Inicio > Enfermería > Enfermería frente al estigma social de los trastornos mentales

Enfermería frente al estigma social de los trastornos mentales

Enfermería frente al estigma social de los trastornos mentales

El estigma social es un fenómeno que afecta negativamente a las personas que padecen trastornos mentales, produciendo un sufrimiento añadido evitable.

Autor: Jorge Álvarez Cienfuegos

Resumen y palabras clave

Resumen: Con objeto de estudiar el papel de la Enfermería en la lucha contra el estigma de los trastornos mentales, se realizó una búsqueda bibliográfica en las principales bases de datos y fuentes de información científicas. El estigma se compone de estereotipos, prejuicios y conductas de rechazo hacia estas personas que influyen de manera importante sobre sus vidas. Las consecuencias del estigma sobre la persona que lo padece incluyen el estigma público, el autoestigma y la discriminación social. Son destacables los problemas que genera el estigma respecto al tratamiento y atención sanitaria que reciben estas personas por parte de los profesionales de la salud, lo que amenaza la atención integral. Se encontraron diversas iniciativas anti-estigma, algunas de las cuales obtuvieron resultados muy positivos en diferentes contextos. Es necesario fortalecer y generalizar las medidas anti-estigma para mejorar este grave problema. Ante este reto la Enfermería puede aportar una contribución destacada debido a su importante presencia en el ámbito sociosanitario. Las principales intervenciones que realiza la enfermera incluyen la denuncia y señalamiento de actitudes estigmatizadoras, la participación en la elaboración de protocolos y planes de actuación ante personas que padecen trastornos mentales, y el modelado de una conducta abierta y libre de prejuicios ante estas personas.

Palabras clave: estigma, trastornos mentales, enfermera, intervenciones, salud mental.

Introducción y justificación

Al abordar el contexto de los trastornos mentales nos encontramos un gran problema; el prejuicio o estigma que los rodea. El estigma se encuentra conformado por los preconceptos, estereotipos y prejuicios instaurados en la sociedad y que conllevan al rechazo y discriminación de los sujetos que sufren trastornos mentales.

La definición de salud propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS)1 consiste en un «estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Por lo tanto, la salud mental influye sobre el estado de bienestar de la persona, convirtiéndose en un componente integral y esencial de la salud del individuo. Esto es importante para entender que la salud no solo está condicionada por los problemas físicos sino también por los mentales. Como afirma la propia OMS, “No hay salud sin salud mental”1.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), los trastornos mentales se definen como: “Condicionantes de salud que envuelven cambios en el pensamiento, emociones o comportamientos, o una combinación de ellos”2. Los trastornos mentales, así definidos, son más prevalentes de lo que se piensa. Una de cada cuatro personas tendrá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida3, y el 40% de las enfermedades diagnosticadas como crónicas son trastornos mentales.

En nuestro país, el estudio ESEMeD-España, cuyo objetivo fue conocer la prevalencia de los trastornos mentales en nuestro país3, mostró que 1 de cada 5 personas presenta algún tipo de trastorno mental. Este estudio indicó que las mujeres sufren más trastornos mentales que los hombres, siendo los trastornos más comunes los depresivos, los de ansiedad y/o los relacionados con el abuso de alcohol3.

El estigma social es un concepto complejo y multidimensional que se manifiesta a través de actitudes, sentimientos, creencias e incluso comportamientos negativos que aparecen hacia un grupo específico de personas4. Este problema afecta de manera especial a las personas que son conocidas como pacientes de Salud Mental.

Según Goffman, citado por Slemon et al.5, el estigma es “El conjunto de diferencias indeseables que separan a un determinado grupo social de lo que se entiende como la mayoría social”. Link y Phelan5, proponen una definición operativa con base en 4 componentes: las diferencias sociales que constituyen los prejuicios, la relación de los prejuicios con aspectos negativos, la separación del grupo social y, por último, la aparición de la pérdida de estatus social y la propia discriminación.

El proceso de estigmatización está muy influenciado por la cultura. De hecho, el concepto de estigma es universal, no existiendo ninguna sociedad, cultura o país en el cual los valores sociales asignados a personas con y sin trastornos mentales sean los mismos6. Además, el proceso de estigmatización comienza mediante el etiquetado de las personas en categorías, usando para ello las diferencias humanas presentes. De este modo, se establece una clara división y se introduce el estigma en la sociedad7.

Las personas de mayor edad y menor nivel de estudios poseen actitudes más negativas hacia los sujetos con trastornos mentales, lo que hace que aparezcan problemas en las interacciones sociales de los individuos con estos trastornos8. Además, el estigma influye en la búsqueda de ayuda, lo que plantea problemas para el cuidado y el tratamiento de las enfermedades.

El estigma afecta a las personas que padecen trastornos mentales modificando su calidad de vida y provocando un efecto sobre la propia identidad de la persona, apareciendo problemas en las relaciones sociales y disminuyendo su autoestima4. En personas con trastornos mentales, una consecuencia del estigma es la aparición o agravamiento de la depresión. Además, pueden aparecer problemas jurídicos como la pérdida de derechos o de la propia libertad.

El estigma de los trastornos mentales, al igual que ocurre con el resto de las enfermedades, tiene una larga historia, si bien es cierto que a los trastornos psicopatológicos se les asocia un mayor número de prejuicios negativos6.

La persona estigmatizada percibe un sentimiento de exclusión en la toma de decisiones que le afectan, como por ejemplo a la hora de decidir sobre las opciones de tratamiento. Además, el estigma incrementa el trato paternalista y/o degradante y el uso de lenguaje estereotipado en la ayuda sanitaria9.

El estigma de los trastornos mentales no solo es habitual, sino que también se encuentra relacionado con resultados negativos sobre las personas que padecen este tipo de problemas o desórdenes. Los problemas más relevantes se corresponden con el aislamiento social, la evitación de la búsqueda de ayuda o incluso el autoestigma, entre otros10.

Una de las facetas del fenómeno estudiado es el estigma internalizado o autoestigma. El autoestigma aparece cuando las personas con enfermedades mentales internalizan prejuicios y estereotipos negativos sobre su propia condición11. Una vez aparece, se dan problemas de autoestima y autoeficacia que, a su vez, dificultan la recuperación6. Además, se reducen las interacciones sociales por una anticipación del rechazo, lo que termina ocasionando aislamiento social. También es muy relevante el estigma familiar (conductas discriminatorias, vergüenza, trato infantil, etc.) que puede aparecer en padres, hijos u otros familiares6.

El estigma afecta también a los profesionales sanitarios4, lo que supone una dificultad para recibir el mismo trato ante la búsqueda de ayuda debido a problemas de salud8. Esta percepción negativa de los pacientes mentales provoca una reducción del contacto con la ayuda sanitaria, así como un aumento del autoestigma y la aparición de retraimiento social10,12. Todo esto actúa de manera negativa, llegando a convertirse en una verdadera barrera para el acceso, tratamiento y recuperación de estas personas9. Esta problemática debe de ser conocida por todo el personal sanitario, llamado a participar en la minimización del problema.

Debido a la alta prevalencia de los trastornos mentales, y al gran volumen de gente que es atendida en los servicios de salud, resulta evidente que, durante nuestra vida profesional atendemos a una cantidad ingente de pacientes que padecen alguna forma de psicopatología. De ahí la importancia de asumir el objetivo de la OMS de reducir el estigma que sufren las personas con trastornos mentales11. Reduciendo el estigma se conseguiría mejorar la calidad de vida, implementar un cuidado de calidad ante problemas de salud y evitar la pérdida de derechos o discriminación que aparecen asociados al fenómeno.

En definitiva, la enfermera debe ser consciente del problema que representa el estigma y ser sensible a su influencia, para actuar en consecuencia y ser capaz de implementar actividades que contribuyan a minimizar su impacto. Las acciones y programas diseñados para reducir el estigma son útiles y deberían ser desarrollados por todos los profesionales de la salud para permitir integrar a las personas con problemas de Salud Mental en una sociedad de la que, en realidad, ya forman parte por derecho propio4.

Objetivos

Objetivo general

  • Estudiar el papel de la Enfermería en la lucha contra el estigma de los trastornos mentales.

Objetivos específicos

  • Definir el concepto de estigma, identificar sus causas y las principales herramientas disponibles para su evaluación.
  • Conocer las consecuencias del estigma social en las personas con trastorno mental.
  • Exponer las principales intervenciones frente al estigma y las acciones que puede realizar la enfermera para combatirlo.

Metodología

Para satisfacer los objetivos de este Trabajo Fin de Grado (TFG) se ha realizado una búsqueda bibliográfica exhaustiva y rigurosa en distintas bases de datos y fuentes de información científica sobre el tema estudiado. Se utilizaron tanto fuentes primarias como secundarias.

La selección de los materiales se llevó a cabo conforme a una serie de criterios.

Criterios de inclusión:

  • Fecha de publicación inferior a 5 años (salvo alguna excepción debido a su relevancia para el tema desarrollado).
  • Artículos publicados en el contexto de las ciencias de la salud.
  • De cualquier procedencia (nacional o internacional).
  • En los idiomas inglés y español.

Criterios de exclusión:

  • Artículos o textos que no versen directamente sobre el estigma asociado específicamente a los trastornos mentales.
  • Materiales que no estén relacionados con el ámbito de la salud.
  • Artículos de revistas de calidad científica pobremente contrastada.

Estrategia de búsqueda:

La búsqueda bibliográfica se efectuó desde el 4 de enero de 2018 hasta el 26 de marzo de 2018. Se han utilizado como fuentes de información, principalmente, artículos publicados sobre el estigma y los trastornos mentales en revistas obtenidas mediante diferentes recursos: el metabuscador Google Académico y las bases de datos: PubMed, Web of Science (WOS), Cuiden y SciELO.

Como palabras clave se utilizaron los siguientes descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS): “trastorno mental”, “estigma”, “estigma social”, “atención de Enfermería”, “enfermeros” e “intervención” así como sus correspondientes términos en inglés o Medical Subjetc Headings (MeSH): “mental illness”, “mental disorders”, “stigma”, “social estigma”, “nursing care”, “nurse”, “interventions”. En ambos casos estos términos fueron combinados mediante el operador booleano “AND”.

Selección de artículos:

De los 4971 artículos identificados en el proceso de búsqueda, y tras aplicar los filtros correspondientes a los criterios de inclusión/exclusión, fueron seleccionados 89 como material inicial a revisar. Posteriormente se procedió a la lectura del resumen de estos artículos, tomando la decisión de aceptación o rechazo en función de su utilidad y adecuación para satisfacer los objetivos establecidos.  Se seleccionaron y utilizaron finalmente 39 artículos, que se corresponden con las referencias bibliográficas que sustentan este Trabajo Fin de Grado (TFG). Estos materiales se presentan en el apartado correspondiente siguiendo las normas de Vancouver.