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Desmitificación de la maternidad y crianza ideal

Desmitificación de la maternidad y crianza ideal

Autora principal: Edelweis Elvira Sáez

Vol. XVIII; nº 2; 63

Demystification of motherhood and ideal parenting

Fecha de recepción: 04/12/2022

Fecha de aceptación: 19/01/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 2 Segunda quincena de Enero de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 2; 63

Autores:

Edelweis Elvira Sáez. Hospital Universitario San Jorge (Huesca, España) Celia Gay Aguarón. Centro de Coordinación de Urgencias (Zaragoza, España) Carmela Gerosa Cisneros. Centro de Salud La Jota (Zaragoza, España)

Alejandro Guiral Mallart. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza, España)

Clara Pilar García Aznar. Hospital Royo Villanova (Zaragoza, España)

Joaquín Santiago Galindo Muñoz. Hospital General de la Defensa (Zaragoza, España).

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

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RESUMEN

Desmitificar la maternidad es algo necesario en la sociedad actual ante el surgimiento de nuevas corrientes de pensamiento, cuyo origen puede relacionarse con el empoderamiento de la mujer y por el uso del internet, en concreto de las redes sociales. Los mitos sobre la maternidad pueden generar dudas, confusión y sufrimiento en las madres, aumentando su vulnerabilidad a padecer alteraciones de salud y afectando incluso a la crianza de los niños.

La actuación enfermera es fundamental en este proceso, sobre todo en Atención Primaria, para lo cual se deberán desarrollar una serie de actividades enfocadas a conseguir un bienestar físico, psíquico y social del núcleo familiar.

PALABRAS CLAVE: maternidad, crianza, mito

ABSTRACT

Demystifying motherhood is something necessary in today’s society given the emergence of new currents of thought, whose origin can be related to the empowerment of women and the use of the Internet, specifically social networks. Myths about motherhood can generate doubts, confusion and suffering in mothers, increasing their vulnerability to suffering from health problems and even affecting the upbringing of children.

Nursing performance is essential in this process, especially in Primary Care, for which a series of activities focused on achieving physical, mental and social well-being of the family nucleus must be developed.

KEYWORDS: maternity,mannerliness ,myth

1.     INTRODUCCIÓN

Se define maternidad como el estado o cualidad de madre (1), mientras que se considera crianza a varias acepciones, entre ellas la acción y efecto de criar, especialmente ejercida por las madres o nodrizas durante la lactancia o época de la lactancia (2). Pero, ¿son del todo reales estas definiciones? Conforme la sociedad avanza y evoluciona, es necesario ampliar los conceptos y explorar nuevos significados.

El estilo de crianza, a partir de la segunda mitad del siglo XX, fue uno de los temas que tomó mayor protagonismo. Anteriormente se pensaba que la mujer tiene habilidades “naturales” para la crianza de los hijos porque la sociedad patriarcal definía la maternidad desde el modelo del varón (mujer como objeto reproductor e hijos como descendencia), considerando que la maternidad es un aspecto que solo debería ocupar a las mujeres. El empoderamiento de la mujer en el siglo XX ayudó al surgimiento de nuevos modelos de maternidad que varían ampliamente del modelo anterior.

Fue entonces cuando diversos especialistas empezaron a diferenciar dos términos importantes: por un lado, “maternidad” y por el otro “crianza”. El primero hace referencia a la capacidad biológica de quedarse embarazada y dar a luz, mientras que el segundo incluye todas las actividades englobadas en educación y cuidado de los hijos, por lo que puede ser realizado tanto por hombres como por mujeres.

Sin embargo, aunque estos estudios traten de definir la maternidad, este concepto es demasiado abstracto para delimitarlo con palabras, y está muy influido por ideas preconcebidas de la sociedad. Esto, unido a la poca información contrastada, lleva a la mitificación de la maternidad.

Desmitificar la maternidad y la crianza ideal se basa en romper con las ideas preestablecidas de qué es la maternidad: alejar a las futuras madres de concepciones idealizadas como un bebé que duerme todos los días, perfectamente sano y que no para de sonreír y, establecer con ellas unas expectativas realistas para saber a qué deberán enfrentarse una vez sean madres: noches en vela, llantos sin causa conocida, etc.

La desmitificación de la maternidad no debe considerarse como una estrategia tóxica, sino en muchos casos terapéutica. Se basa en establecer unas bases y aportar conocimiento a la futura madre para que ésta busque herramientas o estrategias de afrontación de los problemas que puedan surgir, sin influir en su decisión de ser madre (3).

2.     DESAROLLO

En la actualidad se ha avanzado desde el modelo patriarcal anterior, sin embargo, sigue la dificultad de desmitificar la maternidad, ya que la sociedad la idealiza y al mismo tiempo no la valora, es más, aspectos como la experiencia, el deseo o su rechazo, es algo que no suele estar presente en la cultura occidental.

Esto no quiere decir que no se hable de ella; aparece en libros de autoayuda, en las revistas populares o en las femeninas, donde famosas nos hablan de su experiencia como madres en su mundo de fantasía. Pero no se aborda una perspectiva filosófica, histórica o política y sólo se habla de cómo recuperar la “tripa lisa y uniforme” o de los “flatitos del bebé” (4).

Se refleja una maternidad frívola y superficial, convirtiéndola en algo impersonal, en una función (5). Pese a la aparición de nuevos modelos de maternidad, el predominante sigue siendo la maternidad como algo maravilloso e increíble, como si las madres no tuvieran dudas, incertidumbres, reflexiones y miedos (4). Precisamente esta idealización es lo que ha provocado un “pacto de silencio global”, un enmascaramiento de la realidad (6).

En la actualidad, los nuevos medios de comunicación, incluidas las redes sociales han facilitado el inicio de la ruptura de este pacto. Se ha empezado a tomar consciencia de que no refleja la realidad. Han aparecido gran cantidad movimientos, por ejemplo ”Malas madres”, que tratan de difundir esa realidad, incluso madres que toman iniciativa y muestran al mundo sus propias vivencias, pues “no todas las madres viven el parto y la lactancia de la misma manera. Esas experiencias son tan diversas como las mujeres que pasan por ella” (7).

Sin embargo todavía persiste el “miedo a quejarse” y eso se acentúa cuando te dicen: “¿Verdad que es lo mejor que te ha pasado en tu vida?”. El abismo entre lo que sientes de verdad y lo que crees que deberías decir, sume a muchas mujeres en un pozo de ansiedad (7). Es importante tener en cuenta que en España 1/3 de las madres afirman haber padecido depresión postparto y ⅕ trastornos del ánimo o ansiedad, posiblemente influido por estos tabúes (8).

La depresión postparto no es un hecho aislado, sino que dicha influencia social también ha conllevado a la aparición de gran cantidad de mitos entorno a la práctica de ser madre. Uno de los principales es aquel que expone que las mujeres deben ser las principales cuidadoras de sus hijos. Esta atribución es producida por los estereotipos de género, donde a los varones se les inculcan valores de independencia, valentía y desarrollo de su fuerza física, mientras a las segundas se las anima a cultivar otros «valores» como la dependencia, el cuidado y la suavidad de los modales. Esta atribución conlleva la aparición de dos tipos de madres: las denominadas “buenas” y las “malas”, considerando como “malas” a todas aquellas que se alejan de ese ideal.

Esto determina de manera importante el papel que ocupa la maternidad en la sociedad y la carga que supone para las mujeres, ya que de ellas siempre se espera que sean capaces de hacer todo, combinando familia y trabajo, e incluso que aún tengan energía para llevar a cabo otras actividades.

Estas expectativas se han propagado por la población, generando miedo e incertidumbre, incluso graves problemas en las mujeres con hijos, ya que desde el punto de vista de otras personas no las cumplen. Por ello, en muchas ocasiones la maternidad no colabora con la promoción de las mujeres en el mundo laboral y no son pocos los casos de despidos y rescisiones de contratos por embarazo a pesar de su ilegalidad. Para combatir esto, las prácticas cotidianas rompen con el modelo de “maternidad intensiva” y se encaminan hacia formas de “maternidad compartida” y menos presencial (9).

La maternidad no es eterna felicidad. Se trata de una montaña rusa de emociones en la que también se sentirá tristeza, temor o preocupación. No todas las mujeres poseen de manera natural el instinto maternal, el vínculo entre una madre y su hijo no es eterno, todas las mujeres no sueñan desde pequeñas con ser madres, y por supuesto, tener hijos no soluciona los problemas de una relación (10).

Es importante tener en cuenta todos estos aspectos, ya que los niños son seres vulnerables que directa o indirectamente se verán afectados por ellos. Es aquí donde la crianza tiene un papel fundamental y acerca de la cual existen diversas opiniones.

Por ejemplo, Leunda, considera que el apego no es sinónimo de malcriar. Defiende que el niño es un mamífero con necesidades propias de éste, sobre todo en los primeros meses de vida, siendo totalmente dependientes. La carencia de este provocaría un sufrimiento innecesario fundado en el error de confundir sobreprotección (que impide la autonomía) y el amor maternal. El contacto piel con piel, la lactancia materna, la presencia materna constante y la atención a sus necesidades son esenciales para su desarrollo físico, psíquico y mental (11). Otros autores, como Carlos González, siguen una idea similar mientras otros, como Eduard Estivil, apoyan que el excesivo apego puede conllevar una futura debilidad de carácter (12).

En cuanto a lo que los cuidados se refiere, se encuentran diversas ideas relacionadas con la lactancia, la vacunación, la higiene y las deposiciones. En concreto, la lactancia es la práctica que se ve más afectada por estos mitos, por ejemplo, se dice que “si no le das el pecho al recién nacido, eres mala madre”, sin embargo, se trata de una decisión totalmente personal, aunque los estudios científicos defienden que los beneficios de la leche materna superan a los de la leche artificial (13) (Anexo 1).

El impacto de estas creencias populares anteriormente mencionados, hace que las madres de todo el mundo puedan experimentar, durante su embarazo o después del parto, ansiedad, depresión, psicosis, obsesiones, anorexia o cualquier tipo de psicopatología independientemente de su edad, país de origen, cultura o nivel económico.

En este sentido, el estigma asociado a la enfermedad mental durante el embarazo o después de este, la idealización del embarazo y maternidad, y los déficits en la formación especializada de los profesionales sanitarios en este ámbito, hacen que la salud mental de las madres no sea tenida en cuenta y que no se evalúe, ni se atienda, de un modo semejante a como se hace con la salud física.

La patología mental puede derivar en serias consecuencias no solo sobre la salud de la madre, sino también la del hijo/a corto y largo plazo, que en ocasiones pueden ser muy graves (14).

La labor de la enfermería se basará, por tanto, en la educación maternal tratando de alcanzar un bienestar físico, mental y emocional de la madre. Es por ello que se proponen una serie de actividades para tratar de conseguirlo (15):

✔ Sesiones durante el embarazo, parto, puerperio y durante la crianza destinadas a compartir opiniones, dudas y experiencias entre madres de distintas generaciones. Tratando de incluir al padre en todo el proceso para sensibilizar y enriquecer su confianza y que pueda ejercer un papel protagonista durante las mismas etapas.

✔ Proporcionar información objetiva y contrastada para evitar sentimientos de culpabilidad que tienen como base dicha idealización.

✔ Apoyar formas de comunicación diferentes como blogs, libros, documentales, películas para que estos ideales lleguen a los ojos de todos y todas.

✔ Crear campañas de concienciación que permitan difundir la realidad.

✔ Buscar el apoyo de poderes políticos para que favorezcan la difusión de la desmitificación.

✔ Concienciar     a     otros    profesionales    sanitarios     (médicos,    obstetras, ginecólogos…) para que ayuden a las mujeres, empaticen y las apoyen.

Se destacan los siguientes diagnósticos (16):

✔ [00227] Riesgo de proceso de maternidad ineficaz.

✔ [00208] Disposición para mejorar el proceso de maternidad

✔ [5566] Educación parenteral: Crianza familiar de los niños

3.     ENTREVISTAS

Durante una de las sesiones de grupo se decidió entrevistar a una serie de madres planteando las siguientes cuestiones: “¿Cómo os dijeron que era la maternidad?” “¿Cómo fue realmente?”. El objetivo era conseguir experiencias personales que contrastaran la información recogida en la revisión bibliográfica. El resultado fue el siguiente:

Begoña: “A mí me habían contado cosas buenas y cosas malas de la maternidad. Pero, sinceramente no me había planteado ser madre porque yo siendo tía, era feliz. Con el paso del tiempo, al ver que amigas mías empezaban a tener hijos pues fue el momento en el sentí la llamada de la maternidad. Creo que la frase que resume mi embarazo y mis primeros años es Feliz pero agobiada. Había muchas ocasiones en las que yo no sabía actuar y por ejemplo, la lactancia y la comida fue muy estresante.”

María Jesús: “A mí me costó mucho tener un hijo y muchas veces me planteaba el hecho de si valía la pena tenerlo o no, pues mi mente no para de pensar que era algo que te iba a cambiar la vida. Ahora mi hijo tiene 26 años y soy feliz, pero me ha costado mucho. Creo que tengo sentimientos contradictorios. Si te soy sincera creo que si no hubiera sido madre estaría igual de feliz que ahora. También te digo que no volvería atrás. Eso sí es un sufrir continuo, complementar el trabajo mientras crías a tu hijo, las tareas de la casa mientras le ayudas a los deberes, las cenas… No sé. Lo que te dicen que es todo bonito yo creo que todos y todas sabemos cómo es realmente la maternidad, aunque siempre existe gente que piensa de otra manera”

Belén: “Una vez se tienen hijos, su vida se transforma en la tuya, dejas de ser tu para ser él.

¡Sobretodo tuve mucho miedo con los dos! Muchísimo miedo. A que se pusieran malitos, a que les pasara algo malo. Supongo que influye que yo estaba sola y ese apoyo te hace mucha falta, vamos un capote diario. Que te tranquilice, que te ayude, que le quite importancia a tus miedos. Con el paso del tiempo esa mala sensación va cambiando porque si no es para morirse. Quizás deberíamos tener un manual que nos cuente la verdad”.

Teresa: “La maternidad la veía como un susto, yo veía a los niños con sus padres y los veía muy bonicos pero para mí no era. A mí me daba miedo y no quería. Tome la decisión de no tener hijos pues veía que era algo que iba a ser dependiente de ti toda la vida y si ya me costaba cuidarme a mi sola… Pero cuando tuve a mi hija pues todo eso cambió”.

Cristina: “El instinto materno no lo he tenido nunca, todo el mundo decía que tener un hijo es lo más maravilloso del mundo, pero a mí no me llamaba la atención. Cuando tuve a mi hija me di cuenta que la maternidad es un periodo de adaptación, un periodo de adaptación a mi hija. Ese mundo maravilloso que todo el mundo me decía para mí era la niña que no quería comer, la que vomitaba, etc. Otra cosa que me molestaba mil era que me dijeran cómo tenía que actuar, cómo tenía que cuidar o cómo debía criar a mi hija. Por mucho que te digan cada uno tendrá su valoración distinta, ni buena ni mala, diferente y verdadera”.

Al escuchar a las mujeres y al analizar los resultados, nos dimos cuenta de que los puntos de vista eran muy diferentes pero a la vez muy similares. Tuvieron experiencias muy distintas: Una no quería tener hijos, otra estuvo buscándolos durante mucho tiempo, una de ellas los crio sola, etc. Pero todas tienen en común algo, hubo épocas en la que lo pasaron realmente mal, “Me daba miedo”, “Necesitaba a alguien que me tranquilizase, porque estaba sola”, etc. Quizás desde un punto de vista enfermero se debería tener en cuenta y saber proporcionar ayuda, una ayuda que vaya más allá de dar información. Escuchar, apoyar y empatizar son aspectos fundamentales que quizás estas mujeres no recibieron y que necesitaban.

En el caso de Begoña, algo que nos llamó mucho la atención fue que empezara a sentir la “llamada de la maternidad” cuando veía a sus amigas teniendo hijos. Finalmente, algo muy importante a destacar y que está en relación con el debate de la crianza parte de lo que menciona Cristina al final de su entrevista. “Por mucho que te digan cada uno tendrá su valoración distinta, ni buena ni mala, diferente y verdadera”. 

4.     SESIONES DE GRUPO

Sesión 1: Día 05/02/2019

El primer día que quedamos, lo hicimos en la Facultad de Ciencias de la Salud, aprovechando una de las salas de seminarios que en ese momento estaba disponible en el centro. Al comienzo del trabajo nos dimos cuenta que existían opiniones e ideas muy diversas en relación con el término “Desmitificación de la maternidad”. Muchas sugerían que se trataba de un concepto que abarcaba las parejas homosexuales, monoparentales y en general, la diversidad familiar. Otras opinaban que se trataba de incluir al padre en el periodo de embarazo y puerperio. No fue hasta que comenzamos a buscar información cuando nos dimos cuenta que estábamos muy lejos de la realidad y que conocíamos una pequeña parte del tema en cuestión.

Durante la primera hora, expusimos todas nuestras dudas y pensamientos acerca del tema, ayudándonos a esquematizar y enfocar el trabajo. Una vez realizado esto, consensuamos que cada integrante del grupo buscara la información de manera individual y más adelante poner en común todas las ideas encontradas.

Al inicio, se decidió que la observadora de cada sesión fuera a sorteo, teniendo siempre en cuenta que no se repitiera la misma persona. Así pues, en esta primera sesión fue Marta Almerge. Ese día estuvimos alrededor de tres horas.

Sesión 2: 15/02/2019

Decidimos volver a juntarnos en la facultad, esta vez en Medicina, en una de las mesas de los pasillos, ya que no había posibilidad de coger un seminario.

Pusimos en común toda la información que individualmente habíamos buscado, dándonos cuenta de la gran cantidad de artículos que había referidos a un mismo tema.

El resultado mostró un temario demasiado amplio y nos surgieron un montón de dudas acerca de los puntos que debían tratarse.

Se consideraron dos opciones, una dirigida a dar una información basada en datos objetivos, científicos y más específica; y otra basada en información subjetiva, es decir centrarse en opiniones, experiencias y con aquello que veíamos con nuestros propios ojos.

Se consideró que era más importante la parte subjetiva de la “Desmitificación”, ya que parte de una construcción social y en sí la mayoría de la información viene de experiencias y blogs. Por ello, se decidió realizar entrevistas a personas cercanas para conseguir testimonios reales, como se menciona en el apartado de entrevistas.

Se estructuró el trabajo en diferentes partes siguiendo un hilo conductor para darle coherencia y cohesión. Fue algo sencillo pues no surgió ningún tipo de debate ni conflicto que discutir, así pues, estuvimos dos horas y la observadora fue Celia Gay.

Sesión 3: Día 06/03/2019

Reservamos un seminario en la Facultad de Ciencias de la Salud. En esta sesión grupal, nos centramos en cómo pensábamos que se basaba la crianza en la antigüedad y cómo influía en la crianza actual. Nos dimos cuenta de que en esa época la tradición de las familias era lo que guiaba a las madres primerizas, y parece que esta concepción se arrastra todavía a la actualidad. Muchas consideraron, teniendo en cuenta la información conseguida, que el mejor acceso a la información había facilitado la ruptura de esta concepción. Sin embargo, hubo otra integrante del grupo que pensaba que el acceso a tanta información nueva perjudicaba por la falta de filtros.

Al discutir las entrevistas, vimos que compartíamos la misma opinión que Cristina, pues a cada persona nos han criado de una manera distinta y no por ello es malo.

Otro debate que surgió durante el análisis de las entrevistas fue con el caso de Begoña cuando comenta que “Con el paso del tiempo, al ver que amigas mías empezaban a tener hijos pues fue el momento en el sentí la llamada de la maternidad”. Una de nuestras compañeras se planteó si Begoña se sintió obligada a tener hijos de manera inconsciente. Si sus amigas no hubieran tenido hijos, ¿hubiera sentido el instinto maternal?. La mayoría del grupo llegó a la conclusión de que la presión social puede llegar a influir en la decisión de tener un hijo, sobre todo a medida que aumenta la edad.

Estuvimos dos horas realizando el trabajo y discutiendo los diferentes aspectos. En este caso, la observadora fue Edelweis Elvira.

Sesión 4: Día 25/03/2019

Una vez considerados todos los enfoques, quedamos en la Facultad de Medicina. En esta sesión surge el debate del papel que tienen los padres en la crianza. Aunque hubo un consenso general en que los padres deben integrarse en ésta, con un papel activo que permita a la mujer ser libre de continuar trabajando si así lo desea, la dificultad se nos presentó al cuestionarnos cómo introducir esa idea en personas que pensaran lo contrario. En el caso, por ejemplo, de adultos o ancianos criados en un entorno machista. Muchas consideraron que modificar esto iba a ser muy complicado pues son planteamientos muy arraigados y que había que centrarse en tratar de educar a las generaciones más jóvenes.

En esta sesión el trabajo comenzaba a tomar forma y al leerlo nos dimos cuenta que las ideas se repetían a lo largo del mismo y que perdía algo de cohesión, así que decidimos modificar determinados aspectos.

Esta sesión duró dos horas y la observadora fue Carmela Gerosa.

Sesión 5: Día 12/04/2019

Ya con el borrador completo, volvimos a quedar en un seminario de la Facultad de Ciencias de la Salud. En este caso, acudimos después de una tutoría, en la que se nos presentó la posibilidad de incluir el empoderamiento de la mujer para enriquecer el trabajo. Dicha proposición generó mucha controversia dentro del grupo, ya que no existía un consenso en la manera y lugar de añadir dicha idea.

Después de re-evaluar, leer y modificar ciertos aspectos. Terminamos el trabajo escrito.

Posteriormente, dialogamos sobre el video que teníamos que hacer. Consideramos todo el grupo que lo mejor para poder explicar el tema tratado, era realizar un Prezi.

Esta vez estuvimos 3 horas. El último día, fue Clara García la observadora del grupo.

5.     CONCLUSIÓN

Resulta especialmente injusto juzgar aquello que se considera como “bueno” o “malo” entorno a estos temas.

Nadie tiene el derecho a ordenar o decidir cómo debería ser la maternidad o la crianza de los hijos que no son los propios, hay que tener en cuenta que las sociedades evolucionan y con ello las diferentes ideas acerca de los diversos aspectos de la vida, dejando paso a nuevas generaciones, con distintas maneras de vivir y criar. Sin embargo, todo ello no quiere significar que lo “viejo” sea malo ni que lo “nuevo” sea lo indicado.

En relación a los diversos autores que hemos consultado, podemos llegar a la conclusión de que tanto la maternidad como la crianza son temas que ocupan un lugar importante y polémico en nuestra sociedad actual. Todo ello conlleva el que no exista un consenso entre los investigadores, que realizan estudios basados en la evidencia científica, pero con distintas conclusiones, que en muchos casos, se contraponen.

Además, la maternidad no es un proceso finito que encuentre el final al alcanzar la adolescencia o con la emancipación de los hijos, sino que continúa durante toda la vida de los seres humanos. Tampoco viene con un libro de instrucciones que nos diga qué hacer para que el niño se calme o que botón presionar para que los niños sean amables, buenas personas y no sean egoístas. Se trata de un proceso de autoaprendizaje, en el que no dos son iguales, sino que cada uno tiene un devenir y un resultado totalmente distinto.

Pero esto es sólo nuestra perspectiva, un punto de vista externo, sin experiencia, ya que aunque tengamos los testimonios de nuestras madres y abuelas, juzgarla sin haberla vivido es muy difícil e inestable, ya que puede que nuestra manera de pensar cambie de aquí a unos años.

6.     ANEXOS

Anexo 1. Mitos sobre la maternidad

Mito Verdad
La madre ha de ser la principal cuidadora del niño La crianza ha de ser algo compartido
Las tomas de pecho deben ser programadas Las tomas de pecho deben ser a demanda del niño
Hay que dar el pecho en tomas de 10 minutos en cada pecho, cada 3 horas Lo importante es vaciar el pecho cada vez
Hay alimentos que toma la madre que producen gases en el niño Ningún alimento produce gases en el niño a través de la lactancia
Beber mucha agua y leche, favorece mayor producción de leche No es necesario comer o beber por dos. Mantener una dieta equilibrada y variada, aumentada en 500 kcal a las necesidades normales
Los    pechos    pequeños    producen menos leche El tamaño de los pechos no influye en la cantidad de leche que se produce
El sacaleches saca la misma cantidad de leche que mediante lactancia El sacaleches saca menos leche que el bebé

7.     BIBLIOGRAFÍA

  1. Real Academia Española. RAE [Internet] : RAE, 2018 ,Disponible en: https://dle.rae.es/?id=ObhmSF0
  2. Real Academia Española. RAE [Internet] : RAE, 2018Disponible en:https://dle.rae.es/?id=BFxV7jl
  3. Bailen E. La moda de desmitificar la maternidad [Internet]. Madrid: El País; 6 de Junio  de   2017    Disponible en: https://elpais.com/elpais/2017/06/05/mamas_papas/1496661444_921377.html
  4. Freixas L. «La cultura idealiza la maternidad pero al mismo tiempo no la valora» [Internet]. País Vasco: El Diario Norte. Disponible en: https://www.eldiario.es/norte/euskadi/cultura-idealiza-maternidad-tiempo-valora_ html
  5. Freixas L. El silencio de las madres. Babelia: El país, . [Internet] 18 de Enero de 2014 . Disponible en:https://www.laurafreixas.com/freixasarticulos31.htm
  6. Gonzalez L. El miedo a quejarse de la maternidad [Internet]. Madrid: El País; 24 de Septiembre de 2015 .   Disponible en: https://verne.elpais.com/verne/2015/09/23/articulo/1442994154_122455.html
  7. Bailén E. La moda de desmitificar la maternidad [Internet]. Madrid: El País, 6 de Junio de 2017 . Disponible en:https://elpais.com/elpais/2017/06/05/mamas_papas/1496661444_921377.html
  8. Paz Lozano Depresión postparto [Trabajo de fin de grado]. [Madrid]: Universidad Francisco de                  Vitoria,           2015    .             Disponible en: http://ddfv.ufv.es/bitstream/handle/10641/1104/TFG1415%20JULIA%20DE%20 PAZ.pdf?sequence=1
  9. Zicavo Eugenia. Dilemas de la maternidad en la actualidad: Antiguos y nuevos mandatos en mujeres profesionales de la ciudad de Buenos Aires. La ventana [online]. 2013 ; IV(38) : 50-87
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