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El embarazo tras un trasplante renal: principales riesgos y complicaciones

El embarazo tras un trasplante renal: principales riesgos y complicaciones

Las mujeres con Insuficiencia Renal Crónica tienen menos posibilidades de gestación, sin embargo, éstas aumentan considerablemente tras un trasplante renal.

AUTORES

Laura Martínez Giménez (1)

Ignacio Bruna Barranco (1)

Beatriz Fernández Navarro (1)

Sheila Cadena Gómez (1)

Raquel Navarro Muñoz (1)

Inés Ortiz Escusol (1)

CATEGORÍA PROFESIONAL Y LUGAR DE TRABAJO

(1) Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

RESUMEN

Las mujeres con Insuficiencia Renal Crónica tienen menos posibilidades de gestación, sin embargo, éstas aumentan considerablemente tras un trasplante renal. El personal de enfermería formando un equipo multidisciplinar con el resto de profesionales debe formarse en conocimientos en este tipo de pacientes, debido a los posibles riesgos potenciales derivados de la inmunosupresión, medicación materna o efectos teratogénicos, que puedan poner en peligro la correcta evolución del embarazo.

Palabras clave: Complicaciones, Enfermería, Embarazo, Trasplante renal.

Introducción

Las pacientes con Insuficiencia Renal Crónica (IRC) pueden presentar mayores dificultades para la gestación debido a la ausencia de menstruación o falta de ovulación por irregularidades del sistema endocrino que causan imposibilidad para concebir un hijo. Sin embargo, puede aumentar la posibilidad de gestación hasta más del 85% tras un trasplante de riñón, pasando de una elevada disfunción sexual a menos de un 15% de ésta1-3.

Cerca de la década de los 60, en 1958, el Dr. Joseph Murray llevó la primera gestación post trasplante renal, en la que la mujer había recibido un injerto renal procedente de su hermana idéntica. La recuperación del ciclo menstrual con la estabilidad del eje hipotálamo-hipofisario y de la función renal en las mujeres con IRC tras el injerto eleva las probabilidades de llevar a cabo una gestación saludable, siendo la mejor opción tanto para la mujer, el niño o el riñón1-4.

La menstruación se comienza a reanudar a lo largo del primer año post trasplante, en torno a los cinco o seis meses posteriores; no obstante, se aconseja esperar uno o dos años antes de un embarazo en las pacientes trasplantadas, debido a la supresión del sistema inmunitario, en especial los primeros doce meses, que puede producir efectos no deseados como favorecer la invasión de agentes patógenos o producir defectos congénitos en el embrión2,3.

A pesar de ello, existen riesgos y complicaciones en el embarazo de mujeres con trasplante renal que pueden poner en peligro el bienestar de la madre y el feto, por lo que el personal sanitario debe tener conocimientos en aspectos tales como posibles infecciones, complicaciones clínicas o medicación materna, que puedan influir y alterar el buen pronóstico de estas mujeres embarazadas4.

Objetivo

Establecer las complicaciones más importantes que pueden aparecer en el embarazo de mujeres con un trasplante renal previo.

Resultados

  • Infecciones: El trasplante renal aumenta las posibilidades de infección en el aparato urinario entre el 30 y el 50% en las pacientes embarazadas, o infecciones en la vía urinaria superior pudiendo llegar a sepsis. Por otro lado, en los niños nacidos de estas madres también se eleva el número de infecciones que pueden llegar a provocar su muerte durante o después del nacimiento, en especial en aquellos con un peso inferior a los 2500 gramos o aquellos que nacen pretérmino5-6.
  • Uno de los principales riesgos en estas pacientes es el menor funcionamiento del sistema renal, con aumento de proteínas en orina y elevación de la tensión durante la gestación, donde podemos encontrar la preeclampsia, llegando a afectar a un tercio de ellas6.

La preeclampsia se considera grave cuando la tensión arterial supera los 160 mmHg (sistólica) y los 110 mmHg (diastólica) al menos un par de veces entre 5 y 7 horas de diferencia y un exceso de proteína en la orina de al menos 2 g en la micción de un día, además de otros cuadros como alteraciones en la vista, oído, cerebro, dolor, deterioro del funcionamiento del hígado, etc. Las mujeres con enfermedades renales pueden llegar a presentarla hasta en la mitad de los casos, y los que resultan de un injerto renal hasta en un tercio de ellos, así como las ciclosporinas que pueden tomar estas pacientes aumenta la tensión arterial y favorece la preeclampsia. Por otro lado, aumenta la posibilidad de aborto espontáneo y hasta en la mitad de los casos el riesgo de parto pretérmino, llegando a éste en más del 75% en aquellas mujeres con patología crónica de tensión arterial alta producida por preeclampsia5,6.

  • El rechazo del injerto renal: Los datos muestran que la aceptación del injerto en estas mujeres se encuentra en torno al 95%; si bien es cierto que el rechazo puede llegar a alcanzar cerca del 20% en algunas listas, debiéndose examinar las dosis de inmunosupresor como las ciclosporinas en sangre materna antes, durante y después de la gestación. Puede ocurrir en torno al 10-12%, aumentando tras dar a luz, por lo que tras él se debe adaptar la dosis de la medicación materna que suprime el sistema inmunitario de forma urgente5,6.
  • Aborto espontáneo y parto prematuro: El tratamiento materno que deprime el sistema inmunitario afecta y eleva la posibilidad de un parto pretérmino, y un ejemplo de ello ocurre con la ciclosporina. A su vez, durante los primeros tres meses es cuando nos encontramos ante la mayor probabilidad de llegar a tener un aborto espontáneo, superando el 30% en estas primeras semanas, pero una vez superadas aumenta la cifra de finalización del embarazo en más del 85%6.
  • Defectos congénitos en el feto: En cuanto a deformidad física o anomalías en madres que toman tacrolimus o ciclosporinas como supresores del sistema inmune no existen grandes datos que los diferencien del resto de la población. En cuanto al micofenolato de mofetilo sí que eleva la posibilidad de efectos teratógenos, y junto a otros como el everolimus deben dejar de ser tomados por la madre unas siete semanas antes de la gestación4,6.
  • Daño en el funcionamiento renal: Es fundamental llevar un control previo a la gestación que garantice una proteína sérica cercana estable sin superar 1,4- 1,6 mg/dl, ya que las pacientes con valores que estén ya en 2,6 mg/dl o más es muy probable que a lo largo de la gestación puedan sufrir un daño y rechazo del injerto7,8.

Conclusiones

Las infecciones debido a la medicación inmunosupresora de la madre, de la cual algunos pueden llegar a causar efectos teratógenos en el feto si no se suspenden previamente, elevados valores de proteínas séricas que dañen la función renal y que provoquen rechazo, o la preeclampsia, son algunas de las principales complicaciones que pueden sufrir las mujeres con un trasplante renal durante el embarazo, que los profesionales de la salud debemos prevenir a través de un seguimiento y cuidado antes, durante y después de la gestación.

Bibliografía

1- Jiménez L. Embarazo post trasplante renal. Rev Méd Costa Rica Centroamérica. 2011; 68(597):149-54.

2- Vázquez-Rodríguez JG, Ríos-Chavarría AL. Complicaciones perinatales en mujeres con trasplante renal. Nefrología. 2012;32(5): 639-46.

3- Izguerra-Ochoa LE, Renato-Parra M, Morales-Buenrrostro LE. Embarazo y trasplante renal. Rev  mex trasplantes. 2015; 4(1): 20-9.

4- Cerrato GX, Fajardo FA, Rodríguez H. Embarazo y trasplante renal. Rev Med Hondur. 2016;84(1y2):61-8.

5- Romero JF, Ayala JA, Jiménez G. Embarazo en pacientes con trasplante renal: morbilidad materna y fetal. Ginecol Obstet Mex. 2008;76(11):643-51.

6- Pallardó LM, Crespo JF. Embarazo y trasplante renal: luces y sombras. Nefrología. 2008;28(1):148-50.

7- Barrios S, Ximena M. ¿Que nos señala la literatura en relación al trasplante renal y embarazo? Rev Chil Obstet Ginecol. 2014;79(5):443-9.

8- Ghanem ME, El-Baghdadi LA, Badawy AM, Bakr MA, Sobhe MA, Ghoneim MA. Pregnancy outcome after renal allograft transplantation: 15 years’ experience. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 2005;121:178-81.