Inicio > Endocrinología y Nutrición > El impacto de las bebidas azucaradas, a propósito de un caso

El impacto de las bebidas azucaradas, a propósito de un caso

El impacto de las bebidas azucaradas, a propósito de un caso

Autora principal: Ana Ordás Viñuales

Vol. XX; nº 04; 98

The impact of sugary drinks, regarding a case

Fecha de recepción: 12/01/2025

Fecha de aceptación: 13/02/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 04 Segunda quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 04; 98

AUTORES: Ana Ordás Viñuales1; Raquel Jimeno Gallego2; Marta Blasco Gómez2; Berta Comeras Hernández3; Inés Sebastián Sánchez4; Pablo Vadillo Martín5; Belén Gayán Benedet6;

CENTROS DE TRABAJO ACTUAL:

  1. Centro de Salud de Épila, Zaragoza, España.
  2. Centro de Salud Delicias Sur, Zaragoza, España.
  3. Centro de Salud Cariñena, Zaragoza, España.
  4. Centro de Salud Univérsitas, Zaragoza, España.
  5. Servicio Cardiología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.
  6. Centro de Salud Delicias Norte, Zaragoza, España.

RESUMEN: En la actualidad, el consumo de bebidas azucaradas supone una de las fuentes más habituales de exceso de consumo de azúcares. Esta tendencia alimentaria está contribuyendo a distintos problemas de salud cómo son la diabetes y los trastornos metabólicos. En este artículo, se expone un caso desde el que se pretende explorar el impacto de estas bebidas en la salud individual y poblacional. La revisión de distintos artículos científicos destaca los efectos adversos atribuidos al consumo de las bebidas azucaradas, con aumento en los niveles de glucosa en sangre y las complicaciones crónicas asociadas a ello. También abordaremos las actuales recomendaciones dietéticas, y la necesidad de focalizar las estrategias de salud en la prevención, subrayando la importancia de la intervención temprana en los hábitos alimenticios.

PALABRAS CLAVE: diabetes, glucemia, hemoglibina glicosilada, metabolismo, hiperglucemia, obesidad.

ABSTRACT: Currently, the consumption of sugary drinks is one of the most common sources of excess sugar consumption. This dietary trend is contributing to various health problems such as diabetes and metabolic disorders. In this article, a case is presented that aims to explore the impact of these drinks on individual and population health. The review of various scientific articles highlights the adverse effects attributed to the consumption of sugary drinks, with an increase in blood glucose levels and the chronic complications associated with it. We will also address current dietary recommendations, and the need to focus health strategies on prevention, highlighting the importance of early intervention in eating habits.

KEYWORDS: diabetes, glycemia, glycosylated hemoglobin, metabolism, hyperglycemia, obesity.

DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS:

Los autores de este manuscrito declaran que:

  • Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
  • La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).El manuscrito es original y no contiene plagio.
  • El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
  • Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
  • Han preservado las identidades de los pacientes.

Introducción y Situación Actual

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una enfermedad metabólica crónica de gran prevalencia mundial que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre. La principal causa de esta hiperglucemia es la resistencia a la insulina, un proceso en el cual las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, lo que obliga al páncreas a producir mayores cantidades de esta hormona para mantener los niveles de glucosa bajo control. Con el paso del tiempo y el empeoramiento de la enfermedad, la capacidad del páncreas para secretar insulina disminuye, lo que agrava aún más la hiperglucemia.

Esta enfermedad está estrechamente asociada a una serie de factores de riesgo modificables y no modificables. Entre los factores no modificables se encuentran la genética y la edad avanzada, mientras que los factores modificables incluyen el sedentarismo, una alimentación inadecuada, el sobrepeso y la obesidad. En términos de prevalencia, la DM2 ha experimentado un incremento alarmante en las últimas décadas, convirtiéndose en un problema de salud pública a nivel mundial. Además, la diabetes tipo 2 es un factor de riesgo cardiovascular importante y puede dar lugar a complicaciones graves si no se maneja adecuadamente. Estas complicaciones incluyen enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, neuropatía diabética, ceguera y amputaciones.

Un aspecto crucial en la prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2 es la identificación y modificación de los factores de riesgo, especialmente aquellos relacionados con los hábitos alimenticios y el estilo de vida. En este sentido, el consumo excesivo de azúcares, especialmente los azúcares de rápida absorción presentes en las bebidas azucaradas, ha sido identificado como uno de los principales factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Numerosos estudios han demostrado que las bebidas azucaradas son un factor de riesgo significativo para el desarrollo de la diabetes tipo 2, así como para la obesidad y el síndrome metabólico.

En este artículo, se presenta el caso clínico de una paciente de 38 años, sin antecedentes médicos de interés, que desarrolló diabetes mellitus tipo 2. La historia clínica de la paciente proporciona una oportunidad para reflexionar sobre el impacto del consumo excesivo de bebidas azucaradas en la salud metabólica. La paciente, que reportó un consumo diario de 3 litros de bebidas azucaradas, presentó una hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 13.2%, lo que indicaba un control glucémico muy deficiente. Este caso pone de manifiesto cómo un hábito alimenticio aparentemente trivial, como el consumo elevado de bebidas azucaradas, puede contribuir al desarrollo de una enfermedad crónica grave.

El Caso Clínico: Un Impacto del Consumo de Bebidas Azucaradas

En este caso clínico, una mujer de 38 años sin antecedentes médicos significativos se presentó en una consulta de control en atención primaria, donde se le realizó una analítica rutinaria que reveló una HbA1c de 13.2%. Este valor indica un control glucémico deficiente y una diabetes mellitus tipo 2 no diagnosticada. La paciente había experimentado síntomas clásicos de la enfermedad, como polifagia (aumento del apetito), polidipsia (sed excesiva), poliuria (aumento en la frecuencia urinaria) y una notable pérdida de peso en los últimos meses, que se había intensificado en las tres semanas previas a la consulta.

Ante la sospecha de un debut diabético con clínica cardinal, se recomendó derivar a la paciente a urgencias hospitalarias para una evaluación más exhaustiva. Sin embargo, la paciente no acudió a urgencias ni buscó atención médica durante los 15 meses siguientes, lo que retrasó su diagnóstico y tratamiento adecuados. No fue hasta 15 meses después, cuando finalmente se repitió la analítica, que se observó una HbA1c de 7.1%, un valor llamativamente menor, teniendo en cuenta que la paciente no había llevado tratamiento médico.

Durante este periodo, la paciente no hizo cambios significativos en su estilo de vida. Sin embargo, mencionó que el único cambio que implementó fue sustituir las bebidas azucaradas por agua. Este cambio en sus hábitos alimenticios, aparentemente simple, fue la única modificación que se introdujo en su dieta y, sin embargo, tuvo un impacto significativo en sus niveles de HbA1c. De hecho, la reducción del consumo de bebidas azucaradas podría haber sido el factor determinante para la mejora en el control glucémico de la paciente.

Exploración física y pruebas complementarias

Enero 2022 (exploración física):

  • Estado general: Consciente, normocoloreada, sequedad de piel y mucosas, taquipneica en reposo.
  • Constantes: Tensión arterial: 132/86 mmHg; Frecuencia cardíaca: 96 lpm; Frecuencia respiratoria: 26 rpm; Temperatura: 36.8°C; Peso: 92 kg; Talla: 1.75 metros; IMC: 30.04 (sobrepeso/obesidad grado I).
  • Exploración: Auscultación y abdomen anodinos. No alteraciones cutáneas.

Pruebas complementarias:

  • Analítica (enero 2022):
    • Hemograma: Leucocitos: 7,800 /μL (normal); Hemoglobina: 13.2 g/dL (normal); Hematocrito: 39% (normal); Plaquetas: 265,000 /μL (normal); Volumen Corpuscular Medio (VCM): 91 fL (normal); Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media (CHCM): 32 g/dL (normal); Recuento de Reticulocitos: 0.5% (normal)
    • Bioquímica Sérica: Glucosa plasmática en ayunas: 485 mg/dL (elevada, sugiere diabetes no controlada); Hemoglobina A1c (HbA1c): 13.2% (elevada, diagnóstico de diabetes tipo 2); Colesterol total: 285 mg/dL (elevado); Colesterol HDL: 32 mg/dL (bajo, factor de riesgo cardiovascular); Colesterol LDL: 181 mg/dL (elevado); Triglicéridos: 460 mg/dL (elevados); Creatinina: 0.8 mg/dL (normal); Tasa de filtración glomerular (TFG): 90 mL/min/1.73m² (normal); Ácido úrico: 7.9 mg/dL (elevado); Bilirrubina total: 0.75 mg/dL (normal); Enzimas hepáticas (AST/ALT): AST 26 U/L, ALT 25 U/L (normales)
    • Gasometría arterial: pH: 7.20 (bajo, acidosis); pCO: 20 mmHg (bajo, para compensar la acidosis metabólica mediante hiperventilación); pO: 85 mmHg (normal); HCO₃⁻ (bicarbonato): 10 mEq/L (bajo, debido a la acidosis metabólica); BE (Exceso de base): -14 mEq/L (negativo, lo que indica una acidosis metabólica significativa); Lactato: 1.9 mmol/L (levemente elevado).
    • Función Renal: Microalbuminuria: 45 mg/dL (ligeramente elevada, sugiere riesgo de nefropatía diabética incipiente); Proteínas totales: 6.5 g/dL (normal); Albúmina: 3.8 g/dL (normal).
    • Hormonas y marcadores endocrinos: Insulina sérica en ayunas: 18 µU/mL (elevada, indicativa de resistencia a la insulina); Peptido C: 4.0 ng/mL (normal)
  • Analítica (marzo 2023):
    • Hemograma: Leucocitos: 6,500 /μL (normal); Hemoglobina: 13.6 g/dL (normal); Hematocrito: 41% (normal); Plaquetas: 255,000 /μL (normal); Volumen Corpuscular Medio (VCM): 90 fL (normal); Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media (CHCM): 31 g/dL (normal); Recuento de Reticulocitos: 0.5% (normal)
    • Bioquímica Sérica: Glucosa plasmática en ayunas: 135 mg/dL (elevada, menos que en analítica previa); Hemoglobina A1c (HbA1c): 7.2% (elevada, menor que en analítica previa); Colesterol total: 220 mg/dL (elevado); Colesterol HDL: 35 mg/dL (bajo, factor de riesgo cardiovascular); Colesterol LDL: 145 mg/dL (elevado); Triglicéridos: 230 mg/dL (elevados); Creatinina: 0.8 mg/dL (normal); Tasa de filtración glomerular (TFG): 90 mL/min/1.73m² (normal); Ácido úrico: 7.6 mg/dL (elevado); Bilirrubina total: 0.85 mg/dL (normal); Enzimas hepáticas (AST/ALT): AST 25 U/L, ALT 23 U/L (normales)
    • Gasometría arterial: pH: 7.31 (normal); pCO: 39 mmHg (normal); pO: 85 mmHg (normal); HCO₃⁻ (bicarbonato): 25 mEq/L; BE (Exceso de base): +1 mEq/L (normal); Lactato: 0.8 mmol/L (normal).
    • Función Renal: Microalbuminuria: 10 mg/dL (menos elevada); Proteínas totales: 6.5 g/dL (normal); Albúmina: 3.9 g/dL (normal).

Impacto del Consumo de Bebidas Azucaradas

El consumo de bebidas azucaradas es una de las principales fuentes de azúcares simples en las dietas modernas. Estas bebidas incluyen refrescos, jugos de frutas industrializados, bebidas energéticas y otras bebidas endulzadas, todas ellas con un alto contenido de calorías vacías, es decir, calorías que no aportan nutrientes esenciales como vitaminas, minerales o fibra. El azúcar presente en estas bebidas, especialmente la glucosa y la fructosa, se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal, lo que provoca picos en los niveles de glucosa en sangre.

Los picos de glucosa en sangre, cuando ocurren de manera frecuente, son perjudiciales para la salud metabólica. La insulina, una hormona producida por el páncreas, es responsable de regular los niveles de glucosa en sangre, promoviendo la absorción de glucosa por las células del cuerpo. Sin embargo, con el consumo repetido de azúcares de rápida absorción, las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la insulina, lo que da lugar a la resistencia a la insulina. Este proceso es uno de los principales mecanismos en el desarrollo de la diabetes tipo 2.

Numerosos estudios científicos han demostrado que el consumo regular de bebidas azucaradas está estrechamente vinculado al aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, así como de otros trastornos metabólicos, como la obesidad y el síndrome metabólico. En un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition en 2016, se concluyó que el consumo de bebidas azucaradas está asociado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, independientemente del peso corporal de los individuos. Esto significa que incluso las personas con un peso corporal normal pueden estar en riesgo de desarrollar diabetes si consumen grandes cantidades de bebidas azucaradas.

Un estudio posterior, realizado en 2017 y publicado en Diabetes Care, encontró que los pacientes que consumían al menos una bebida azucarada al día presentaban niveles de HbA1c significativamente más altos en comparación con aquellos que evitaban el consumo de estas bebidas. Esta relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la HbA1c elevada sugiere que estas bebidas tienen un impacto directo sobre el control glucémico, lo que subraya la importancia de su reducción en la prevención y el manejo de la diabetes tipo 2.

Además de los efectos sobre la glucosa en sangre, el consumo de bebidas azucaradas también está relacionado con el aumento de peso y la obesidad, dos factores de riesgo adicionales para el desarrollo de la diabetes tipo 2. La obesidad, especialmente la obesidad visceral (acumulación de grasa abdominal), está estrechamente vinculada con la resistencia a la insulina y la disfunción metabólica. La reducción del consumo de bebidas azucaradas podría ser un componente clave en las estrategias para combatir la obesidad y mejorar el control glucémico en los pacientes con diabetes.

Tratamiento y Manejo de la Diabetes Tipo 2

El tratamiento de la diabetes tipo 2 se basa en un enfoque integral que incluye la modificación del estilo de vida, el control de la glucosa en sangre y, en muchos casos, el uso de medicamentos. El objetivo del tratamiento es lograr un control glucémico adecuado, prevenir las complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida del paciente.

En el caso de nuestra paciente, se planteó un objetivo ambicioso de control glucémico, buscando reducir su HbA1c a menos del 6.5%. Este objetivo es especialmente relevante en pacientes jóvenes sin comorbilidades graves, ya que un control glucémico estricto puede prevenir el desarrollo de complicaciones como enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y neuropatía. Además, se recomendó un enfoque terapéutico que incluyera la combinación de cambios en la dieta y el ejercicio, junto con medicamentos específicos para mejorar el control de la glucosa.

En términos de tratamiento farmacológico, se optó por una combinación de inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT-2) y análogos de GLP-1. Los inhibidores de SGLT-2 actúan bloqueando la reabsorción de glucosa en los riñones, lo que aumenta su excreción a través de la orina. Este efecto ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre sin causar hipoglucemia. Por otro lado, los análogos de GLP-1 son medicamentos que imitan la acción de un péptido natural en el cuerpo que estimula la liberación de insulina y reduce la producción hepática de glucosa. Ambos fármacos son efectivos en el manejo de la diabetes tipo 2 y han demostrado beneficios adicionales, como la pérdida de peso y la mejora de los factores de riesgo cardiovascular.

Discusión: Estrategias de Prevención y Educación Nutricional

El caso de nuestra paciente resalta la importancia de la prevención en la lucha contra la diabetes tipo 2. Si bien el tratamiento farmacológico es fundamental, la prevención a través de la modificación del estilo de vida es aún más importante. Uno de los principales componentes de la prevención es la educación nutricional, ya que muchos pacientes no son conscientes de la cantidad de azúcar que están consumiendo ni de los efectos perjudiciales que estos alimentos pueden tener sobre su salud.

Una de las estrategias clave en la prevención de la diabetes tipo 2 es reducir el consumo de bebidas azucaradas. Esto puede lograrse mediante intervenciones educativas que informen a la población sobre los riesgos asociados con el consumo excesivo de azúcares y la importancia de adoptar una dieta balanceada. Además, las políticas públicas, como los impuestos a las bebidas azucaradas y las restricciones al marketing de estos productos, pueden ser herramientas efectivas para reducir el consumo a nivel poblacional.

Conclusión

La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. El control adecuado de la glucosa en sangre es fundamental para prevenir las complicaciones asociadas con esta enfermedad. El caso de nuestra paciente demuestra cómo un cambio relativamente sencillo, como la reducción del consumo de bebidas azucaradas, puede tener un impacto significativo en el control glucémico. Sin embargo, es necesario un enfoque integral que combine el tratamiento farmacológico con cambios en el estilo de vida, especialmente en lo que respecta a la dieta y el ejercicio.

La educación nutricional y las políticas públicas orientadas a reducir el consumo de bebidas azucaradas deben ser una prioridad en la lucha contra la diabetes tipo 2. La prevención, a través de la modificación de los hábitos alimenticios y el fomento de un estilo de vida activo, es clave para frenar la epidemia de diabetes que está afectando a muchas poblaciones a nivel mundial.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Hu FB, Malik VS, Rexrode KM, et al. Sugar-sweetened beverages and risk of metabolic syndrome and type 2 diabetes: a meta-analysis. Diabetes Care. 2006 Dec;29(3):1010-1017. doi: 10.2337/dc06-0606.
  2. Imamura F, O’Connor L, Ye Z, et al. Consumption of sugar sweetened beverages and the risk of type 2 diabetes: a systematic review and dose-response meta-analysis. Diabetologia. 2015 Jun;58(6):1384-1396. doi: 10.1007/s00125-015-3575-x.
  3. Malik VS, Li Y, Pan A, et al. Long-term consumption of sugar-sweetened and artificially sweetened beverages and risk of mortality in US adults. Circulation. 2019 Dec 24;140(25):2171-2181. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.119.043186.
  4. Stanhope KL, Havel PJ. Endocrine and metabolic effects of consuming sugar-sweetened beverages. American Journal of Clinical Nutrition. 2008 Jan;87(4): 1151S-1156S. doi: 10.1093/ajcn/87.4.1151S.
  5. Zhang Y, Zhang J, Zhang J, et al. Association between sugar-sweetened beverage consumption and diabetes incidence: a meta-analysis of cohort studies. European Journal of Clinical Nutrition. 2015 Oct;69(10):1175-1183. doi: 10.1038/ejcn.2015.102.
  6. Nguyen BM, Satya S, Lee J, et al. Association of sugar-sweetened beverage consumption with risk of obesity, type 2 diabetes, and cardiovascular diseases in adults: a systematic review and meta-analysis. JAMA. 2019 Oct 22;322(16):1566-1579. doi: 10.1001/jama.2019.15119.
  7. Zong G, Li Y, Hu FB, et al. Consumption of sugar-sweetened beverages, artificial sweeteners, and fructose and risk of type 2 diabetes: a systematic review and dose-response meta-analysis. American Journal of Clinical Nutrition. 2017 Oct;106(4):1426-1437. doi: 10.3945/ajcn.117.155658.
  8. De Koning L, Malik VS, Kellogg M, et al. Sweetened beverage consumption, incident coronary heart disease and biomarkers of risk in men. Circulation. 2012 Oct 2;125(13):1735-1741. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.111.067017.
  1. Malik VS, Popkin BM, Bray GA, Després JP, Hu FB. Sugar-sweetened beverages and risk of metabolic syndrome and type 2 diabetes: a meta-analysis. Diabetes Care. 2010 Jun;33(11):2477-83. doi: 10.2337/dc10-1076.
  2. Imamura F, O’Connor L, Ye Z, Mursu J, Marklund M, Soderberg S, et al. Consumption of sugar-sweetened beverages and type 2 diabetes incidence: a systematic review and meta-analysis. Diabetologia. 2015 Sep;58(9):2249-58. doi: 10.1007/s00125-015-3699-x.
  3. Haq I, Chaturvedi N, Forouhi NG, et al. The association between sugar-sweetened beverage consumption and the risk of type 2 diabetes mellitus in a multi-ethnic population: A prospective study. J Clin Endocrinol Metab. 2017;102(7):2404-2412. doi: 10.1210/jc.2017-00360.
  4. World Health Organization (WHO). Guideline: Sugars intake for adults and children. Geneva: World Health Organization; 2015. Available from: https://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sugars_intake/en/.
  5. European Society of Cardiology. 2024 ESC/ESH Guidelines for the management of arterial hypertension. Eur Heart J. 2024;45(1):1-59. doi: 10.1093/eurheartj/ehaa114.
  6. De Koning L, Malik VS, Kellogg M, Rimm EB, Willett WC, Hu FB. Sugar-sweetened and artificially sweetened beverage consumption and risk of type 2 diabetes in men. Am J Clin Nutr. 2011 Nov;93(5):1321-7. doi: 10.3945/ajcn.110.007130.
  7. Evert AB, Boucher JL, Cypress M, Dunbar SA, Franz MJ, Mayer-Davis EJ, et al. Nutrition therapy for adults with diabetes mellitus. Diabetes Care. 2014 Jan;37 Suppl 1:S120-43. doi: 10.2337/dc14-S120.