Análisis de Enfermería ante la cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea
INTRODUCCIÓN
Debido al incremento del número de pacientes cardiópatas con indicación de algún tipo de operación que rechazan las transfusiones, nuestros propósitos son evitar la escasez en los bancos de sangre y reducir el riesgo de infecciones y reacciones inmunológicas.
Ello lleva inmerso, el uso racional de las técnicas de ahorro de sangre donde exige valorar la eficacia de las diferentes técnicas, saber cuál de ellas resulta más adecuado a cada tipo de paciente y/o intervención y, finalmente tener en cuenta los índices transfusional (1).
Análisis de Enfermería ante la cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea
Manuel Luque Oliveros. Adscrito al Bloque Quirúrgico del AHVM
Sin olvidar, el rechazo de los Testigos de Jehová para recibir transfusión sanguínea que, desde que se inicio en 1945 (2), ellos tienen normas establecidas con respecto a la terapia transfusionales, como lo generalmente aceptado: solución cristaloides, coloides, perfluoroquímicos y eritropoyetina.
Y, los no aceptados; sangre total y sus componentes y, la decisión individual; derivación cardiopulmonar, diálisis, vacuna, plasmaféresis, trasplantes y recuperador celular (3).
CIRUGÍA CARDIACA
Esto ha limitado la cirugía cardiaca en estos pacientes y aumentó los riesgos. Para efectuar el procedimiento ha sino necesario la intervención del profesional de Enfermería para detectar, analizar, informar e implementar la búsqueda de nuevos métodos para disminuir la severidad de la hemorragia, por ejemplo la posición del paciente.
Además, todo paciente sometido a una cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea (CEC) debe ser informado de todos los aspectos que conlleva dicha intervención quirúrgica, para que los pacientes puedan tomar sus decisiones al respecto. Ya la Declaración Universal de los Derechos del Hombre publicada en diciembre de 1948, establece que “todas las personas tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión”. Los pacientes en un estado de derecho, con libertad, pueden ejercer su derecho a decidir sobre su destino siempre que su decisión no afecte al resto de los miembros de la sociedad (4).
En la ayuda de toma de decisiones, debe de estar la figura de Enfermería, tanto para afinar criterios de indicaciones de transfusión, como para aumentar el conocimiento de todas las alternativas que permitan evitar el uso de hemoderivados.
En este sentido, una adecuada comunicación con el paciente y sus familiares, además, de la firma de documentos específicos para la transfusión, permite allanar el debate e incorporar al paciente y su familia en lo complejo de esta decisión.
El problema surge cuando el paciente no ha podido manifestar su decisión por escrito y sus representantes solicitan no tratar con hemoderivados, lo cual es crítico en el caso de los niños que no están en posición de decidir (5).
LA TRANSFUSIÓN SANGUÍNEA
Máxime si la transfusión sanguínea no está exenta de complicaciones, sin embargo, las posibilidades de sensibilización o reacción a los componentes sanguíneos y la falta de sangre suficiente sobre todo de grupos sanguíneos poco frecuentes, justifican la necesidad de buscar estrategias que faciliten el ahorro de sangre homologa, para tal efecto, hay diferentes alternativas para llevarlo a cabo, en cada periodo que atraviesa el paciente, con el objetivo de realizar una conservación sanguínea.
Por otro lado, sabemos que un paciente que debe de ser intervenido de algunas de las patologías de cirugía cardiaca, deben de realizarse unas series de pruebas analíticas, radiografías, pruebas hemodinámicas y demás procedimiento antes de ser candidato para cirugía cardiaca.
Además, antes de la práctica de la cirugía, debemos recoger datos sobre el estado del paciente hospitalario, valorando sus necesidades al cual empleamos la valoración inicial de Enfermería.
Pero la mayor determinación asistencial que realiza el profesional de Enfermería es la seguridad que debe proporcionar al paciente antes de la intervención. Antes de la cirugía, se debe preparar al paciente en cuanto a estar en ayuna, con las medidas higiénicas adecuada, con las medidas asépticas necesaria incluido el rasurado de la zona a intervenir, pre medicado, verificación del tratamiento anticoagulante suspendido, con verificaron de identificación del paciente con la cirugía de la cual va ha ser intervenido, identificación que no porta objetos metálicos que puedan interferir en la intervención, comprobar que la historia clínica corresponde con el paciente, verificación del tipaje, valorar el estado febril y sintomatología previa de la intervención quirúrgica etc.
Todas estas y más intervenciones deben de determinar el profesional de Enfermería en el paciente que se va a realizar la intervención, por lo tanto su implicación es determinante en el éxito de propuesta a ser intervenido.
Por otro lado, la información quirúrgica tanto al paciente