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El papel de la enfermería en el quirófano: una perspectiva para principiantes

El papel de la enfermería en el quirófano: una perspectiva para principiantes

Autor principal: Diego Sorli Latorre

Vol. XVI; nº 8; 443

The role of the nursing in the operating room: a perspective for beginners

Fecha de recepción: 10/03/2021

Fecha de aceptación: 20/04/2021

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 8 –  Segunda quincena de Abril de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 8; 443 

Autores

Diego Sorli Latorre (Graduado en enfermería) 1

Patricia Sorli Latorre (Diplomada en enfermería) 2

Lorena García Hernández (Diplomada en enfermería) 1

María Casamián Cabero (Diplomada en enfermería) 1

Cintia Pérez Torrero (Diplomada en enfermería) 1

Bárbara Esteban López (Graduada en enfermería) 1

Patricia Ferrer Sánchez (Diplomada en enfermería) 1

Centro de trabajo:

1 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España

2 Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Declaración de buenas prácticas:

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

RESUMEN

El bloque quirúrgico es un servicio que incluye no solo los quirófanos, sino el resto de servicios que lo conforman como un único departamento. Estos otros servicios son el de acogida, sala de despertar o unidad de recuperación post anestésica, la reanimación, unidad de dolor agudo, unidad de dolor crónico y esterilización. Dentro del bloque quirúrgico existe un trabajo multidisciplinar, no solo por diferentes profesionales sanitarios, sino por varios departamentos que en su conjunto forman una unidad engranada de manera perfecta. El papel de enfermería está presente en todas las estructuras que lo conforman, por lo que es una gran atribución de que el trabajo diario cumpla con las garantías exigibles es en gran medida debido a esta profesión.

En este trabajo se dan a conocer las funciones más específicas que desempeña enfermería dentro de este servicio, así como una visión holística de la perspectiva que debe conocer una persona cuando inicia sus funciones en estas unidades.

PALABRAS CLAVE

Enfermería de quirófano, atención de enfermería, rol de la enfermera.

ABSTRACT

The surgical block is a service that includes not only the operating rooms, but the rest of the services that make it up as a single department. These other services are the reception, awakening room or post-anesthetic recovery unit, resuscitation, acute pain unit, chronic pain unit and sterilization. Within the surgical block there is a multidisciplinary work, not only by different health professionals, but by various departments that together form a perfectly geared unit. The nursing role is present in all the structures that comprise it, so it is a great attribution that the daily work complies with the required guarantees is largely due to this profession.

In this work, the more specific functions performed by nursing within this service are presented, as well as a holistic vision of the perspective that a person should know when they begin their functions in these units.

KEYWORDS

Operating room nursing, nursing care, hyperthermia induced, nurse´s role.

INTRODUCCIÓN

La profesión de enfermería ejerce su actividad en muy diferentes emplazamientos. Si bien la primera distinción que se nos viene a la cabeza al pensar en sanidad es la enfermera de atención primaria y la de hospitalización, debemos de reflexionar en que esta profesión abarca mucho más que eso. Tal es así que existen profesionales de enfermería trabajando en los centros educativos y escolares, en las fuerzas armadas, en aeropuertos, por citar algunos de los lugares más heteróclitos.

Sin embargo, es cierto que un amplio porcentaje, no solo de las enfermeras, sino de los sanitarios en general, realiza su labor cotidiana entre la atención primaria y la especializada, incurriendo incluso en mayor medida en esta última, especialmente en urbes con gran cantidad de población y con hospitales y centros de consultas de grandes dimensiones.

De entre los lugares dentro del entorno hospitalario donde mayor tasa de profesionales confluyen son las urgencias, las unidades de intensivos, y por supuesto el bloque quirúrgico.

Lo primero resaltar que en este texto, cuando se denomine al bloque quirúrgico es porque se incluye no solo los quirófanos, sino el resto de servicios que gravitan alrededor del propio proceso desarrollado dentro de los mismos. Estos otros servicios son el de acogida, sala de despertar o unidad de recuperación post anestésica, la reanimación, unidad de dolor agudo, unidad de dolor crónico y esterilización.

Cuando una enfermera (o en su defecto siendo estudiante), se enfrenta por primera vez a un servicio tan grande y con unidades con funciones tan diferenciadas y especificas, es fácil de imaginar que el cambio de situación, de tipo de trabajo, de técnicas y de relación terapéutica son polos opuestos con respecto a otras unidades de hospitalización, consultas o servicios específicos del hospital. Es común por la experiencia de quienes se inician en el bloque quirúrgico que el cambio los deje en “shock” unos días y sin llegar a encontrarse ubicados dentro de este servicio.

METODOLOGIA

Es común como en otras unidades que cuando se llega tomar como punto de referencia el despacho de la  supervisora responsable. Como ya citábamos anteriormente, al ser un servicio tan amplio con mucho movimiento de personal y material en unidades tan dispares, es común encontrarnos con que no hay una única supervisión, por lo que se debe de conocer quién será nuestro responsable directo.

A partir de ese momento es cuando te sumerges completamente en el servicio, ya que el uniforme siempre es diferente al del resto del hospital. Lo común en nuestro sistema sanitario es la equipación de color blanco, sin embargo unidades específicas llevan otros colores, comúnmente verde o azul. Además el uso de calzas (o calzado especifico que no salga de la unidad), el uso de gorro y mascarilla es atuendo indispensable en casi la totalidad del bloque quirúrgico.

 Tras ello el siguiente paso es saber dónde te adentras. Es común que cada quirófano vaya destinado a una especialidad concreta, esto se debe no solo a la simplificación de distribución situacional, sino también por el almacenamiento de recursos materiales, ya que cada especialidad suele usar una serie de materiales que raramente se utilizan en otras, como por ejemplo los microscopios, aparatos de rayos X, diferentes instrumentales para las operaciones.

Anteriormente hemos citado que es uno de los servicios con mayor concentración de personal. Para una única intervención quirúrgica se necesita de los siguientes profesionales: se distinguen una cirujana principal y al menos otra como ayudante, una anestesista, tres enfermeras para las labores de anestesia, instrumentista y circulante, una auxiliar de enfermería, una celadora, y una persona de limpieza.

Algunos recursos humanos son compartidos para el resto de labores dentro del bloque quirúrgico, no siendo destinados a una operación concreta, como es el caso del personal de celadores y limpieza.

A este personal mínimo, hay que sumarle en algunas ocasiones el personal en formación, ya sean estudiantes o residentes, del centro o externos.

RESULTADOS

Lo primero que debemos de tener en cuenta al iniciarnos en un quirófano es distinguir los circuitos, denominados comúnmente como “zona limpia” y “zona estéril”. La zona esteril incluye toda ubicación situada a partir de donde lo externo al bloque quirúrgico ya no puede pasar, como son las camas de pacientes, ropa de cama proveniente de la habitación, camillas de urgencias, cajas de embalajes de materiales. Normalmente este límite se encuentra entre la acogida, el pasillo estéril (donde se recibe y almacena el material estéril) y los quirófanos. La otra zona englobaría a las unidades de dolor agudo y crónico, la unidad de recuperación post anestésica, la reanimación, y el pasillo de salida de los pacientes del quirófano.

En segundo término, es imprescindible diferenciar las tareas llevadas por enfermería, como ya hemos citado se suelen distribuir en tres papeles fundamentales bien distinguidos, pero a la vez complementarios entre ellos, así podemos observar la figura de la enfermera de anestesia, el papel de la enfermera circulante, y el rol de la enfermera instrumentista.

Cuando estemos en formación o seamos recién llegados a estos servicios, es importante saber que a veces las situaciones que se generan en quirófano son muy límites. Momentos de sangrado abundante, descompensación de las constantes del paciente, o concentración por la dificultad de la cirugía son situaciones habituales, por lo que evitar estorbar y diferenciar que es lo que se puede tocar de manera limpia y que debe estar completamente estéril, es básico e indispensable para cualquier persona que entre en un quirófano.

Una vez se ejercen funciones y tareas enfermeras, las destinadas a la enfermera circulante son: verificar el plan de operaciones y el tipo de intervenciones, verificar que el quirófano esté preparado, comprobando también el correcto funcionamiento de los aparatos que se utilizarán (monitores, luces,…), reunir el material necesario para la intervención (pedir las cajas de instrumental necesarias, tomar del almacén las piezas que se podrían necesitar durante la operación,…), recibir al paciente, comprobar su identificación y realizar el “check-list” o lista de verificación de la seguridad quirúrgica previa a la intervención, ayudar a colocar al paciente en la mesa de operaciones, así como asegurar la posición correcta para el desarrollo de la cirugía y una alineación y protección de zonas corporales del paciente, ayudar a vestirse al resto de personal de quirófano (tarea que es compartida con la instrumentista), recoger el material de desecho de la intervención para evitar el acumulo de estos, recoger las muestras para el posterior análisis, etiquetándolas y enviándolas al laboratorio para estudio anatomopatológico, colocar los apósitos externos que no incidan con la herida quirúrgica, o fijar drenajes, entre otras actividades más especificas que no detallaremos. Además también debe hacerse cargo de la apertura de hoja de quirófano mediante el registro de la intervención, de los materiales utilizados o implantados al paciente, y de realizar la continuidad de los cuidados entre el quirófano y la sala de reanimación o despertar conjuntamente a la enfermera de anestesia.

La otra enfermera que tampoco va lavada es la de anestesia, esta también tiene sus propias funciones y otras compartidas, como son: ayudar al anestesiólogo en su labor, monitorizar al paciente y colocarlo en la postura adecuada para evitar lesiones posteriores (por protuberancias óseas, evitar úlceras cornéales mediante protección ocular, evitar el contacto con piezas duras o metálicas de la mesa en caso de uso de bisturí eléctrico,…), preparar el material de anestesia, supervisándolo y comprobándolo, tomar del almacén los fármacos y anestésicos necesarios para la inducción y la intervención quirúrgica, instaurar otras vías endovenosas si no es suficiente con la canalizada desde la acogida, administrar fluidoterapia y la medicación prescrita previa a la cirugía o durante la misma, colaborar en las maniobras y técnicas anestésicas intraoperatorias manteniendo la asepsia necesaria para cada una de ellas (canalización de vías centrales, arteriales, punciones durales,…), anotar el tipo y cantidad de drogas en el registro del quirófano, colaborar con el traslado del paciente a la sala de reanimación.

Al no llevar un equipo de vestimenta estéril, ambos tipos de enfermeras es posible que a lo largo de la intervención quirúrgica se complementen para agilizar el trabajo y permitir trabajos individuales que requieran de mayor concentración (preparación de las siguientes cirugías,…)

El último tipo de enfermería que se diferencia en quirófano es el de la instrumentista, que desde el punto de vista del principiante es el papel de trabajo que por su mayor complejidad, concentración durante la intervención y nivel de exigencia, responsabilidad y precisión, suele verse como el más difícil de encarar de todos.

Ser instrumentista es ir más allá que el gesto de acercar un material de la mesa a la mano del cirujano, ser instrumentista es controlar el instrumental, saber qué y cuándo darlo sin que el cirujano apenas nos lo solicite, cómo situarlo en la mano de quién lo precisa o en el paciente para evitar riesgos o accidentes, es controlar en todo momento la operación y ser un ayudante más del cirujano principal  responsable en la intervención. Para ello, la enfermera instrumentista debe interiorizar aspectos como: conocer la operación a realizar, preparar el instrumental y material requerido en cada momento, realizar el lavado quirúrgico, vestirse con ropa estéril, así como ayudar a que el resto del personal a que se equipe correctamente, cubrir las mesas de instrumentación y colocar los instrumentos en orden, verificando su número de piezas que se hallan en cada caja, envases y bolsas, así como la calidad de su esterilizado. Además la instrumentista debe entregar los elementos necesarios a los cirujanos, tomar las muestras y anatomías para analizar, las cuales se las hará llegar a la enfermera circulante para su posterior envío al laboratorio correspondiente, control y contaje exhaustivo del uso de gasas y compresas (especialmente en cirugías de grandes cavidades abiertas).

En ultimo termino también es labor instrumentista colaborar en la desinfección final y colocación de apósitos (dado que es la última persona “lavada” en contacto con el paciente), de retirar las hojas de bisturí, agujas y demás objetos punzantes y cortantes al alcance del resto del equipo, así como recoger y revisar los instrumentos utilizados para su desinfección y próxima esterilización, separando los materiales de las “cajas conformadas” del instrumental suelto (como pinzas y separadores auxiliares).

Previa y post intervención quirúrgica existen dos lugares indispensables en todo bloque quirúrgico donde se valora al paciente pre y post intervenido, estas son la sala de acogida y la unidad de recuperación post anestésica, respectivamente.

La acogida, como su nombre indica, es la unidad donde el paciente que viene de su domicilio o unidad de hospitalización ingresa en nuestro servicio. En esta unidad se realiza una valoración final previa a la intervención quirúrgica, se verifican factores como comprobación de la identificación personal, historia, diagnóstico e intervención quirúrgica, la pauta y administración de premedicación operatoria, se canaliza vía intravenosa (a partir de la cual a veces es necesario tomar muestras sanguíneas para pruebas cruzadas, control de anticoagulación oral si se precisa o no se ha realizado el control con anterioridad), y consentimientos firmados.

En cuanto a la unidad de recuperación post anestésica o sala de despertar es el lugar donde se encuentran los pacientes intervenidos recuperándose de los efectos residuales anestésicos y la vigilancia post operatoria. Además se constituye una estabilidad de la persona a partir de la monitorización sistemática y en ocasiones intensiva que se realiza. La otra pieza fundamental es el control y manejo del dolor. Es en esta fase donde los analgésicos y anestésicos locales administrados brillan por su efectividad. Se suele valorar el dolor en la escala EVA (0-10), y la analgesia puede administrarse de forma continuada (en elastómero o bomba de perfusión) durante 24 a 48 horas, o intermitente (en bolo) en dosis única o repetidas a demanda. Esta tarea puede llevarse a cabo por el personal de la sala de despertar, o por las unidades de dolor agudo y crónico con las que cuentan algunos centros sanitarios. A partir de aquí, el siguiente paso para el paciente es el alta de nuestro servicio y traslado a planta convencional para continuidad de los cuidados.

Por último citar la especial relevancia para todo bloque quirúrgico que implica un funcionamiento eficaz de la central de esterilización, ya que es el lugar donde se lleva a cabo toda la preparación, desinfección y esterilización del instrumental previo a la intervención quirúrgica. Hay varios dispositivos para esta función (autoclave de vapor, óxido de etileno,…) además de lavadora y secadora de materiales. Desde aquí suele ser trasladado habitualmente por el montacargas hasta llegar a los arsenales de instrumental de las unidades quirúrgicas.

CONCLUSIONES

Como se puede observar, el bloque quirúrgico es un trabajo multidisciplinar, no solo por diferentes profesionales sanitarios, sino por varios departamentos que en su conjunto forman una unidad engranada de manera perfecta. El papel de enfermería está presente en todas las estructuras que lo conforman, por lo que es una gran atribución de que el trabajo diario cumpla con las garantías exigibles es en gran medida debido a esta profesión.

A pesar de ser un servicio con características muy especificas, y que habitualmente despierta miedos en muchas profesionales que lo encaran por primera vez, la satisfacción tanto de los pacientes como del personal es muy alta en estas unidades, especialmente resultado de las relaciones interpersonales con los compañeros, el propio trabajo y la competencia profesional.

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