el sonido de alarma, ante cualquier anomalía (interrupción de la infusión, pérdida o fuga del fármaco, atascos o cualquier complicación ligada a un error mecánico) que impida el paso del fármaco por vía endovenosa.
Es importante reconocer que cualquier sistema de bomba de perfusión favorecerá su uso si es un modelo sencillo, de fácil manejo y sobre todo seguro tanto para el profesional como para el paciente. El aspecto psicológico sobre el comportamiento del paciente y su conducta son importantes para conseguir resultados efectivos y conseguir, en definitiva, aliviar el dolor.
4.3.3. Registros utilizados
Los registros utilizados por los profesionales ligados a este sistema de analgesia informan explícitamente desde el inicio su seguimiento y eficacia, así como toda información asociada para posteriores valoraciones, siendo necesario durante el uso del sistema de analgesia con analgesia controlada por el paciente (PCA) efectuado por prescripción médica.
Este seguimiento se realiza tanto en reanimación como en planta donde el paciente está más estable hemodinámicamente. También en planta se hará la valoración del dolor y seguimiento de la efectividad de la bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA) que quedará reflejada por turno en el evolutivo de Enfermería, ya sea escrita en papel o sistema informático. Mientras el paciente sea portador de la bomba de analgesia y hasta su retirada, quedará constancia de la orden médica y motivo de su retiro en el registro con fecha y hora correspondiente. Toda esta información se incluye en el historial del paciente.
5.- Ventajas y desventajas de la bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA) : las principales ventajas de la utilización de este sistema de analgesia por analgesia controlada por el paciente (PCA) son:
- Dosis individualizadas, que permiten mantener niveles plasmáticos uniformes y una concentración de analgesia opioide constante, sin alcanzar niveles de sedación, náuseas, vómitos, inestabilidad y confusión.
- Niveles plasmáticos constantes durante la administración de analgesia programada con analgesia controlada por el paciente (PCA).
- Dosis totales inferiores a otras técnicas porque consigue unos valores plasmáticos relativamente constantes, impidiendo que aparezca el dolor y manteniendo una analgesia más uniforme y menor uso de «analgesia de rescate».
- Disminución de incidencias por reacciones adversas
- Menor ansiedad ante la disponibilidad constante de analgesia. El paciente sabe que cuando tenga dolor a pesar de la infusión constante, se administrará otra dosis de rescate con el sistema de bloqueo posterior con la seguridad de no administrarse doble dosis.
- Las técnicas de curas diarias se pueden realizar según tiempo y protocolo estimado sin que el paciente sienta miedo al dolor de la manipulación en la zona intervenida (dolor irruptivo).
- Recuperación temprana del tránsito intestinal, de la función respiratoria y aumento del actividad en el postoperatorio.
- Menor dependencia de Enfermería, durante la hospitalización.
- Buena movilidad y actuación en cuanto a sus actividades de aseo diarias, sin miedo al dolor.
- Acortamiento de la estancia hospitalaria a largo y corto plazo, como consecuencia del punto anteriormente señalado.
- Seguridad y fiabilidad en el sistema de perfusión endovenosa
- Mínima o ninguna sedación, ni otros efectos adversos.
En cuanto a las desventajas de este sistema de analgesia por bomba de PCA, cabe destacar que:
- La efectividad depende de que el sistema funcione correctamente.
- La disponibilidad y colaboración del paciente debe ser activa, participando en su manejo del dolor. Esta condición hace que no todos los pacientes cumplen el perfil adecuado para el manejo del dolor agudo postquirúrgico.
- El conocimiento de la técnica por parte del paciente debe ser completa.
- Coste elevado. Siempre hay que asociar la relación beneficio-coste por su importancia. Pero la evidencia ante la práctica de cada día, nos deja los resultados obtenidos con relación entre los costes previstos y los costes reales, efectos y consecuencias del dolor postquirúrgico sumado al tiempo de estancia hospitalaria del paciente por sus posibles complicaciones.
Desde la perspectiva del profesional de Enfermería, la analgesia con bombas de PCA, reúne condiciones favorables como:
- Siendo un sistema de perfusión continua con sistema de alarma ante incidencias o bloqueos, hace que sea más fiable y cómoda. Ventaja que se destaca sobre cualquier otro sistema de analgesia.
- Segura por estar programada y controlada.
- Ahorra tiempo y trabajo al profesional de Enfermería en planta.
- Tiene un resultado final de confort para el paciente.
- Se realizan las técnicas de curas en horarios protocolizados, ya que son imprescindibles, sin que el paciente sienta miedo al dolor irruptivo. Así evitamos la hiperalgesia primaria.
- Menor uso de tratamientos de rescate, debido a niveles plasmáticos constantes de analgesia.
- El paciente mantiene su independencia y movilidad. Participa en sus cuidados con mejor disponibilidad y ánimo, colaborando de esta forma con una evolución favorable.
- Un paciente sin dolor, tiene pronto una reacción favorable al alta.
- Mejor control ante posibles complicaciones clínicas postquirúrgicas.
- Las sesiones informativas que de forma periódica se hace a los profesionales de Enfermería sobre la analgesia con analgesia controlada por el paciente (PCA) tiene siempre especial carisma por el buen resultado que ha mantenido en hospitalización en estos años. Las escalas numéricas de analgesia que se aplican por turno registran datos a favor de este sistema empleado en zonas donde se emplean las bombas de analgesia controlada por el paciente (PCA).
Asimismo, desde los servicios de Enfermería se evalúan posibles inconvenientes que aporta el sistema de analgesia con bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA) en el trabajo con el paciente y de forma explícita son de escasa