55).

3.     Spendeler L. Organismos modificados genéticamente: una nueva amenaza para la seguridad alimentaria. Rev. Esp. Salud Pública. 2005; 79(2):271-282.

4.     Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). Nota de prensa: Encuesta telefónica sobre los transgénicos. 2010. Disponible en: http://ww.uaga-aragon.com/

5.     Castaño-Hernández A. Alimentos derivados de cultivos genéticamente modificados. ¿Nuevos, seguros para la salud humana, consumidos?. Pediatría. 2015; 48(3):68-74.

6.     Herrero Olarte S. Los alimentos transgénicos como bienes públicos globales. Suma de Negocios. 2014; 5(10):59-66.

7.     Greenpeace publica el primer mapa de los transgénicos en España. Comunicado de prensa. reenpeace España. Publicado: 22 Julio 2015. http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2015/Julio/Greenpeace-publica-el-primer-mapa-de-los-transgenicos-en-Espana/

8.     Implicaciones socio-económicas de la introducción de OMGs en el mercado para su cultivo. Documento de análisis de Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en Acción, Greenpeace y CECU. Publicado: Marzo 2009. pp 6-11. http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/transgenicos/100324-01.pdf

9.     Al grano: impacto del maíz transgénico en España. Un informe de Greenpeace y Amigos de la Tierra. Publicado: Agosto 2003. pp 3-5. http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/other/al-grano-impacto-del-ma-z-tra.pdf

10.  Arriaga Arellano E; Linares Salgado JE. La evaluación del riesgo de las plantas transgénicas: de la regulación a la bioética. Rev. Bioética y Derecho. 2013;(27):38-57.

11.  Greenpeace pide la prohibición del glifosato, un herbicida probablemente cancerígeno presente en parques y alimentos. Comunicado de prensa. Greenpeace España. Publicado: 18 mayo 2015. http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2015/Mayo/Greenpeace-pide-la-prohibicion-del-glifosato-un-herbicida-probablemente-cancerigeno-presente-en-parques-y-alimentos

12.  La CE aplaza la decisión sobre glifosato por la oposición de algunos Estados miembros. Comunicado de prensa. Greenpeace España. Publicado: 8 marzo 2016. http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2016/Marzo/La-CE-aplaza-la-decision-sobre-el-glifosato-por-la-oposicion-de-algunos-Estados-miembros/