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Diabetes mellitus: revisión bibliográfica

Diabetes mellitus: revisión bibliográfica

Autor principal: Daniel Montero Bermejo

Vol. XX; nº 11; 584

Diabetes mellitus: a bibliographical review

Fecha de recepción: 24 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 29 de mayo de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 11 – Primera quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 11; 584

Autores:

Daniel Montero Bermejo, Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza, HCU Lozano Blesa, Consultas Externas, Zaragoza, España
María del Mar Garrido Merino, Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza, HCU Lozano Blesa, Servicio de Alergología, Zaragoza, España
Cynthia Molés Gascón, Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza, HCU Lozano Blesa, Servicio de Medicina Nuclear, Zaragoza, España
María Muñoz Lapeña, Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza, ESAD Sector II, Zaragoza, España
Julia Arias Pérez, Grado en Medicina, Universidad Católica de Valencia, Hospital Royo Villanova, Servicio de Alergología, Zaragoza, España

Resumen

La diabetes mellitus es una patología que se caracteriza por la hiperglucemia resultante de un defecto en la secreción y/o en la acción de la insulina. Su alta prevalencia, que según las previsiones continuará en ascenso, la convierte en un problema de salud pública dado las incapacidades que puede causar. Aunque principalmente se distinguen 3 tipos (tipo 1, tipo 2 y gestacional), el 90% de los casos son de diabetes tipo 2, la cual tiene como factores de riesgo muy importantes la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo. Por esto, la prevención es de gran importancia en esta patología. El tratamiento puede ser con antidiabéticos orales en la diabetes tipo 2 o con insulina, común a todos los tipos de diabetes. Existen varios tipos de insulina en dependencia de cómo actúan, por lo que se emplean con diferentes pautas o combinando varias pautas.

Palabras clave

diabetes, hipoglucemia, hiperglucemia, insulina.

Abstract

Diabetes mellitus is a disease characterized by hyperglycemia resulting from a defect in the secretion and/or action of insulin. Its high prevalence, which is expected to continue to rise, makes it a public health problem given the disabilities it can cause. Although three main types are distinguished (type 1, type 2, and gestational), 90% of cases are type 2 diabetes, for which obesity, overweight, and a sedentary lifestyle are very important risk factors. Therefore, prevention is of great importance in this disease. Treatment can be with oral antidiabetics in type 2 diabetes or with insulin, which is common to all types of diabetes. There are several types of insulin depending on their action, which is why they are used in different schedules or in combination of several schedules.

Keywords

diabetes, hypoglycemia, hyperglycemia, insulin.

La diabetes mellitus es un trastorno metabólico crónico caracterizado por la hiperglucemia resultante de defectos en la secreción o acción de la insulina, o de ambos. Supone un importante problema de salud pública debido a su alta prevalencia, complicaciones crónicas y elevada morbimortalidad.

Tipos de diabetes

La diabetes mellitus se clasifica en cuatro tipos principales:

Diabetes tipo 1

Se trata de un trastorno autoinmune que conduce a la destrucción de las células β pancreáticas, lo que resulta en una deficiencia absoluta de insulina. Representa, aproximadamente, el 5-10% de los casos.

Diabetes tipo 2

Se caracteriza por la resistencia a la insulina en los órganos y tejidos diana y la deficiencia relativa de la misma. Es el tipo con mayor prevalencia (90% de los casos) y se asocia con la obesidad y el sedentarismo.

Diabetes gestacional

Hiperglucemia diagnosticada durante el embarazo, la cual aumenta el riesgo de complicaciones materno-fetales y de desarrollar diabetes tipo 2 posteriormente.

Otros tipos

Diabetes monogénica (diversos tipos de diabetes de carácter hereditario que se deben a la mutación de un solo gen en cada caso, como la diabetes MODY) y diabetes secundaria a otras enfermedades (como enfermedades pancreáticas) o a fármacos.

Epidemiología

La diabetes mellitus afecta a más de 537 millones de adultos en el mundo, de edades comprendidas entre los 20 y los 79 años. Se calcula que su prevalencia irá en aumento durante los próximos 20 años, hasta alcanzar los 783 millones de personas en 2045. La diabetes tipo 2 representa el 90% de los casos.

Su prevalencia en España es del 14,8%. La diabetes gestacional afecta a entre un 7 y un 14% de los embarazos, dependiendo de los criterios diagnósticos.

Fisiopatología

La diabetes tipo 1 está causada por una respuesta autoinmune mediada por linfocitos T contra antígenos de las células β pancreáticas, como el GAD65. También contribuyen a su desarrollo factores genéticos (como HLA-DR3 y HLA-DR4) y ambientales (como la exposición a determinados virus y contaminantes químicos).

En la diabetes tipo 2 concurren la resistencia a la insulina en los órganos y tejidos diana (hígado, músculo y tejido adiposo), que se agrava con la obesidad (por la inflamación crónica y el estrés del retículo endoplasmático celular), y la disfunción de las células β pancreáticas.

Los criterios diagnósticos son:
– Glucemia plasmática en ayunas ≥ 126 mg/dl.
– Hemoglobina glicada (HbA1c) ≥ 6,5%.
– Glucosa ≥ 200 mg/dl pasadas dos horas tras el test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG).
– Glucemia plasmática ocasional ≥ 200 mg/dl.

Una vez obtenido un resultado positivo, se repetirá la prueba para confirmar el diagnóstico. Para el diagnóstico de la diabetes gestacional se emplea el test de tolerancia oral a la glucosa.

Los síntomas incluyen aumento de la sensación de sed, micciones más frecuentes de lo habitual, fatiga, pérdida involuntaria de peso, visión borrosa y dificultad para la cicatrización.

Factores de riesgo

Cada uno de los tipos de diabetes tiene unos factores de riesgo concretos para su desarrollo.

Diabetes tipo 1:

– Edad: es más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad, lo que podría estar relacionado con el proceso de desarrollo del sistema inmunológico.
– Antecedentes familiares: existe una predisposición genética de carácter hereditario al desarrollo de diabetes tipo 1, basada en variantes genéticas de los HLA.
– Raza: las personas de raza blanca tienen más posibilidades de desarrollar diabetes tipo 1.
– Exposición a enterovirus, como el virus de Coxsackie, que pueden llevar a la pérdida de células β pancreáticas.
– Déficit de vitamina D.

Diabetes tipo 2:

– Obesidad y sobrepeso: aumentan la producción de citoquinas proinflamatorias que, junto a los ácidos grasos, favorecen la resistencia a la insulina.
– Sedentarismo: favorece la acumulación de grasa y el aumento de peso, lo que facilita la resistencia a la insulina.
– Dieta: una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos refinados facilita el aumento del nivel de glucosa en sangre y la acumulación de grasa. En cambio, una dieta saludable rica en fibra mejora el control glucémico.
– Edad: con el envejecimiento se producen cambios metabólicos. La prevalencia de diabetes es mayor a partir de los 45 años.
– Antecedentes familiares: la función pancreática y la sensibilidad a la insulina pueden verse afectadas por diversos genes. El riesgo de padecer diabetes tipo 2 aumenta cuando la persona tiene familiares con la misma patología.
– Raza y etnia: las personas de algunas razas y etnias (negra, latina, asiática, nativa americana y comunidades nativas de Alaska y de Oceanía) tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.
– Diabetes gestacional en embarazos previos.
– Prediabetes: es una condición en la que los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal pero no lo suficiente como para establecer el diagnóstico de diabetes. Muchas de las personas con prediabetes acaban desarrollando diabetes tipo 2 en el futuro, por lo que es importante tomar medidas para corregirla (fundamentalmente, adoptar una dieta saludable y realizar ejercicio físico con regularidad).

Diabetes gestacional:

– Diabetes gestacional previa: las mujeres que tuvieron diabetes gestacional en embarazos previos tienen mayor posibilidad de tenerla de nuevo en futuros embarazos.
– Obesidad y sobrepeso: el embarazo es un estado diabetogénico y, cuando se comienza con obesidad o sobrepeso, aumenta la resistencia a la insulina.
– Edad: las mujeres mayores de 25 años tienen una probabilidad mayor de desarrollar diabetes gestacional, debido a los cambios metabólicos que se producen con la edad.
– Antecedentes familiares: existe una predisposición genética para desarrollar diabetes gestacional. También influyen los hábitos de vida compartidos dentro de las familias.
– Raza y etnia: las mujeres de determinadas razas y etnias (negra, latina, asiática y nativa americana) tienen mayor predisposición de padecer diabetes gestacional.
– Síndrome de ovario poliquístico: aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes gestacional.

Complicaciones

Microvasculares:

– Neuropatía diabética: los nervios periféricos se dañan, causando disminución de la sensibilidad, dolor y entumecimiento. También pueden verse afectados los nervios que inervan diversos órganos, causando problemas en su funcionamiento.
– Nefropatía diabética: se trata de un daño progresivo en los riñones que puede terminar causando insuficiencia renal.
– Retinopatía diabética: se produce por la alteración de las paredes de los vasos retinianos, pudiendo producirse edema macular y una proliferación de vasos sanguíneos anómalos. Puede llegar a causar ceguera.

Macrovasculares:

– Enfermedad cardiovascular: las personas con diabetes tienen un proceso de aterosclerosis acelerado en comparación con las personas no diabéticas. Esto hace que tengan mayor riesgo de padecer enfermedades como infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular.
– Enfermedad arterial periférica: también debida a la aterosclerosis acelerada, puede causar dolor en las extremidades y aumentar el riesgo de amputaciones.

Además, la diabetes también puede causar problemas de cicatrización, disfunción inmunológica, que puede conllevar un mayor riesgo de infecciones cutáneas (bacterianas y micóticas); enfermedad periodontal, depresión (el riesgo de desarrollar depresión es mayor que en las personas no diabéticas) y pie diabético (aparición de úlceras en los pies debido a la neuropatía diabética y a la mala cicatrización que pueden complicarse con infecciones graves e incluso llevar a una amputación).

La diabetes gestacional tiene varios riesgos específicos, entre los que destacan el aborto, anomalías fetales, muerte fetal, preeclampsia, macrosomía, síndrome de dificultad respiratoria neonatal, hipoglucemia neonatal e hiperbilirrubinemia.

Las personas con diabetes pueden sufrir complicaciones agudas derivadas de hipoglucemias (<70 mg/dl) e hiperglucemias. La hipoglucemia puede requerir glucagón para su tratamiento y puede llegar a producir confusión, convulsiones y coma. La hiperglucemia puede conducir al síndrome hiperglucémico hiperosmolar, que cursa con deshidratación, desequilibrio electrolítico, alteración del estado de conciencia (desde confusión hasta coma), convulsiones, hemiplejia transitoria e hiperglucemia grave y requiere sueroterapia e insulina para su tratamiento. La cetoacidosis diabética es una complicación causada por la falta de insulina que puede llevar a la pérdida del conocimiento y a la muerte. Es más frecuente en la diabetes tipo 1, pero también puede aparecer en la diabetes tipo 2, y requiere tratamiento con insulina, líquidos y electrolitos.

Tratamiento

Se recomienda adoptar una dieta saludable y equilibrada y realizar ejercicio físico. La monitorización de los niveles de glucosa en sangre seguirá un patrón u otro en dependencia de cada paciente y el tratamiento que sigue.

El tratamiento de la diabetes tipo 2 se basa en el uso de antidiabéticos orales (grupo formado por varias familias de fármacos: sulfonilureas, meglitinidas, biguanidas, tiazolidinedionas, inhibidores de la alfa-glucosidasa, inhibidores de la dipeptil peptidasa 4, agonistas del GLP-1 e inhibidores del cotransportador sodio-glucosa 2) o de insulina, dependiendo de la situación clínica del paciente. En la diabetes tipo 1 y en la diabetes gestacional se emplea insulina, ya que los antidiabéticos orales están contraindicados o, como mínimo, no se recomiendan durante el embarazo.

Existen diferentes tipos de insulina según su rapidez en actuar, el tiempo que tarda en alcanzar su pico de acción y la duración de su efecto. Dependiendo de estos parámetros, se emplean siguiendo una pauta u otra. Así, las insulinas pueden clasificarse en:

– Insulinas de acción ultrarrápida (aspart, faster aspart, glulisina y lispro): tardan entre 5 y 15 minutos en iniciar su efecto, alcanzan su pico de acción pasadas entre 1 y 2 horas y su duración es de entre 3 y 5 horas.
– Insulinas de acción rápida (humulina regular): comienza a actuar pasados 30 minutos, alcanza su pico de acción a las 2-4 horas y su efecto dura 6 horas.
– Insulinas de acción intermedia (NPH): tarda de 1 a 2 horas en comenzar a actuar, su pico de acción se alcanza pasadas entre 4 y 8 horas y su duración es de 12 horas.
– Insulinas de acción prolongada (glargina, detemir y degludec): se trata de insulinas sin un pico de acción marcado, si no que se mantienen estables durante un periodo prolongado de tiempo. Algunas comienzan a actuar en 1-2 horas mientras que otras tardan entre 3 y 4 horas, con una duración que varía de una a otra, pudiendo ser de entre 12 y 18 horas hasta de entre 24 y 42 horas.
– Insulinas premezcladas: se trata de combinaciones fijas de insulina intermedia con insulina rápida (NPH+rápida, NPA+aspart y NPL+lispro). Sus características dependen de la proporción, con un inicio que puede ser a los 10-15 minutos o a los 30 minutos y con una duración de 12 horas.

Dependiendo de la función que cumplen, las insulinas pueden clasificarse en prandiales y basales. Las insulinas prandiales (ultrarrápidas y rápidas) se utilizan para evitar las hiperglucemias post-prandiales, mientras que las basales (intermedias y lentas) cubren las necesidades de insulina entre ingestas.

Conclusiones

Teniendo en cuenta que el 90% de los casos de diabetes mellitus son del tipo 2, que puede prevenirse en un gran número de casos estableciendo acciones sobre los hábitos de vida (en particular, adoptar una dieta saludable y equilibrada y realizar ejercicio físico regularmente con el objetivo de evitar la acumulación de grasa, en especial abdominal), la prevención primaria cobra una gran relevancia.

Estos hábitos de vida saludable son recomendables también para personas que ya tienen diabetes para mejorar la efectividad del tratamiento y evitar complicaciones futuras.

Dado que las complicaciones de la diabetes pueden ser discapacitantes, su prevención es muy importante no sólo por el bienestar del paciente, si no por el ahorro de costes relacionados con la asistencia sanitaria, que pueden requerir ingresos hospitalarios (incluyendo unidades de cuidados intensivos), intervenciones quirúrgicas, tratamiento farmacológico, curas con una gran variedad de material…

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