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Dificultades de desarrollo cognitivo en niños con síndrome de Down

En cuanto a la inteligencia, toda la literatura revisada asocian el Síndrome de Down (SD) a una discapacidad intelectual y no mental en diferentes grados (5) (4) (6). Blázquez (6) lo completa con lo siguiente: “los niños con Síndrome de Down (SD) tienen un nivel intelectual en el rango de la deficiencia ligera o moderada, en general; obtienen mejores resultados en pruebas manipulativas que en verbales; entienden literalmente lo que se les dice (no las bromas ni las frases con doble sentido); es difícil para ellos generalizar lo que aprenden; necesitan más tiempo para responder y, finalmente, les cuesta atender varias instrucciones dadas en orden secuencial”. El PSSD (5) explica que “la expresión discapacidad intelectual no define ni condena irreversiblemente a la persona, sino que nos alerta hacia una situación o estado especial eminentemente evolucionable”.

Asimismo define la discapacidad intelectual como “una entidad que se caracteriza por la presencia de: limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual o inteligencia; en la conducta adaptativa o capacidad de adaptación; una edad de aparición anterior a los 18 años”. Finalmente, indica que el grado de discapacidad ha gozado de una mejoría en el grado de retraso mental en los últimos años: “la mayoría presenta un grado moderado o ligero, lejos de descripciones antiguas en las que se afirmaba que el retraso era severo. Dicha mejoría se ha debido a los programas específicos que se aplican en las primeras etapas (estimulación e intervención temprana), a la aplicación de apoyos y estrategias educativas en aquellas áreas más necesitadas y a la apertura y enriquecimiento ambiental que en conjunto y de manera inespecífica, está actuando en la sociedad actual sobre todo niño, incluyendo el Síndrome de Down (SD)”. La discapacidad intelectual produce una serie de dificultades en el aprendizaje del niño en edad escolar. En este sentido Blázquez (6) propone una serie de intervenciones para solucionar problemas de consolidación e inconstancia de la respuesta, mediante sobre todo la repetición, la realización de actividades atractivas y la constante revisión de dichas actividades, en caso de indicio de que estas sean excesivamente largas o difíciles.

Respecto a la cognición social, Celbula et al (10) definiría esta como la capacidad de dar sentido o captar el sentido de otras personas e incluye la capacidad para planificar y ejecutar vías apropiadas de respuestas en los contextos sociales diarios. Los autores de este articulo clasifican dicha cognición en 2 grandes apartados: Infancia (primeras etapas del desarrollo) y Edad Escolar. Durante la infancia, en el primer año ya se puede apreciar una persistencia de la atención hacia personas que puede indicar un mayor grado de sociabilidad, pero podría indicar también una menor capacidad para desplazar su atención de forma eficiente hacia personas, objetos y ambiente, lo cual tiene mucho que ver con lo indicado anteriormente de Iglesias (9). Conforme crece el niño, llama la atención su capacidad para imitar a otros, punto fuerte en su desarrollo conductual, lo cual les hace ser en ocasiones más orientados socialmente que el resto de niños sin Síndrome de Down (SD).

Sin embargo, dicho grado de imitación sufre una serie de sesgos como podría ser la capacidad de imitación vocal de estos niños durante los 3 primeros años, la cual se desarrolla mucho más lentamente: “dichos sesgos pueden deberse a una predisposición para atender a los aspectos sociales del mundo, más que a los no sociales” Por otro lado, durante esta etapa, también existe una evidencia de que los niños con Síndrome de Down (SD) “pueden tener dificultades en el reconocimiento de las emociones, así como en el uso que hacen de esa información para guiar su propia conducta” (10), además de la capacidad para mantener la atención compartida y solicitar gestos no verbales.

Estas capacidades, junto con las de la imitación les conducen a un desarrollo de habilidades socio-cognitivas complejas, como la comprensión de las emociones. Finalmente, durante la edad escolar aparecen otra serie de dificultades consecuencia de lo anterior, como las dificultades en la comprensión de las emociones como son el miedo, la sorpresa y el enfado, así como niveles de conducta empática y social equivalentes, o incluso superiores a los de los niños sin Síndrome de Down (SD). Así, Celbula et al. (10) define el desarrollo socio cognitivo para niños con Síndrome de Down (SD) de un modo semejante al del resto de los niños, aunque a una velocidad más lenta, aunque con una serie de diferencias, como son una mayor predisposición a ser sociables o una serie de dificultades para mantener una conducta motivada, lo cual les puede llevar a una serie de problemas para desarrollar relaciones interpersonales.

Según Blázquez (6) el nivel lingüístico de los niños con Síndrome de Down (SD) va por detrás de su nivel lector, su capacidad social y su inteligencia general. Iglesias (9) lo corrobora afirmando que el área más atrasada de estos niños es el lenguaje en su faceta expresiva: “observamos durante los primeros meses ya emiten menos vocalizaciones que los demás bebes, aunque a partir de los 4-6 meses incrementan sus emisiones”. El desarrollo del lenguaje en general y del vocabulario es muy lento y difícil, de esta manera “la primera palabra puede aparecer hacia los 20-24 meses”. Asimismo Iglesias (5) identifica como posible causa la hipotonía de los músculos de la articulación y el retraso de la maduración neuromotora, asociada a problemas auditivos.

En el desarrollo prelingüístico Rondal (11) también indica que los bebes con Síndrome de Down (SD) procesan más lentamente ciertos tipos de información auditiva que el resto de los niños, lo cual puede estar ocasionado por una lateralización del proceso auditivo. Independientemente de esta característica concluye que si el desarrollo prelingüístico es un requisito para la adquisición del habla, sería conveniente ya intervenir en todo el conjunto de subsistemas por separado durante esta etapa en niños con Síndrome de Down (SD): “de esta manera dispondremos de la mejor oportunidad para reducir al mínimo los retrasos y favorecer otras adquisiciones”. Así, Rondal (12) también enumera una serie de intervenciones durante este periodo como la intervención temprana para fomentar la actividad prelingüística reforzando al niño cualquier producción vocal así como las diferentes fases de balbuceo, como el uso de prepalabras durante un cierto tiempo, pasando a palabras convencionales. La terapia física orofacial que en caso de una intensa hipotonía se podría plantear una terapia de placa palatina en el primer año de vida, mejorando así las funciones orofaciales incluso después de 12 años de haber dejado la placa y la expansión maxilar cuando el volumen de la cavidad oral sea demasiado reducido. Se han descrito beneficios al comprobarse un aumento del volumen nasal entre otras ventajas, en comparación con grupos sin tratamiento

Avanzando algo más en la edad de los niños, en relación a la enseñanza del léxico, Rondal (11) indica que este avanza en estrecha relación con la edad mental. Aunque retrasado, en niños con Síndrome de Down (SD) este presenta grandes semejanzas con el desarrollo normal. Las principales razones de este retraso son dificultades en la percepción y producción de sonidos y de secuencias apropiadas de sonidos del habla, que constituyen las palabras (fonemas), limitaciones de la memoria a corto plazo, dificultades para identificar los referentes de las palabras y por lo tanto para construir un significado

Las intervenciones que propone Rondal (11) se basan en relación a la recepción de habla y producción una enseñanza especializada dirigida por logopedas. En cuanto al ejercicio de memoria a corto plazo, estas habilidades se pueden desarrollar durante la atención temprana. Por lo que respecta a la identificación de referentes, existen nuevos estudios que muestran estrategias con el fin de solucionar tete problema, como el uso del objeto en su conjunto, la exclusividad, la estabilidad en el tiempo y en el espacio etc. Dichas estrategias ayudan a que los niños adquieran de manera lo más temprana posible el léxico. También se usan los gestos o signos gestuales para la identificación de palabras, tal como se utilizan en diccionarios para sordos

En cuanto al desarrollo morfosintáctico, Rondal (12) indica que la combinación de 2 palabras en emisiones breves, lleva un retraso en niños con Síndrome de Down (SD) de entre varios meses o incluso hasta 2 años con respecto al resto de población. Además la sintaxis inicial (posesión, tiempo/espacio, presencia/ausencia/vuelta, acompañamiento etc.) también es posterior a los niños sin Síndrome de Down (SD), por lo que lo primero que habría que hacer es promover el desarrollo sintáctico inicial, motivando al niño a combinar dos palabras en emisiones breves, ya que los niños con Síndrome de Down (SD) no encuentran dificultades para seguir patrones secuenciales del lenguaje, aunque muestran dificultades con los artículos, las preposiciones y los pronombres, entre otros, ya que estas palabras no poseen tanto peso semántico. De esta manera la proposición se basaría en el especial énfasis en la repetición y el refuerzo en cuanto empieza a producir estas asociaciones

En relación a la enseñanza de la lectura, Rondal (11) propone una serie de principios como empezar la actividad lectora cuando el niño pueda comprender entre 50 y 100 palabras, enseñar primero palabras completas, seleccionar la palabras más apropiadas a su nivel de comprensión lingüística, elegir palabras para crear frases desde el comienzo: frases de dos o tres palabras para niños <4 años pero gramaticalmente completas, confeccionar libros de cuentos utilizando imágenes del propio mundo e interesantes para el niño, leer siempre las palabras y las frases mientras el niño esta aprendiendo, introducir un nuevo vocabulario de lectura una vez el niño disfruta de actividades lectoras con vocabulario familiar, animar al niño a repetir las palabras y frases con usted, practicar la escritura junto con la lectura, enseñar fonética una vez el niño tenga un vocabulario lector de 30-40 palabras.

Finalmente Blázquez (6) plantea una serie de sugerencias sobre intervenciones en la escuela, para su interacción con otros niños ya en educación primaria o ESO. En cuanto al lenguaje es conveniente que sea trabajado individualmente con cada uno de ellos, incluso con el apoyo de especialistas. En la clase, utilizar lo menos posible, exposiciones orales y largas explicaciones. Hablarles y escucharles con las mejores estrategias ya que ha hablar se aprende hablando. El ordenador puede ser un instrumento muy útil para alcanzar estos objetivos (juegos didácticos) La lectura y la escritura favorecen el desarrollo de su lenguaje

CONCLUSIONES

Podríamos definir la atención, percepción, memoria, inteligencia, cognición social y lenguaje los aspectos más importantes a tratar dentro del desarrollo cognitivo en niños con Síndrome de Down (SD).

En cualquier caso el hecho de ser un síndrome congénito, ofrece la oportunidad de actuar muy rápidamente sobre sus problemas. Para ello, son necesarios una serie de conocimientos con respecto a las características en la etapa prelingüística en niños con Síndrome de Down (SD) que permitiría planificar y concretar programas de atención temprana. Todos los avances que se realicen desde cualquier ámbito en dicha etapa, facilitaran también el trabajo de desarrollo de léxico, gramática y sintaxis.

Como métodos educativos para tratar los problemas cognitivos y /o conductuales se podrían utilizar soluciones multimodales consistentes en la combinación de una medicación y terapia conductual. Programas específicos que se aplican en las primeras etapas (estimulación e intervención temprana), a la aplicación de apoyos y estrategias educativas en aquellas áreas más necesitadas y a la apertura y enriquecimiento ambiental que en conjunto y de manera inespecífica, está actuando en la sociedad. Intervenciones para solucionar problemas de consolidación e inconstancia de la respuesta mediante repetición, actividades atractivas y constate revisión de estas actividades. Desarrollo prelingüístico mediante intervenciones temprana, la terapia física orofacial y la expansión maxilar. En relación a la recepción de habla y producción se realizará una enseñanza especializada dirigida por logopedas. En cuanto al desarrollo morfosintáctico lo primero que habría que hacer es promover el desarrollo sintáctico inicial que se basaría en enfatizar la repetición y el refuerzo en cuanto empieza a producir estas asociaciones.

BIBLIOGRAFÍA

(1) Brasile H. Retraso mental y genética Síndrome de Down. Alcmeon [Revista en internet]. 2008 [Consultado el 5 de noviembre de 2011]; 15 (1) Disponible en: http://www.alcmeon.com.ar/15/57/04_basile.pdf

(2) Pueschel S. Síndrome de Down: Hacia un futuro mejor, Guía para los padres. 2 ed. Barcelona: Masson; 2002.

(3) Rogers PT, Coleman M. Atención médica en el Síndrome de Down: Un planteamiento de medicina preventiva. Barcelona, Fundación Catalana Síndrome de Down 1994.

(4) Corretger J.M, Serés A, Casaldàliga J, Trias K. Síndrome de Down: aspectos médicos actuales. Editorial Masson. 2005. Barcelona.

(5) FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE INSTITUCIONES PARA EL SÍNDROME DE DOWN. Programa Español de Salud para personas con síndrome de Down, FEISD, Madrid, Edición 2010. Disponible en http://www.sindromedown.net/adjuntos/cPublicaciones/64L_programa.pdf.

(6) Blázquez A. Propuestas de intervención a alumnos con Síndrome de Down. Revista Digital de Innovación y Experiencias Educativas. [Revista en internet]. Granada. 2009. Disponible en:

www.csicsif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_23/ANTONIO_BLAZQUEZ_ORTIGOSA01.pdf.

(7) Hernández M, Pasto X, J. Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad en los niños con Síndrome de Down. Revista Internacional Sobre el Síndrome de Down. 2011; 15(2): 18-22.

(8) Capone G, Royal P, Ares W, Lanningan E. Trastornos neuroconductuales en niños, adolescentes y adultos jóvenes con Síndrome de Down. Revista Síndrome de Down. 2007; 24: 27-40.

(9) Iglesias MT. El niño preescolar con Síndrome de Down [Articulo en internet]. Consultado el 20 de noviembre de 2011. Disponible en http://www.mipediatra.com/psicopedagogia/pdf/El%20ni%F1o%20Preescolar%20con%20S%EDndrome%20de%20Down.pdf.

(10) Cebula KR, Moore DG, Wishart JG. La cognición social en los niños con Síndrome de Down. Revista Síndrome de Down 2010; 27: 26-46.

(11) Rondal J. Dificultades del lenguaje en el Síndrome de Down: Perspectiva a lo largo de la vida y principios de intervención. Revista Síndrome de Down. 2006; 23: 120-128.

(12) Rondal JA, Lang SC. Atención Temprana: comunicación y desarrollo del lenguaje. Revista Síndrome de Down. 2009; 26: 26-31.